Las TMNT y su historia no me pertencen

Cuatro tortugas una flor

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Necesita ayuda

--Leo, ya no puedo más—Miguel se hincó mientras trataba de recuperar el aliento

--Miguel, vamos—su hermano mayor le tendió la mano—sólo quince minutos más

--Creo que voy a desmayarme

--Que vergüenza me das—dijo Rafa

--Ahora, tú muy aguantador—dijo Don defendiendo a su hermanito

--No me provoques, cerebrito—Rafa levantó su puño en forma de amenaza

--¡Basta!—Leo se incorporó—tal vez lo he presionado mucho, vamos a descansar

--

Habían pasado, alrededor de veinte minutos, en los que las tortugas se tumbaron en el piso de aquella azotea, a observar el cielo contaminado de la ciudad de New York

--Viejo—dijo Miguel—ya me siento mejor—en ese momento los cuatro se levantaron mientras colocaban sus armas en forma de ataque

--¿Dónde están?—preguntó Rafa—con ellos si será un entrenamiento de verdad—los pasos se aproximaban, ese sonido lo conocían tan bien. Los ninja del Pie aparecieron justo en frente de ellos

--¿Listos?—susurro Leo

--Sí—los ninjas del Pie corrieron hacía ellos, pero al contrario de lo que esperaban, saltaron encima de ellos y siguieron corriendo a la siguiente azotea

--¿Soy yo o los ninjas del Pie no nos atacaron?—preguntó Miguel frotándose la cabeza

--Me siento ofendido—Rafa guardaba sus sais--¿qué puede ser más interesante que pelear con nosotros?

--Vamos a averiguarlo—dijo Leo

--Leo—Don lo tomó del brazo—no pelearon con nosotros, eso quiere decir que no nos concierne

--Tal vez están robando y nosotros estamos perdiendo el tiempo

--Tiene razón—Raph saltó a la otra azotea—el último es un huevo podrido

--Y el primero se lo come—dijo Miguel

--Entonces espero que no seas el último Miguelón—las tortugas brincaron alrededor de siete azoteas más

--Esperen—Leo se agacho y los demás también--¿qué es esto?—a menos de cinco metros de distancia, que era la distancia que los separaba de la azotea contigua, una multitud de ninjas del Pie formaban un círculo alrededor de una chica vestida completamente de blanco, esta peleaba con gran agilidad y destreza

--¿Quién es ella?—preguntó Miguel

--No lo sé—dijo Rafa—pero vaya que sabe luchar, hay que ayudarla

--Estás loco—lo detuvo Leo—probablemente le de un desmayo cuando nos vea como le dio a Abril

--Por favor, si esta peleando con los ninjas del Pie, nosotros no podemos parecerle extraños

--Todavía no—Rafa obedeció a regañadientes, siguieron observando la pelea, la chica había dejado inconscientes a todos lo ninja, pero esto la había cansado demasiado

--Mira—Don le pegó con el codo a Leo, ninjas del Pie invisibles se acercaban a la chica—vamos a ayudarla

--No—la chica tomó un poco de aire, se concentro y acabo con todos sus perseguidores

--Wow—Miguel estaba sorprendido—ni Leo lo ha podido hacer en tan poco tiempo—las fuerzas de la chica se iban acabando, se arrodilló un poco apoyada en su sable

--Vaya, vaya—una voz alerto a la chica—que sorpresa—Hun había aparecido

--Miren a quien tenemos aquí—dijo la chica--¿te envió Shredder?

--¿Quién más?

--Envió a su mascota por mi—Hun apretó los puños—estoy ofendida

--Eso lo pagarás—se abalanzó sobre ella

--Sólo necesita esquivar—Miguel movía las manos como si tuviera un control de videojuego, Don lo miró--¿qué? Si yo no peleo entonces siento que es un videojuego

--Como quieras—la chica esquivaba golpes sin cesar

--Esto es aburrido—dijo esquivando otro golpe

--Perdóname, sólo estaba calentando

--La próxima vez dile a Shredder que espero que sea lo bastante hombre como para venir a buscarme el mismo

--¿Por qué se mancharía las manos con una rata inmunda como tú?

--Eso no es lo que opina Shredder de mi—la chica saltó y cayó detrás de Hun—infórmale que volviste a fallar—tomó vuelo para saltar a la azotea contigua, pero su atacante la tomó del tobillo y la impacto contra el suelo—eso dolió—la chica se levantó, pero demasiado lento, esto le dio tiempo a Hun para atraparla entre sus brazos y su pecho, estrujándola fuertemente, la chica no podía respirar

--¿Podemos intervenir ya?—preguntó Rafa

--Un minuto más—Leo esperaba a que la chica se librara de alguna manera, pero unos segundos después la cayó desmayada—esta bien—las cuatro tortugas salieron de su escondite

--Renacuajos—dijo Hun al verlos--¿qué hacen aquí?

--Tortugas—Rafa sacó sus sais--¿qué nunca fuiste a la escuela?

--¿Qué querías Rafa? Un vago como él, no sabe la diferencia—Miguel, Rafa y Leo se abalanzaron sobre Hun, mientras Don revisaba a la chica. El mastodonte retrocedió hasta la orilla de la azotea

--Don el diagnóstico—dijo Leo

--Sólo esta desmayada, se repondrá en unas cuantas horas—Hun se incorporó, pero entre Rafa y Miguel lo dejaron inconsciente

--Bien, ¿ahora qué?—los cuatro se reunieron alrededor de la chica que estaba en el suelo

--Unas horas es mucho—dijo Miguel—los demás ninjas vendrán por ella

--Sí, pero, ¿dónde la dejamos?—preguntó Rafa

--No la conocemos, ni siquiera sabemos su dirección—Don había tomado el brazo de la chica—su ritmo cardíaco es normal

--Tendremos que llevarla a la guarida—dijo Leo

--¡Estás loco!—dijo Rafa--¿recuerdas la última vez que llevamos a una chica a la guarida?, ¿recuerdas como se puso Splinter?—Leo recordó, la primera vez que llevaron a Abril, Splinter se había puesto duró como una roca

--Me niego a dejarla aquí

--¿Podríamos esperar esas horas en lo que despierta?—dijo Miguel

--No--Don estaba de pie contemplando el firmamento—si mis cálculos son correctos despertara poco después del amanecer, creo que no queda de otra más que llevarla a casa

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Rafa asomó la cabeza en la entrada de la guarida

--Área despejada—los cuatro chicos entraron, con la chica en los brazos de Leo, la depositaron en el sofá frente al televisor—Splinter nos va a matar

--Trae una cobija Miguel-- ordenó Don

--Espero que no tarde mucho en despertar—dijo Leo, en ese momento la puerta de la habitación del maestro Splinter se abrió, los tres se quedaron rígidos como piedras

--Buenos días, hijos míos

--Buenos días, Sensei—los chicos rogaban al cielo porque Splinter pasará de largo el sofá

--Y díganme, ¿cómo les fue en el entrenamiento?

--Bien—ninguno sabía que más decir

--Chicos—Miguel bajaba por las escaleras con una cobija del capitán América—encontré una, ¿creen que le guste?—el hermano menor levantó la vista, sus tres hermanos lo miraban con cara de odio, mientras que su padre lo veía con cara de duda

--¿Para qué es la cobija, Miguel Ángel?

--Ah, ah…es para una obra de teatro, voy a interpretar a la virgen María—acto seguido se colocó la cobija en la cabeza

--¿Para quién es?

--Para Abril, de su cumpleaños—sonrió inocentemente

--Es dentro de seis meses—Rafa se golpeó la frente, estaban fritos

--¿Niños?—Splinter se volvió a los otros tres, entonces empezaron las excusas

--Yo le dije a Leo que no era buena idea—dijo Rafa

--Claro ahora échame a mí la culpa, tú tampoco te opusiste mucho que digamos—Splinter se frotó la cabeza

--No podíamos dejarla ahí a la vista del Pie

--La hubieran matado—Miguel gritaba azotando su cobija

--Sólo son unas cuantas horas—Don estaba señalando algo en el sofá, Splinter se acercó lentamente, una chica, estaba a punto de gritarles a sus hijos, cuando se dio cuenta de aquella cicatriz en su hombro, no era posible. Se dirigió hacía sus hijos, le quitó la cobija a Miguel, los cuatro enmudecieron, la rata los ignoró por completo. Colocó la cobija encima de la chica y después se retiró a su habitación

--¿Qué mosca le picó?—Rafa observo a la chica y luego la puerta cerrada de Splinter

--No lo sé

--Vean el lado positivo, al menos no nos regaño por traerla—dijo Miguel sonriente

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Mi segundo fic de las tortugas ninja, quien quiera leer el otro se llama, Amor enemigo, dejen reviews por favor, se los agradezco

Manfariel