POR AMOR


Prólogo


"¡Auxilio! ¡Rarita! ¡Te odiaremos por siempre!"

Pilar corría sin para por aquel paraje desolado. Unas cinco sombras la perseguían fielmente. No con buena intención, al parecer.

"¡Miren, es Pilar! ¡La que nos arrastró a este lugar!"

Las sombras no hablaban, solo la seguían. En su lugar, un coro de voces en su cabeza le hablaba sin parar.

"¡Pilar rarita! ¡Lo volvió a hacer! ¡Pilar rarita!"

"¡Su amigo, su mejor amigo! ¡Ha muerto!"

"¿Dónde estamos?"

"En la oscuridad, para siempre en la oscuridad, revoloteando como una alma en pena a través de los pantanos sin fin..."

"Ahora es Pilar peregrina, cuyo destino es vagar, desear..."

—¡NO! –gritó Pilar, desesperada, en un tono alto, para tratar de parar el clamor de las voces.

Se detuvo sobre una piedra, para tomar un poco de aire, pero rápidamente continuó la carrera. Las sombras ya la alcanzaban.

"¿Por qué lo hizo? ¿Por qué no corrió?"

"Murió para salvarla a ella, muchacha estúpida. Si hubiese huido, la habrían seguido; el Wyrm poseía poderes más fuertes. Habrían sido capturados, y él murió para que eso no ocurriese."

Pilar tropezó con... algo que flotaba en el agua inmunda. Se puso de pie a toda prisa, y alcanzó a ver que sus perseguidores estaban casi encima de ella. Las sombras emitían un bajo silbido, un cántico de guerra silbado, que aumentaba el ritmo cardíaco de Pilar.

¿Qué había pasado con sus amigos? ¿Con el maestre Grinto? ¿Qué había pasado con ella?

"Pilar peregrina, Pilar rarita... La familia muerta, los amigos muertos, véanla vagar y vagar para siempre..."

La sombra más cercana la tomó por el brazo. No la apretó fuerte, sino que fue más bien delicado. Ella se dio vuelta, y pateó a la sombra en la cara.

"Está segura y cada vez lo estará más. Está segura y cada vez lo estará más."

"Descansemos en el suelo por unos momentos. Queremos dormir, sólo unos instantes, dormir... por siempre..."

"El Wyrm tiene unas bestias en su interior, y su amado es su guardián..."

""Mi Pilar", te llamó él. "Mi Pilar"... Él sabía secretos..."

"Sus amigos murieron en Nova Nizza. El sol brillaba allí, día y noche. Nova Nizza. Allí la gente comía dulce miel y bebía una clara, muy clara agua. En Nova Nizza el sol brillaba en el cielo."

"El sol es cálido y brillante. Es cálido. ¿Por qué?"

La sombra se arqueó, por el dolor y por la inercia. Pero no cayó, ni la soltó. Simplemente se enderezó, y parecía que reía.

"¡El Wyrm mató a los divinos! ¡El Wyrm es más fuerte!"

"¿Y cómo los mató?"

"¡Se aliaron con ellos! ¡Se aliaron! ¡Eran sus amigos! Y murieron como hermanos."

Pilar resbaló, frente a su captor. Las otras sombras estaban quietas, mirando. Como si todo fuera un rito especial.

"¡Date la vuelta y echa a correr, rarita!"

Pilar trató de derribar a la sombra. Fue en vano. Pilar golpeó a la sombra, hasta que las fuerzas le empezaron a faltar.

"¡Cobarde, más que cobarde!"

Pilar volvió a caer. Esta vez se cortó con una piedra larga y filosa. Las sombras miraban la sangre brotar de la larga pero superficial herida. Dolía mucho. Pilar intentó no llorar, pero varias lágrimas escaparon de sus verdes ojos.

"¡Será la "Reina del Pantano", la "Señora de las Lágrimas"!"

"¡No, su gente ha muerto, déjenla!"

Ignoró por completo el dolor. Se puso de pie, tomó la piedra, y se la clavó en el pecho a la sombra.

Parecía que lloraba...

De pronto, todo se volvió oscuro. Pilar avanzaba a tientas por la oscuridad.

"Pobre Pilar. Se ha vuelto loca en la oscuridad."

"¡Loca! ¡La chica se ha vuelto loca!"

"¡Tengan piedad de ella, está perdida, perdida, perdida...!"

"¡La tendremos, muchacha! ¡La tendremos!"

"¡Loca rarita!"

Pilar de pronto sintió un gran pesar en el corazón...

Como si hubiera cometido un terrible error. Como si ellos tuvieran voces propias, que fueron calladas, para siempre...


Pilar estaba en su cama, despierta. Dos gotas de sudor corrían por ambos lados de la cara. Todo fue un sueño. Una pesadilla.

Miró la hora en su reloj despertador. Eran la 02:00 a.m.

La luz de la luna entraba por la ventana. Los grillos, allá afuera cantaban. Ella bajó a la cocina y tomó un poco de agua.

Estaba preocupada por sus amigos, pero quizá no debería estarlo...

Después de todo, sólo era un sueño.