Digimon no me pertenece (brincos diera yo), salvo un par de personajes salidos de mi cabecita loca, todo el contenido de Digimon es de Toei Animation.
Después de muchos meses de ausencia, aquí está la continuación de "La fuerza de mis sueños". Esta será una historia un poco más larga (espero jeje) y aunque también toma como base Digimon Adventure 02 poco a poco los capítulos se irán despegando de la trama principal, enfocándose en Tai y Yuki (aunque mantengo las escenas de Kari y T. K. - soy fan del Takari jajaja -). Sin más preámbulo, el primer capítulo.
El regreso de Yuki
Tres años habían pasado ya desde ese mágico verano, tres años lejos de su casa, de su país de la infancia. Por supuesto, aprendió a apreciar México, era un país maravilloso, lleno de cultura y tradiciones, pero en ese momento, al pisar de nuevo Japón, se sintió de vuelta en casa.
Aunque no llegaron a Hikarigaoka, sentía mucha emoción al estar ahí, además de tener la ilusión de ver de nuevo a Tai y los demás: se habían mudado a Odaiba. Ahora estaba inscrita en la secundaria y estaba segura que pronto podrían reunirse, tenía la esperanza de encontrarlo… a pesar de que ya habían pasado tres años, aún sentía algo muy fuerte por él que no podía explicar, pero cada día de esos lo había pensado. Claro que también había extrañado a los otros y estaba ansiosa por verlos.
Caminó con más decisión a la escuela, levantó la vista de sus zapatos y entró. Le pareció una escuela maravillosa y muy grande, tan diferente a la de México. Esperó un momento fuera del salón mientras el profesor llegaba y entonces lo vio dentro del salón. Sintió mucha emoción y alegría, pero trató de controlarse, el profesor la llamó y entró.
-Tengo una nueva compañera que presentarles – anunció – su nombre es Yuki Nakamura.
-Mucho gusto – contestó Yuki haciendo una reverencia.
-Siéntate junto a Kamiya – indicó el profesor.
Caminó hacia él con una gran sonrisa en los labios y él la observó con asombro.
-¿Yuki? – le preguntó con incredulidad.
-Cuanto tiempo sin verte Tai – le dijo sonriendo aún más.
Se sentó a su lado y la clase comenzó. Estuvieron en silencio un momento, hasta que escuchó un sonido que hacía demasiado tiempo no escuchaba y que sin embargo reconocería en cualquier lugar, en cualquier momento… El digivice. Tai lo apretó con fuerza mientras su rostro mostraba preocupación.
-¿Estás bien? – le preguntó Yuki.
-Agumon está en peligro – contestó – tengo que irme.
Se levantó, pidió permiso para ir a la enfermería y se fue. Yuki lo observó un momento, también preocupada. Ella también tomó su digivice – siempre lo traía consigo, con la esperanza de encontrar nuevamente a Tigermon – y lo apretó con fuerza. Cuando terminó la clase salió corriendo y casi chocó con Izzy.
-¡Izzy! – exclamó.
-¿Yuki? – preguntó él sorprendido – cuanto tiempo.
-Lo sé – repuso sonriendo y por un efímero instante olvidó su preocupación.
-¿Tai está aquí?
Su preocupación regresó inmediatamente y le contó a Izzy todo lo sucedido.
-Tenemos que buscarlo – concluyó Yuki.
-¿Pero dónde? – repuso Izzy –, no tenemos idea si llegó al Digimundo o si fue a otro lugar.
-Entiendo pero…
En ese momento les llegó un e-mail a su computadora portátil, era de Tai. Les pedía ayuda y les explicaba además que Agumon no podía digievolucionar.
-¡Vamos a la primaria! – exclamó Izzy – tal vez me equivoque, pero tengo una idea.
Comenzó a correr y Yuki tuvo que seguirlo sin poder preguntarle cuál era su idea. Llegaron pronto a un edificio grande, a Yuki le pareció bonito, era increíble pisar el lugar en que estudiaron sus amigos. Subieron las escaleras y se encontraron con T. K., Kari y tres niños que no conocía.
-¡Izzy! – exclamó T. K. – ¿Yuki?
-Cuanto tiempo – contestó ella y le sonrió también a Kari. Estaba por comentar lo de Tai cuando Izzy se adelantó.
-Yolei, ¿podrías prestarme una computadora por favor? – le dijo a la niña que los acompañaba.
-Claro – contestó ella con emoción – llegó un e-mail para ti y para Yuki Nakamura.
-Soy yo.
-Mucho gusto, soy Yolei Inoue, él es Cody Hida y él es Davis Motomiya.
-Encantada de conocerlos.
Caminaron a la sala de computación, mientras Kari expresó su preocupación por la situación de Tai. Izzy revisó la computadora en busca del correo de Tai y descubrió con sorpresa que la Puerta al Digimundo estaba abierta. Cody y Yolei se fueron pues ya tenían planes, en ese momento, tres luces salieron de la pantalla, dos salieron de la sala y una cayó en manos de Davis, creando un nuevo Digivice, diferente al de Yuki, Kari, T. K. e Izzy. Davis había estado insistiendo en ir a ayudar a Tai y siguió discutiendo con Izzy.
-¡No voy a estar perdiendo el tiempo aquí! – exclamó Yuki – Tai está en peligro y voy a ayudarlo.
Apuntó con su digivice a la pantalla y entró al Digimundo. Rápidamente Kari, T. K. y Davis la siguieron.
-¿Este es el Digimundo? – preguntó Davis – no parece muy diferente al nuestro.
Sin embargo nadie hacía mucho caso a sus comentarios; tenían que encontrar a Tai, de pronto escucharon ruidos y al voltear descubrieron a Patamon y a Gatomon.
-¡Kari! – exclamó Gatomon y corrió a abrazarla.
-¡Patamon! – dijo a su vez T. K. y se encontró con otro abrazo.
-¿Qué ocurre? – les preguntó Yuki – ¿dónde está Tigermon? ¿Y Tai?
Mientras caminaban para encontrarlo, Gatomon les contó que había un humano que se hacía llamar "El Emperador de los Digimon". Todos expresaron su preocupación ante esto. Yuki iba al frente del grupo pues era la mayor, buscaba la señal de Tai con su digivice y en poco tiempo se encontraron con él, Agumon y Tigermon.
-¡Tai! – exclamó Yuki antes de verse envuelta en un abrazo de Tigermon.
-¡Yuki! Te extrañé mucho.
-¡Y yo a ti! – contestó y luego se dirigió a Tai – ¿estás bien? ¡Me dejaste muy preocupada!
-Estoy bien – dijo y le sonrió.
-¡Tai! ¡Qué bueno que estás bien! – exclamó Davis.
-¿Davis? ¿Qué haces aquí?
-Vine a ayudarte – contestó.
Tai los guió a una cueva y les explicó que había encontrado el digi-egg del valor pero no había podido levantarlo. Ahí Gatomon también les contó que por un digivice nuevo no habían podido digievolucionar. Kari expresó su molestia por esa situación. Volvieron a centrar su atención en el digi-egg. Yuki, T. K. y Kari también intentaron levantarlo, pero al final fue Davis quien lo logró, despertando un nuevo digimon llamado V-mon. Tai parecía desconcertado y pensativo, Yuki estaba por preguntarle qué sucedía cuando un Monochromon apareció y los empezó a atacar. Como los digimon no podían digievolucionar, no podían vencerlo y solo les quedó correr. En su huida, Kari se cayó y se lastimó la pierna.
-¿Estás bien Kari? – le preguntó Yuki.
-Si no te preocupes, solo me torcí.
Monochromon estaba por atacarlas y Yuki se puso delante de ella para intentar protegerla, ya que no se podía mover. Tai les gritó asustado pero Davis logró que V-mon digievolucionara, convirtiéndose en Flamedramon y las salvó, destruyó el aro maligno que lo contralaba ante el asombro de todos. Después de pensarlo un momento, Tai le regaló sus lentes a Davis.
-Davis, estoy completamente seguro que eres el nuevo niño elegido – le dijo – y de ahora en adelante serás tú quien proteja al Digimundo.
Era ya muy tarde y tenían que volver al Mundo real. Caminaron por el camino que los había llevado y encontraron una televisión. Se acercaron a ella y una luz brillante los devolvió a la sala de cómputo, cayendo sobre Izzy, Yolei y Cody. Después de discutir un poco con Yolei, decidieron que lo mejor era ir a sus casas. Aunque en el Digimundo era de noche, en el Mundo real era apenas la tarde. T. K., Yolei y Cody se despidieron y se fueron juntos ya que vivían en el mismo edificio. Davis e Izzy también se fueron y solo quedaron Tai, Yuki y Kari.
-Debemos reunirnos esta noche – les dijo Tai – a las 8 en el parque. Enviaré mensajes a Izzy y a los demás.
-Está bien – aceptó Kari.
-Ahora podré verlos a todos – comentó Yuki.
Tai y Kari se fueron y Yuki también se dirigió a su casa. Había caminado poco cuando Tai la alcanzó.
-¡Yuki espera! – le pidió.
-¿Qué sucede?
-Estoy apenado por la forma en que te dejé esta mañana.
-No te preocupes por eso, si hubiera sido Tigermon, también yo habría salido corriendo – contestó con una sonrisa.
-Vamos, te acompaño a tu casa.
-Gracias Tai.
-En realidad, debo y quiero darte las gracias yo a ti.
-¿Por qué?
-Porque intentaste proteger a Kari, incluso aunque saldrías lastimada, yo solo pude quedarme viendo asustado mientras tú te pusiste en peligro para cuidarla – le dijo y parecía un poco avergonzado.
-No fue nada – dijo ella enrojeciendo ligeramente – todos somos amigos y siempre nos cuidaremos ¿no crees?
Tai le sonrió y continuaron caminando, en realidad fue poco el camino que recorrieron, pues el edificio donde Yuki vivía estaba muy cerca.
-¡Vaya! – exclamó Tai – vives en el edificio de Matt.
-¿En serio? Es fantástico, ya conozco a uno de mis vecinos. ¿Quieres subir?
-No gracias, tengo que regresar a casa – explicó – pero nos veremos esta noche.
-De acuerdo. Gracias por acompañarme.
Luego de despedirse, Yuki subió a su departamento con una sonrisa que no podía ocultar aunque quisiera. Trató de convencerse de que la razón era su reencuentro con sus antiguos amigos y Tigermon y aunque no lo era, también sentía mucha alegría por Tai. Fue muy extraño que la acompañara, pero tal vez realmente se sentía apenado.
-Ya estoy aquí mamá – saludó al llegar.
-Bienvenida de vuelta – contestó su mamá - ¿qué tal tu primer día en la escuela?
-Maravilloso, vi de nuevo a Tai e Izzy, después pasé a su primaria y encontré a T. K. y a Kari – le contó –. Por cierto, quedamos de vernos esta noche, ¿puedo ir?
-Por supuesto que sí. Me da gusto verte tan feliz – contestó – pero ven a comer primero.
Después de lavarse las manos, fue a la cocina.
Tai iba pensativo a su casa. Todo ese día había sido una locura, primero Agumon estuvo en peligro, luego se enteró que Davis era un nuevo niño elegido y el regreso de Yuki… Se alegraba de verla de nuevo luego de tanto tiempo, por fin podían reunirse todos, o casi todos. Luego de saludar a su madre envió mensajes a todos.
Las ocho llegaron rápido y cuando Yuki llegó al parque ya estaban Tai, Kari, T. K., Izzy, Joe y Sora.
-¡Lamento el retraso! – se disculpó.
-Llegas a tiempo – contestó con una sonrisa Tai.
-¡Yuki! – exclamaron Joe y Sora.
-Cuanto tiempo – repuso ella.
-¿Cuándo llegaste? – preguntó Joe.
-Ayer en la tarde.
-Que gusto me da verte – le dijo Sora – te extrañábamos.
-También yo los extrañé mucho.
En ese momento llegó Matt, también disculpándose por llegar tarde.
-Perdón la tard… ¿Yuki?
-Cuanto tiempo sin verte Matt.
-Hace tiempo que no nos reuníamos todos – comentó Sora.
-No somos todos – repuso Yuki – falta Mimi.
Luego de sentarse, Tai, Yuki, T. K. y Kari les contaron todo lo que había sucedido en el día, como V-mon digievolucionó diferente y la presencia del Emperador de los Digimon. Al final todos excepto Matt y Joe decidieron ir al Digimundo al día siguiente.
-Muy bien – concluyó Tai – mañana después de clases nos veremos en la sala de cómputo de la primaria.
-Si me necesitan avísenme – pidió Matt.
Todos asintieron y se quedaron en silencio, preocupados por los nuevos problemas que el Digimundo enfrentaba.
-Deberíamos regresar a nuestras casas – sugirió Izzy – ya es tarde.
-Tienes razón, además debo estudiar para mi examen – aceptó Joe.
-Chicos – dijo Yuki – antes de despedirnos quiero decirles… Que estoy muy feliz de verlos otra vez.
-A nosotros también nos da gusto verte – contestó Kari.
Se sonrieron otra vez, tal vez recordando todas sus aventuras del pasado. Se despidieron y cada uno volvió a su casa. Como Yuki y Matt vivían en el mismo edificio caminaron juntos, conversando.
-Vaya – dijo Matt – acabo de notar que traes el uniforme de nuestra secundaria.
-Sí que eres distraído – repuso Yuki – por cierto no te vi en ella.
-¿Estás en el salón de Tai? – preguntó y ella asintió – yo estoy en otro salón con Sora.
-Ya veo… Igual me da gusto volver y conocer a uno de mis vecinos – agregó bromeando.
Matt también se rio de su broma, parecía que ya no era tan reservado. Llegaron pronto al edificio, Matt vivía un piso más arriba que Yuki.
-¿Nos vemos mañana? Si después del ensayo tengo tiempo, quiero saber qué pasó en el Digimundo – le pidió Matt.
-Está bien – aceptó al despedirse – hasta mañana.
Bajó del elevador y se dirigió a su apartamento. Luego de dar las buenas noches a su madre, se recostó un momento pensativa. ¡Qué día tan lleno de emociones! Pero estaba feliz, para ser su primer día en Japón había sido fantástico. Luego de lavarse fue a cenar sintiéndose tranquila. Seguro sus amigos digimon estaban bien.
¿Qué les pareció? Espero les haya gustado, me encantaría conocer sus opiniones y expectativas, todas sus ideas son bienvenidas, de antemano gracias y ¡nos leemos pronto!
Fuyuka.
