Este fic participa en el reto "La otra cara de la moneda" del foro "Bienvenidos a Storybrooke"
Disclaimer: Los personajes de este fic son únicamente propiedad de los escritores de OUAT AKA los two idiots AKA Adam y Eddie.
Soy el producto de un plan perfecto que salió mal. Soy la creación de un gran y poderoso hechicero que solo me utilizó para conseguir su objetivo, pero no calculó las consecuencias que tendría. Soy el error de una sociedad que volteó su rostro, dándome la espalda cuando necesité ayuda, cuando sufrí, cuando mi vida era un infierno. ¿Era? ¿Acaso mi vida ha mejorado? No, nunca mejora y nunca lo hará. Los villanos no tenemos finales felices, al parecer no somos "dignos" de semejante cosa. ¿Nadie ha pensado que antes de ser quienes somos, éramos personas con problemas y dolor en nuestras vidas? No, las personas presuntamente buenas, no pueden vernos de ese modo, nunca nos verán como personas reales con sufrimiento y dolor como ellos. Pues yo les digo "¡Qué les den!" El mal no nace, se hace; esa frase la llevo gravada a fuego en mi mente y en mi alma, nadie mejor que las personas que me conocieron antaño como para dar fe de eso. Hubo un tiempo en el que yo era diferente, pero la vida se encargó de darme los golpes suficientes para que la persona que era dejara de existir.
Mi corazón ennegrecido solo clama por sufrimiento ajeno para no pensar en el propio, pide a gritos sentir el dolor ajeno. ¿Acaso hago eso por mero placer? Creo que en verdad lo hago para no acabar como siempre sintiéndome sola, para sentir que alguien más comprende mi dolor. De cualquier modo le he prometido a mi hijo un cambio, sé que lo necesitaba, sé que será algo positivo, pero no ha sido fácil para mí hacerlo.
Cuando besé a Robin por primera vez, mi corazón palpitó de un modo increíble, me sentí viva como nunca antes me había sentido y debo decir que sentí culpa, mucha culpa al reconocerme a mí misma sintiendo algo incluso más fuerte de lo que nunca fue con Daniel. Quizá solo fue porque no creí que fuera capaz de volver a sentirlo, pero pasó y por ello me resistí, por eso y porque tuve miedo. Sí, los "villanos" también tememos. No solo tenemos miedo al pensar que nuestro plan puede fallar, generalmente no pensamos en eso, tenemos miedo de volver a pasar por el dolor que ya hemos experimentado, que hemos conocido antaño. Por eso mismo me costó mucho reconocerme que podía ser capaz de sentir por alguien lo que Robin despertaba… despierta en mí.
Entonces, cuando me sentía tan dichosa como nunca había sido antes, las cosas se arruinaron de nuevo. Mi oscuro corazón volvió a pedir por sufrimiento ajeno, pidió que alguien pagara por el dolor que estaba sintiendo tan en el fondo de mi ser. Estuve a punto de entregarme a esos sentimientos, de ese modo el dolor se vería opacado por deseo de venganza, pero descubrí que ni siquiera el deseo de venganza lograría hacerme sentir mejor. El dolor se instaló en mí ser, tan profundo que nada podría opacarlo.
Henry, mi amado hijo, él nunca se dio por vencido conmigo, siempre quiso ayudarme y eso me hizo comprender que debía seguir adelante. Sé que no puedo separar un matrimonio para poder estar con mi amor verdadero, así que hoy mi ser no lo buscará, hoy sé que soy capaz de seguir adelante y si nuestro destino es estar juntos pasará. De momento y aunque me duela, él deberá olvidarse de mí y recordar lo que sentía por su esposa, solo de ese modo ella podrá salvarse.
Hoy solo me enfocaré en mi meta: encontrar los escritores del libro y hacerles escribir mi final feliz.
