Hola! Aquí de nuevo publicando :) Quiero aclarar que lo que se presente en esta historia son sólo métodos de los cuales he escuchado y leído un poco, no soy profesional al respecto y no significa que los apruebe.

Muchas gracias por leer :3 por favor comenten qué les parece :D

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-Gracias por traernos desde casa de Connor hasta acá, Señorita Lance-

-Sí, gracias… Pasar la tarde jugando videojuegos con Mia fue muy agradable-

Dinah sonrió encantada mientras abría la puerta de la cocina con la llave que Bruce le había dado. Hubiese entrado por la puerta principal pero el jet lo había aterrizado en

-No hay problema, Tim, Damian yo también venía a Gotham- le abrió la puerta para que pasara.

-No es verdad- la desmintió el más pequeño, el amiguito de Mia.

-Bueno, no… Pero no me cuesta nada traerlos. Iba a Mount Justice en el jet de Ollie y no era mucho problema hacer una parada en Gotham- además los hijos menores de Bruce eran tan adorables!

-Al menos acepta pasar por una rebanada de pastel- la invitó Tim agradecido.

-Oh, no, niños. No creo, ya voy tarde y…-

-Es lo menos que podemos hacer- insistió Damian- Alfred lo hizo-

-Mmmm, bueno, si Alfred lo hizo…- sonrió antes de entrar junto con los niños.

A pesar de que al entrar Dinah les advirtió que tenía poco tiempo, pronto los minutos pasaron y pronto llegaron a ser un par de horas. Ninguno de los tres se había percatado del pequeño detalle de que la plática se había vuelto tan cómoda que les había hecho perder la noción del tiempo, y esque al parecer la casa estaba vacía, lo que les proporcionaba un ambiente de profunda paz que incluso raramente Dinah disfrutaba.

Claro, eso hasta que…

-¡JASON!-

Semejante rugido hasta hizo que la pobre mujer saltase de la silla. Al parecer se había pasado tanto el tiempo que ya hasta Bruce había regresado de patrullar. Ella no estaba acostumbrada a escuchar tanta furia en un solo grito, es decir, claro que Oliver se la pasaba gritándose con Roy, pero no tan así…

Sin embargo, al parecer era la única impresionada, tanto Tim como Damian permanecieron tranquilos, a lo mucho la mujer pudo notar expresiones no verbales de fastidio, tales como rodar los ojos o bufar.

-Ay ya cállate, Bruce- repuso la conocida voz del segundo Robin- Me vale, ¿está bien? Me vale una puta jodida mierda… lo que sea que te haya molestado esta vez-

Oh rayos… de haber sabido que esas palabras se escucharían hubiera tapado los oídos de los niños, o al menos los de Damian.

-¡¿Lo que sea?!- ahora la furia había sido sustituída con rabia que obviamente apenas se estaban molestando en contener- ¡¿Lo que sea, Jason?! ¡Te lo he dicho mil veces y te lo sigo diciendo: YO NO USO ARMAS!-

Y justo como si el muchacho huyera de todo tipo de sentido común, soltó una risotada mordaz que seguro era lo último que Bruce necesitaba oír en ese preciso momento.

-¿Adivina qué?- repuso como si no hubiese escuchado el tono de su padre- No me importa. Si tú no las usas yo sí, y aunque no las usara, TÚ NO ERES MI JEFE-

-¡¿Cómo jodidos no?! ¡Aquí yo soy el que…!-

-¿El que qué? ¿El que me mantiene? No tienes que hacerlo, mis negocios van muy bien, gracias- aclaró con sarna mientras claramente subía las escaleras desde la cueva hacia la mansión.

-¡Jason!- y he ahí Bruce siguiéndolo. Dinah rodó los ojos a sabiendas de que su amigo odiaba no tener la última palabra en cualquier conversación.

La mujer alcanzó a ver por el rabillo del ojo como el adolescente le mostraba el dedo medio mientras subía a las habitaciones sin siquiera mirar atrás y como Bruce lo seguía aún discutiendo. Esperó a que ambos estuvieran fuera de rango antes de volver a hablar con los pequeños. Lo que acababa de ver no le había gustado mucho que digamos.

-¿Esto es siempre así?-

-Lamentablemente, señorita Lance- admitió Alfred, entrando a la cocina con la mayor tranquilidad posible después de semejante escándalo.

-Alfred… ¿por qué?- preguntó sin poder evitar sentirse algo consternada después de ver a los pequeños asentir con la cabeza- Pensé que las cosas iban mejor, aunque fuera un poco, es decir, Bruce lo está intentando… ¿no es así?-

-Temo decir, Señorita- Alfred tomó asiento, estaba ya tan fastidiado que ni siquiera prestó atención a que los más jóvenes de la familia aún no estaban en la cama y era tardísimo- Que quien no está poniendo mucha disposición de su parte es ahora el Joven Todd… No lo culpo, es decir, es lógico que no quisiera… usted sabe, perdonar al Joven Bruce… Pero todos vivimos aquí y esto se está convirtiendo en un infierno. En momentos todo está bien, en otros todo es un completo caos… Lo hemos intentado todo para que esta dinámica familiar funcione pero nada parece tener efecto-

-¿De todo, Alfred?- en verdad Dinah odiaba ver al hombre mayor tan triste y cansado.

-Bueno, sí; terapia psicológica, terapia de grupo, terapia familiar, todo en donde se puedan hablar nuestros problemas tranquila y civilizadamente-

Después de un momento de silencio, Dinah finalmente se decidió a hablar. Sabía que era arriesgado y que al igual que podría ayudar, podría no hacerlo… Pero esque no podía simplemente ignorar todos los problemas por los que estaban pasando Bruce y su familia, especialmente Alfred, quien siempre estaba dispuesto a ayudar a quien fuera con lo que fuera… ¡Y esos pobres niños! Los conocía desde que eran pequeños, y todos ellos eran amigos de sus hijos… No podía dejarlos así.

-¿Y si te dijera que existe otra opción en la que no se hablara tranquila y civilizadamente?-

Aquello sí que llamó la atención del mayordomo y de paso de los dos pequeños, ¿pero a qué se refería la Señorita Lance?

-¿Disculpe?-

-Sí, una opción un poco… distinta y quizás algo ortodoxa pero que en ciertos casos ha dado resultados favorables en…- Dinah pretendía seguir pero Damian hizo un ruidito involuntario que le recordó a la mujer de la presencia de los pequeños- Ehm… niños, ¿y si van arriba un momento?-

Alfred volteó a verlos también.

-Pero…- comenzó a protestar Tim, aunque fue rápidamente interrumpido por Alfred.

-Jovenes, les pido por favor que suban a sus habitaciones. En un momento subiré a darles las buenas noches-

Damian enseguida se cruzó de brazos. Últimamente eso ya era una costumbre y no le gustaba tanto… bueno, sí le gustaba que Alfred les diera las buenas noches pero…

-¿Y mi padre no nos va a dar las buenas noches también?- se supone que él los cuidara, ¿no?

-Quizás sí, Joven, pero en este momento se encuentra ocupado-

-Sí, con Jason- intervino Tim poniendo los ojos en blanco.

-Se supone que nosotros también somos sus hijos, debería hacerse cargo de todos, no sólo de Todd- farfulló el más pequeño, bajándose de su silla para salir de ahí.

Tim negó con la cabeza pero siguió a su hermano. Damian tenía toda la razón del mundo.

Dinah esperó unos momentos antes de acercarse un poco más a Alfred, quien estaba sentado junto a ella.

-Es un método poco convencional de terapia pero que bien aplicado y con los terapeutas correctos puede resultar bien- Dinah exhaló pesadamente. Encontraba tan difícil explicarse en ese momento- No voy a negar que no ha resultado mal en ciertos casos, pero te lo digo, Alfred, bien aplicado podría funcionar. Se utiliza en muchas situaciones de trastornos de apego pero también con menores con mucha ira contenida y que tienen problemas manejándola y expresándola, que la manifiestan en actitudes hirientes, violentas o peligrosas tanto para ellos como para los demás. No es seguro que de resultado y que todo mejore de un día para otro, obviamente, pero es una esperanza… Es todo lo que puedo ofrecerles pero es mejor que nada, ¿no crees?-

Alfred se quedó en silencio un momento. No estaba muy seguro de estar dispuesto a practicar métodos poco ortodoxos… pero esque ya habían intentado casi todo lo demás, tanto él como Bruce estaban totalmente desesperados.

-Señorita Lance, la verdad no lo sé…-

-¡TE ODIO!- se escuchó desde la recámara de Jason- ¡MALDITA SEA, BRUCE, DÉJAME EN PAZ!-

-Pero Jason, necesitamos hablar y…-

-¡QUE TE LARGUES!-

CRASH

…Y ahí estaba, el inconfundible sonido de cerámica estrellándose fuertemente contra las finas paredes de la mansión.

El hombre suspiró pesadamente. Realmente ya no tenían mucho que perder.

-¿Podría hablarme más acerca de esa… opción que me dice?-