Disclaimer: Los personajes de Hetalia, no me pertenecen D':

Canadá x Rusia: Bueno, este par también me gusta :3 Y se lo dedico a Silverwind hoho, espero que te guste. Digamos que me inspiraste a hacerlo.

Es cortito, lo siento u.u


Invierno.-


Sostuvo su mano firmemente, bajo el cielo gris. Sólo deseaba continuar sintiendo su contacto.

El canadiense no recordaba el tiempo que había pasado desde que decidió aceptarlo; con sus defectos y debilidades, con sus virtudes escondidas celosamente en su interior.

Ivan lo miró, sonriendo levemente. Aunque quisiera, era casi imposible demostrarle su felicidad, no sabia como hacerlo.

Pero para Matthew estaba bien así, con que lo mirara con sus ojos exóticos y sonriera, era suficiente.

-Pronto comenzara la nevada-anunció, acomodandose los lentes. Se apegó al ruso-Nuestro primer invierno juntos…

En una bella primavera decidieron conocerse mas, en un cálido verano se dieron cuenta de que en el mundo existían gentiles sentimientos para compartir, en un inestable otoño enfrentaron lo que sea, para poder estar juntos. Y ahora ¿Qué?

A pesar de sentirse afortunado, a su pecho venia una extraña sensación. Levanto la mirada.

"La nieve... son las lágrimas congeladas del cielo", dijo con un tono débil y melancólico, obviamente, sin borrar su típico gesto.

El rubio lo miró y suspiro. Lo conocía de esa manera, lo queria así. Recordó los golpes que había recibido dos días atrás, las marcas aun dolían en el pequeño cuerpo pero ¿Qué importaba? Ivan demostraba cuanto lo amaba con su pasión, mezcla de sadismo, risas inocentes y palabras dulces.

Pudo divisar las primeras manchas blancas caer, las señalo-¡Mira! Ya comenzó Ivan-ensancho la sonrisa, achicando sus ojos; dejando un adorable rostro sonrojado.

Las palpitaciones del soviético se aceleraron, no sólo por el momento tan esperado, sino porque lo compartía con él; con aquel jovencito torpe y distraido, que desbordaba tranquilidad y pureza, con su, casi, inaudible voz y sus delicados movimientos. Tan frágil… tan hermoso, lo hacia olvidar todo mal que lo agobiaba.

¿De este modo se sentía el amor entonces? Sí, así era el amor, ese sabor que una vez probado es imposible olvidar o dejar. Precisamente era ese sentimiento que, pieza por pieza, completaba el alma.

El pequeño lo abrazó, escondiéndose en su pecho. Notó como, también, lo envolvía con sus fuertes brazos. Se sintió protegido del viento que comenzaba a azotar, protegido del mundo iracundo y salvaje.

"Nunca me dejes", oyó y levanto la mirada, confundido. Encontró el rostro del ruso muy cerca del suyo.

Aun sonriendo, repitió sus palabras.

"Nunca me dejes, Matthew. No quiero estar solo nunca mas".

Sonaba a suplica, a un doloroso y angustioso pedido.

-¿Qué dices?-acarició su rostro frío-Volveremos a ver las nevadas, a oír la lluvia, a disfrutar del sol… una y otra vez. No te dejare…

Los labios de Rusia dibujaron una sonrisa temblorosa. Con varias lágrimas, que afloraban una tras otra, apoyo la cabeza en los hombros del americano. Era un niño herido, en el cuerpo de un adulto.

"Te protegeré", le acarició los cabellos castaños "Y siempre te amare, Ivan".

La blanca nevisca comenzo a caer, mas intensa, como llanto congelado...


Gracias por leer :D Reviews? 9.9 Jajajaja :3