My Little Pony: Friendship is Magic
En Tierras Misteriosas
Carta dirigida al lector:
Si estás leyendo esto, es un gran honor para una servidora que te hayas interesado en leer mi obra. Te revelaré que es la primera vez que escribo un fanfiction, por lo que serán justificables mis posibles faltas en el desarrollo del mismo. Pero también, toma en cuenta que lo hago sinceramente con todo mi esfuerzo, y deseo que sea un deguste para ti; por lo que te agradecería que me hicieras ver mis errores al final de cada capítulo, para así, mejorar en los siguientes. Lo único que busco aquí es compartir mi imaginación contigo y con otras personas, que así como tú, han tomado unos minutos de su tiempo para contemplar mi propuesta.
Sin preámbulo más, te doy la bienvenida a esta aventura.
Darky Pie
Usuario de FanFiction
Capítulo 1: La antesala, la razón y el comienzo de una aventura alrededor del mundo
Eran las 5:00 de la mañana en Canterlot. Todos sus habitantes estaban dormidos, excepto la Princesa Luna, quién seguiría vigilando desde lo más alto de la torre del homenaje por una hora más, y cinco ponis con mochilas esperando en el aeropuerto norte: una unicornio, dos pegasos y dos ponis terrestres. Para quienes nunca hayan visto los aeropuertos de Equestria, estaban conformados por una enorme plataforma, lo suficientemente grande cómo para permitir el aterrizaje y el despegue de dirigibles de cualquier tamaño. Y una terminal de pasajeros que ocupaba una cuarta parte de la plataforma; tenía una entrada que daba hacia el interior de Canterlot y otra que, evidentemente, conducía hacia la plataforma.
Es justo en el umbral de esta última entrada dónde se encontraban estas cinco ponis. Cuatro de ellas rendían contra el sueño, mientras que la excedente no tenía ningún problema en estar despierta, ya que su vida en Sweet Apple Acres le había obligado desde temprana edad a madrugar.
-¿Estás segura de que dijo cinco en punto?-preguntó a un metro del suelo Rainbow Dash, quién obstruía un bostezo llevando el casco izquierdo a su boca.
-Por supuesto-respondió Twilight-. La Princesa Celestia dijo que lo esperáramos a esta hora y en este preciso lugar-.
-¿Crees que realmente sea cómo lo describen en los libros?- preguntó Fluttershy sentada a su lado izquierdo, quién además tenía sobre su propio lado izquierdo a una Pinkie Pie vencida por el sueño.
-No lo sé. Lo vuelvo a repetir frente a ustedes, no son más que sólo rumores y anécdotas ambiguas-.
-Bueno. No sirve de nada prejuiciarnos de ese tal "Capitán Silver Sword"-comentó Applejack-. Lo mejor será esperar a conocerlo personalmente-.
-Si es que llega-dijo sarcásticamente Rainbow Dash.
-Oigan –dijo Pinkie Pie, quien se había despertado en el hombro de Fluttershy-, hablando de ponis que llegan tarde, ¿dónde está Rarity? ¿Y Spike? ¿No vino contigo Twilight?
-Bueno –respondió-, Spike dijo que le ayudaría a Rarity con su equipaje. Ya sabes lo servicial que es frente a ella-.
-¡Wow!-exclamó Dash- Me compadezco de ese pequeño tonto. Me lo imagino llegando con las docenas de maletas de Rarity sobre sus pequeños brazos, y sus piernas tambaleando tratando de sostener el peso.
-¡Y así es justo cómo viene!-dijo Pinkie con una voz más enérgica al virando su cabeza y ver la inmensa montaña de maletas saliendo por las puertas de la terminal.
-¡Guaj! ¡Guaj!-exclama el pequeño dragón que se veía hilarante cargando todo ese peso.
-Vamos, Spike. No te rindas ahora-dijo Rarity que llegaba pomposamente caminando y llevando consigo únicamente un bolso pequeño.
-¿No quieres que te ayude amiguito?-preguntó cortésmente Applejack.
-Para nada… yo puedo hacerlo…-afirmó el agotado de Spike.
-Rarity, se supone que deberíamos haber traído sólo lo necesario-dijo Twilight.
-¿Acaso crees que empacaría algo que no nos sería de utilidad en nuestro viaje alrededor del mundo?-respondió la unicornio blanca ligeramente enfadada. -Además, no soy la única que lleva equipaje, por ejemplo tú, Twilight. ¿Qué es lo que traes en esa mochila?-.
-Bueno-respondió la unicornio púrpura introduciendo su casco en la mochila-, traje varios libros, libretas de notas, plumas, tinta, binoculares…todo lo necesario. ¡Oh! y lo más importante…-en este momento Twilight introduce su casco más profundo para sacar un objeto-… ¡esto!-. Twilight había sacado el cristal que Celestia guardaba en la sala del trono y que le había mostrado hace dos semanas, cuando el Imperio de Cristal había aparecido.
Ahora haremos un paréntesis en la historia. De seguro el lector se preguntará ¿por qué las seis ponis y el dragón van a viajar alrededor del mundo? ¿Quién es ese tal Capitán Silver Sword? ¿Por qué Twilight tiene el cristal de la Princesa Celestia? Bien, esas preguntas se responderán a continuación, relatando lo que pasó el día anterior:
Era una mañana hermosa en Ponyville. En Sweet Apple Acres la jornada ya había iniciado desde las cuatro de la mañana, pero en el resto del pueblo los habitantes recién habían despertado. Esto incluía a Twilight Sparkle, quién abrió sus ojos somnolientos lentamente, encontrándose en su cama a lado del cesto donde aún dormía Spike. Todo parecía tal y cómo lo había dejado anoche, excepto por una carta que se encontraba sobre ella.
-¿Huh? ¿Qué es esto?-preguntó para sí y acto seguido abrió la carta y comenzó a leer:
Mí querida estudiante:
Sé de antemano que no es el mejor momento para enviarte esta carta, pero necesito que tú y tus amigas vengan urgentemente a Canterlot. Es sobre el Imperio de Cristal. Sé que debí haberles hecho saber sobre esta situación antes, pero decidí posponerlo para cuando creyera conveniente. No te preocupes, no se trata de algo grave. Todo te lo explicaré cuando estemos frente a frente.
Tu siempre orgullosa maestra
La Princesa Celestia
-¡¿Qué?!- exclamó exaltada por el mensaje de la princesa. Enrolló de nuevo la carta y retiró las sábanas con su magia y se dirigió precipitadamente a Spike.
-¡Spike! ¡Spike! ¡Despierta!-.
-Oh… ¿qué?-preguntó molesto.
-Dime, ¿cuándo llegó esta carta?-.
-En la madrugada, ¿por qué?-.
-¡Es una carta de la princesa! ¡¿Por qué no me dijiste nada?!-.
-No creí que fuera muy importante-.
-Pues erraste. ¡Sólo lee!-ordenó Twilight a su asistente mientras desenrollaba la carta y la levitaba frente a él para que la leyera.
-"Mi querida estudiante"… "urgente"… "Imperio de Cristal"… ¡Oh! Ya veo-. Twilight dejó de sostener la carta y Spike la tomó.
-Tenemos que avisar a las demás. Andando- dijo la poni mientras se alejaba de Spike y bajaba por las escaleras.
-Pero Twili, aún es muy temprano. No crees que sería más razonable… ¡wow!-. Spike retornaba de nuevo a su cama cuando Twilight lo tomó por sorpresa y lo levitó hasta su lomo.
-Si la Princesa Celestia quiere vernos urgentemente, debe ser por algo muy importante Spike. No tenemos tiempo que perder-. La poni púrpura abrió la puerta y se dirigió en carrera a la casa de Rarity, a la cual llegó en unos minutos.
-¡Rarity! ¡Abre! ¡Soy yo! ¡Twilight!-dijo mientras tocaba fuertemente la puerta de la boutique. Unos segundos después apareció Rarity con una mascarilla sobre su cara, rollos en su crin y una bata.
-¿Twilight?-preguntó la unicornio blanco bostezando- No es que no me alegre verte, pero ¿qué haces aquí?-.
-La Princesa Celestia me envió esta carta. Necesita vernos-. Dicho esto, la inesperada visitante le dio el mensaje para que se enterara de la situación.
- ¿Urgentemente?- preguntó Rarity después de leerlo.
-Así es-afirmó tomando la carta de regreso.
-Muy bien. Yo haré un milagro por arreglarme, mientras, ve a busar a las otras chicas. Nos vemos en la estación de trenes en una hora-.
-Okay-. Así, Twilight se despidió de Rarity y cambió su destino a Sugarcube Corner, llegando en un par de minutos.
-¡Pinkie!- gritó fuera de la tienda del matrimonio Cake.
-¡Shhh!-exigió Pinkie desde la ventana de su habitación. -¡¿Acaso quieres que los Cake se despierten?!- exclamó susurrando.
-Lo siento- se disculpó Twilight copiando a Pinkie Pie-. Necesito que bajes. Es algo importante.
-Oky doky, ya voy-. Pinkie desapareció de la vista de su amiga, pero aún ésta podía escuchar sus pasos por la madera. Escuchó cómo habría la puerta y caminaba por el corredor. De repente se tropieza, lo que causa que pierda el equilibrio y tire un jarrón y caiga al piso. Se levanta, sólo para seguir tropezando y rompiendo cosas en su camino. Cae por las escaleras, se escucha como su cuerpo golpea cada escalón hasta llegar al suelo. Un par minutos después sale de la casa con su crin totalmente desarreglada.
-Bien. ¿Ibas a decirme algo?-preguntó.
-Celestia quiere vernos a todas urgentemente-respondió Twilight-. Es sobre el Imperio de Cristal-.
-Pero, ¿qué pasó?-volvió a preguntar la poni rosa.
-No lo sé. Pero debe ser algo muy importante cómo para que la princesa nos haya llamado a esta hora- respondió severamente.
-Si, tal vez. De acuerdo, dejaré una nota a los Cake para que no se preocupen por mi cuando despierten, y después iré directo a la estación -terminó con una sonrisa.
-Muy bien, entonces haya te veré- se despidió Twilight de Pinkie Pie para iniciar carrera hacia la casa de Fluttershy.
-¡Fluttershy! ¡Fluttershy!-escuchó la pegaso desde su cama-¡Fluttershy, despierta!-. Despierta y muy somnolienta, se levantó de su cama, bajó volando hacia el primer piso y abrió la puerta.
-Oh, Twilight eres tú-.
-Lo siento por haberte despertado Fluttershy, pero es un asunto de gran importancia. La princesa quiere vernos urgen… bueno, ya te lo explicaré en el camino. ¡Vamos! Aún tengo que buscar a Rainbow Dash y a Applejack-.
-Pero no puedo irme sin antes haber alimentado a mis mascotas- excusó Fluttershy. Al escuchar esto, Twilight levitó un saco de alimento para mascotas y disperso su contenido por toda la habitación. Acto seguido tomó a Fluttershy del casco izquierdo.
-¡Listo! Ahora, vámonos-dijo sacando a la pegaso de su casa.
Unos momentos después, Twilight, Spike y Fluttershy se encontraban en la casa de Rainbow Dash. La pegaso amarillo había entrado volando para despertar a la durmiente.
-Rainbow Dash, Rainbow Dash- dijo susurrando mientras tocaba la cara de la pegaso azul con su casco. –Rainbow Dash, despierta-.
-Fluttershy ¿qué estás haciendo allá? ¡Despierta a Rainbow! ¡No hay tiempo que perder!- exigió la unicornio.
-Dashie, por favor despierta- dijo de nuevo moviendo el hombro de la durmiente sin conseguir resultado alguno.
-Oh, por todos los…-. Twilight decidió despertar a Rainbow Dash ella misma usando un hechizo de altavoz. Su cuerno brilló con su típico tono púrpura y creó un alo del mismo color alrededor de su cuello. Tosió un poco para relajar su garganta y gritó:
-¡Rainbow Dash! ¡Despierta!-. La potencia de aquel grito podría compararse con la de una sirena de emergencia, y tenía de hecho el mismo alcance, ya que hizo que muchas aves de lo más lejano del Bosque Everfree salieran volando.
Pero si las aves fueron aturdidas por esa intensidad sónica, las pegasos no tendrían una sorpresa menor. Fluttershy había quedado pasmada al escuchar ese estruendo, y Rainbow Dash había despertado con la misma sensación. Al final ambas cayeron al suelo de la habitación.
-¡Oye! ¡¿Qué sucede contigo?!- reclamó furiosamente Dash tras reincorporarse del evento-. Vaya forma de despertar a tus amigas-.
Twilight disolvió el hechizo de altavoz y correspondió al reclamo de su amiga.
-Mis disculpas. Había enviado a Fluttershy a despertarte de la forma más cortés posible. Pero al ver que no conseguía éxito, decidí usar un hechizo de altavoz. Pero en fin, eso no importa. La Princesa Celestia tiene algo importante que decirnos en Canterlot. Es sobre el Imperio de Cristal-.
-¿Qué? Sólo han pasado dos semanas desde nuestra misión en aquel lugar. ¿Qué podría estar pasando ahora?-.
-No estoy segura. Cómo sea, debemos ir y averiguarlo. Rarity y Pinkie Pie nos están esperando en la estación, sólo buscaremos a Applejack y nos reuniremos con ellas allá-.
-De acuerdo-aceptó Rainbow Dash-. ¡Fluttershy! ¡¿Qué estás esperando?! ¡Ven rápido!-.
-Si, ya voy- respondió la pegaso que aún lidiaba por recuperar los sentidos. Sus amigas iban a unos metros delante de ella, pero logró alcanzarlas. Después de una larga carrera por los prados de Ponyville, avistaron la granja de la familia Apple.
-¡¿Applejack?!-preguntó Twilight.
-¡Aquí estoy!-contestó la poni granjera que en ese momento estaba cosechando manzanas como siempre.
-Applejack, la princesa quiere vernos en Canterlot, urgentemente-dijo Twilight acercándose a ella.
-¿Y puedo saber cuál es la razón? Tenemos una importante cosecha hoy -excusó mientras pateaba un árbol.
-Lo único que sé es que se trata del Imperio de Cristal, la información concreta nos la dará en Canterlot- dijo la unicornio.
-Tendría que consultarlo con BigMc. ¡Oye! ¡BigMcintosh! ¡¿Está bien si te dejo el trabajo por un par de horas?!-.
-¡Eyeup!-respondió.
-Bien, hora de irnos. Rarity y Pinkie Pie nos están esperando en la estación de trenes- dijo Twilight para encabezar una caminata rápida hacia el punto de encuentro. Luego de un largo trayecto, llegaron a la estación dónde ya las esperaban la unicornio y la poni terrestre, a punto de subir al tren hacia Canterlot.
-¡Esperen! No se vayan sin nosotras-dijo la unicornio púrpura con una cara estancada entre el cansancio y la calma.
Aunque el trayecto a Canterlot ya no sea de gran importancia para las protagonistas, supongo que al lector le habrá de interesar este detalle. Imagine que está sentado en uno de los vagones y mira por la ventana. Lo que ve es un enorme campo cubierto por el pasto más brillante que haya visto, decorado a su vez por una capa de flores y demás plantas dispersas por todas partes. Atrás se contempla las extensiones occidentales del Bosque Everfree, delante de usted la gran montaña sobre la que está construida Canterlot, y si está situado en la ventana correcta del vagón, podrá ver a lo lejos la Ciudad de Cloudsdale, asentada sobre las nubes.
Aquélla imagen que se ha imaginado es toda una maravilla, tanto cómo la edificación a la cual las ponis habían llegado. El castillo de Canderlot, tan impresionante y tan elegante con sus colores y sus cúpulas encebolladas, era toda una obra digna de admirarse. Sólo las dos gobernantes de Equestria tienen el recuerdo de cómo fue construido este titán de la arquitectura poni.
Eran las 9:00 de la mañana, en Canterlot había ponis haciendo sus actividades y cumpliendo con su rutina. Todo parecía calmado, excepto por un grupo de seis ponis más un bebé dragón que se dirigían a toda prisa a la torre del homenaje. Cruzaron las puertas principales y subieron escaleras y escaleras hasta llegar ante las puertas de la sala del trono. Las cuales abrieron súbitamente.
-¡Princesa Celestia!- exclamó Twilight acercándose con el grupo hacia su maestra, quien estaba acompañada por su hermana. -Recibí su carta. ¿Dijo que deseaba vernos?-.
-Así es-respondió la princesa del Sol-. Tal y como dije en mi carta la situación se trata del Imperio de Cristal. Verán hay algo que olvidé decirles sobre él. Algo muy importante-. A continuación Celestia se viró hacia el cristal que guardaba bajo una cúpula de vidrio, la cual levantó con su magia para tomar aquel objeto y redirigirse a las ponis. Estando frente a ellas, y a lado de su hermana, lanzó un rayo hacia el cristal para mostrar el holograma del imperio.
-Antes de que el Rey Sombra atacara el Imperio de Cristal-prosiguió-, el trono le pertenecía a la Princesa de Cristal, o conocida más bien por sus cercanos como Princesa Merloryn-. Aquí y en partes posteriores de la narración de la Princesa Celestia, haremos paréntesis para describir los detalles de la proyección que salía del cristal.
En el holograma del imperio, se veía a los ponis de cristal disfrutando de una de sus ferias anuales, y eran vigilados desde el balcón del castillo por una alicornio muy parecida a Cadence. Si hiciéramos a un lado su natural cristalinidad, esta princesa era de color rosado, tenía una cutie mark del Corazón de Cristal; su crin y su cola perfectamente arregladas, diferían entre varios tonos potentes de amarillo, violeta y azul, siendo este último color el que predominaba más y del que se tintaban las puntas de sus alas y sus ojos. Llevaría sobre sí los típicos elementos de una princesa: una tiara, un collar decorado con un hermoso rubí y cuatro zapatillas, todos hechos de oro.
Ahora, continuando con la narración de Celestia…
-Ella era una princesa que dedicaba día y noche al bienestar y protección de su pueblo. Era un tanto más joven que nosotras, pero eso no le impedía cumplir con su responsabilidad; era todo un ejemplo para los demás gobernantes en toda Equestria, no sólo por su dedicación, también por sus altos conocimientos en magia, los cuales superaban por mucho a los míos-.
-¡¿De verdad?!- exclamó Twilight-. Debió ser alguien muy poderosa-.
-Por supuesto, Twilight Sparkle- dijo la Princesa Luna -. La Princesa Merloryn contaba con una trayectoria personal en cuanto a las batallas se refiere-. Ahora vemos a la Princesa de Cristal volando hacia los límites de su gobierno precediendo a tres unicornios y tres alicornios más. -Siempre acompañada de sus seis sobrinos y herederos, peleaba contra cualquier amenaza, sobretodo contra los ataques frecuentes del Rey Sombra, quien intentaba tomar el trono sin conseguir éxito alguno-.
-La Princesa Merloryn era sorprendentemente poderosa, es cierto-volvió a la narración Celestia-. Más sin embargo, la magnitud de sus poderes era inversamente proporcional a su salud. A través de los años desarrolló una enfermedad en el corazón que empeoraba cada vez más y que ninguna magia o ciencia podía curar-la princesa de la cual se habla ahora está tendida sobre su cama y cubierta con una sábana, con tiene un aspecto muy demacrado-. Sabía que su hora estaba ya muy cerca, y aunque tenía de antemano que sus seis sobrinos defenderían el imperio a capa y espada, no sabría si lograrían defenderlo del Rey Sombra y de otras amenazas poderosas. Presa de estos temerosos pensamientos, la Princesa Merloryn tomó una decisión muy radical: realizar un hechizo de transfusión de magia-.
-¿Un hechizo de transfusión de magia?-preguntó Twiligth.
-Es un hechizo prohibido- respondió la Princesa Luna-, mediante el cual transfieres tu energía mágica a objetos comunes para volverlos mágicos. En su caso, ella transfirió esa energía a seis cristales azules, uno para cada uno de sus sobrinos.
-Eso es totalmente una locura. Quien quiera que haga un hechizo así podría perder la vida en un abrir y cerrar de ojos-comentó la unicornio púrpura.
Pausaremos un momento aquí, para entender mejor el proceso de este hechizo. Imaginemos como la Princesa Merloryn se mantiene a unos metros en el aire dentro de la sala del trono, y a su alrededor levita con su magia de color púrpura, seis cristales azules en forma de cuña. A continuación cierra fuertemente los ojos manteniendo la concentración, mientras su cuerpo comienza a brillar hasta llegar a ser tan radiante como el Sol; de ese cuerpo brillante se disparan seis rayos hacia cada uno de los cristales, lo que provoca que comiencen a brillar tanto como la princesa. Un par de segundo después, la alicornio comienza a perder el brillo gradualmente hasta que regresa a tener su cristalinidad inicial y se desploma en el suelo inconsciente, mientras los cristales permanecen levitando y brillando por sí solos sobre ella, hasta que caen al suelo unos momentos después con un tono azul mucho más brillante de lo normal.
Ahora continuamos con la narración de Celestia.
-Así es. Pero a pesar de haber perdido casi por completo su energía mágica, la Princesa Merloryn sobrevivió al hechizo. Creyó haber conseguido la forma de que su legado perdurara para siempre, una promesa para que el pueblo, al que tanto amaba, tuviera una larga época de paz. Pero al mismo tiempo que la princesa revelaba un espíritu de alegría, que ha sus súbditos ya les parecía extraño, un miembro de su familia revelaba su verdadera identidad. Identidad que durante su joven vida, siempre había manifestado dilatadamente, pero que ante la situación que había creado su tía, ahora demostraba con total claridad: la avaricia, identidad que lo motivaría eventualmente a traicionar a su familia-.
-El nombre de este traidor era Darkmist- tomó el turno Luna-, un alicornio que poseía tanta maldad, como el cielo nocturno posee estrellas…-. El lector seguramente creerá encontrar una incongruencia aquí: "un alicornio" en lugar de "una alicornio", pero el caso no es tal. Sabrá usted, que dentro de la nobleza equestriarca, normalmente los alicornios son féminas; pero sucede querido amigo, que hay ocasiones muy particulares en las cuales nace un alicornio varón. Son muy raros estos nacimientos, pero suceden. Ahora bien, aclarando sobre el aspecto de este personaje, era representado en el holograma como una bruma negra formando la silueta de un alicornio, dentro de la cual se distinguía un par de ojos verdes muy brillantes, y muy atemorizantes.
–Al saber que un poder tan titánico se había materializado en esos seis cristales, comenzó una campaña para obtenerlos para sí; sin embargo, estaba consciente de que no lograría vencer él sólo a su tía y a sus cinco hermanos, quienes los protegerían a toda costa. Por lo que se alió con el Rey Sombra para encarar a sus ahora enemigos con más probabilidades de éxito, probabilidades que superaron los poderes de sus hermanos, eliminando a cada uno con una temible facilidad. Al final, sólo quedaba en pie la Princesa Merloryn . La poca energía que le quedaba no detendría a sus atacantes, por lo que decidió utilizar su último movimiento para realizar un hechizo de dispersión a los cristales, con el cual los envió a distintos puntos del mundo-con esta última escena, la proyección del cristal desaparece.
-Nosotras llegamos meses después de lo ocurrido- continuó Celestia-, encontrando a los ponis de cristal convertidos en esclavos, el imperio vuelto una imagen bizarra de lo que alguna vez fue y la Princesa Merloryn cautiva en una celda, cubierta de heridas graves, lo que indicaba que había sido torturada por los usurpadores. Notando su desahuciado aspecto, intentamos ayudarle, pero se negó suplicando que cuidaramos de este cristal; no entendía el fin de pedirnos esa tarea, pero antes de que pudiera pedirle aclarar mis dudas, la Princesa Merloryn agonizó débilmente para después caer en brazos de la muerte. Posteriormente a esa triste escena peleamos y vencimos al Rey Sombra…-.
-¿Y qué pasó con Darkmist?-preguntó una vez más Twilight.
-Posteriormente lo perseguimos- tomó la última palabra de la narración Luna-, pero no logramos detenerlo antes de que saliera de los límites de Equestria. Tal vez fuera por su avaricia de poder, tal vez por su cobardía, de cualquier forma fue una decisión que lo llevaría a una muerte segura, ya que nadie que haya salido fuera de Equestria ha regresado jamás-.
-¿Y esto que tiene que ver con nosotras?-preguntó Rainbow Dash.
-Me alegra que lo preguntaras Rainbow Dash- respondió Celestia-. Los cristales de la Princesa Merloryn representan un riesgo potencial, debido a su alto poder. Si cayera en los cascos equivocados, desencadenaría una ola de caos, para Equestria y para el resto del mundo. Por lo cual, es necesario que realicen un viaje alrededor del mundo para recolectarlos y regresarlos al Imperio de Cristal, el único lugar donde no pondrán en peligro a nadie-.
-¡¿Qué?!-exclamó Twilight.
-Princesa-excusó Applejack-, nos honra que haya pensado en nosotras para esta misión, pero el problema es que…
-Tenemos responsabilidades en Ponyville- completó Rarity-. Hacer un viaje así nos llevaría muchos años, años en los que yo, no podría deleitar a toda Equestria con mi estilo y encanto. ¡Oh! Sería todo un crimen-dijo haciendo un ademán muy arrogante.
-¡Claro!-dijo Rainbow Dash en tono sarcástico-. Pero en serio princesa, no podríamos ausentarnos tanto tiempo. A menos de que existiera la forma de realizar el viaje, en quizá… tres meses, no podríamos llevar a cabo esta aventura-.
-Pues de hecho, si existe la forma-dijo Celestia sonriendo a la pegaso-. Hemos contactado a un capitán que puede llevarlas alrededor del mundo en menos de esos tres meses-.
-Eso es imposible, ¿quién podría tener un dirigible tan rápido como para recorrer el globo en ese transcurso de tiempo?-preguntó Twilight.
-Bueno, ¿el nombre Silver Sword te suena familiar, Twilight Sparkle?-preguntó la Princesa Luna.
-Silver Sword… Silver Sword… ¿Acaso hablan de "ése" Silver Sword?-. La princesa Celestia asentó con la cabeza a esta pregunta.
-Twilight, ¿quién es Silver Sword?-preguntó Applejack.
-Es un poni viajero muy legendario entre los mercantes-respondió-. Se han escrito muchos libros sobre él y sobre su dirigible el Brave Stranger, relatando miles de aventuras que ha llevado a cabo más allá de los territorios de Equestria, e incluso que ha recorrido el mundo entero más de una vez. Pero, eso me resulta imposible de creer.
-A veces hay que creer para ver, mi querida estudiante -comentó Celestia-. Sólo confíen en mí, no hay un capitán más valiente y experimentado que Silver Sword; con él como aliado, no habrá obstáculo que no puedan superar en el viaje-.
-Sigo con mi escepticismo al respecto pero, esta bien princesa como usted diga –aceptó Twilight sonriendo a su tutora-.
-Muy bien, creo que han entendido su misión. El capitán Silver Sword las esperara a las 5:00 de la mañana en el aeropuerto norte. Por ahora, sería mejor que regresen a Ponyville y descansen un poco, ya requerirán de todas sus fuerzas para emprender el viaje-. Con esta despedida, las ponis salieron de la sala del trono dejando atrás a Twilight, a quien Celestia le suplicó que esperara.
-¿Sí?-preguntó la poni púrpura.
-Necesitarás esto para encontrar los cristales-dijo la princesa del Sol, al mismo tiempo que le entregaba a su estudiante el cristal que anteriormente resguardaba al lado de su trono.
-¿Su cristal?-volvió a preguntar.
-Así es. Sólo deberás concentrarte, y te revelará la ubicación de cada uno de los cristales de la Princesa Merloryn, brillando cada vez más a medida que se encuentren cerca de uno-.
-Gracias, le prometo que no fallaré-.
-Jamás lo harás, Twilight Sparkle- se despidió Celestia con una sonrisa.
Así, Twilight salió de la habitación para reunirse con sus amigas y emprender el viaje de regreso, al mismo tiempo que un extraño cuervo, que había estado observando la audiencia detenidamente desde una de las ventanas, emprendió el vuelo hacia un punto desconocido.
Para las seis ponis, el viaje de regreso estuvo conformado por una serie de discusiones acerca de la nueva misión que les habían asignado: el cómo lograría reunir seis cristales mágicos esparcidos alrededor del mundo, los posibles peligros que con los que se toparían en el camino, las probabilidades que tenían de regresar con vida, lo que tendrían que llevar consigo en un viaje de este tipo… Estos y más factores eran los que se planteaban las ponis ante una misión tan complicada cómo esta, la cual deberían llevar a cabo en un lapso de tres meses.
Ahora que han sido aclaradas las dudas que se plantearon en este primer capitulo, creo que, si le parece al lector, deberíamos retornar a la mañana del día siguiente, cuando las ponis esperaban al Capitán Silver Sword.
