Capítulo 1: La pareja perfecta.

La cosa era que en un principio a él ni siquiera le agradaba Rogers. Es más estaba seguro que tanto a él que como Steve se habían 'odiado' la primera vez que cruzaron palabras y si no era odio precisamente al menos una fuerte antipatía. El caso era que habían pasado muchas cosas desde su primer encuentro hasta este momento; situaciones que habían cambiado la perspectiva que tenía acerca de Steve (y Tony esperaba que lo mismo haya pasado para el rubio a lo referido a él).

Ahora en su último año en Hogwarts surgía la última (o al menos así lo veía Tony) oportunidad de hacerle saber de sus sentimientos a ese Gryffindor que había puesto de cabeza su mundo, emociones que lo venían persiguiendo desde su quinto año (según Bruce, Rhodey, Pepper y básicamente la mitad de sus amigos) y que hasta el año pasado por fin había aceptado que quizás había una diminuta, casi inexistente, posibilidad de que se hubiera enamorado de Steve Rogers.

Así que la excusa perfecta para insinuar algún tipo de relación más que la de amigos era la que el Torneo de los Tres Magos le había regalado, es decir que mejor cliché que un Baile para confesarle a alguien que te gusta; el que se haya celebrado este año en su escuela había sido conveniente (a pesar de sus dudas al principio, porque aunque no sea un Ravenclaw estaba un poco preocupado de cómo iba a afectar los EXTASIS dicho concurso).

También estaba el hecho de que Steve sea el campeón de Hogwarts (aquello no fue sorpresa para nadie, Capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor y Premio Anual); aunque eso significó el aumento de competencia para Tony, es decir el rubio de por sí ya era popular, ahora como campeón su club de fan aumento aún más. El Slytherin no dudaba que el Gryffindor ya había recibido cientos de invitaciones (tanto de mujeres como de hombres).

"Esta es tu oportunidad, la última Stark" se repetía una y otra vez viéndose al espejo, su reflejo le regresaba pulgares arriba y le sonreía tratando de animarlo.

"Eres patético" le dijo Loki desde su cama, Tony le hizo un gesto obsceno con la mano que el Tony del espejo continuo haciendo unos segundos más después de que el original regresara sus manos a su posición original, acomodándose una y otra vez la corbata.

"Si no vas a decir algo productivo mejor quédate callado" gruñó el moreno dejando su corbata para acomodarse el cabello.

Loki bufó y se levantó murmurando sobre idiotas enamorados y la falta de tranquilidad en el dormitorio, pero antes de salir de la habitación Loki se volteó para decirle unas cuantas palabras a su compañero de casa y casi amigo.

"Sólo para aclarar, sí Rogers no aceptar ir al baile contigo, entonces es más idiota de lo que imaginaba y hasta un patético Slytherin como tú merece algo mejor que un bruto Gryffindor"

"Thor es de Gryffindor"

"Precisamente"

"Eso lo más lindo (e insultante) que me has dicho" dijo Tony batiendo sus pestañas y tocándose el pecho, "gracias cuernitos"

El pelinegro le lanzó una maldición que Tony esquivo por los pelos, cosas como esa le recordaban porque era casi amigo de Loki.

Stark se dio el último vistazo en el espejo se arregló la túnica y salió a enfrentar su destino, hoy le preguntaría a Steve Rogers si quería ir al Baile de Navidad con él.

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Anthony Edward Stark era una anomalía y él siempre lo supo, desde que tuvo uso de razón siempre escuchó aquellos furiosos 'susurros' a su alrededor, sobre cómo aprendió a hablar a tan corta edad (y mucho más rápido a contar), de cómo saltó de gatear para directamente a caminar, cuando aprendió a leer solo (a la gente le gusta ignorar cómo era que su mamá o Jarvis le leían). Iba tan rápido en su desarrollo y su inteligencia era muy superior al promedio que daba miedo…y aquello eran las cosas normales. Nunca nadie habló sobre lo que pasaba alrededor de él que no era tan normal.

Sólo Jarvis y parte de la servidumbre de la mansión donde veía sabían de eso (sus padres se hallaban la mayoría de veces fuera de casa, 'de negocios', pero de haber sido una familia normal seguramente ellos sabrían sobre esos incidentes también) acerca de que a veces las cosas se movían por cuenta propia alrededor del señorito Stark, o que cuando éste se enojaba algunas cosas explotaban.

Edwin Jarvis buscó por años acerca de más personas con este tipo de circunstancias con ese inusual poder, pero cada vez que sentía que se acercaba a algo este desvanecía sin dejar rastro. Era frustrante pero supuso que mientras no le causará ningún daño al joven Anthony, él podría ignorar los percances que sucedían e incluso no mencionarlo al señor y señora Stark. Tony ya tenía suficiente presión con ser un genio como para que a eso se le sumará ser sujeto de experimentos, obviamente Howard no dejaría pasar algo así sin hacer las suficientes pruebas para saciar su curiosidad.

Así que Anthony Edward Stark pasó los primeros once años de su vida sin saber lo que realmente era, sintiéndose un fenómeno dentro de su propia casa y siendo víctima de insultos y bromas fuera de ella (ser el más pequeño de tu clases siempre acarrea problemas de esa índole, más cuando tus compañeros te llevaba no meses si no más de cinco años).

Pero todo cobró sentido el día que recibió su carta de admisión a Hogwarts Colegio de Magia y Hechicería, todos aquellas extrañas cosas que sucedían a su alrededor era producto de la magia. Aquí su parte científica la lógica (aquella que Howard se empecinaba tanto en que se desarrollara) se revelaba, porque eso no tenía coherencia…la magia no existía.

Y aún así la visita del Director Fury a sus padres y él demostraba todo lo contrario.

"¿Magia?" preguntó su padre alzando una ceja con escepticismo.

El Mago-Director-Uno de los hombres más intimidantes que Tony ha conocido, simplemente agitó su varita haciendo que todas las luces se apagaran, cuando vio que la cara de su papá no cambiaba dio un cansino suspiro e hizo que las luces se prendieron para después agitar su varita en otro patrón convirtiendo la cucharilla de té al lado de su taza en una pluma.

"¿Suficiente?" preguntó el hombre sarcásticamente.

"¿Cómo es posible?" y Howard se pasó más de dos horas pidiendo explicaciones y de ser posible permiso para examinar la varita mágica, cosa a la que el director Fury se negó rotundamente.

La otra parte difícil para su papá fue cuando el director les dijo que debían mantenerlo en secreto, que era una ley de su mundo y que al ver el rostro del mayor de los Stark agregó que el castigo por romperla no era muy grato.

"Sólo los padres y parientes directos de los magos con familia muggle pueden saberlo" les dijo a ambos, María asintió con una expresión de comprensión muy diferente a la de su esposo.

"Pero le puedo decir a Jarvis ¿verdad?" intercedió por primera vez Tony, "él también es parte de mi familia"

Fury volteó a ver a María y Howard para confirmar lo dicho por el menor cosa que molestó mucho al niño.

"No puedo ocultarle esto a Jarvis, él es quien me cuida y pasa más tiempo conmigo"

La cara de culpa en la señora Stark y la de incomodidad en el señor Stark le dijeron todo al director, accediendo a la petición de su futuro alumno de contarle a su mayordomo.

"En la carta se incluye la lista de materiales y el día de partida para la escuela"

Se llevó una hora más explicándoles sobre el Callejón Diagon y la Plataforma 9 y ¾, su papá (y él) querían preguntar más cosas pero el director simplemente les tendió un panfleto y les aseguró que encontrarán muchos libros en el Callejón con más información.

"Por eso María y Coulson se encargan de estas cosas" murmuró ya fuera de la mansión mientras era despedido por la familia Stark.

Desapareció con un 'pop' dejando a Howard con un brillo casi maniático en los ojos, a María algo consternada y a Tony que no podía esperar para iniciar las clases y aprender toda clase de hechizos.

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Anthony Edward Stark era una anomalía y ni siquiera en un mundo en que todo tipo de cosas extrañas pasaban y seres que al parecer no eran mitos él seguía siendo un bicho raro.

"¡SLYTHERIN!" gritó el sombrero y se escucharon aplausos desde la mesa de su casa, su corbata cambió a verde y plata.

Se quitó el sombrero y caminó a paso lento pero no bajo la mirada (eres un Stark, Tony), él sabía todo lo que significa haber terminado en Slytherin, él habría preferido Ravenclaw…se había leído todos los libros de su temario más todos aquellos que tanto a él como a su papá les habían llamado la atención, era casi un suicidio asistir a aquel Colegio sin haberlo hecho no podías simplemente llegar sin ningún tipo de información. Tony conocía la historia de las casas por las que se componía Hogwarts y las guerras que había sufrido el mundo mágico; pero al parecer algunos prejuicios continuaban y se resignó a no librarse de las burlas y los desprecios que al parecer lo habían seguido hasta ahí.

Un nacido muggle (sangre sucia recordó haber leído en algún libro) en una casa que se caracteriza porque sus miembros en mayoría eran de ilustres familias de magos y brujas con un árbol genealógico tan grande y lleno de personajes que componían la historia de ese mundo, y aquello que no eran sangre pura al menos eran mestizos.

Se debatió por un momento en su siguiente paso, no prestando atención al resto de la selección, formando escenario tras escenario en su mente. ¿Y si decía que era mestizo? Pero Tony sabía que no lo haría, porque tenía su orgullo y era algo que padre nunca se lo permitiría. ¿Y qué si no tenía padres, abuelos o tatarabuelos magos? Eso no lo hacía menos capaz que cualquier otro alumno y se los demostraría. Sería el mejor mago que esa escuela haya visto jamás.

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"¿Steve?" lo llamó Tony cuando lo vio corriendo en dirección al Gran Comedor.

"¡Hola, Tony!" le saludó el aludido con una gran sonrisa, tenía las mejillas rojas y la respiración alterada. Le respondió el saludo y le arregló la túnica con una sonrisa. "Gracias"

"¿Por qué tanta prisa?"

"Nada es que mi hora libre casi se termina y aún no he comido nada" le confesó rascándose la cabeza abochornado.

"¿En qué te entretuviste que te olvidaste de comer?" y es que después de su estirón en cuarto año, el rubio le hacía competencia a Thor y a Bruce (en sus días malos) en lo que respecta a comer. "No me digas que descifrando la segunda prueba, faltan semanas para eso Steve"

"Ya lo sé Tony, pero no fue por eso" dijo entornando los ojos divertido, "lo que pasa es que por fin reuní el valor suficiente para invitar a Peggy al Baile de Navidad" terminó sonrojándose aún más ante la confesión.

Tony lo miró confundido por unos segundos preguntándose una y otra vez como no había notado eso, como no sabía que uno de sus mejores amigos estaba enamorado de otra persona. ¿Cuándo fue que Steve se interesó por aquella chica? Peggy Carter, prefecta y cazadora de Hufflepuff, hermosa y con buenas notas, con un carácter justiciero muy al estilo de Steve. Obviamente perfecta para al rubio.

"¡Wow!, ¿Así que Carter?" dijo tratando se sonar normal, de no dejarle ver a su amigo lo mucho que le había afectado la noticia, "pues felicidades, Steve"

"Gracias Tony, ¿y tú con quién irás?, te estás tardando" le preguntó feliz deseando compartir con el Slytherin un poco de la felicidad que le embriagaba al verse correspondido.

"No sé Steve, como que no se me da eso de los Bailes, quizá no vaya" la declaración del castaño le borró la sonrisa al otro, haciendo que éste reconsiderara sus palabras…no le gustaba verlo triste. "O a lo mejor le digo a Rhodey o Bruce que me acompañen como amigos, quizá hasta Loki…no quiero engancharme con nadie"

"Mujeriego"

"No es así" dijo con un mohín, "no te preocupes por mí, encontraré a alguien"

Después de todo a quien realmente quería invitar ya no estaba disponible, la perspectiva de un Baile se tornaba cada vez más odiosa que agradable como en un principio. Pero fue su culpa por tardarse tanto.

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Todo mundo se había vuelto loco por el baile, lágrimas y gritos de alegría se escuchaban por todo el castillo. A Tony le molestaba cada vez que el tema salía a colación, cosa que sus amigos no tardaron mucho en notar (a excepción de Steve, a él no le decía nada negativo acerca del evento).

"¡Oh, Tony" lo miró Pepper con simpatía cuando le sacó la verdad dos días después de su charla con Rogers.

"No importa Peps, sólo espero que se la pase bien"

"Es lo más maduro que te escuchado decir en toda tu vida, Tones" le dijo Rhodey mientras Bruce asentía a su lado.

"Me hieres, osito de miel, me lastimas tanto que tendrás que ir al baile conmigo para que te pueda perdonar" se puso la mano en el corazón con un gesto exagerado. "Tú o mi peludito amigo, no me importa cual de los dos no soy melindroso"

"Voy con Carol" le dijo secamente Rhodey.

Al menos Bruce tuvo la decencia de mostrarse culpable cuando con un sonrojo le dijo que iría con Betty. No le preguntó a Pepper porque ella seguramente iría con Happy.

Para qué quería amigos entonces sí lo iban a abandonar así.

"Traidores" les dijo mientras hundía su cabeza entre sus brazos ignorando su plato de comida a medio terminar.

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"¡Tomen eso perdedores!" fue lo primero que dijo, más bien gritó, James Barnes nada más al entrar al dormitorio de Slytherin.

Loki y Tony eran los únicos que estaban, Erick y Stephen debían estar aún en la torre de Astronomía, pero decidieron ignorarlo y continuar su partida de Ajedrez Mágico, habían apostado una bolsa de dulce de Honeydukes y era la última de su reserva, no la iba arriesgar por alguien a quien le gustaba ser llamado Bucky.

"Vamos, al menos debería preguntarme por qué son perdedores" dijo resignado James tumbándose en la cama y con eso ganándose miradas asesinas de los jugadores al ver que el otro casi tira el tablero.

"Esta bien Barnes, supongamos que me interesa un poco lo que vas a decir, ¿por qué perdedores?" le preguntó Loki finalmente al ver que el otro no los dejarían seguir jugando hasta que le hicieran caso.

"Porque le acabo de pedir a Natasha Romanoff que fuera al baile conmigo y acepto, ¡tomen eso perdedores!" las caras de sorpresa y tentativa admiración de los otros dos le debió bastar, porque simplemente sonrió satisfecho.

Es que la campeona de la Academia Mágica de Beauxbatons desde que llegó a Hogwarts había sido fuente de siniestros rumores acerca de sus habilidades mágicas, además la chica tenía un aura intimidante que imponía respeto y hacía que todos hicieran lo que ella dijera. Por eso que James haya sido tan valiente (o idiota, en opinión de Loki) para invitarla al baile era una hazaña, que la pelirroja haya aceptado les hacía preguntarse a ambos chicos acerca de la cordura de la joven.

No es que les cayera mal Barnes, de hecho era bastante agradable, pero sin duda era uno de los Slytherin más Gryffindor que hayan visto; les hacía preguntarse a todos los compañeros de habitación y hasta el mismo James si el sombrero no comenzaba a fallar después de tantos años asignando casas.

"Hasta él tiene más suerte" se quejó Tony cuando Barnes por fin los dejo solos, "Loki ten piedad de mí y ven conmigo al baile"

"Sif me pidió que fuera con ella…"

"Te obligó"

"y acepté" terminó dándole una mirada asesina.

Traidores todos eran unos traidores, no sabía porque se sorprendía si quería algo de fidelidad hubiese tenido más suerte de haber sido asignado en Hufflepuff.

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Estaba en la biblioteca trabajando en el ensayo que les dejó su profesor de Pociones, o al menos intentando trabajar, ese día se había enterado que Clint le había pedido a Laura que fuera con él y hasta Reed Richards había conseguido que Susan Storm lo invitara, la mayoría de estudiantes ya habían encontrado pareja y todos sus amigos y conocidos también. Dejando a Tony sin opciones y con las mejores chicas (y chicos) tampoco disponibles.

Al parecer iría sólo como un perdedor, o tendría que rogarle a su Madre que mandará por él antes de lo planeado y eso significaba el baile que los Starks ofrecían por Navidad y que llevaba (orgullosamente) cuatro años evitándolo.

"¿Ridículo social o trauma de por vida?" es que había algunas esposas de los inversionistas que no tenían reparos en decirle lo lindo que era pellizcando sus cachetes (las de arriba como los de abajo).

"Ridículo social, dura menos" dijo alguien atrás de él, Tony pegó un brinco haciendo que su libro terminará en el piso y Madame Pince le lanzará una mirada de reproche. "Lo siento no quise asustarte" El Slytherin hizo un gesto con la mano restándole importancia mientras levantaba su libro y volteaba a ver a su interlocutor.

Era T'Challa el campeón de Durmstrang, con quienes compartían las mazmorras y mesa, también alguien que no hablaba mucho y que a Tony le sorprendía que le hablará. Después de todo aquel Instituto no admitía a los nacidos de muggles como él.

"Necesitas algo, T'Challa ¿verdad?" le preguntó alzando una ceja, listo para defenderse si trataba de hacerle algo. Era muy bueno con los hechizos no verbales, era un genio después de todo.

"Quería preguntarte sobre la clase de pociones" le dijo el otro con una serena sonrisa ignorando el comportamiento defensivo de Tony. "Hay una parte que no me quedó clara y el profesor me dijo que eras el mejor en la materia"

Tony entrecerró los ojos, Bruce era el mejor en pociones a él personalmente le gustaba más la transfiguración y el profesor lo sabía. Pero lo dejo pasar quiera descubrir que quería realmente el otro chico así que le seguiría la corriente, además estaban en un lugar publico no es como si pudiera lanzarle un maleficio nada más porque sí.

"Está bien, siéntate y dime dónde tienes el problema…las pociones de efecto retardado son algo temperamentales después de todo"

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Al parecer no todos los de Durmstrang están de acuerdo con eso de no admitir a los nacidos de muggles.

También T'Challa le demostró lo inteligente que era (incluso si era campeón de su instituto y eso debió ser prueba) y tenían conversaciones bastante interesantes. Le hizo sentir un poco mal al principio ya que se jactaba de no ser tan prejuicioso como muchos lo habían sido con él y no le dio la misma cortesía al otro joven. Pero al parecer T'Challa no se lo tomó a mal ya que siguieron hablando como si nada.

Tony trataba de evitar a sus amigos y en especial a Steve y el otro era una buena distracción para eso. Aún no descubría las verdaderas intenciones de T'Challa para hablarle por primera vez, pero a Tony ya no le importaba tanto eso.

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Era doloroso ver a Steve charlando animadamente de sus planes con Peggy en las comidas que Tony no podía escapar. Ver el brillo en su mirada y su sonrisa radiante rompían cada vez más su corazón.

"¿Ya conseguiste pareja?" le preguntó Steve después de unos minutos de debate unilateral de si darle flores a Peggy esa noche o no.

"No aún no"

"¿Qué esperas?" le preguntó el rubio confundido ante la resistencia de su amigo de hablar del tema.

"Tan sólo espero la pareja perfecta" le contestó Tony con una sonrisa triste.

Ya la había encontrado, lástima que esta iría con alguien más.

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La fama de mujeriego de Tony era exagerada, si había salido a algunas citas pero no había hecho nada tan escandaloso ni con tantas personas como los rumores decían. Pero a veces era más fácil ignorarlos y seguirles la corriente, estaba cansado de desmentirle a todos y que no le creyeran. Así que al final termino fichado como mujeriego, lo que le hacía difíciles las cosas cuando quería mantener una relación estable.

Porque a él le gustaba la monogamia y aunque no le gustará admitirlo era un romántico muy en el fondo.

Por eso se le había quedado grabado esa filosofía de la pareja perfecta de Steve, sí, Tony podía salir a citas y quedar en las Tres Escobas o alguna otra parte de Hogsmade, pero no se apresuraba; le gustaba conocer a su pareja y ver si eran compatibles, si la otra persona estaba dispuesta a realmente conocerlo e ignorar todo lo que se decía de él. Muchas veces no era así.

Incluso sus amigos de vez en cuando se dejaban llevar por esas mentiras y la fachada que presentaban.

Era algo muy solitario, pero no es que le fuera indiferente la soledad.

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"¿Quieres ir al baile conmigo?"

La pregunta lo agarró por sorpresa pero pudo ver la sinceridad de ella en los ojos del otro, la esperanza en su sonrisa y el miedo al rechazo en las manos hechas puño.

"Sí"

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Fue cuando iban en el Expreso de Hogwarts en su primer año, Tony había salido a buscar el baño y de paso a la señora de los dulces cuando lo escuchó, eran los sonidos de una pelea en un compartimiento más adelante. Se acercó con cautela provocando no hacer ruido, se asomó con cuidado por la ventanilla y vio como dos chicos más grandes le apuntaban con su varita a uno más pequeño, probablemente igual de primer año como él, Tony frunció el entrecejo y saco la varita del bolsillo de su túnica. No faltaba mucho para que llegaran al Colegio pero tampoco veía a algún profesor o prefecto cerca.

"Muy bien enano danos todo tu dinero, no lo hagas más difícil" dijo el más alto moviendo su varita de un lado a otro, "te aseguro que nos sabemos hechizos muy dolorosos"

"No" dijo el pequeño, era más bajito que Tony enclenque y rubio, con los ojos azules más bonitos que haya visto en su corta vida, apretó la varita que sostenía en su mano izquierda.

"Lo quiere difícil" dijo con burla el otro alumno viendo a su compañero con una sonrisa maliciosa, "a mi no me importa enseñarle modales a este debilucho"

"No soy un debilucho"

"Claro" dijo con sorna el otro alzando la varita dispuesto a hechizarlo.

"Yo no haría eso si fuera tú" dijo Tony a sus espaldas varita lista y petrificando al otro sin darle oportunidad de hacer algo más, dejando al otro sólo. "Ahora vas a dejarnos ir y no va a pasar nada…nadie se tiene que enterar lo cobardes que son atacando dos contra uno"

Los dejo pasar viéndolos con desprecio, Tony no bajo la varita hasta asegurarse que estuvieran lo más lejos de ellos.

"No necesitaba tu ayuda, los tenía contra las cuerdas" dijo el pequeño rubio indignado, "además es de cobardes atacar por la espalda"

"Es de inteligentes aprovechar ventajas, ellos obviamente son más grandes y saben más hechizos teníamos que sacar ventaja antes que ellos nos aturdieran o algo peor"

"Aún así está mal" dijo sin ceder el más bajito.

"Es muy tonto atacarlo de frente"

"Es de cobardes atacar por detrás" dijo indignado dándose media vuelta, "hubiera preferido que me hechizaran antes de enfrentarlos de esa manera.

"Pues eres un idiota entonces" le dijo a la espalda de otro, Tony no podía crear que existieran personas tan cabezotas y testarudos como aquel chico.

Esperaba que no le tocará en la misma casa con él, estaba seguro que no soportaría esa actitud tan 'correcta' e inflexible del otro.

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Peggy se veía hermosa con su vestido largo de color dorado, el cabello castaño rizado en hermosos bucles y sus labios resaltados en un labial rojo que los hacían ver impresionantes. Steve le tendió una rosa y la muchacha le sonrió dándole un beso en la mejilla.

"Que caballero"

Steve se encogió de hombros y le ofreció el brazo para ir juntos a la entrada del Gran Comedor donde se celebraría el Baile de Navidad. Conforme fueron avanzando se escuchaban cada vez más voces y risas de alumnos impacientes, el profesor Coulson los detuvo antes de entrar diciéndole acerca de la tradición de que los campeones iniciaran el baile, Steve sintió pánico por un momento ya que no era muy bueno bailando pero Peggy le dio un apretón en la mano con una sonrisa cómplice. Estaría bien, había esperado esto por años, por fin le había pedido a la chica que le gustaba que fuera su pareja…había encontrado la pareja perfecta para bailar.

Bucky le guiñó un ojo desde su lugar al lado de Natasha Romanoff quien lucía un impactante vestido verde. No podía enojarse con su mejor amigo por sentirse atraído por la competencia, Natasha se veía muy guapa esa noche.

El único que faltaba era el campeón de Durmstrang, no faltaba mucho para que iniciará el baile pero T'Challa no parecía el tipo de persona que fuera impuntual. Como Tony por ejemplo, pensó divertido Steve, su amigo negaba ser impuntual pero siempre llegaba tarde a todos lados.

"Voy a mi paso, además son ellos los que llegan temprano" le dijo con un puchero Tony una vez que se lo reprochó.

Y es que a Tony le era difícil tener presente la hora, con todas aquellas ideas locas y experimentos que quería hacer. Steve se maravillaba de la velocidad y los múltiples pensamientos que inundaban la mente de su amigo, sin duda con tantas cosas algo como saber la hora o llegar a tiempo a algo perdían importancia. No le importaba mucho incluso si en otras personas odiaba ese tipo de actitud.

Tan concentrado en sus pensamientos estaba que no se dio cuenta cuando el último campeón llegó no fue hasta que el profesor Coulson los hizo entrar al Gran Comedor cuando se dio cuenta de la pareja del de Durmstrang.

Porque llevado del brazo de T'Challa iba nada más ni nada menos que Tony, ataviado en una túnica de gala de un azul tan profundo que parecía negro, con el cabello castaño perfectamente estilizado y sonriendo por algo que su pareja le iba diciendo. Cuando cruzaron miradas Stark le guiñó el ojo divertido.

Sin embargo al contrario de lo que paso con Bucky, Steve no se sintió feliz de ver a Tony con la competencia. ¿Por qué desde cuando esos dos se hablaban? Si bien los de Durmstrang se estaban quedando en Slytherin nunca había visto a Tony conversar con T'Challa, ¿qué paso con eso de esperar a la pareja perfecta? ¿acaso Tony se había burlado de él?, pero no, eso no era…Tony no haría algo tan cruel.

Entonces eso quería decir que la pareja perfecta de Tony era T'Challa, ¿por qué no se lo contó? ¿no eran amigos?

Con trabajos pudo concentrarse en el baile y tratar de no pisarle los pies a Peggy, viendo distraído como Tony y T'Challa bailaban, ambos con gracia y signos de años de clases; bien sincronizados como dos engranajes. Perfectos y sonrientes.

Su pecho le dolía y se sentía algo traicionado, aunque lógicamente Steve sabía que no tenía por qué.

Debería estar disfrutando el baile, su primer baile con Peggy, pero no podía dejar de ver a la pareja que bailaba unos metros lejos de ellos.

"¿Estás bien Steve?" le preguntó preocupada Peggy al ver a su pareja con la mirada perdida, "lo estás haciendo bien"

"Si Peggy, estoy bien" dijo concentrándose en la chica entre sus brazos.

Este era su sueño, tenía que disfrutarlo…ya después pensaría porque no le gustaba que Tony fuera la pareja de T'Challa, pero hoy disfrutaría la noche con alguien que había estado esperando por años.

Era más fácil decirlo que hacerlo, Steve se dio cuenta en el transcurso de la velada cuando veía de reojo a Tony bailando con el de Durmstrang o escuchando su risa cuando la música acababa para dar paso a otra canción.

"Al parecer no fue un perdedor" le dijo Bucky en un momento en la noche cuando coincidieron nuevamente, "cuando le dije lo de Natasha no creí que él también fuera a por un campeón, tendré que felicitarlo"

Steve sólo gruñó mientras Bucky se levantaba y se dirigía a Tony para pegarle en el hombro y por lo visto felicitarlo.

"No puedo creer que dos de mis mejores amigos se fueran con la competencia" le dijo a Sam cuando este lo fue a saludar, "uno creería que estuvieran apoyándome"

"Es un concurso para aumentar las relaciones mágicas internacionales, Steve, no están haciendo nada malo" dijo divertido el Hufflepuff, "además de que estén saliendo con tus rivales no quiere decir que te dejen de apoyar después de todo representas a su escuela"

"Gracias Sam, me reconforta saber que me apoyan por representar a Hogwarts y no porque soy su amigo…además, ¿crees que estén saliendo?"

"¿Por qué vendrían al baile junto sí no? Y de nada"

Debía conseguirse nuevos amigos.

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La noche no acabó también como empezó, hubo unos minutos que perdió a Peggy y tuvo una conversación bastante hostil con Tony (algo que no sucedía desde sus primeros años en el Colegio). Lo que lo dejo con dos molestos castaños, una por abandonarla y el otro por arruinarle su noche.

No entendía lo que le pasaba, debería estar feliz por haber logrado una cita con la chica le venía gustando desde hace dos años y porque su amigo al parecer conoció a su pareja perfecta (incluso si está es su rival en el Torneo). Pero la verdad era que no era feliz, que o podía sentirse feliz por Tony y que todo lo que esperó sentir con Peggy la noche anterior no se dio.

Ahora había iniciado las vacaciones invernales enojado con Tony y sin posibilidad de hablar con él para arreglar las cosas antes de regresar a clases. También tenía que hablar con Peggy verla de nuevo y aclarar sus sentimientos.

Sería una Navidad muy reflexiva para él y eso sin sumarle a descifrar de que se trataba la siguiente prueba.

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[Continuará]