Prefacio

Dolor.

Dolor y sus manos sosteniendo una de las mías era todo lo que podía sentir en aquel momento.

Pero, cuando el dolor significa conseguir o llegar hasta aquello que más amas es algo que soportas con alegría.

Justo en aquel momento, estaba sintiendo esa clase de dolor. Un dolor terrible y maravilloso a la vez.

Un dolor que no solo yo sufría. Aquellos ojos verde esmeralda transmitían parte de su sufrimiento hacía mí y de vuelta.

Un grito desgarrado y finalmente ahogado escapo de mi garganta y el sonido más hermoso del mundo llegó a mis oídos. Un llanto.

Después, todo se desvaneció.