Disclaimer: Resident Evil y sus personajes no me pertenecen, sino que le pertenecen a Capcom.

Nueva historia. Nuevo proyecto. Espero que les guste y me comenten qué les parece.


Prólogo

El efecto que produce el conocimiento de una historia varía dependiendo del vocero quien la cuente, el escritor, poeta, rapsoda o intérprete. Muchas veces tienden a producir pasiones al ser catalogadas como bien expresadas, narradas, interpretadas o encarnadas. El encanto depende de los principios y, por ende, los gustos del oyente o lector.

Teniendo en cuenta esa breve introducción, se dará a entender los enigmáticos pensamientos, relaciones y cuestiones de dos personajes diferentes, pero que juntos, cuando logran cruzarse, escriben su historia. Cada quien por sí mismo, mas tiene un valor mayor el que sea expresado por sus propias palabras.

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Capítulo I Documentos y Nuevo Encargo

Agente Leon Scott Kennedy

Líder de Escuadrón D.S.O*

20 febrero 2014

16:00 horas.

El estar aferrado o encadenado voluntariamente a un mismo principio creo que es lo mío. Muchas cosas sucedieron en el mundo como para que tuviese oportunidad de oponerme a esas deplorables vistas, o a que decline mi tan honorable sentido de la justicia. No lograron derribarme. Pero no por ello tiendo a ser orgulloso.

Es de mi agrado, al recordar y tener en cuenta las vidas entregadas al movimiento pacifista que ahora yo manejo, reconocer cómo todo comienza a restaurarse. Sé que no son veloces sus pasos. De hecho, recuerdo ver las horas pasar mucho más rápido cuando niño, mas este momento, el que me toca presenciar ahora, es de gusto y satisfacción. Aprendí con el paso del tiempo que no todo sucede como mentalmente lo planeamos. Efectivamente, al haber creído en la suerte, muchas veces me pareció haberla visto tocado detalles que viví. Si tan solo hubiera entendido que se trataba de algo más, tal vez ahora no me encontrase en esta encrucijada mental.

Escuché a un principal una vez, antes de una nueva misión, claro, decir que no siempre la suerte nos acompaña, y aquello llamó mi atención. Pero luego aclaró que en realidad aquello que llamamos suerte suele conocerse con muchos otros nombres. Entre ellos, bendiciones, bienaventuranzas, karma, o simples hechos de la vida.

El que él me mostrase su vista en cuanto a la suerte cambió mi perspectiva en cuanto a ésta. Recuerdo que aquel día todos se encontraban oyéndole atentamente. Varios novatos en el área, Sherry Birkin entre ellos, no quitaban su vista del principal, acompañándose mutuamente en la adoración por sus alentadoras palabras. A diferencia, yo simplemente lo oía. Ese no era uno de mis mejores días, y el que una nueva misión cortase con mi descanso no me hacía realmente feliz. Pero, quitando aquel pensamiento de mi mente, recuerdo que el principal dijo lo siguiente: "Mis honorables hombres y mujeres… admiro el servicio que llevan a cabo. Sé que no todo lo que sacrifican les hace feliz, pero me alegra saber que ustedes saben que casi todo tiene su pago. Entre ellos están el hacer algo sacro*… ¿Saben? Muchas veces me pregunté cómo es que tratando de hacer el bien, nos lastimamos y lastimamos a otros, entendiendo que Dios gira su rostro para no hacerse cargo de lo que sucede. No obstante, entenderán, como yo entendí una vez, que la suerte en realidad se trata de cuando la preparación se cruza con la oportunidad. Sé que lograrán darme satisfacción cuando me entere del gran trabajo que llevaran a cabo. No será en vano las muchas cosas que dejen atrás. Simplemente reconozcan cuándo es que se cruce su preparación con una oportunidad…".

— Si tan solo hubiera sido más específico… — Carraspeo al notar el dolor en mi garganta, provocándome una tos que llama la atención de quienes se encuentran junto a mí en la cafetería de la agencia.

— ¿Está bien, Señor? ¿Necesita que le traiga medicamentos? — Me pregunta un preocupado novato.

Lo observo con secreta curiosidad, el muchacho llevaba el rostro bien presentable, afeitado y ordenadamente peinado, denota cierta juventud en su rostro, provocándome leve melancolía. Lleva toda la pinta de estar a gusto con su trabajo.

Espero que no sea tu primer día.

— No. No es necesario — Le doy el último sorbo a mi café y me levantó para observar al equipo.

Otro día más…

— Señor, han llegado carpetas que me informaron usted debe revisar — Una joven muchacha, de edad cercana a veinticinco años se acercó apresurada. Noté la prisa que llevaba al ver que respiraba velozmente por la boca, de seguro los exagerados de Asuntos Continentales le debieron decir que es de vida o muerte el que me entregue una hoja de, tal vez, simples tres párrafos.

Esto de ser el líder no es lo mío…

— Tranquilícese, agente — Tomo las carpetas, revolviendo velozmente sus contenidos, todos se tratan de noticias nuevas que entregar, pero me detengo al ver una que lleva mayor proporción y tamaño. Leo confundido su contenido —. Lanshiang… — El resto me observa curioso — ¿Dónde está la agente Birkin?

— Está en la sala de informes, señor.

Es raro que documentos de este tipo pasen a mis manos en estos momentos. De hecho, recuerdo haber sido yo mismo quien le entregué esta tarea a Sherry para que lo terminara hace casi ocho meses. Si el documento se extravió, deberíamos de rehacerlo o buscarlo en el ordenador donde Sherry lo guardo.

Esperanzado en esa idea me dirijo hacia la habitación que está frente mío. Al buscar con la mirada a la muchacha, solo noto una gran penumbra por todo el lugar. La habitación parece inhóspita para cualquier asustadizo. Las maquinas se encuentran todas apagadas, a diferencia de una al final de la sala. Al observar hacia aquella radiación me encuentro con una cabellera rubia, que no se aparta de la pantalla y no parece reparar en que estoy casi al lado suyo.

Arrojo el informe en el tecleado llamando su atención.

— Leon… — Parece que la asusté. Luego observa el informe — ¿Y esto…?

— Se supone que lo debiste entregar hace cinco meses máximo — El que la observe ceñudo logra incomodarla, lo noto y tomo asiento junto a ella —. ¿Por qué no lo entregaste antes?

— Aún no lo termino — Esquiva mi mirada y la devuelve a la pantalla, donde noto que está escribiendo lo que prácticamente hablamos.

¿Aún no lo terminas?

— Creo que quedan puntos sueltos y pueden malinterpretarse — Sé que es mentira, pero quiero saber por qué me engaña con esto.

— ¿Puede malinterpretarse?

— Exacto.

Juzgándola, a mí parecer siempre me pareció pésima mintiendo. Nunca logró convencerme con ninguna de sus artimañas. La observo con cierto cansancio, tal vez sea involuntario, pero quiero que note que no está logrando lo que espera. Tendrá que esmerarse más si quiere que me trague sus mentiras.

— Sherry… se tratan de informes de agencias. No es un periódico — Suspira al entender su fracaso —. ¿Por qué no lo entregaste antes?

— Leon… ¿Podemos hablar de esto luego?

— Por supuesto que podemos hablarlo luego. Pero estoy volviéndome viejo, y seguramente lo olvidaré y te saldrás con la tuya, así que prefiero insistir para que lo sueltes ahora — Ríe divertida, lo cual me contagia, pero vuelve a tornarse seria.

— ¿Puedes… revisarlo tú antes? Por favor — Me llama la atención su pedido pero accedo, dirigiendo mi mirada a la pantalla.

— ¿Cuál es el comienzo? — Desplaza la pantalla hacia arriba una y otra vez. Casi interminable, lo que me confunde. Se supone que tiene que ser un informe corto y conciso para no confundir — Sherry…

— Ahora lo verás — Corta seriamente. Entonces comienzo a entender lo que sucede. Y al ver el nombre Jake Wesker al pie de página aclaro mis deducciones.

¿Dónde he visto esto antes?

Comienzo a leer las primeras páginas, no me detengo al ver que el contador advierte de veintitrés hojas. Hoy es uno de los días en los que la agencia no coloca presión en nuestras espaldas, y el que me dejaran a cargo de un escuadrón de cuatro hombres me da cierto poder, por lo tanto no tengo por qué apresurarme en hacer mi deber.

Desde la primera a la sexta hoja claramente sigue el rutinario de escritura: la relación del sujeto con el gobierno, su estatus internacional, perfil de demandas, etc. Pero al continuar con la décima y décima cuarta hoja, noto cierta divagación con lo que Sherry hizo. No soy escritor y nunca pretendí serlo, pero con lo poco que pude aprender de las pocas novelas que leí, noto que comienza a profundizar mucho en lo sucedido en la misión de trasladar al sujeto en cuestión, del cual noté se da mención por lo menos cuatro veces por hoja. Sonrío de soslayo para que no lo note, pero creo que lo hizo.

Ya entiendo qué sucede aquí.

Me incorporo y comienzo a descender hasta las últimas hojas. Veo que al final los puntos suspensivos me avisan de una posible continuación, lo cual me provoca risa, que creo molestó a Sherry.

Leo la última frase en voz alta, lo cual parece alterarla, siendo que comienza a temblar levemente.

— "…no se encontraron razones por las cuales el sujeto se viera involucrado con los incidentes de manera voluntaria. Llama la atención que se haya tomado el atrevimiento de salvar numerables veces al agente que debía protegerlo — Hago una pausa para dirigirme hacia ella, pero veo que giró el rostro ocultándose —. Siendo razonable, no se le declararía culpable de ningún hecho a menos que este fuera velar por la protección del agente Sherry Birkin en todo momento".

Carraspeo con nerviosismo, en realidad no deseaba tocar este tema por más que algo me avisase de qué se trataba anteriormente. Además, el que se me hiciera extremadamente familiar me molestaba en cierto punto.

— Sherry…

Busco alguna respuesta que esté dispuesta a darme, pero con solo girar el rostro me basta, pues el rubor que tiñe sus mejillas son lo suficientemente visibles como para que me percate de ello por más que la penumbra sea mucho más que leve.

— Oh, no — Se me escapa.

— Leon… sé que no eres con quien debo hablar esto. De hecho, no conozco persona con la cual pudiera hacerlo — Estoy en desacuerdo con lo último —, pero estoy muy distante de todo últimamente. No tengo pensamientos coherentes, nada de real importancia cruza mi cabeza. Y lo peor de todo es que son tonterías de niña.

Río sutilmente al sentirme ofendido con lo último, lo cual no parece entender Sherry, siendo que se confunde aún más.

— No estoy tan seguro de estar de acuerdo con lo que dices. Pero la verdad es que tienes que cambiar el texto — Asiente pensativa —. Nosotros damos el informe sobre lo que advertimos del sujeto y su relación con la agencia. El veredicto lo dan los principales.

— Lo sé — Masculla inaudiblemente.

La observo con una sonrisa en el rostro. Me parece tan pequeña aún, por más que tenga muchos más años de los que yo tuve en los principios de mi carrera. Y el que relativamente estemos hablando de un tema tan peculiar y emocional lo hace aún más divertido.

— Me gusta lo que has escrito al final — Llamo su atención, siendo que me observa confundida —, pero la verdad es que… no creo que debas dejarlo en el informe.

— Tal vez deba comunicarme con Claire.

— Tal vez debas…

Asiente suspendida en sus pensamientos. Recientemente, y lo noté, Sherry ha estado muy sumida en todo lo que cruzase su mente. Desde que me ha tocado ser su líder de campo, veo que se detiene muchas veces a pensar. Comienzo a creer que este futuro no es para ella. El que sea superviviente de Raccoon City no quiere decir nada. No tiene obligaciones por serlo.

— Por cierto — Dice de pronto, como si hubiese recordado algo importante —, ya que estamos hablando de esto… — Teclea velozmente los botones y hace aparecer muchas carpetas de las cuales abre una, ingresando la contraseña. Al abrir un documento, veo asombrado las imágenes del atentado a Lanshiang y a Tall Oaks. Claramente reconocibles.

— Sherry, qué…

— Carla Radames — Dice de pronto —. Su nombre era Carla Radames, creadora del Virus C — Y de repente una imagen se abre. Abro mis ojos asombrado al entender de quién se trata.

— ¿Cómo has conseguido esta información? — Pronuncio impresionado.

— Ayuda — Resume encogiéndose de hombros —. Entre los papeles que me entregaste la semana pasada, apareció una memora que tenía todo dentro — Se me hace familiar aquel hecho, pero quiero seguir manteniendo la sorpresa en mi rostro, de otro modo me delataría, mas lo hago de igual modo al escuchar lo siguiente —. De seguro no notaste que estaba entre los papeles. Pero, también tenía esto — Veo nombres e imágenes de personas desconocidas de ascendencia claramente Hispana. Sus apellidos los delataban. Pero veo que Sherry se detiene en la imagen final — Al parecer, no soy yo quien debía revistarlo — Me gustaría soltar la sonrisa que aguanto, pero al ver en la imagen un escrito sobre un pañuelo, trazado en cursiva, un claro "Espero que te sirva, guapo", las reacciones se tornan difíciles de reprimir —. No te ofendas, Leon. Pero hay una razón por la cual prefiero hablar con Claire, y es que creo tú tienes suficiente.

Me sonríe tiernamente, casi contagiándome, pero me limito a dejar mi semblante neutro. Tienen sentido sus palabras, pero no daría debate o afirmación a lo que expresó, puesto que no hay tiempo para este tipo de cosas. De hecho, esa es la razón por la cual no insistí en sus problemas, siendo respaldado por mis propios problemas.

— Por favor… rehaz lo más rápido posible el informe y avísame para entregarlo con anticipación. De esa manera no será tan problemático — Asiente mirándome —. En cuanto a los documentos de Radames… — Dudo un tanto confundido — envíalos a la cede de la BSAA Norteamericana, creo que son quienes más los necesitan.

—¿Y lo de estos sujetos? — Me pregunta refiriéndose a los desconocidos.

— Guárdalos, los necesitaremos dentro de muy poco, quizás.

— ¿Y el pañuelo de "…que te sirva, guapo"? — Ríe divertida y se lo permito, en realidad disfruto de su diversión, por más que yo mismo lo sea.

— Nos vemos, Sherry.

— No me has respondido, Leon — Río por lo lejos, contagiándome de su emoción.

No es realmente grato hablar sobre este asunto, pero el que sea Sherry quien lo toque me hace agradecer que me colocaran como su líder de campo. Si me hubiera tocado pasar esta escena con un desconocido, realmente lo hubiera lamentado.

Al llegar a la cafetería, vuelvo a la lectura de los documentos, y cuando estuve a punto de soltar un suspiro de tranquilidad, leo entre las últimas hojas una nueva misión. Maldición…

Me dirijo a mi hombres, al parecer me seguían con la mirada desde que arribé a la sala. Es bueno que estén atentos a lo que les comunique, aunque no sé cuánto.

— "Primer escuadrón de la D.S.O, se les informa que están asignados a la custodia del cuerpo principal de la Organización de las Naciones Unidas. Deben trasladar al Secretario General, Vicesecretario General y al Presidente del Consejo de Seguridad, que se encuentran varados al norte de Illinois, por detención de Movimientos Rebeldes — Al hacer la pausa, noto que Sherry se acerca —. Es su deber custodiarlos hasta su llegada al Capitolio de los Estados Unidos, donde se los trasladará hasta su país de origen. Presidencia de los Estados Unidos de América".

— ¿Nueva misión? — Me pregunta con pereza.

— ¿Señor, cuál es la hora de salida? — Inspecciona el novato. Dirijo mi vista al papel, soltando un bufido en el camino.

— Veintiuno de febrero a las cero horas.


*D.S.O: División de Operaciones de Seguridad.

*sacro: Referencia al significado de Sacrificio (del latín, sacro + fecere, hacer algo sagrado, hacer sagradas las cosas).


Notas del Autor: Bien, será más o menos así. Si bien, no está clara la trama, espero que les sirva el summary, porque creo que faltará un tanto para saberse la cuestión principal.

Espero que sea de su agrado. Saludos y suerte .