Disclaimer: El potterverso pertenece a Rowling.

Este fic ha sido creado para los "Desafíos" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black"


La nieve cae sobre su pelo, cada vez más insistente, cada vez en más cantidad, como si intentase llamar su atención a toda costa, a pesar de que parece que lo único que le importa es seguir jugando con el pequeño perro.

Le observas, intentando descifrar cuando os convertisteis en una pareja de verdad, cuando admitisteis de una vez por todas lo que intentabas negar que sentíais.

O-o-O

El golpeteo en la puerta te obligó a apartarte del fuego que refulgía en la chimenea.

Se abalanzó sobre ti nada más verte, sin darte tiempo siquiera a preguntarle de mala manera qué hacía allí.

Le llevaste hasta tu habitación, intentando, de manera fallida que se tranquilizase.

Suspiraste. Nunca se te había dado bien consolar a la gente, así que simplemente dejaste que se apoyase en tu hombro.

—¿Qué ha pasado? —preguntaste cuando su respiración se hubo calmado, sin dejar de acariciarle el pelo, mojado por la nieve.

Sabías que no era buena idea preguntar, pero necesitabas saberlo.

—Mi padre…—dijo, antes de que se le quebrase la voz. Suspiró y volvió a intentarlo—. He discutido con mi padre y me ha echado de casa por…— Nunca le habías visto tan mal, nunca le había costado tanto hablar—, porque le he dicho que estaba saliendo contigo y no le ha gustado el hecho de que seas un chico.

Dijo esto último casi sin hacer pausas entre las palabras, como si quisiera quitárselo de encima lo antes posible.

Le acercaste más a ti, pasándole un brazo sobre los hombros; cada vez te costaba más esconder lo que sentías por él, no sabías cómo, pero había conseguido que le cogieras cariño.

No sabes el tiempo que pasasteis así y la verdad es que tampoco te importa: se estaba bien a su lado.

Se limpió las lágrimas y apartó la cabeza de tu hombro.

—Te quiero.

Apenas fue un susurro ahogado por las lágrimas, ni siquiera se molestó en mirarte a los ojos, pero lo había dicho.

O-o-O

No tienes tiempo para esquivar la bola de nieve que choca contra tu cara, pero las carcajadas de Michael cesan en cuanto decides vengarte y coges también un puñado de nieve.

Te acercas a él hasta que tu cara queda a escasos centímetros de la suya y entonces aprovechas que está desorientado para estamparle la bola de nieve contra la espalda.

—Cabrón—dice después de alejarse bruscamente de ti y pegar un grito que podría haber despertado a todo Londres. Se queda callado un momento y después te mira a los ojos—. Podríamos hacerlo, ¿no?

—¿El qué? —preguntas, desconcertado.

Él se ruboriza un poco y parece mucho más inocente de lo que en realidad es.

—Pues… no es que no me guste tu casa, ni que me caigan mal tus padres, pero... —titubea un poco, indeciso—, he pensado que podrías venir a vivir a mi apartamento. Si quieres, claro.

Sonríes y acortas la poca distancia que queda entre vosotros. En estos momentos te resulta imposible negar que le quieres.


Notas de la autora: Meh, he disfrutado escribiendo esto aunque sea un poquitín cursi. Por cierto, gracias a Misila por leerlo y asegurarme que no es cursi y a Roxy Scamander por fangirlear con la declaración xD