TETSUNA: ¡HOLA! HEMOS REGRESADO Y CON LA SEGUNDA TEMPORADA ¡ESPERAMOS Y LES GUSTE!

KHR NO NOS PERTENECE

TITULO: Resplandecer de Vongola: Media Noche

AUTORA: Tetsuna Hibari

RESUMEN:

Después de haber hecho un trato con un demonio -Reborn-, Tsunayoshi se convierte en el décimo jefe de Vongola, la mafia con mayor historia y poder del bajo mundo.

Como jefe tomo la decisión de limpiar el nombre de la familia cortando lazos con la mafia… pero su camino a la luz, ser cubierto de rojo, y no presidente de rosas…

…la venganza y la muerte serán los anfitriones de esta parte de su vida… y el AMOR será su motivación.

CLASIFICACIÓN: No menores de 16 años

CATEGORÍA: Katekyo Hitman Reborn.

GÉNEROS: Romántico, Fantasía, Shonen.

ADVERTENCIAS: Tortura, Violación, Muerte de personaje.

SAGA: Resplandecer de Vongola.

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CAPÍTULO 1 - Happy Halloween.

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Cuatro meses habían pasado desde la sucesión del Décimo Vongola, los chicos estaban un poco más acostumbrados a su vida en Italia y a sus actividades dentro de la organización. La verdad es que durante esas semanas todo había sido un poco caótico pero ahora por fin había un poco de tranquilidad.

La convivencia con las nieves había sido difícil al inicio; principalmente por la personalidad fría de Gelaro y su desconfianza con las personas que no conocía, sumándolo al resentimiento automático que mostraba Yukiko con cualquier chica… pero gracias a diferentes eventos por fin habían conseguido acercarse a ellos y entablar una mejor relación, tal vez no una tan cercana como Tsuna quisiera, pero si tolerable. Lo que nunca el Décimo espero, fue con quienes congeniaran mejor sus nieves, siendo una amistad impensada para él no de no haberla visto.

Yukiko después de haber abandonado su idea de relacionarse con Gokudera de manera sentimental, había encontrado en el chico su mejor confidente, ambos peli-claros habían entablado una camaradería que provocaba que Gelaro sospechara.

Por otra parte, Gelaro había congeniado muy bien con Mukuro, llegando a entenderse con simples señas y siendo un gran equipo en las pequeñas misiones que se les daba. Ambos varones compartían cierta desconfianza, sobre la relación que Hayato mantenía con Chrome y Yukiko.

Era un día normal para todos en la mansión de la décima generación, como en las últimas semanas.

-Hemos regresado. -anuncio Ayaka acercándose a Yukiko junto con Mitsuki- Estas de muy buen humor hoy, Yukiko.

-Ayaka, Oka-san. Bienvenidas. ¿Cómo les fue? -pregunto desde el sillón en donde estaba tomando un té.

Las otras dos se acercaron después de dejar sus mochilas en alguno de los sillones, le pidieron a Bella, que pasaba por ahí, unos bocadillos para acompañar un rato a la chica mientras platicaban. Tomaron asiento y esperaron su pedido.

-Bien. ¿Y? ¿Por qué tan feliz Yukiko? -pregunto curiosa Mitsuki mientras cortaba un trozo de pastel.

-Estaba recordado. -respondió con una sonrisa la albina.

-Mmm… ¿Y qué…? -Ayaka enmudeció al ver a cierta persona pasar por la puerta de la sala, siguiendo a Paola.- Señor Bill.

El susodicho detuvo su andar y volteo a ver quién lo llamaba, con una sonrisa cortes observo a la pelinegra y a la pelirroja acercarse a él.

-Señorita Ayaka, buen día. -respondió el policía.

-Buen día. -respondió.

-Buenos días señor Bill, ¿qué lo trae por aquí? -Pregunto Mitsuki con una dulce sonrisa.

-Buenos días señorita Mitsuki. Vine de visita, quiero hablar con el Décimo. -contesto amablemente.

-¿Con Tsuna? -cuestiono Ayaka.

El policía asintió, no quería revelarles mucho a las chicas debido a que no tenía en claro la relación que tenían con el Vongola, él aseguraba que solo eran amigas, sin embargo cuando quiso investigarlas, simplemente nunca encontró algo sobre ellas, algo extraño a su parecer.

-¿Para…? -Mitsuki no completo su pregunta debido a la sorpresa. El rubio se había acercado demasiado a ella.

-Permítame. -dijo Bill, rozando la comisura de los labios de Mitsuki.- Tiene un poco de merengue.

-Gracias. -murmuro.

La Ichinose se sonrojo como un tomate, cubriéndose con sus manos la parte baja del rostro, la había tomado completamente con la guardia baja. La Hibari intento ahogar su risa, ver avergonzada a su amiga no era muy común.

-De nada. -contesto el mayor complacido, la reacción de la chica le pareció linda.

-Buenos días Bill. -dijo Yukiko en un tono frio poco usual en ella, mientras se acercaba algo tensa

Su decisión al inicio había sido mantener la distancia pero no le gustaba ver a Mitsuki con otro hombre, que no fuera el que ella escogió para su amiga. Mitsuki Ichinose ya no estaba disponible porque así lo decidió la Bertesco.

-Buenos días Yukiko. -dijo el joven sin mirarla, sonriéndole a las otras dos.

-Señor Bill por aquí, el Décimo lo espera en su despacho. -anuncio Bella llevándoselo consigo.

-Con su permiso. -se despidió.

Las chicas no lo perdieron de vista hasta que llego a la cima de las escaleras, e inmediatamente las mayores miraron inquisidoramente a la nieve menor, que se estremeció por la intensidad de las miradas.

-¿Por qué te trato tan distante? -pregunto Mitsuki a Yukiko, que solo pudo suspirar.

-Es una larga historia Oka-san. -dijo con pesar la albina, dando la vuelta para regresar a su lugar.

-No te preocupes yo te escuchare. -le contesto mientras la seguían.

La Bertesco no contesto, se mantuvo en silencio al igual que sus compañeras. Después de unos cortos pero incomodos minutos las miro fijamente decidida a hablar, ya que se dio cuenta que no se darían por vencidas gracias a su pose definitiva e intimidante.

-Suéltalo. -exigió Ayaka con una sonrisa, ¿qué secretos ocultaba aquella chiquilla?

-Pues… todo empezó desde que lo conocí…

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~Flash Back~

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Yukiko, Ayaka, Daniela y Yuni, se habían escapado de la escuela, yéndose a pasear por la cuidad. No tenían algo importante que realizar en sus respectivos estudios por lo que no vieron nada de malo disfrutar un poco más.

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((Angelice/ Marlene: #con voz y pose de comerciar# Nunca deben irse de pinta…

Marlene: Si alguien las cacha el castigo será peor.

Angelice: La chancla de mamá duele

Tetsuna: A callar… #las golpea#…el saltarse las clases no es solo malo por ser regañados, sino porque te pierdes de algo importante que se podría darse en la clase… #sigue hablando mientras las demás la arrastran para continuar la historia…#))

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-Vayamos a comer a la plaza, ya tengo hambre. -se quejó la albina.

-Si, a mí también me ha entrado algo de hambre. -apoyo Daniela a su querida amiga.

-Entonces vamos. -dijo Yuni.

Ayaka sonrió levemente, no importaba si Yuni tenía la misma edad que las otras dos, simplemente la jefa de la familia Nero no podía evitar querer consentir a las contrarias. Las 4 chicas caminaron hasta la plaza comercial más cercana, para comer tranquilamente y continuar hablando de tonterías.

Al llegar pidieron algo de comer en algunos puestos de comida rápida. Para luego sentarse en mesas de la plaza, donde empezaron a degustar de su comida y continuar con su plática sobre el último amorío de la albina.

-¡Ah! Que rico. -exclamaron felices las menores del grupo, haciendo sonreír a la pelinegra. Como la mayor del grupo, veía a todas como sus hermanitas menores.

-Ayaka ¿qué comes tú? -pregunto curiosa la albina. No conocía lo que degustaba la Hibari.

-¿Mmm…? -la pelinegra salió de su fantasía donde todas la llamaban "Onee-sama" para presar atención a lo que le decían- ¡Ah! Es comida japonesa, me encontré con un puesto que vendía comida de mi país y mi estómago exigió comer takoyaki.

-¿Sabe bien? -preguntó curiosa la Bertesco.

Tanto Yukiko como Daniela esperaron expectantes la respuesta, la verdad era que nunca habían probado la comida japonesa siendo nativas de Europa. La Hibari enarco una ceja, no comprendiendo como ambas siendo como eran nunca hubieran probado eso, principalmente la albina, que vivía con Tsuna, un japonés nativo. Cuando iba a cuestionarla su memoria se agilizo, informándole que nunca había visto que en la mansión Vongola se sirviera comida del país del sol naciente.

-¿Gustan? -pregunto con cierto tono de altanería, al que ya estaban acostumbradas la demás por lo que no lo tomaron a mal.

Ayaka podía creerse superior por probar aquellos manjares pero no les importaba. La curiosidad era mayor por lo que no pudieron rechazar el ofrecimiento. La bolita de pulpo fue del gusto de las amigas que corrieron a comprarse lo mismo. Disfrutaron de su comida con una charla amena entre amigas, sintiendo la complicidad de ocultarle su huida a Mitsuki, quien seguramente las regañaría.

Después de terminar decidieron ir al cine a ver una película, sin embargo su plan se vio obstaculizado por un alboroto a las afueras del lugar. Varios policías se encontraban discutiendo con tres chicas. Por lo que pudieron escuchar de la discusión, una de las chicas que estaba involucrada se había robado ropa en una tienda al lado del cinema y sus amigas la cubrían. El problema radicaba en que los oficiales no sabían quién era la culpable y ninguna quería delatar a su amiga.

Como típicas adolescentes curiosas, se quedaron a observar la escena y el posible desenlace de la historia.

-No todos los días ves algo así. -había alegado Yukiko en su defensa.

Todas estaban de acuerdo que de cierta manera, era divertido ver a tu enemigo natural (la policía), perseguir a alguien que no fueras tú (un mafioso), como era el caso de ellas.

-Me gustan estos grupitos, son como la mafia…

-¿Qué? -Yukiko se sobresaltó al escuchar una voz cerca de ella.

Miro a su lado, descubriendo a un apuesto rubio que se había acercado a ella, al cual no había notado que se acercara. Fue un flechazo de cupido (otra vez) por lo que no pudo decir nada más. Estaba enamorada.

-…Nadie sabe nada. -concluyó el joven con una sonrisa dirigida a la albina, quien se sonrojo.

Todas observaron la situación; riendo un poco, no solo porque lo que el chico decía, pues irónicamente ellas eran mafiosas, si no por su amiga, la cual estaba sonrojada… sabían que significaba eso. *Un nuevo amor* pensaron todas

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~Fin del Flash Back~

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-Oh, ¿así que se saltaron las clases? -dijo Mitsuki con una sonrisa interrumpiendo el relato.

Tanto Ayaka como Yukiko sintieron un escalofrío recorrer sus espaldas. Debido al reciente encuentro con el policía y el hecho de que la obligaron a contar ese evento, a Yukiko se le había olvidado que corría peligro de ser regañada.

-No, claro que no, Oka-san yo no sería capaz. -decía Yukiko nerviosa.

Mitsuki miro Ayaka quien trago saliva, tenía que pensar algo o tendría problemas. Pensaba lo más rápido que su mene podía, hasta que se le vino la idea más típica en esa situación...

-¡Yukiko me obligo! -…echarle la culpa a la inocente y menor: Yukiko - ¡Ese día la estaba llevando a clases y cuando ya me iba se volvió a meter al carro con Daniela y Yuni, diciéndole al conductor que avanzara y no dijera nada! ¡Me tomo desprevenida y como rehén! -ante eso la albina se convirtió en piedra, había sido traicionada.

-¡Fuiste tú quien dijo que no quería ir a clases! -exclamo Yukiko apuntándola con su dedo.

Si algo le había enseñado el hecho de que Gelaro conviviera tanto con Mukuro, era que siempre debía llevarse a alguien con ella, en ese caso sería a la traicionera pelinegra. El ilusionista era una mala influencia.

-¡Si pero jamás dije que no iría! -se defendió Ayaka. Empezando así una discusión con Yukiko y todo porque ambas querían salvarse el pellejo o al menos sufrirlo en compañía.

-Chicas, no importa quien lo hizo o quien tentó a quien… Hicieron mal, y como tal le diré a Tsuna que las castigue. -interrumpió Mitsuki, no llegarían a ningún lado si seguían peleando. Las chicas la miraron-…A ambas.-mato sus esperanzas de que solo una sufriera.

-Pero Oka-san / Mitsuki… -se quejaron al unísono.

-Pero aun así, que pequeño es el mundo. -interrumpió Mitsuki cambiando de tema.- Conocer al Señor Bill en ese momento.

-Sí, yo mismo le pensé.

-¿Pero el cómo lo conociste que tiene que ver con que te trate fríamente?

-Prometan que no le dirán a Gelaro. -las mayores asintieron.- Después de aquel día no lo vi, hasta después de casi el mes. Me dijo su edad y era muy mayor para mí, y temía su rechazo así que le mentí un poco sobre mi edad.

-¿Qué edad le diste?

-19 años. -confeso, provocando gestos de sorpresa mayúscula en sus compañeras.

-¿Qué? -aclamo Mitsuki.

-No sabía que más hacer para que no me rechazara por ser tan chica a comparación de él. -explicó rápidamente la albina.

-Entonces te descubrió y quedaste mal. -concluyo la pelinegra que comenzaba a entender la situación.

-Si me descubrió, pero no creo que fuera porque le mintiera de mi edad. -comento la Bertesco tomando un poco de té.- Tal vez se sumó a mi "pecado"

-¿Que más hiciste? -pregunto la pelirroja con seriedad.

-Salimos en varias ocasiones...-confesaba la albina.-...Éramos buenos amigos, hasta que me descubrió. -las mayores la miraron con un simple mensaje "habla sola o te obligamos". Por lo que prefirió declararse culpable.- Él estaba investigando los movimientos de Novikov, al parecer una jugada les salió muy mal y llamaron la atención de la policía... ¿recuerdan el incidente marítimo que arreglaron Tsuna y Gelaro antes de la sucesión? -las chicas asintieron.

-Creo que Tsuna me conto que fue por un caso, en el que salvo el trasero de Novikov, en el que conoció a Bill. -comento pensativa Mitsuki.- ¿Era entonces ese?

-Sí. Fue ahí que conoció a Tsuna, ya que Bill era el encargado de ese caso. Y como saben, es un secreto a voces que Vongola era una mafia, así que cuando conoció a Tsuna y se identificó como un Vongola, era obvio que lo etiquetarían en esa categoría. A los pocos días fuimos invitados a la fiesta de la familia Dragonee...

-Otra familia de la mafia...-la albina asintió a las palabras de Ayaka.

-Ahí me vio y se enteró que era la jefa de la familia Bertesco, aliada de Vongola y por si fuera poco todas mis amistades eran de esa rama. -Yukiko rio un poco.- No le molesto mi edad o mis amistades, si no a lo que se ha dedicado mi familia por generaciones...

-Es un tonto...-interrumpió la Hibari sacando su abanico.- Le daré una paliza cuando lo vuelva a ver.

-Aunque con gusto le daría unos golpes, en esta ocasión me abstendré de hacerlo. -comento Mitsuki tranquilamente bebiendo un poco de su café e impidiendo que su amiga matara a alguien.

-Pero Mitsuki...

-Debemos tomar en cuenta que él es un policía, es natural que quiera nuestras cabezas. Somos enemigos naturales. -aclaro su punto de vista la pelirroja.- Además Yukiko no fue honesta del todo... tal vez si ella se presentaba apropiadamente desde el inicio la historia sería diferente; Bill podría haber pensado si involucrarse con ella o no.

-Supongo que sí...-Ayaka volvió a sentarse en su lugar, mientras Yukiko reía forzadamente al sentirse una niña regañada.

Mitsuki era la única chica a la que haría caso completa y ciegamente, era por ello el cómo le llamaba. La pelirroja era una "mamá" para ella, la cual se preocupaba por ella, la consentía y la regañaba si hacia algo mal.

-Ahh -la nieve menor suspiro recargando su cabeza en la mesa- Y yo que pensaba que ahora si sería el indicado…-comento con resignación y melancolía para luego sonreír- Pero…

-¿Pero? -preguntaron las mayores.

-Ahora si estoy 100% segura de que he encontrado al indicado -dijo feliz

-Me alegro por ti. -dijo Mitsuki.

-Pero…- Yuki se deprimió.

-Hoy estas de bipolar Yukiko. -le informo Ayaka.

-No es verdad Ayaka, Yukiko siempre es así. -le dijo Mitsuki con una sonrisa.

-Jajá, tienes razón Mitsuki.

-¿Eso qué quiere decir Oka-san? -frunció un poco el ceño, haciéndola más tierna.

-Que eres muy inocente Yukiko. -Mitsuki le dedico su mejor sonrisa

-Ok. -no se convenció, pero tampoco iba a discutir con su consentida- Como decía, estoy 100% segura que he encontrado el indicado pero hay un problema.

-¿Cuál? -pregunto Ayaka.

-Gelaro. -aporto la pelirroja.

-Obviamente mi hermano como siempre. Pero como dije estoy 100% segura de que él es el indicado.

-¿De quién se trata? –pregunto Mitsuki.

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Todos (a excepción de Mukuro y los chicos de Kokuyo, así como Kyoya) se encontraban tranquilos en el comedor, la hora de la comida había llegado, solo faltaba Tsuna que estaba en su despacho atendiendo algo importante y Yukiko que por extraña razón todavía no llegaba. Mantenían diversas charlas, hasta que escucharon una voz que se acercaba cantando muy alegre.

-"El me dejo y yo quería hacerlo" -al comedor entro la nieve menor- "Maldita sea. Esa soy yo." -acerco una de sus manos en puño a sus labios, simulando un micrófono- "La que aguanta patanes, por ser tan buena. Por un rato quiero estar soltera." -mantenía sus ojos cerrados, imaginándose como una cantante profesional- "Mis amigos me regañan porque me enamoro de cualquiera."

-¿Qué? ¿Cantando tu vida? -comento burlón Gelaro.

Los demás presentes rieron, tanto por la pequeña actuación de la albina como por el comentario, el cual fue ignorado por la ofendida que seguía concentrada en su tarea.

-"Y apareciste tú para cambiar mi suerte. Ya me está encantado conocerte. Dime ¿todo o nada? En ti me aburro. Y ya quiero quererte. Ser adicta al amor" -Gelaro frunció el ceño ante lo realista que parecían las palabras de su hermana. *Como si se lo cantara a alguien*

-Chicos –llamo Tsuna la atención pero al ver que Yukiko cantaba alegre en medio del comedor, sonrió preguntándose qué es lo que tenía así de feliz a la chica últimamente.

-"Te diré que no me molesta nada tu mala fama. Te advierto que yo soy una promesa de mucho drama..." -seguía cantando aún más alegre Yukiko.

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((Angelice: La canción que está cantando Yukiko es Suerte de Paty Cantú

Tetsuna: Cuando la escuchamos inmediatamente la imagen de Yukiko vino a nuestra mente

Marlene: Una historia basada en una vida real... Jajaja XD))

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Todos le dieron la bienvenida a su jefe y amigo, el cual espero hasta que su juguetona nieve terminara su canto hasta para expresar su duda.

-¿Qué te trae tan feliz Yukiko? -tomo su lugar en la cabecera de la mesa.

La chica en cuento escucho la pregunta, no supo que contestar, si decía que había conseguido un nuevo amor, su hermano haría todo para averiguar quién era y no solo él: también Tsuna. El castaño poseía una sobreprotección con ella y por lo que vio durante esos meses, también con la guardiana de la niebla.

-Nada. -contesto pero no podía evitar formar una sonrisa.

-Eso no es nada. -comento Tsuna mirándola mientras Yukiko tomaba su lugar en la mesa.- Ya dinos, que es lo que te tiene tan feliz.

Entre más lo pedía Tsuna, la chica se ponía más nerviosa, no le gustaba mentirle mucho a su amado jefe. Si tan solo no se opusieran a sus amores. Era lo único que pedía, pero de ante mano sabía que era imposible.

-Bueno… quería pedirte un favor… - *Esta bien si solo le cuento la mitad de mi felicidad ¿cierto?* se preguntaba la chica en su mente - …y sé que me dirás que si por eso estoy feliz.

A toda la familia le salió una gotita ante la confianza que tenía la chica sobre que el castaño no se negaría.

-Yukiko, sabes que depende de lo que me pidas, te daré una afirmación o una negación. -le contesto Tsuna.

-Ya lo sé pero sé que no me negaras este favor. -dijo la chica con una gran sonrisa.

El gesto tan feliz de la albina provoco que los demás estuvieran pendiente a lo que pediría, puesto que las locuras de Yukiko los involucraba también a ellos, quisieran o no... Eso lo habían aprendido en el poco tiempo de convivencia con la nieve menor.

-Bien, dime ¿qué es? -preguntó Tsuna.

-Bueno como se acerca el día de los santos quería pedirte permiso… ¡para hacer una fiesta y celebrar Halloween! -exclamo la chica.

-El día de los santos y Halloween son festivales diferentes Yukiko. -le informo su hermano ante la nueva locura que planeaba la albina.

-No importa, los quiero celebrar ambos. -dijo Yukiko con una puchero y cruzando los brazos mirando a su hermano.

-¿Día de los santos? -pregunto Kyoko.- ¿Es algo importante?

-¡Kyoko eres una ignorante! -exclamo Yukiko.

-¡Hahi! Lo siento Yukiko-chan pero yo tampoco sé qué es el día de los santos.-exclamo Haru.

-Yukiko recuerda que Japón tiene diferentes tradiciones. -aclaro Gelaro, su hermana había sido grosera.

-Jajá. Perdón.-se disculpó la albina al entender su error. Pero es que ese día sería importante para ella.- Pues miren…-empezaba Yukiko pero fue callada.

-Son tradiciones. -la interrumpió Gokudera, por muy buena que fuera la albina en ocasiones escogía las palabras incorrectas como ahora.- El día de los santos se trata de una festividad de carácter familiar, en la que los italianos visitamos a nuestros seres queridos en los cementerios y nos reunimos para comer en casa. Y Halloween, bueno ese ya…

-Es una tradición de E.U pero también se puede celebrar aquí ya que más o menos es lo mismo. -interrumpió ahora Yukiko, su venganza al ser interrumpida- Halloween es un festival donde te disfrazas de un monstruo, para poder esconderte de los monstruos que exactamente sale de Noviembre. O eso dice la leyenda porque ahora solamente es un festival para la diversión. -finalizo con una sonrisa.

-Halloween si lo conocíamos pero en Japón casi no es celebrado, no es una tradición nuestra.-dijo Hana.

-Aunque se escucha interesante la fiesta de Halloween ¿verdad Kyoko-chan? -la castaña volteo a ver a su amiga emocionada.

-Así es Haru-chan.

-Es verdad, se escucha interesante. -apoyo Yamamoto.

-¡Interesante al Extremo! -grito Ryohei.

-Supongo que si todos están interesados, no puedo negarme. -acepto Tsuna con una sonrisa... Una fiesta no estaría mal.

-Siiiii~ invitare a todos. -grito feliz de conseguir su pedido.

-En ese caso busquemos los disfraces de todos. -dijo Mitsuki.

-No gracias, si el Décimo dijo que haríamos la fiesta lo haremos pero yo busco mi disfraz. -Gokudera temía lo que aquellas chicas le obligarían a usar de disfraz, en especial por la chica nieve.

-¡No! ¡Nosotras les buscaremos el disfraz! -la albina no dejaría que nada arruinara su plan maestro.

-No. -contradijo Gokudera.

-Gokudera-kun, no te preocupes. Confía en mí. -pidió amablemente Mitsuki.

El peli plateado vio a la chica y no pudo negarse, se parecía mucho a Nana como para hacerlo, sumándole al hecho de que simplemente aquella chica le trasmitía cierto sentimiento de confianza absoluta, cuando su jefe le conto como conocía a las jóvenes japonesas, se le hizo inaudito que confiara tan sencillamente en ellas, y aunque procuro mantener su distancia con la pelirroja creando barreras, ella las derribo con tanta facilidad, que llego al punto de que no podía desconfiar de ella.

-En ese caso, les encargamos nuestros trajes chicas. -al ver que su testarudo guardián no volvió a negarse, Tsuna les dejo la situación con una sonrisa a las mujeres, quienes asintieron con alegría.

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31 de Octubre

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La noche había llegado, la fiesta empezaría dentro de poco, por lo que todos se encontraban en la sala en espera de los invitados, vestidos con los disfraces que Yukiko y las demás habían escogido especialmente para ellos.

-Tsuna-nii~ tengo hambre. -se quejó el pequeño Lambo quien vestía de espantapájaros, usaba una gorra que cubría su afro a petición de las chicas.

-Solo espera un poco más, Lambo. -pidió Ayaka al niño, quien hizo puchero pero ya no dijo nada.

-¿Y Yukiko? -pregunto Tsuna sentado en un sillón individual de la gran sala. Vestía un traje parecido al de Primo, traía unos pupilentes rojos con unos colmillos falsos con sangre; en otras palabras se encontraba disfrazado de Vampiro.

-Aun no acaba de cambiarse. -respondió Mitsuki sonriendo, con una taza de té en manos. Vestía un vestido negro con vino, elegante, uñas pintadas de negro, maquillada levemente para que su piel blanca resaltara más junto con su cabello rojizo y sus ojos del mismo tono, colmillos falsos, vestida de Vampiresa.

-Ella es la que organiza la fiesta y es la última en aparecer. -se quejó Gokudera con cansancio, ya se estaba cansado antes de comenzar la fiesta. Vestía de arlequín; con el rostro pintado por las chicas que lo habían acorralado. Eso le pasa por confiar.

-Maa~ Maa~ la fiesta será divertida. -les dijo Yamamoto tranquilamente. Vestía un uniforme blanco de béisbol roto en algunas partes con sangre falsa impregnada, con el rostro desfigurado en algunas partes gracias a las ilusiones de Chrome, era un sexy zombi, a palabras de la nieve.

-Ciao~ Ciao~ -saludo Reborn apareciendo de la nada al caer del techo, a la mesa de la sala. Disfrazado con una sábana con hoyos para los ojos, su fedora se encontraba por fuera, razón por la que todos lo identificaron.

-Reborn ¿dónde has estado? -preguntó Tsuna a su tutor.

-Por ahí -contesto con simpleza.

-¿En esta ocasiones te quedaste sin disfraces? -pregunto Tsuna extrañado por la simpleza del atuendo de su tutor.

-¿Tienes algún problema con los fantasmas? -pregunto Reborn apuntándolo con su arma.

-¡Hiii! -chillo el castaño, nunca le gustarían las armas.- Mejor dejemos eso de lado...

-¿Quién convenció a Hibari? -preguntó el bebé al ver al guardián de la nube igualmente disfrazado en una esquina apartada, vestía completamente de negro con unas orejas y una cola; era un hombre lobo, perfecto para él, según su hermana y amiga pelirroja

-Yo~ -dijo cantarín la chica. Reborn volteo a ver a Mitsuki quien sonreía felizmente por su hazaña.

-Ya veo. Ya no me sorprende que lo puedas convencer a todo. -dijo Reborn dejando el tema de lado.

Con el tiempo que habían estado los guardianes en Italia, todos se sorprendieron que los hermanos Hibari no desobedecían para nada a Mitsuki, acatando sus órdenes sin siquiera quejarse un poco. Era como si la chica fuera una princesa y tal cual la trataban.

-Mi hermano siempre ha obedecido en todo a Mitsuki. -dijo Ayaka con una sonrisa. Ella vestía de bruja, y maniobraba con sus manos una escoba que a completaba su disfraz.

-Kufufu~ Tu también Alondra Nigou. -le dijo Mukuro recargado en una pared. El ilusionista lleva puesto un gran lazo de color amarillo, una capa morada, una camisa a cuadros blanco y negro, pantalones largos con diamantes en la costura, y sus botas llegaban hasta las rodillas, y guantes blancos. Vestía de titiritero.

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((Angelice: La ropa que lleva puesto Mukuro es la de joker de Kuroshisuji Circus, nos gusta imaginarlo con ella

Marlene: Se vería bien...

Tetsuna: ¡Callen! Interrumpen mucho... #Las golpea a puño limpio porque no encuentra a Hachiko#))

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-Mukuro-sama. -regaño levemente Chrome al mayor, quien solo le acaricio los cabellos a la chica. Chrome vestía un vestido gótico Loli morado, con algunos hilos amarrados en ciertos lugares de su cuerpo, haciendo de muñeca para hacer par al de Mukuro.

-¿No vendrán Ken-san, Chikusa-san y M.M-san, Chrome-chan? –pregunto Haru, quien vestía de diablilla, con un vestido rojo que le quedaba corto -a opinión de Gokudera-, una cola puntiaguda, alas de demonio y unos cuernos. Había pedido prestado el tridente de Chrome para su disfraz.

-No, prefirieron salir a pasear. -dijo la chica.

-Hubiera sido más divertidos si estábamos todos. -dijo Kyoko. Ella vestía de ángel, vestido blanco con alas y una aurora, ella pensaba darle a Tsuna un disfraz de ángel también para ir a la par, pero la nieve menor se le adelanto dándole al castaño el disfraz de vampiro.

-¡Es más divertido si estamos juntos al extremo! -exclamo Ryohei de acuerdo con su hermanita. Él era un Frankenstein.

-¡YA-HA! -ante ese grito todos voltearon hacia la puerta, que había sido abierta dejando entrar a las tres personas faltantes; Yukiko, una botarga y Hana.- ¡Ya llego por quien lloraban!

La pequeña Bertesco quien se encontraba vestida de una princesa; vestido azul, una corona y con zapatillas de cristal (hechas de hielo), entraba siendo cargada en brazos por la botarga del abominable hombre de las nieves (Gelaro) y Hana quien se encontraba vestida de pirata; una falda café corta, botas negras, una blusa de mangas larga blanca, un pañuelo en la cabeza rojo y un parche en el ojo.

-¡Llegan tarde! -les grito Gokudera.

-Hermano bájame. -ordeno mientras Gelaro obedecía, colocándola en el suelo.- No es mi culpa -contesto- El corset no me quería cerrar, le tuve que pedir ayuda a Hana. -dijo con una puchero.

-Eso significa que estas gorda. -le dijo Gelaro quitándose la máscara, pero recibió un codazo de la menor.

-¡No estoy gorda! -exclamo molesta y temerosa, mirando su cuerpo para asegurarse de sus palabras.

-En cualquier caso, ¿porque estas vestida así? Se supone que es Halloween, debes de dar miedo. -le dijo Gokudera de nuevo a la chica.

-Tienes algo en contra de mí ¿cierto? -le dijo la albina acusadoramente.

-¿En serio quieres que te lo recuerde? -le dijo Gokudera a la chica quien pareció recordar lo que hizo tiempo atrás y prefirió hacer un puchero.

-Fue un accidente. -se excusó, desviando la mirada

-¿Sobre qué hablan? -pregunto Tsuna curioso por aquella conversación.

-N-nada… Décimo. -dijo nervioso al recordar aquella situación, por de más vergonzosa.

-¿En serio? -pregunto esta vez Gelaro mirando a su hermana.

-Claro…-dijo ella.-En todo caso, ya es hora de la fiesta y los invitados no tardarán en llegar. A sus lugares.

-Yukiko tiene razón.-les dijo Reborn.- Pronto llegaran Dino y los demás.

-En ese caso hay que poner música y empezar a hacer el ambiente de una fiesta de disfraces. -dijo Mitsuki levantándose para ir a donde estaba el estéreo y poner la música digna de una mansión de terror.

Mientras esperaban a los invitados, entre ellos comenzaron a platicar, terminar algunos detalles y otras cosas, sin embargo no tuvieron que esperar mucho para la llegada de los primero monstruos, quienes eran la familia Shimon.

Enma vestía al igual que Tsuna de vampiro. Ambos jefes se acercaron para hablar entre ellos.

Adelheid vestía de mujer lobo como Hibari. Ambos se miraban con una sonrisa de superioridad "Soy mejor que tu", es lo que decían sus miradas que se dedicaban.

P. Shitt vestía de arlequína haciendo par con Gokudera. Quien empezó a anotar en un cuadernillo con su código G sobre las anormalidades de la chica esa noche.

Kaoru al igual que Yamamoto era un zombi, ambos reían entre ellos sobre sus disfraces y lo realistas que llegaba a ser el maquillaje.

Koyo estaba de Frankenstein empezando ya una competencia contra Ryohei, por ver quien se parecía mas al real.

Rauji venia disfrazado de un gordo espantapájaros empezando a jugar con Lambo.

Julie quien debería de venir disfrazado al igual que Mukuro, no era así, el chico también venia disfrazado del abominable hombre de las nieves, una botarga igual que Gelaro.

Yukiko, quien había ido a la cocina a dar las últimas indicaciones, se unió a la bienvenida un poco tarde, quedando en shock al ver a los invitados. Deprimida por lo que acababa de ver, se acercó a su "mama" a chillarle.

-Oka-san… él no quiso rescatarme. No se vistió de príncipe para rescatarme y lo peor hay otro abominable hombre de la nieve, en aquel grupo.

-Sí, eso parece. -dijo la pelirroja con una leve sonrisa consolando a Yukiko.

-¿No es mejor preguntarles porque vienen exactamente igual que los guardines? -pregunto Ayaka notando la similitud, además de ver como Adelheid estaba molestando a su hermano sin palabras.

-Ah, es verdad. -dijo Yukiko.

-Iré a preguntar... no se preocupen. -dijo Mitsuki acercándose a los jefes, quienes habían comenzado a bromear sobre qué tipo de sangre era más dulce.

-Ya te digo, es mejor la sangre AB...-dijo Tsuna dando una palmada juguetona en el hombro de Enma quien reía.

Mitsuki se detuvo un momento antes de acercarse, había alcanzado a oír el comentario del castaño y aunque era algo tonto, no pudo evitar sonrojarse, ese era su tipo de sangre. Varias preguntas se colaron a su mente de chica... ¿Ella era dulce? ¿Tsuna pensaba eso de ella? ¿Si quiera el Vongola sabía que ese era su tipo de sangre? Suspiro al dejarse llevar por algo tan banal.

-Buenas noches Enma. -saludo ya más tranquila y sintiéndose un poco mal por interrumpir la plática entre amigos.

-Buenas noches Mitsuki.-dijo el pelirrojo con una sonrisa, la pelirroja le caí bien; además de que era muy tranquila y amable con todos, por lo que se sentía relajado con ella cerca.

-Me alegra que vinieran a la fiesta...-dijo cortésmente la pelirroja.

-Gracias por la invitación...-dijo el chico, mirando curioso cómo era común para sus amigos, el hecho que la chica siempre se colocara al lado derecho de Tsuna.

-Tengo una curiosidad...-dijo la chica con una sonrisa.

-Si esta en mis manos la responderé. -el pelirrojo le devolvió el gesto.

-¿Por qué visten igual a los chicos? -pregunto mirando a los guardianes y amigos.

-Oh, bueno… los chicos querían competir con Vongola...-confesaba el pelirroja con una mano detrás de su cabeza- Por lo que me pidieron averiguar el cómo estarían los guardianes disfrazados, para que ellos se vistieran igual.

-Ya veo ¿así tú vienes de vampiro para competir con Tsuna?

-¿Eh? -dijo Tsuna mirando al pelirrojo, ninguno había pensado en ello.

-No, yo solo vine por diversión. Jamás competiría con Tsuna. -dijo el Capo Shimon.

-Hubiera sido divertido ver a todos compitiendo.

-Hahaha. Mira. -pidió la chica señalando a los demás.- ¿Es gracioso no lo crees?

Ninguno pudo negar que el ver dos monstruos de la misma especia pero con diferencias del cielo a la tierra era gracioso. Continuaron platicando un poco más.

-Bueno, entonces iré a saludar a los demás.-dijo la chica despidiéndose cortésmente.

-Claro.

La chica se alejó de los capos para acercase a sus amigas. Para decirles lo que descubrió y animar a la pequeña nieve pero...

-¡Ya llegue hermanito! -dijo Dino entrando por la puerta, vestía como Tsuna y Enma, de vampiro. Detrás de él venía Romario vestido como siempre. Yukiko en cuanto vio al Haneuma entrar corrió a sus brazos.

-¡Oh, Romario ¿Por qué no te disfrazaste?! –pregunto Yukiko abrazada al rubio quien la recibió gustoso.

-Claro que estoy disfrazado, Señorita Yukiko. -contestó Romario a la menor.

-¿En serio? ¿De qué? -pregunto curiosa pues para ella solamente estaba vestido con su traje negro de siempre.

-Los hombres de negro. -respondió sacándole una gotita.

-Ya...ya veo.-dijo con una gota al igual que Enma y Tsuna que estaban escuchando.

-Me alegra que hayan venido Dino.-dijo Tsuna al rubio quien sonrió.

-Por supuesto que vendría, Yukiko me invito además es una fiesta de Halloween.-dijo el rubio con emoción.

-Y nosotros también estamos aquí.-dijo una voz cantarina, voltearon su mirar para encontrarse con la familia Giglio Nero.

-Yuni, bienvenida.-dijo el castaño con una sonrisa dándoles la bienvenida y acercándose a ella.

-Buenas noches Tsunayoshi.-dijo la chica, vestía de vampira pero en vez de traje ella usaba un vestido negro.- Es bueno volver a verte Enma.-dijo la peli-verde.

-Lo mismo digo.

-¿Y porque Byakuran parece tan deprimido? -pregunto el rubio al ver como el albino en vez de saludar tan alegremente como siempre, se había ido a recluir a una esquina deprimiéndose y eso que acaba de llegar.

-Bueno…

-Es por Bluebell. -dijo Gamma acercándose.

-¿Bluebell? –preguntaron los tres jefes, puesto que aquella niña jamás haría algo para poner así al albino.

-Sí. Lo que sucedió es que cuando nos llegaron las invitaciones para la fiesta, Byakuran se había emocionado tanto y había comprado un disfraz a Bluebell para que combine con el suyo...-explico Gamma.

-Le compro un vestido blanco con alas y una areola. Serian un duo de ángeles, según él. -termino Yuni.

Todos miraron a la pequeña quien mientras ellos hablaban, se había acercado a Gelaro (nadie sabía cómo lo identifico y diferencio de la otra botarga idéntica) y ahora ambos estaban hablando.

-¿Un ángel?

-Así es. Pero Bluebell no quiso, se negó y se vistió de una Yuki-Onna para hacer conjunto con Gelaro por su llama. -continuo Yuni.

-Es por ello que está deprimido. Jamás imagino que Bluebell se negaría a un pedido suyo. -agrego Gamma, señalando al antiguo villano.

-Kufufu~ -la risa de Mukuro se hizo presente por lo que voltearon a ver lo que ocurría, encontrándose con la escena de un Mukuro molestando al pobre e indefenso de Byakuran.

El ilusionista Vongola al ver al amante de malvaviscos deprimido, se acercó a juguetear con él, haciendo la ilusión de que las alas blancas y hermosas del chico se volvieran negras y se fueran cayendo una a una bajo la mirada del dueño.

-¡Primero Bluebell y ahora tú! ¡Es el día de hacerme Bullying ¿o qué?! -exclama como un niño pequeño y con puchero.- ¡Mis alitas! -La piña sonreía ante los berrinches infantiles del contrario, era divertido molestarlo.

-Mukuro déjalo.-dijo Tsuna a su guardián.

-Tsuna, Muku-chan me molesta. -se quejó Byakuran.- Me está marchitando mis alitas.

-Mukuro-sama. -regaño levemente Chrome llegando con su maestro quien suspiro y quito la ilusión que tenía sobre las alas del tipo malvavisco.

-Oh, Chrome-chan vino a mi rescate. -dijo Byakuran abrazando a la chica.

-¿Eh?...Etto…-la pobre chica estaba sonrojada sin saber qué hacer.

-¡Suéltala! –gritaron la niebla y la tormenta.

-No quiero.

Ante esa respuesta Mukuro volvió a poner la ilusión de sus alas negras y casi desplumadas, mientras que Gokudera había sacado a Uri, el gato se fue en contra de Gokudera para luego irse en contra de Byakuran, al ver a aquella dulce niña en brazos del degenerado.

Chrome al verse libre, se fue a refugiar con Gokudera molestando a la niebla mayor pero no dijo nada, confiaba más en el peli-plata que en el albino.

La fiesta continuo, llegando más invitados como los hermanos Dragonee, Joshua Falivene, el cual había hecho muy buena migas con la lluvia, Basil, los demás ex-arcobalenos.

Todos siendo recibidos por Haru y Mitsuki, quienes habían decidido hacerse cargo de recibir a los invitados. Dándoles la bienvenida y diciéndoles que se divirtieran en la fiesta.

Las chicas se encoraban platicando entre ellas tranquílame, sobre diversos sucesos, cuando vieron que dos personas se les pusieron a su lado, Tsuna al lado de Mitsuki y Gokudera del lado de Haru.

-¿Sucede algo Tsuna? -pregunto Mitsuki al chico.

-Vienen los varias.-respondió el castaño.

-¡Hahi! El grupito loco.-exclamo la castaña.

-¡VOOOOOOOOOOOOOOOOOIIIIIIIIII!

El escandaloso grito del vice-capitán de los varia se escuchó, anunciando así su presencia. Minutos después del grito, por la puerta se veían atravesar una manada de monstruos; Squalo vestía de samurái en descomposición, Belphegor de Freddy Krueger, Mammon vestía de brujita (solamente se había puesto un sobrero puntiagudo), Fran de calabaza (su sombrero de rana ahora era una calabaza mientras él estaba completamente de negro), Lussuria vestía de Alicia en el país de las maravillas, Levi no iba disfrazado al igual que Xanxus.

-¿De qué viene vestido Xanxus-san? -pregunto Haru extrañada al verlo vestir como siempre.

-Mmm… ¿pistolero? -contesto Tsuna, intentando adivinar.

-Mafioso. -respondieron Hayato y la Ichinose al unísono.

-Bienvenido Xanxus. -dijo Mitsuki rápidamente, dandole la bienvenida al grupo Varia.

-Tengo hambre.-fue lo que dijo Xanxus como saludo.

-No te preocupes, hice especialmente la cena de hoy. Disfrutala. -dijo la chica haciéndose a un lado dejando entrar al grupo. Los chicos se fueron con ellos, empezando una pelea por parte de las tormentas.

-Mitsu-nee -llamo Fran- ¿hay dulces?

-Por supuesto que hay. Están en aquella mesa. -dijo Haru señalando la mesa donde se veía un pequeño lambo devorando todo lo que habia ahi.- Sera mejor que te apresures si no quieres que Lambo-chan se acabe todo.

-Lo puedo asustar con mis ilusiones para que deje de comer.

-No. -contesto la pelirroja, todo debia ser tranquilo hasta que el plan fuera realizado- Pero vayamos con Lambo, comer muchos dulces le hará daño.

-Tienes razón, le dolerá la pancita después. -concordó Haru, ambas chicas junto con el ilusionista menor, se acercaron a la mesa de dulces.

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La convivencia de la fiesta, era relativamente calmada, a veces se podía escuchar algunos gritos, en especial los de Ryohei y Aoba quienes eran los más competitivos.

-Tsunayoshi~ -la voz de la niebla hizo que el castaño volteara hacia un lado, encontrándose con Mukuro y Hana acercándose a él, una visión algo rara pero un poco común desde que llegaron ahí.

Ambos (Hana y Mukuro) parecían tener puntos de vistas similares, por lo que la convivencia entre ellos dos era calmada. No se hablaban a menos de que fuera necesario. Si, relativamente calmada.

-¿Qué sucede?

-El hermano de Kyoko y el otro simio de los Shimon parecido a él...-una gotita resbalo por la frente del castaño al oír los adjetivos- ...se han acabado todo el helado que había de postre.

-¿Qué? -exclamo Tsuna sorprendido.- Pero era bastante...

-Empezaron una tonta competencia de ver a quien le dolía el cerebro primero por el frio. Pero creo que es ridícula...

-Supongo que tienes razón. -acepto Tsuna lo dicho por su guardián.- Eso solo lo hacen los niños...

-No lo digo por eso. -aclaro el ilusionista.

-¿Entonces?

-Es ridículo que esperen que les duela algo que no tienen. -respondió Mukuro riendo después.

Tsuna miro como Hana ahogaba una risa con la mano, en acuerdo con el más alto... El castaño solo negó con la cabeza, también eran un dúo realmente duro con las palabras siempre y cuando estuvieran de acuerdo con algo.

-En la cocina deben de quedar algunos botes de helado. -contesto el castaño.

-Se lo han acabado...-interrumpió Hana.-¿Porque crees que ya no se escuchaban sus gritos aquí? Se adentraron a la cocina.-comento la chica.

-Kufufu~ justo en estos momentos ambos se encuentran en la sala 3, recostados por dolor de estómago.-dijo burlón la piña.

-Mmm… creo que había más. Díganle a Bella, quizás ella sepa donde hay más. ¿Para qué quieren más helado? Ustedes no son dulceros… bueno Mukuro sí.-decía confundido Tsuna por la situación.

-Se acabaron el helado de chocolate.-respondí sencillamente Mukuro.

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((Angelice: Te comprendo Mukuro, el chocolate es sagrado

Marlene: Exacto

Tetsuna: #golpeándolas con Hachiko, al cual encontró debajo de su almohada, recordando que lo puso ahí para tenerlo cerca# Ahh #suspira como chica enamorada# cuanto extrañaba golpearlas con Hachiko...#el tubo estaba feliz#))

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-Lo mismo digo.-dijo la chica.

Después de arreglar aquel problema cada uno volvió a sus actividades, uniéndose al grupo con el que querían platicar un rato.

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Tsuna miro alrededor, observando como la fiesta pasaba con tanta calma y tranquilidad que era sorprendente… Espera… Tranquilidad y calma… ¿No era extraño?... Quizás era cierto que Mitsuki les había pedido que se comportaran aquella noche, en especial a Reborn y a Xanxus, así como a ciertos recién llegados. Pero era demasiada paz para ser verdad.

El Vongola rápidamente volteo a ver a su tutor quien estaba en la mesa de dulces, comiendo tranquilamente. Lo miro inseguro para luego observar hacia otros lados, en buscan de otra persona que gustaba llamar la atención pero no la encontraba.

-¿Ocurre algo Tsuna? -pregunto Gelaro al ver a su jefe temeroso.

-¿Dónde está Yukiko? -respondió con otra pregunta.

-Yukiko esta…-Hayato miro hacia donde estaba Darnell, pues era posible que la nieve estuviera con él y su hermana pero no estaba ahí, ni la nieve, ni Daniela.

Los tres empezaron a buscar con la mirada a la chica pero no la encontraban.

-¡Hola! -la voz de la pequeña Dragonee llamo la atención de todos.- ¡Es hora de la atracción principal de esta noche!

-HAHAHAHAHA -la risa de mujer y de una que conocían muy bien, hizo suspirar a los tres chicos.

*Estamos perdidos* pensaron los tres…

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CONTINUARA...

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NOTAS FINALES:

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Ciao~ Ciao~

TETSUNA: Esperamos les haya gustado

ANGELICE: HAHAHAHAHA. Ha regresado por quien lloraban.

MARLENE: Nos vemos chicas para el próximo jueves de nuevo, no este, sino el de la próxima semana.

TETSUNA: Eso es todo. Y gracias por seguirnos y apoyarnos hasta ahora.

Se cuidan~

Bye~