Disclaimer: La serie Night World le pertenece a L.J Smith
Ella…
No puede creerlo, al principio.
Él…
La está invitando salir. Aunque más que una invitación es una hora y un lugar dichos en un susurro: el parqueadero a las ocho, solo ellos dos.
Ella…
No sabe qué decir, las palabras se le atoran en la garganta y siente el calor subir a sus mejillas. Alcanza a tragar saliva y mover afirmativamente la cabeza, a pesar de que en realidad no le ha preguntado nada.
Él…
Le dirige una curiosa mirada… algo nuevo ilumina sus oscuros ojos, un brillo de… ¿satisfacción? ¿triunfo? ¿alguna otra cosa? No hay tiempo para descifrarlo; se aleja sin decir más.
Ella…
Lo ve marcharse. Es guapo, muy guapo, hasta podría decirse que parece un ángel, es así de guapo. No obstante, ver su silueta bañada por las luces rojas y amarillas del club hace que cambie de opinión, así como está parece más un demonio descendiendo hacia el inframundo. Un ángel caído. La idea la emociona.
Él…
Cruza miradas con otra, con la chica de melena negra apoyada sobre una columna. El contacto no dura mucho ni es intenso, pero para cualquiera que hubiese prestado atención habría parecido como si los dos se hubiesen dicho algo sin usar palabras.
Ella…
Se alista con esmero para la ocasión, va con su mejor ropa y el mejor maquillaje que pudo comprar en tan poco tiempo. Sabe que luce sexy y las miradas que recibe mientras camina por la calle solo lo confirman.
Él…
La espera en su Lexus gris, justo donde le dijo que estaría. Tiene los ojos puestos en el parabrisas, como si estuviese concentrado en algún punto de la oscuridad, eso que él tanto menciona… ni siquiera se inmuta con los golpecitos en la puerta del copiloto.
Ella…
Se decepciona al notar que su atuendo no tiene el efecto deseado en su acompañante, cuyo semblante no cambia mientras la ve de arriba abajo. Decide portase un tanto osada, se acerca lo más que puede, lo suficiente para mostrar su escote.
Él…
Nota el gesto pero no deja de mirarla a la cara. Ese desconocido brillo está de vuelta en sus ojos. Sonríe, y le habla.
Ella…
Apenas procesa la pregunta que acaba de hacerle, capta la frase: unirse a la oscuridad, pero su atolondrado cerebro no termina de comprender su significado. Dice que sí, pero en verdad lo que quiere, es a él.
Él…
Lo sabe. Le acaricia la barbilla y se inclina.
Ella…
Sostiene la respiración y cierra los ojos, su corazón se acelera ante la expectativa de sentir sus labios sobre los de ella. Aun con los ojos cerrados percibe que sus rostros se hallan cerca, siento su aliento y después… todo se vuelve negro.
Él…
Mira el menudo cuerpo desplomarse como una marioneta a la que le cortaron los hilos. Sus defensas mentales eran tan débiles que un solo golpe mental había bastado para dejarla inconsciente, igual que la mayoría de humanos. El motor del auto ronronea y el Lexus pronto se pierde en las oscuras calles de Boston.
Ella vino buscando oscuridad y él está a punto de dársela.
N/A: A quien le interese, el reto del abecedario consiste en crear drabbles con una palabra que empiece con una letra del abecedario y se debe ir en orden, es decir, si este de aquí se llama Atracción, el siguiente debería ser algo como Bondad o Banalidad, (ya sé que esos dos ejemplos están muy malos pero honestamente no se me ocurre nada más en este momento, prometo que el siguiente capítulo no tendrá un nombre tan ñoño). He decidido que el máximo de palabras para cada drabble será de 550 palabras, sin contar notas de autor ni el disclaimer obligatorio obviamente.
Bueno, y quienes hayan llegado hasta aquí, siéntanse libre de decirme qué tal les pareció el fic y si los personajes de Quinn y Daphne están bien logrados.
Eso es todo amigos.
