Este es mi nuevo fic de capítulos, uno sobre lo importante que son los valores de la amistad, amor, confusión, traición… y fútbol. ¡Disfrutadlo!


Dark Wind

Capítulo 1: El nacimiento del viento oscuro

Un nuevo día empezaba para los habitantes de Ciudad Inazuma, y uno de ellos estaba como cada día impaciente por entrenar. Se levantó, se lavó los dientes, se vistió y se peinó. Salió de su cuarto hambriento, con ganas de desayunar.

-¡Buenos días prima!- saludó el muchacho besando a su prima en la mejilla y sentándose a la mesa.

-Buenos días, Tenma.- contestó ella con una sonrisa.- ¿Has dormido bien?

-Sí, ¡estoy deseando irme al instituto!- exclamó dándole un mordisco a su tostada.

-Para ver a Aoi, ¿cierto?- adivinó Silvia con una mirada pícara.

Tenma se atragantó y necesitó beber un trago de agua rápidamente. Miro de reojo a su prima, intentando ocultar su rubor.

-¿Te he preguntado yo a ti por el entrenador? Que por cierto, ¿dónde está?- cuestionó intentando cambiar de tema.

-Aún durmiendo.- contestó ella riéndose levemente.- Pero no me cambies de tema; habla.

El castaño balbuceó nervioso intentando encontrar una respuesta decente que se creyese, cuando sonó el timbre de la puerta.

-¡Ya están aquí! Bueno, hasta la tarde, ¿eh?- se despidió saliendo tan rápido como pudo por la entrada.

Silvia negó con la cabeza mientras dejaba escapar una risita. Un hombre apareció por uno de los pasillos bostezando abiertamente.

-Buenos días, cariño.- dijo él mientras cogía una taza para hacerse un café.

-Buenos días, Mark.- contestó ella besándole.

-¿Y Tenma? Suele estar aún por aquí cuando me levanto.- observó el castaño buscando al chico con la mirada.

-Se ha ido hace un momento, tenía "prisa".- contestó ella haciendo énfasis en la última palabra.

-¿Qué le has hecho esta vez?- bromeó él sentándose.

-Más bien dirás que le ha hecho el corazón.

-¿Eh?

-Nada, olvídalo. Voy a comprar al supermercado.- dijo besándole en la frente a su marido.

-Muy bien, yo te espero aquí.- comentó mientras le daba un sorbo a su café.

Tenma, Aoi y Shinsuke iban caminando por la calle charlando alegremente sobre el club de fútbol y su futuro.

-Tenma, ¿tú que vas a hacer cuando seas mayor? ¿Seguirás jugando al fútbol?- le preguntó Shinsuke emocionado.

-Sí, pienso hacerme profesional, ¡y algún día espero poder llegar a ser el entrenador del club de fútbol!- contestó imaginándose como sería.

-¡El entrenador Tenma!- bromeó Shinsuke haciendo una reverencia hacia el chico.

Los tres se rieron de su improvisada actuación.

-¿Y tú, Aoi? ¿Qué piensas hacer?- cuestionó curioso Tenma.

-Pues yo también quiero ayudar al club de fútbol, ¡como hace Celia!

-¡Y yo, y yo!- exclamó Shinsuke saltando.- Los tres seremos como el entrenador Mark, Jude y Celia!

-¡SÍ!


A la entrada del instituto se encontraron con Takuto, Hikaru y Kariya. Detrás les seguían Akane, Midori y Ryouma, de los cuales los dos últimos venían discutiendo.

-¿Ya estáis así de buena mañana?- comentó Takuto mirándolos divertido.

-Yo no he sido, ¡ha sido ella! ¡Ha dicho que parezco un samurái chino!- replicó Ryouma señalándola con un dedo como un niño de segundo de primaria.

-¡Si ya, seguro! ¡Si has sido tú el que ha dicho...!

Los chicos se rieron ante su actitud, día tras día se las pasaban peleándose entre ellos. Si no era por quien iba en el lado de la ventana cuando se iban de excursión, era por dinero o cosas por el estilo.

La campana anunció el inicio del periodo de clases, y entraron a dentro.

Las clases se le pasaron volando a Tenma, ese día estaba más alegre de lo normal. Hasta había hecho los deberes y no contestado mal a ninguna pregunta que el profesor le impuso. Lo que él no sabía era que dentro de muy poco algo cambiaría su vida, su forma de pensar… y a sus amigos.

Tras las clases, las cuales eran una tortura para muchos, llegó la hora del entrenamiento. Tenma se dirigió tarareando ya con el uniforme puesto y con la mochila en el hombro hacia el campo.

Dos figuras aparecieron delante suya, y otras dos detrás. Tenma se frenó y los miró de hito en hito.

-Tenma Matsukaze, ¿no?- se adelantó un hombre con una voz muy grave.- Escucha nuestra propuesta.

Tras lo que le dijeron, el chico se quedó horrorizado. Esos tipos eran del Fifth Sector, y le habían dicho que se uniera, ya que tenía unas capacidades que interesaban a su jefe para poder convertirlo en un SEED.

-No sé que pretenden con esto, pero no cuenten conmigo.- dijo tajante Tenma empezando a caminar de nuevo.

-Lo suponíamos.- volvió a decir el mismo hombre, y lo sujetó fuertemente por el hombro.

Sin mediar palabra, lo empujó violentamente. El castaño se golpeó contra la pared, recibiendo un agudo pinchazo de dolor en la espalda.

-¿¡Se puede saber que pretenden!

-Seré breve: o nos haces caso y te portas bien y vienes con nosotros, o esto es lo que pasará.

El hombre sacó una foto de alguien a quien Tenma conocía muy bien. Observó sin comprender, pero entonces el hombre sacó una pistola y disparó a la foto, atravesándola y rebotando la bala en la pared.

-No… No serán capaces…- balbuceó Tenma horrorizado mientras se arrimaba a la pared cuanto pudo.

-Por supuesto que sí, niño. Decídete… o despídete de ella para siempre.

Tenma agachó la cabeza y cerró fuertemente los ojos. Ella… no… no podía permitir que la matasen, sino se lo reprocharía toda su vida. Si él se sacrificaba por ella, no pasaría nada. Pero…

En un momento aparecieron en su mente todo lo que habían vivido juntos. Cuando se conocieron, crecieron juntos, compartían su pasión por el fútbol… Todo eso estaba a punto de desaparecer.

-Muy bien. Llévenme con ustedes.- musitó poniéndose en pie con la mirada sombría.

-Así me gusta chaval.- sonrió sádicamente el hombre.- Venga, andando. Vámonos antes de que nos descubran.

Y así, desaparecieron en la penumbra.


Los chicos ya estaban reunidos, pero estaban esperando por Tenma, que aún no había aparecido.

-¿Alguien sabe dónde está?- preguntó Mark preocupado.

-Venía delante de mí… yo me entretuve un momento a hablar y luego ya había desparecido.- explicó Shinsuke.

Celia estaba de espaldas mirando a la esquina para ver si aparecía el chico, pero en lugar de eso encontró otra cosa.

-Chi-chicos… ¡La bolsa de Tenma!- señaló la peli azul hacia donde había estado observando.

-Oh Dios mío.- murmuró Mark corriendo hacia allí con el equipo detrás.

Cuando llegaron, encontraron la bolsa con algunas cosas por el suelo. También había una foto, y una marca de bala en la pared.

-Te…Tenma…- ahogó un grito Celia, mientras Jude la abrazaba.

-Hay marcas de bala… pero no le han dado a Tenma, no hay sangre y tampoco les daría tiempo a limpiar, en caso de que lo hayan secuestrado.- observó Takuto.

Hikaru recogió la foto del suelo, la cual estaba agujereada, y le dio la vuelta. En cuanto vio su imagen, se quedó espantado y algunas lágrimas aparecieron en su rostro.

-A-Aoi… deberías ver esto.- dijo el chic mostrándoles la foto a todos.

Un silencio mortal se hizo entre ellos. En esa foto aparecían Tenma y Aoi, pero la figura de la chica había desaparecido de ella a causa del agujero.

Aoi tomó temblorosa la foto entre sus manos y al identificarla, comenzó a sollozar desconsoladamente.

-Voy a llamar a Silvia.- dijo Mark tomando su teléfono.

Cuando Mark terminó de hablar, apenas dos minutos después llegó Silvia corriendo tan rápido como sus piernas le permitieron.

-¿¡Qué ha pasado!- exclamó Silvia llorando abrazando a Mark.

-Creo que… le han secuestrado.- murmuró Mark bajando la mirada.-¿Eh…? ¡La bala!

Mark se agachó y la recogió. Todos se acercaron para verla.

-Esto es lo que ha atravesado la foto.-dijo por primera vez Tsurugi.- Déjeme ver la bala, entrenador. Me temo lo peor.-

El castaño asintió y se la entregó. Tsurugi le dio un par de vueltas hasta encontrar lo que buscaba: un logotipo.

-Mierda… tenía razón. Mirad.- masculló Tsurugi enseñándoles la bala.

Se acercaron, y tras fijarse un poco, vieron algo que conocían muy bien: el sello del Fifth Sector.

-¿Los del Fifth Sector se han llevado a Tenma...?- preguntó Shinsuke, aunque pretendía ser una afirmación.

-Así es. Deben de haberlo amenazado con la foto… pero, ¿por qué iba a estar Aoi involucrada en todo esto?- explicó Tsurugi observando los dos objetos.

Alguien iba a responder, pero el móvil de Jude empezó a sonar.

-Es una vídeo llamada de un número desconocido.- dijo mirando a los demás.

-Es del Fifth Sector.- dijo Tsurugi, dirigiéndole una mirada inquisitiva a Jude.

El hombre lo entendió, y presionó el botón verde. Una figura de un hombre robusto y con un sombrero apareció en una pantalla que se había desplegado en el aire.

-Saludos, equipo del Raimon. Veo que ya nos habéis descubierto.- dijo con una voz áspera mirando a Tsurugi de reojo.

El chico frunció el ceño.

-Si queréis ver a vuestro querido amigo, id a la sala del club. No os preocupéis, no pasará nada. Tan solo me veréis a mí en la pantalla.

Y tras decir esto, una carcajada estridente y cruel se oyó, cortándose la llamada.

-Vamos, deprisa.- musitó Mark.


Llegaron rápidos a la sala, y como el hombre les había dicho, la pantalla estaba encendida, y él observándoles desde ella.

-Bien, ya habéis llegado.

Takuto no aguantó más y estalló.

-¿¡Qué le habéis hecho a nuestro amigo! ¡Habla!- exigió él dando un paso adelante seguido de Tsurugi, Shinsuke y Aoi.

-Tranquilos, tranquilos… ahora lo veréis. Dejadle entrar.- ordenó con voz potente.

Una puerta se abrió, y una ráfaga de viento sacudió la estancia en la que estaba el hombre. Un viento oscuro.

Un chico castaño y con un uniforme negro se acercó a paso lento hacia la pantalla.

-¡Tenma!- exclamaron todos.

Así era. Tenma se encontraba tras la pantalla, pero ya no era el mismo. En su rostro no había ningún rastro de expresión, y sus ojos estaban oscurecidos. Tenía el pelo completamente desordenado, y parte de sus mechones estaban teñidos de negro. Una marca negra como una cicatriz atravesaba su ojo izquierdo. Un gran tatuaje también negro adornaba su brazo derecho todo a lo largo.

-¿Y estos son los pardillos que quieren verme?- comentó con desprecio viéndolos a todos uno por uno.

-Así es, chico. Quieren hablar contigo.

-Déjanos solos.- pidió Tenma.

-Muy bien.- asintió el hombre desapareciendo de la sala.

-Tenma qué… ¿qué te ha pasado?- murmuró Kirino estremeciéndose.

-¿Acaso no está claro? Ahora soy un SEED, he dejado vuestro estúpido equipo para unirme al Fifth Sector. La inmensidad de poder que ahora poseo es desbordante.

-Tenma, ¡no eres tú!- exclamó Shinsuke.- ¡Abre los ojos!

-Anda, pero si eres tú, Pikachu.- comentó Tenma con burla.

Shinsuke apretó los puños y rebatió a su amigo.

-¿¡Ves! ¡Tú jamás me llamarías eso!

-Tsk, tú a mi me das igual, nunca estuviste a mí altura, y siempre me venías lloriqueando cuando algo no te salía… eres débil.

-Tenma, ¡VALE YA!- gritó Aoi.- ¿Qué ha pasado contigo? No eres el mismo chico que yo conocía… ese chico amable y divertido, que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás.- dijo entre lágrimas.

-Las cosas han cambiado, Aoi. Tú de aquí eres la única que vale la pena… el resto no son más que escoria.- escupió con desprecio.

-Tenma…-

-Lo sabía…y ahora, si me disculpáis, debo irme. Pero no os preocupéis. Muy pronto nos volveremos a encontrar.- dijo sonriendo misteriosamente mientras las puertas se cerraban tras de sí.

El alma del equipo se había convertido en un SEED. Ahora había que recuperarlo, o corría un grave peligro. Y no solo eso… habían asistido a un acto que dejaría una marca en sus vidas: el nacimiento del viento oscuro.


Continuará…

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