NOTA: Saint Seiya no me pertenece, es propiedad del señor Kurumada... solo hago sufrir a algunos de sus personajes xD

Esta es una nueva historia que me gustaria compartir con ustedes, me he esmerado mucho en escribirla y espero que sea de su agrado...


1.

(...)La luz de tus pupilas ya no existe,

Tu maquina vital descansa inerte y a cumplir con su objeto se resiste.

(...)Pero, ¡No!... Tu misión no está acabada,

Que ni es la nada el punto en que nacemos ni el punto en que morimos es la nada.

Frente a un cadáver

Manuel Acuna.

«Ya es demasiado tarde para detener esto...»

La estatua de Atena observa su Santuario como siempre, quieta, decidida a todo, procurando que sus santos lleven la paz y la justicia siempre en alto...

...Claro que últimamente ha observado el desastre en el que han convertido todos sus santos de alto renombre. El día ha dejado de ser tranquilo, ahora nubes de tormenta posan amenazadoras ante aquel suelo, haciendo que la tierra retumbe con inquietud ante el cosmos furioso de una mujer.

Todos en el santuario lo saben, el Caballero de Escorpión lo hizo de nuevo, se metió en un lio de faldas, pero con la persona equivocada...

Aquel día había empezado como cualquier otro, una mañana tranquila, llena de paz y quietud. Todo estaba en su flujo habitual, algunos fueron al pueblo, otros están entrenando, algunos otros están en misiones peligrosas... Siempre era lo mismo en aquel lugar. Sin dudas el paraíso terrestre, o al menos eso llego a ser el Santuario para Rene, la portadora de Cáncer.

Esa mañana llegaba de ver a su discípulo, con tan solo casi 20 años de edad, era uno de los más fuertes en su rango, siempre fue así, dedicada, claro hasta que se topó con ese hombre, subió hasta el templo de Atena para confirmarle que le haría la última prueba a su discípulo para que este porte ahora su armadura con orgullo, su querida diosa sabía que había algo oculto en esta petición, pero tenía que dejarla ir. Después de los protocolos de siempre, bajo hasta el cuarto templo, deteniéndose antes en Leo, la casa que le precede. Encendió su cosmos y saludó con anhelo al viejo guardián de esa casa, su viejo amigo Aiolia. Este la invito a pasar, pero sabía que su visita seria corta, ella simplemente se quedó de pie, observando a su gran amigo y después con un hilo de vos le dijo.

- Adiós Aiolia. Todo está preparado, entregare la Armadura esta semana y estará finalizado.

El viejo león de nemea simplemente la observo, con un dejo en la voz le respondió

- Entonces esto será así. Te marcharas ¿y luego qué?... Saldrás a buscar tus respuestas desertando tus responsabilidades.

- Shaka no se encuentra, te pido de favor que le digas que todo está listo. Hasta luego Aiolia...

No la detuvo, sabía que eso lo haría de todos modos, siempre ha sido así, desde que era una niña, siempre hace lo que quiere y la forma era de menos, siempre se mostró ajena a sus responsabilidades.

Aiolia se quedó en aquel templo solo, sabía que tarde o temprano el también dejaría el Santuario, pues simplemente regreso para heredar sus responsabilidades, como todos los de su generación. Camino hacia las habitaciones privadas y observa aquellas paredes en silencio, sabe que cometió el error más grande, se enamoró de alguien que no puede corresponderle.

Observa la vieja fotografía de Marín (el águila) y de él, sentados en los pilares observando el atardecer. Termino su relación con ella hace mucho tiempo, de hecho no sabe nada de ella desde hace dos años, cuando regresaron de nueva cuenta.

Deja la fotografía y se sienta en el borde de la cama, sabe que en ese lugar llego a hacerla suya un par de veces, noches enteras peleando furtivamente, hasta que la dejo ir.

En alguna parte del Santuario, el portador de Virgo y su antecesor se encuentran en su paseo de siempre, meditando la situación actual en la que está sumergida la vida del santuario.

- En realidad piensas con frecuencia en ella, o ¿me equivoco?

- Como siempre Shaka es directo con sus comentarios. Shun se detiene y mira a donde los recintos de la eclipsa, posando sus ojos en el cuarto templo, luego suspiro y contesto para sí.

- Más que eso, no parece ser la misma desde que regresaron ustedes, a pesar de ser el cáncer de mi generación, está decidida a dejarlo todo. Ella nunca se comportó de esa manera hasta que llego la primera vez al santuario, después de eso, todo cambio – Hay cierto aire de tristeza en su voz, siempre ha sido muy apegado a su compañera, luego agrego – Hyoga también está preocupado y ni se mencione Kiki, sé que está planeando algo y eso no me agrada

- Shun, eres uno de los más jovenes de todos, por eso las situaciones las ves distintas, esa mujer simplemente los está arrastrando a sus embrollos

Shaka también le estima, pero sabe que ya tomo su decisión.