Sakura...
Fue lo primero que dijo Sasuke al despertar. El podria jurar que nunca había tenido un sueño tan intenso. El ninja habia despertado con el cuerpo sudado y las sábanas de seda pegadas a él.
No cabía duda que la extrañaba muchísimo. Después de todo él la amaba (por más que lo negara frente a los demás). Hacía más de dos semanas que ella se habia ido en misión y Sasuke aún no tenía noticias de ella. En todo ese tiempo el Uchiha habia esperado pacientemente, pero la líbido siempre alta de Sasuke habia decidido estallar hoy (Nada que ver el hecho de quedarse hasta tarde leyendo la copia pirata de Icha Icha Paradise 2: La Venganza que compró en TepiKonoha).
Sasuke ardía en deseos de ver a su kunoichi. La queria abrazar como nunca lo había hecho. Besar sus labios de cereza y tocar su dulce piel. Esa piel cálida que él lograba enchinar sólo con rozarla... Sasuke la quería ya, la deseaba ahorita, tenía hambre de ella, y él necesitaba comer.
Sin darse cuenta su mano derecha se encontraba ya en su cintura, apartando aquella prenda íntima que nunca en su vida le había estorbado tanto. Normalmente Sasuke buscaría la colección de revistas Playninja escondidas debajo de la cama de Itachi, las cuales él había encontrado hace poco tiempo buscando unas fotos. Pero hoy estaba tan necesitado que sus anhelos convertidos en ardientes fantasías bastarían. Recordando lo que había soñado su mano comenzó a recorrer hacia arriba y abajo hasta que repentinamente se detuvo. Sasuke se mordío el labio y haciendo un esfuerzo sobrehumano detuvo su toqueteo. Las ganas de liberar su ansiedad lo consumían, pero él sabía que esperar valdría la pena. Trató de pensar en cosas poco motivantes, como besar a su hermano Itachi y dio resultado.
Ya que estaba más tranquilo se levantó de la cama y se dirigió a la regadera. Dejó su ropa sucia en el cesto del baño y abrió la llave del agua fría. Sasuke esperaba que eso lo ayudara a pensar en otra cosa que no fuera el tener a Sakura en sus brazos pero a medio baño no pudo evitar imaginar a su adorada niña a su lado, con el cabello mojado y su cuerpo lleno de jabón, pegado a su cuerpo desnudo, frotandose para limpiar su cuerpo con el de él...
A duras penas acabó de bañarse y logró vestirse mientras temblaba de frío por el baño helado. Bajó a la cocina y se puso a preparar té para entrar en calor.
"Nada que hacer, ni una triste misión...Sakura, vuelve por favor", murmuraba a nadie despues del ultimo sorbo de té.
-RIIIIIIING-
El timbre de la puerta estaba sonando. Sasuke ni siquiera se molestó en soltar el vaso de té mientras corría hacia la puerta. Su corazón latiendo más rapido que nunca. Tomó la llave del gancho y en un solo movimiento abrió la chapa y giró la manija
-ES EL AGUA JUTSU-PURA!!-
El corazón de Sasuke casi se para del coraje de ver al vendedor de garrafones de agua. Se enojó tanto que contempló hacerle mucho daño al pobre vendedor con el Sharingan. Sasuke estaba muy frustrado y alguien tenía que pagar los platos rotos. El vendedor tenía cara de pocos amigos (Según él) y se veía algo sucio. De seguro sería un ladrón por las noches (según él tambien).
Y Sasuke estaba tan enojado que ni siquiera su famoso Sharingan se dío cuenta de la niña que del cielo se abalanzó sobre él. Sasuke caía hacia el suelo al mismo tiempo que su atacante ataba sus piernas con las de ella y sus labios eran golpeados por otros que le resultaban extrañamente familiares. Tenían un sabor muy dulce y estaban calientitos. Esos labios comenzaban a besarlo cuando su cuerpo reaccionó inmediatamente y se erizó. Sus pompas tocaron el suelo cuando sus brazos sin pensarlo se aferraron a ella. Su cuerpo se tensó y su lengua jaló hacia si aquellos labios rozados sabor cereza.
Y dejando de pensar en todo Sasuke se entregó a su amada Sakura. La besó con desesperación y la atrapó con su cuerpo. El tenía hambre de ella, y su banquete había llegado
