Post Guerra
No se preocupo cuando no lo vio cerca, sabía que quería estar solo, todos parecían necesitar su espacio últimamente, incluso ella; pero también sabía que no podía dejarlo por mucho tiempo o sino se dejaría comer por la culpa.
Eran semanas difíciles, muchos lo habían perdido todo; Hogwarts se había convertido en un refugió de todos los que no estaban listos para regresar al mundo. Por su parte, sus padres la esperaban al otro lado del globo, pero no podía ir por ellos, por lo menos aun no.
Llegó a la torre más alta del castillo y lo encontró sentado viendo a las estrellas, el viento soplaba fuerte y le revolvía el cabello. Se sentó en silencio a su lado, sabía que tan solo su presencia era suficiente, no era necesario decir nada; solo estaban ellos dos, los Weasley habían regresado a casa hace una semana y aunque los habían invitado, sabían que tenían heridas que debían sanar ellos solos.
Harry acomodo la cabeza en su regazo, como acto reflejo ella comenzó a pasarle los dedos entre el cabello suavemente. No supo en realidad cuanto tiempo estuvieron así, bien pudieron ser horas o tan solo unos minutos.
-¿En verdad todo termino?- respiro profundamente.
-Así es- sintió como sus hombros se tensaban y comenzaba a llorar.
Después de casi un mes estaba dejando caer sus barreras. Lo abrazo, levantando su cuerpo para que apoyara la cabeza en su pecho y empezó a mecerse lentamente sin dejar de acariciarle el cabello. Lloraba por sus padres, por Sirius y Remus, por Teddy y Tonks, por Fred… Lloraba por los que habían muerto luchando, por los que murieron solo por estar en el lugar incorrecto en el momento inexacto… Por lo que había sufrido en la vida y por la presión que ambos sabían estaba a punto de empezar. Se aferro a ella aun más.
-Jamas me iré de tu lado- le susurro en el oído y deposito un beso en su frente, las lagrimas ya empezaban a rodar también por sus mejillas.
No se levantaron hasta que el horizonte empezaba a aclarar, ambos se pusieron de pie y ella le extendió la mano, el la tomo y dejó que lo guiaran adentro, directo a la torre de Gryffindor, a los dormitorios de los chicos. Le ayudo a acostarse y ella se tumbó en la cama de a lado; tenían semanas que dormían en la misma habitación.
Kari Kauffman
