Hola a todos, hace mucho que no escribo un fic, y tengo algunos a medias, pero me vino este a la manda y he deseado plasmarlo y ya tengo muchas ideas para el futuro de este fic, con lo cual estoy deseando ir escribiéndolo aunque a veces me cueste mas.

Para aquellos que jueguen al World of Warcraft pueden que el nombre os suene e incluso algún que otro personaje, pero no es un crossover, simplemente son pequeños detalles para mi historia donde el World of Warcraft no afecta (No veréis ni a Illidan, ni Arthas ni Trhall)

Habrán ligeros cambios con respecto a la historia original, estos son ligeros cambios, aunque tengo el manga a mi lado no voy a hacer un copiar y pegar si no una pequeña adaptación a mi manera, pero no os preocupéis que no deseo cambiar personalidades mas haya de lo necesario.

Muy largo se me hizo esto lo siento ^_^

Naruto no me pertenece.

El día donde todo comenzó.

Un rubio corría como alma que lleva el diablo por un extenso bosque, saltaba de rama en rama con demasiada agilidad gracias a su condición de shinobi. Era bastante joven apenas habría terminado su niñez para llevar a la pubertad pero estaba contento y alegre como un niño pequeño.

Llego a un claro donde tomo algo de aire, llevaba un tiempo corriendo y cualquiera a su edad necesita un pequeño respiro después de tanto deporte. Dejo en el suelo lo que llevaba a su espalda, un gran pergamino con símbolos ninjas de la aldea oculta de Konoha en el forro de este. Cayo al suelo entre jadeos y empezó a desenvolver lo intentando descubrir que secretos guardaba este enigmático pergamino pero nunca lo consiguió, un brisa ligera soplo por los alrededores del claro, no era algo que al rubio preocupara pero era raro ya que en todo el día no hubo ninguna muestra de vientos en la aldea. La brisa poco a poco fue haciéndose mayor y Naruto levanto la vista mirando la dirección de donde venia el viento y en un abrir y cerrar de ojos una violenta ráfaga de aire golpeo con fuerza a Naruto haciéndole caer al suelo a unos metros del pergamino.

El rubio se quejaba de un fuerte dolor en su cabeza, se movía retorciéndose del dolor sin poder dejar de gritar de angustia, no sabia que pasaba, por que ese dolor, que hizo para merecérselo, cuando pararía, las preguntas invadían su cerebro y eso le dolía aun mas, solo duro un minuto pero para el fue la eternidad que no tenia un fin. Estaba sudando, con las manos en la cabeza y los levanto por encima de su rostro como tocando el cielo, se las miro, no paraba de mover las mirándote la palma, cerraba y abría lentamente la mano y la cerraba, como si estuviera acostumbrándose a esa sensación, a esas manos, a ese cuerpo.

– Lo…lo conseguí –murmuro el rubio sonriendo alegremente cerrando los ojos.

– Si Naruto , lo conseguiste – Una voz le nombro y rápidamente abrió los ojos para ver a uno de sus sensei.

– Mizuki-sensei. – Dijo el rubio mirándole y rápidamente se puso de pie, parecía desorientado, por alguna razón le parecía todo similar pero algo cambiaba, sus recuerdos de cómo llego hay estaban difuminados

– Muy bien hecho Naruto, ahora entregame el pergamino. – Una sonrisa se dibujo en sus labios mientras le miraba a los ojos.

– Naruto no lo hagas. –Grito otra voz que jadeaba acercándose a el y se puso en medio entre Mizuki y él mirando a Naruto dándole la espalda a su compañero de enseñanzas shinobi

– No te metas en medio. –Sin previo aviso Mizuki lanzo una ráfaga de kunais contra el desprotegido Iruka que apenas pudo girarse viendo como la lluvia de kunais iban a impactar contra el pero no le importaba, protegería a Naruto aunque le costara su vida pero esos kunais nunca llegaron. Abrió los ojos para ver a Naruto con un kunai en la mano y el resto estaban a sus lados clavados en el suelo como si hubieran sido desviados.

Iruka miro con sorpresa a Naruto y descubrió que el kunai era suyo lo primero que le vino a la mente fue el como fue capaz de quitárselo sin que se diera cuenta, pero eso no importaba ya.

– Je, no te creas que por hacer un buen movimiento . – Pero su sorpresa fue mayor cuando de golpe apareció al lado de el con una mirada seria y fría.

– Da igual que fueras mi maestro o que lo que le pase al futuro, nunca perdonare si alguien daña a las personas que quiero. – Antes de que Mizuki pudiera abrir siquiera la boca o pensar en lo sucedido Naruto le dio un golpe directo en el estomago que consiguió desequilibrar al Chunnin y hacer que caiga al suelo agarrándose el estomago con ambas manos.

– Maldito demonio de mierda – consiguió decir con dificultad y busco a Naruto en el árbol pero no lo vio. - ¿Dónde esta? – pregunto en voz alta para recibir una respuesta detrás de el.

– Aquí. –Sonreía pisando su espalda con fuerza.

– No te creas que me has ganado demonio – Grito girándote como pudo y empezó a hacer unos sellos que rápidamente fueron interrumpidos con una patada de Naruto.

– Rinde te Mizuki, no estas a mi nivel. – Naruto lo miraba fríamente y con pena, sintió lastima por su sensei, deseaba salvarlo pero sabia que no podía, no debía o en el fondo no quería.

– ¿Crees que por tener al Kyuubi dentro eres el mas poderoso de todos? – Le miraba con odio y asco en los ojos sonriendo luego al saber que revelo el gran secreto que podría hundir a Naruto.

Pero no se esperaba lo que vio, Naruto sonreía, no era una sonrisa falsa, era una sonrisa sincera y a la vez burlona pero nada forzada.

– No me siento superior por tenerlo – Decía esto mientras se tocaba la barrida a la altura de su sello. - Soy superior porque gracias a gente como Iruka he sido mejor persona cada día, para mis amigos y para mi mismo y no he derrumbare por gente como tu. - Y de otra patada en la cara dejo inconsciente a Mizuki.

– Naruto... - Iruka miraba a Naruto como este avanzaba hacia el – ¿Tu lo sabias?

El rubio simplemente asintió y sabia cual seria su siguiente pregunta a la cual contesto. - No puedo decirle cuando fue Iruka, me gustaría hacerlo – Hizo una pausa cambiando a una expresión mas triste. - Deseo hacerlo, pero no puedo, no aun, espero que me entienda. - Busco su rostro esperando que su sensei no le obligara a hablar.

– Esta bien Naruto, solo que me hubiera gustado haber sido yo quien te lo hubiera dicho pero de una forma mas... - No podía buscar la palabra exacta pero una mano toco su hombro haciendo que levantara la mirada a su alumno.

– Iruka-sensei, no debe preocuparse que lo consiguió y nunca lo olvidare. -Se abrazo a su sensei casi llorando aguantando lo mejor que podía.

– Vamos a Irukami ramen a celebrarlo. - Iruka sonreía viendo el afecto de Naruto.

– ¿Celebrar que? - Naruto intento no alterar mucho mas las cosas y vio que todo volvía al punto que una vez vivió.

– Tu graduación Naruto. - Dijo este separándose y sacudiéndose el polvo de sus ropas.

– YATTA! - Grito el rubio muy feliz alzando el puño en señal de victoria.

– Cierra los ojos Naruto. - Le pidió su sensei y este solo asintió para luego obedecer le, esta escena se le hizo familiar pero no quería perder la magia del momento y accedió con ganas.

– Listo, ya puedes abrirlo. - Sonreía esperando ver sus ojos azules, ahora llevaba la bandada de su profesor y el emblema de Konoha.

– ¿Vamos? - Le dio un golpe en su espalda y Naruto sonrió - El ultimo paga. - Y salio corriendo rápidamente entre los arboles.

– Pero si iba a pagar yo. - Aunque lo único que pudo hacer el chunnin fue reírse - ¡Hey Naruto espérame! - Grito y salio corriendo detrás de su alumno.

Durante todo el evento un hombre anciano veía con seriedad todo lo que había ocurrido.

– Naruto... siempre te he vigilado y no se como te has enterado. - Miraba una bola de cristal y la desactivo haciendo que se volviera negra. - Bueno, ya se lo preguntare mañana.

– ¡HOKAGE-SAMA! - Apareció por la puerta un shinobi de Konoha.

– Tranquilos se cancela la búsqueda, todo ha terminado bien. -Sonrió al hombre.

– Pero. - Lo estaba del todo convencido.

– Esta todo bien, diles al resto que no se preocupen, me haré cargo de todo. – Miro por su ventana viendo el paisaje de una cuidad dormida y unas nubes aparecieron y empezó a llover muy levemente, solo eran unas cuantas gotas.

– Hmm que raro, no esperamos lluvia en el día de hoy. – Acomodo su sombrero y volvió hacia su escritorio donde mas papeleo le estaba esperando.

Llego la noche y Naruto llego a su casa, deseando descansar ya que el viaje le había cansado, el viaje mas largo y duro de todos, un viaje en el tiempo.

– He vuelto donde todo empezó.. – Ya podía pararse a pensar en todo lo que había pasado, hace solo unas horas había salido de un mundo devastado por la oscuridad del odio. – Esta vez lo conseguiré, se me ha dado esta oportunidad y no deseo perder la – Cerro los ojos recordando los últimos momentos.

FLASHBACK

Naruto jadeaba al pie de una cascada gritando de dolor con una herida en su pecho, le habían arrancado su alma por dentro, su poder y su interior, el Kyuubi se lo habían arrebatado dejándolo al filo de la muerte, pero no fue lo único, el cuerpo de todos sus amigos, profesores, conocidos y todos los shinobis de Konoha y otras aldeas estaban por todas partes a sus pies, se apilaban lo cadáveres, todos inertes ni un alma aparte del rubio podía sentir algo, dolor, sufrimiento, odio y remordimientos. Toda su vida arrebata, todo por lo que lucho, perdido en un momento, en un pestañeo todos en pie y al siguiente estaban todos en el suelo, la locura le poseía pero no tenia fuerzas ni para moverse.

– ¿Así sois los humanos, lleno de odio y destrucción? – Una figura pequeña se acercaba hacia el, Naruto simplemente se limitaba a observarla, no media mas de medio metro pensó el, con un vestido de color bronce con toques blancos, parecía una niña con cara de adulta y voz muy aguda. – Siendo así el mundo no merece ser salvado.

– ¡NO ES ASI! - Grito el rubio enfadado, harto de escuchar que el odio lo era todo. - Los humanos amamos y sentimos, deseamos y construimos, soñamos y pensamos . – Las lagrimas no paraban de salir de sus ojos inundando sus mejillas.

– Yo solo veo los resultados, un mundo solitario, la oscuridad cubriéndola y un hombre mandando sobre él, ansioso de poder. – Se quedo enfrente del rubio, nadie sabia de donde venia pero sabia mas de lo que contaba.

– Llevo...toda mi vida intentando demostrar que la vida no es esa, que hay cosas mas haya del mal y la oscuridad, pude salvar a tanta gente y ayudar a muchas y ya no vale nada, ¡MI VIDA NUNCA VALIO NADA! - Grito con todos sus pulmones pensando que todo era culpa suya.

– La vida es el tesoro mas cotizado que solo se puede comprar con tiempo. – La enigmática chica pronuncio estas palabras. – Pero el tiempo no es una moneda que cualquiera puede tener o puede manejar. -Hizo una pausa y sonrió levemente. – Si crees que tu vida no vale nada, ¿Me la venderías por un poco de tiempo?

Naruto que se quedo escuchando todo el tiempo sin que otras cosas le interrumpieran, no entendía el mensaje que esa desconocida le decía - ¿Como? - Fue lo único que pregunto totalmente perplejo.

– Si dices que tu vida no vale nada, te la compro a cambio de tiempo, con ese tiempo podrás volver atrás y arreglar todo lo que hoy ha sucedido, a cambio, tu vida me pertenece. - Naruto la miraba y se acerco a ella.

– ¿Puedes...puedes hacer que vuelva en el tiempo? – Formulaba su pregunta sin creérselo todavía

– Se que es difícil de entender para un humano, pero es así, soy capaz de controlar y viajar en el tiempo a mi gusto. – Sonreía ante su grandiosa habilidad. – Todo lo que tenias ya se te fue arrebatado, ¿No tienes nada que perder no?

A Naruto le dolió en su corazón esas palabras pero eran ciertas, quizás ese fue el mayor daño, asintió levemente con la cabeza agachada.

La pequeña se giro y puso sus manos con las palmas abiertas apoyándolas sobre sus pechos y luego los estiro, una luz de color dorado salio desde ellas, muy brillante que hizo iluminar toda la sala pero se concentraban en un punto que cada vez se hacia mayor, un cumulo de colores se apegaban en el aire haciéndose mas grande tomando forma de espiral.

– Hay tienes tu portal. – Termino de canalizar su poder dejando esa masa de colores flotar en el aire, tenia un agujero en medio desde el cual no se veía mas que oscuridad. – Si lo atraviesas estarás firmando nuestro acuerdo.

El rubio miraba con temor ese portal, no había visto nunca nada igual, sus ojos se perdían en el vórtice y podía ver fugaces imágenes de su pasado.

– No puedo garantizar el tiempo al que saltaras ni si recordaras algo o si seras capaz de sobrevivir al viaje, nunca un humano lo ha intentado. –

– No me importa, si es una posibilidad aunque sea de una entre un millón lo intentare por salvar a mis amigos. – Estaba decidido, atravesaría el portal y salvaría a todos sus amigos, a su pueblo y todo el mundo.

Comenzó con pasos cortos pero decidido, se movía lentamente por culpa de sus heridas, ahora sin el Kyuubi se había ido su regeneración y por primera vez supo lo que eran las heridas de guerra. Toco ligeramente el portal y una gran fuerza de gravedad lo atrajo engullen dolo hacia dentro, no tuvo tiempo ni de reaccionar y el portal lo absorbió metiendo lo dentro mientras gritaba.

– El tiempo es un fino hilo tejido con mucho cuidado para crear la telaraña del destino, el mínimo cambio podría crear un nudo en esa telaraña y eso podría desatar una catástrofe – Aunque dentro de ese agujero negro Naruto podía aun oír su voz. – Ten cuidado con tus actos, piensa bien lo que haces, tus acciones podrían llevarte a un futuro mejor o uno mucho peor.

Un hombre enmascarado llego en ese momento a la cueva, montando en su nueva mascota, una bestia demoníaca roja con 9 colas.

– ¿DONDE ESTA EL CHICO? – Pregunto a la chica que solo sonreía mientras se giraba para verlo.

– Llegas tarde, se ha ido. –

– Cromi...no te metas en esto, no puedes alterar el curso de la humanidad, esta condenada. – Sus ojos la miraban fijamente.

– No necesito clases de humanidad, de aquel que se convirtió en uno. – Le miro con aires de superioridad y una sonrisa en su rostro con un tono burlón.

– Aun siendo humano podría matarte aquí y ahora pequeño dragón. – Su mascota dio un grito fuerte de guerra, deseaba una pelea y le daba igual que tan grande o pequeño fuera su rival, solo una orden y el atacaría.

– Ningún mortal puede ni tocarme, perdiste tu oportunidad cuando no lo eras y lo desperdiciaste, no tendrás segundas oportunidades. – Poco a poco la imagen de la pequeña se iba desvaneciendo hasta no quedar nada de ella.

Aquel hombre se bajo de su mascota y camino hacia donde antes se encontraba la pequeña llamada Cromi, cuando llego se quito la mascara viendo los restos del portal que se iba cerrando lentamente. – No creas que huiras de mi Naruto. – Sonrió con arrogancia y un brillo dorado apareció en sus ojos.

FIN FLASHBACK