Escapada en navidad

Resumen: Itachi e Inuyasha están casados, ahora que viven juntos, vivirán su muy buena noche de navidad.

Respuesta al reto "31 drabble en 31 días" del foro oesed.

14 de Diciembre

Categoría: Inuyasha, Naruto

Personaje: Itachi Uchiha, Inuyasha Namikase

Géneros: Romance.

Advertencias: Lemon

Clasificación: NC-17

Completo: Sí

Capítulos: Único

Disclaimers: Los personajes de este fic no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto y Rumiko Takahashi.

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Inuyasha lo había logrado. Por fin su papi Sesshomaru le había dejado de poner problemas para que Itachi y él pudieran ser novios. Algo que era una ridiculez –según palabras de su padre Minato- porque desde la prueba Chunnin de hace siete años que ellos estaba saliendo a vista de todo el mundo. Claro que de eso a pasar a lo que hacían ahora era completamente diferente.

Itachi adoraba a Inuyasha, desde que este lo mirara por primera vez a sus cortos meses de vida. Siempre estuvo pendiente de que nada le fuera a pasar a su pequeño amor, mucho menos cuando creció y se convirtió en un joven fuerte y hermoso.

Era por eso que esta noche buena lo había secuestrado. Sesshomaru había puesto el grito en el cielo cuando le hablaron de sus planes de matrimonio, pero fue el mismo Inuyasha que le hizo frente a su padre.

-¿Acaso tu no amas a papá tanto que serías capaz de dar la vida por él? Pues yo amo a Itachi y lo único que quiero es vivir mi vida a su lado.

Sesshomaru se había visto desarmado ante las potentes palabras de su hijo y terminó cediendo a los caprichos de este. Por eso mismo se había ofrecido a cuidar a Kin, hija de ambos de tres años y que casi nunca les dejaba a solas.

-Itachi –le llamó a su esposo estirando las manos para enrollarlas en el cuello del mayor para atraerlo en un beso demandante, mientras Itachi se dedicaba a sostenerlo de las caderas mientras se internaba en esas cálidas paredes que le aprisionaban con ternura y entrega.

Ellos habían intimado por primera vez en su luna de miel, lejos de casa -y por sobre todo- lejos de Sesshomaru. Inuyasha había estado aterrado, no sabía qué hacer, pero Itachi, entre palabras dulces y tiernas le llenó de mimos, adoró cada espacio de su cuerpo y le enseñó de los placeres de la carne. Se casaron hace exactos tres años, cuando Inuyasha cumpliera los dieciséis, pero es que ya no podían más. Las hormonas revolucionaban al pequeño hibrido y no era para menos. Itachi era ciertamente el amor de su vida y un atrayente sexual andante.

Tal como ahora, cuando sus cuerpos les pedían unirse y amarse hasta llegar al final.

Se contemplaron con ternura y se besaron bajo la luna llena que dejaba ver a Inuyasha como un humano. Itachi adoraba verlo así. Era tan frágil, tan diferente al guerrero aguerrido que era ahora. Por qué Inuyasha se prometió a sí mismo ser el mejor para proteger a su hija de todo peligro.

-Creo que debiste usar un condón –dijo Inuyasha al sentir como el semen de su esposo abandonaba su entrada.

-Si llegas a embarazarte nuevamente sólo tendremos que buscar un nombre para el bebé.

-Lo dices como si fuera muy fácil…

-Por qué lo es, amor –dijo atrayéndolo en otro beso-. Un hijo más a nuestra familia, sólo demostraría cuanto te amo y quiero hacerte feliz.

Inuyasha sonrió de lado y se recostó sobre el pecho desnudo de su esposo.

-Bien… será como tú digas –dejo un beso sobre el pecho de Itachi antes de acurrucarse más y disfrutar la cálida briza de la noche-. Feliz navidad, amor.

-Feliz navidad –dijo viendo como su esposo se quedaba dormido-… a ustedes –dijo lo último acariciando el vientre de su Inuyasha donde estaba seguro se engendraría un nuevo Uchiha.

Fin

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