Para mí, mi conciencia tiene más peso que la opinión del mundo
Marco Tulio Cicerón.
La serie Teen Titans no me pertenece. Al decir esto no violo ninguna ley de derechos de autor. Este fic está escrito sin fines de lucro.
GUILTY
I:
BUMGORF
(Aquel al que cuidas)
Robin estaba parado frente a la bóveda de seguridad que una vez estuvo ocupada por el traje de Red X. Pero ahora estaba completamente vacía, y él ni siquiera sabía que pensar al respecto, empezando con que ninguno de sus amigos estaba enterado que él lo había guardado, todos pensaban que lo había destruido. Solo Starfire lo había visto guardarlo en la bóveda de seguridad, pero ¿cómo sería posible que ella le revelara eso a alguien más? Era imposible.
Entonces, ¿cómo diablos descubrió Red X como robar ese traje sin activar ninguna alarma? ¿Cómo supo siquiera como usar el traje? Y, otro detalle importante, ¿Como supo Red X que el traje lo había usado Robin, y donde encontrarlo? Era un enigma sin respuesta.
O eso parecía…
De hecho, la respuesta a todas estas preguntas era un nombre, un nombre que encerraba muchos secretos, que involucraban una traición que fue hecha con una intención noble pero al final fue destructiva.
Ese nombre desgraciadamente era Starfire.
Increíble pero cierto. Starfire robó ese traje. Ella fue quien se lo dio a Red X. Y la pregunta ahora es, ¿por qué?
¿Porque lo hizo?
Por más raro que se oiga, lo hizo por amor. Pero no por ese amor que se da entre un hombre y una mujer, no, lo hizo por otra clase de amor.
¿Qué pasaría si Red X y Starfire fueran hermanos?
El desastre comenzó con otro desastre, la traición de Terra. Poco después de que se descubrió que ella era aprendiz de Slade.
Terra.
Los Jóvenes Titanes aun se hallaban muy confundidos y tristes por la traición de su supuesta amiga, y el más afectado de todos era Chico Bestia, quien había perdido el apetito y había pasado un día entero encerrado en su habitación, llorando su primera agonía de amor. Raven pasó también ese día encerrada en su propia habitación, meditando, para que sus poderes no terminaran saliéndose de control debido a la peligrosa mezcla de sentimientos que tenía en esos momentos. Cyborg limpiaba los destrozos de la torre, que había quedado muy dañada. Robin observaba atenta y cuidadosamente las cintas de seguridad de la torre, vigilando todos los momentos que Terra pasaba a solas, para descubrir como los espiaba, como se comunicaba con Slade, o cualquier cosa sospechosa. Starfire estaba en la azotea, mirando al cielo estrellado justo después del anochecer, cuando la noche estaba en su apogeo.
A la azotea ella iba cada vez que estaba triste y necesitaba consuelo. Ese cielo no era ni la mitad de bello que el de Tamaran, debido a las luces de las ciudades, pero aún así era el que más le gustaba, y si estaba triste solo tenía que ir a la azotea a ver el anochecer, amanecer, o las estrellas. Recordó la primera vez que recurrió a la azotea: su hermana estuvo a punto de dejar que castigaran y arrestaran a Starfire en lugar de a ella, y Starfire aunque aliviada estaba muy triste. Y fue en la azotea donde encontró consuelo, no solo por las palabras de Robin, sino por la paz que el alba le brindaba. Ahora la volvían a traicionar, y de nuevo ella recurría a la azotea para buscar consuelo. En medio de todos sus pensamientos recordó a Ryand'r, su hermano gemelo. El también iba a ser "regalado" a la Citadel por los gordanianos, pero el escapo antes que ella. Ya no tenía noticias suyas desde entonces, y aunque Starfire sabia dentro de ella que él estaba bien, no podía evitar preocuparse, y le rogaba a X'hal que su hermano estuviera bien. La única razón por la que no salía al espacio exterior para buscarlo era que sabia que si lo hacia solo empeoraría las cosas, y que era mejor esperar a que el la contactara a ella: así que por desgracia solo podía tener fe en la habilidad de Ryand'r para escapar.
Entonces vio algo muy raro en el cielo: parecía una estrella fugaz, pero era verde y aterrizó en la ciudad. Starfire decidió salir de la torre, para ver que había sido. Pensó en no pedir a los otros chicos que fueran con ella, porque considero que no era necesario, y ellos ya estaban ocupados y aparte de todo muy tristes y confundidos.
Desde allí empezaron los secretos.
Starfire voló a toda velocidad hacia la ciudad, y luego vio un destello verde en un parque. Algo en ese destello le era familiar, por lo que decidió ir hacia allá.
Llego al susodicho parque y espero a ver quién o que había aterrizado allí. Camino recorriendo el lugar buscando el origen del destello verde, pero nada. Mientras camino paso por una mesa donde Cyborg había hecho hace no mucho una parrillada para celebrar que Terra acababa de unirse al equipo. Starfire bajo la cabeza. Nunca se hubiera esperado que alguien en quien ella confiaba hubiera sido capaz de traicionarla así, de esa forma tan cruel y despiadada. Todos pensaban lo mismo: si Terra estaba tan desesperada por controlar sus poderes, los Jóvenes Titanes la hubieran ayudado, no tenia por que ir con Slade. Por desgracia nadie la entendió sino hasta que fue demasiado tarde.
Siguió caminando, tratando de pensar en otra cosa. Al no ver a nadie pensó en regresar, pero vio a alguien correr a lo lejos y se acerco volando, en posición de ataque por si se trataba de un súper villano. ¡Sorpresa que le esperaba al llegar!
— ¿Quién está allí?
Cuando llegó, allí, volando, en medio del parque estaba, como si lo hubiera invocado con el pensamiento, Ryand'r, vistiendo un traje negro parecido al que usaba Star cuando llego a la tierra.
— ¡Ryand'r! —gritó Starfire, dándole uno de sus abrazos-rompe huesos.
— ¡Koriand'r! —Dijo el respondiendo al abrazo con aun más fuerza.
Starfire no cabía en alegría al verlo. Aunque estaba algo diferente, más bronceado y más alto, seguía siendo el mismo, con su pelo tan rojo como el de su hermana, que le llegaba casi a los hombros y los ojos igual de verdes que los de Starfire. El parecido era extraordinario.
—Bueno hermanita, aquí estoy de regreso...
Starfire le sugirió a Ryand'r que ambos se sentaran en una de las bancas del parque para platicar, pero Ryand'r no quiso y la llevo a una bodega cercana al parque. Cuando llegaron ambos se sentaron en el piso, en medio de todos los papeles y cajas vacías que llegaban hasta el enorme techo del lugar. Tenían mucho de que platicar.
—Ryand'r, ¿qué paso? ¿Donde estuviste?
—Los desgraciados de los gordanianos me perseguían. Me escondí un tiempo en Tamaran. Galfore me ayudo mucho. Pero...
— ¿Pero?
—Blackfire volvió y casi me delata, apenas él logró detenerla. Semanas después Citadel volvió a atacar a Tamaran. Y como el planeta está lleno de gordanianos y nuestra hermana… —Ryand'r trago saliva, como conteniéndose de decir más—Bueno... Galfore me recomendó huir a este planeta. Dijo que aquí estaría mejor, porque allá me matarían.
Ambos pusieron una momentánea cara de tristeza. Tamaran vivía sus peores años. Su época más oscura.
— ¿Y cómo te ha ido en este planeta? Escuche cosas en Tamaran pero nada concreto.
—Bien.
—No te oigo muy convencida.
—Una amiga nos traicionó hace poco.
Entonces Starfire le contó todo lo ocurrido con Terra y Slade, empezando desde la primera vez que oyeron hablar de este último, cuando él les envió un mensaje a los Titanes por medio de Gizmo.
—Pero, aparte de eso... ¿Has sido feliz en este planeta?
—Sí, he sido feliz. Me han ocurrido cosas desagradables pero he sido feliz.
—Me alegro hermanita. ¿Y que más te ha pasado? Cuéntame de tus amigos.
Starfire le hablo acerca de cómo conoció a los Titanes, como se hicieron amigos y lo buenos que ellos habían sido con ella. Luego trato de convencerlo de que la acompañara a la Torre para presentarles a Ryand'r.
— ¡Vamos, la torre te va a encantar! —dijo Starfire tan entusiasmada que sus pies se mantenían a diez centímetros del piso-¡No puedo esperar a presentarte a mis amigos!
—No puedo ir…-dijo él con la cabeza baja.
— ¿Por qué no?
—Las cosas en el espacio no han sido fáciles. Los gordanianos han peinado cada planeta para encontrarme. Seria demasiado peligroso para ti y tus amigos.
—Ryand'r, tal vez si fueras como yo un superhéroe...
— ¿Un súper-qué?
—Superhéroe, gente que usa sus poderes y habilidades para detener a la gente mala y ayudar a los que no se pueden defender.
—No gracias.
— ¿Por qué? ¿Cuál es el problema?
—Los gordanianos.
Entonces Ryand'r le explico que fue de su vida en esos largos meses: Si, escapó igual que Kory. Pero al contrario de ella, el estuvo desde ese momento solo. Y como nadie lo defendió como los titanes defendieron a Star, los gordanianos se ensañaron con el, haciendo lo posible por encontrarlo y capturarlo para vengarse de su hermana y de el, y Ryand'r haciendo lo imposible por esconderse y escapar. Fueron días duros y difíciles, sobretodo porque los gordanianos estaban desesperados, puesto que aunque le dieron en compensación ofrendas mejores y en mayor cantidad a Citadel, a ellos no les hizo gracia que los gordanianos pudieran dejar escapar a dos chiquillos. Y le contó a Kory porqué no había tratado de encontrarla antes: sabia donde vivía su hermana, pero los gordanianos dejaron guardias encubiertos en la tierra, esperando que el se apareciera. Hubieran raptado a Starfire hace mucho tiempo atrás, pero como los titanes podían impedirlo, decidieron que era una mejor y mas fácil presa Ryand'r.
—Xh'al…
—No te preocupes, no había nada que pudieras hacer al respecto.
—Bueno, al menos vamos a buscarte un mejor lugar para vivir.
—Hermana, no puedo salir a la calle.
— ¿Y si te pones una máscara?
— ¿Una qué?
—Máscara. Algo que te cubra la cara para que nadie te reconozca.
—Es una buena idea, ¿pero que me pondría?
Starfire miro hacia el piso y entonces encontró una bolsa de supermercado hecha de papel. La desarrugo y le hizo dos agujeros justo donde iban los ojos, haciéndola una máscara.
—Tienes que estar bromeando—dijo Ryand'r al mirar la bolsa—No pensarás que me ponga esto en la cabeza, ¿verdad?
—Algunos humanos lo hacen. Bueno, los he visto por la televisión…
— ¡Pero yo no soy humano!
—Pero estas en un planeta lleno de humanos…
Ryand'r volvió a mirar la peculiar bolsa. Se la puso y se sintió de lo más ridículo. La guardo en su traje, pensando seriamente en tirarla apenas Star se diera la vuelta. Pero cuando ella se fue olvido la bolsa y no se volvió a acordar de ella.
Ryand'r estuvo escondiéndose pasando de un lugar a otro por otros tres días. Decidió ir a unos acantilados donde se estaba construyendo un edificio. Vio en ellos una pequeña cueva, tan estrecha que solo en posición fetal cabía el dentro de ella, pero no le importo y se metió dentro a dormir un par de horas. Pero solo llevaba una cuando escucho fuertes golpes. Trato de no hacerles caso pero la cueva comenzó a retumbar tanto que se golpeaba la cabeza. Harto comenzó a salir, saco la cabeza... y entonces vio a una especie de gigante de piedra en el piso y a su hermana y a otro tipo con capa, de seguro ese Robin del cual ella le había hablado. Le dio la tentación de salir a ayudar a Starfire en el combate, pero prefirió no molestarla. Veía a ambos Ryand'r cuando vio de pronto una enorme roca volar en dirección hacia el amigo de su hermana. Estuvo a punto de gritarle a Star para que se agachara pero vio algo que le helo la sangre: Starfire empujo a Robin y ella recibió el golpe que el dejo cayendo inconsciente hacia el acantilado. Escucho el grito de Robin y una risa viniendo de lejos, o algo así. Pero Ryand'r no se detuvo a escuchar porque de inmediato voló a toda velocidad a atrapar a Starfire. Y lo logro justo a tiempo porque cuando atrapo a Starfire ya estaba a medio metro de hacer impacto contra las rocas.
—Hermanita…—dijo Ryand'r al verla inconsciente, realmente preocupado. Luego volteo a ver si Robin lo había visto.
No. No lo había visto. No porque Ryand'r fuera tan veloz sino porque justo cuando Ryand'r voló para atrapar a Star el volteo a ver como se alejaba Terra. Ryand'r apenas tuvo tiempo de poner a Star en el suelo y ocultarse en las sombras porque Robin de inmediato había bajado hacia donde supuso Starfire había caído.
Ni hablar del susto que Robin se llevo cuando vio a Starfire en el piso. Creyó por un momento que ella se había matado en la caída, y si eso hubiera pasado el nunca se lo hubiera perdonado. La reviso rápido para ver si tenía pulso, si no tenía huesos rotos o heridas, y fue un gran alivio no encontrarle nada malo. En esos momentos Robin pensó en lo fuertes que debían de ser los tamaranianos. La abrazo dando gracias a dios porque ella estaba bien. Starfire poco a poco abrió los ojos y se llevo una mano a la cabeza...
—Robin… ¿Qué pasó?
—Terra te golpeo con esa roca. Evitaste que me matara.-Dijo mientras ponía una mano en su cabeza, acercándola a su pecho, agradecido desde el fondo de su alma que ella estuviera bien. Se quedaron un rato abrazados, en completo silencio. Como si el mundo acabara de desaparecer y el tiempo se hubiera detenido. Cuando por fin rompieron el abrazo ambos estaban ligeramente ruborizados. Robin se levanto y ayudo a Starfire a levantarse.
—Tengo que encontrar a Terra. Ya son demasiados crímenes y ella tiene que pagar.
—Pero Robin, recuerda que Chico Bestia…
Pareció que Robin volvía a luchar contra sí mismo, mientras ella le miraba en silencio: no había necesidad de decir nada más.
—Únicamente por Chico Bestia voy a hacer un último intento. Pero si no funciona… irá a la cárcel.
Starfire asintió y tomando a Robin de la mano volaron hasta donde estaba la motocicleta de Robin. El inmediatamente fue a buscar su moto para ir tras Terra, mientras Starfire lo veía de lejos. Pocos momentos antes ella casi había dado la vida por él, pero pensaba que Robin la había rescatado de nuevo, lo que la hacía suspirar. Siempre el estaba listo para salvarla. Justo cuando Robin estaba tan lejos que ya ni veía el polvo detrás de su moto apareció Ryand'r.
—Vaya rescate hermanita.
—Ryand'r, ¿Qué haces aquí?
—Ayer pensaba pasar unos días escondido aquí, pero hace cinco minutos te rescate de una enorme caída.
—Pensé que Robin…
— ¿Qué el que?
—No. Nada.
Starfire sonrió a Ryand'r, aunque se sintió ligeramente decepcionada. Pero luego recordó que era muy posible que todos los demás hubieran sido atacados por Terra también.
—Ryand'r, tengo que encontrar a mis amigos.
—Te acompaño, si te encuentras con esa rubia desquiciada de nuevo vas a necesitar ayuda.
Primero decidieron buscar a Raven. Llegaron al lugar donde Raven había ido a enfrentarse con Overload. Y cuando llegaron encontraron todo cubierto de lodo. Raven si se había enfrentado a Terra.
— ¿Amiga Raven? —no había rastro de ella y trató de volver a llamarla— ¿Amiga Raven? ¿Dónde estás?
— ¡Mira que desastre! Esto fue una muy buena pelea. ¿Dónde estará tu amiga por cierto? —entonces encontró algo—Oye, ¿qué es ese pedazo de tela que sale del lodo? —Dijo Ryand'r señalando hacia un pedazo de tela del mismo color que la capa de Raven demasiado enlodado.
Ryand'r, movido por la curiosidad, lo jaló… y sacó del lodo a Raven, quien llevaba sumergida en el lodo un largo rato. La cargaron hacia fuera de la habitación y la revisaron. Raven había estado tanto tiempo sumergida en el lodo que ya no podía respirar y estaba inconsciente. Si Ryand'r y Starfire no hacían algo rápido ella podía morir. Por fortuna Starfire recordó que Robin le había dicho que si una persona no respiraba, los humanos solían darle una muy rara técnica llamada "respiración artificial" o algo así: le aplastabas el pecho con tus manos unas cinco veces y luego le echabas aire usando tu boca pegada a la de la víctima. Starfire se acerco a Raven y comenzó a aplicarle esa técnica mientras Ryand'r miraba la escena sin entender ni una pizca de lo que pasaba.
—Ryand'r no pienses mal—dijo Starfire mientras le aplastaba el pecho a Raven. —Vamos amiga… tú puedes… vamos amiga Raven…
Paso un minuto que fue eterno y finalmente Raven escupió lodo y comenzó a toser. ¡Funciono! Raven respiraba. Vio una enorme luz, la cara de Star y a otra persona a su lado, pero luego volvió a desmayarse.
—Ahora estará mejor.
—Bien y ahora, ¿qué hacemos?
—Voy a tratar de comunicarme con Robin.
¡Que ni le hablaran de Robin! Ryand'r estaba enojado con el porqué por su culpa su hermana casi termina en los dominios de Xh'al si él no la atrapa a tiempo.
Starfire saco su comunicador y trato de comunicarse con Robin, pero él no respondía.
— ¡Dios mío! Ryand'r, creo que Terra lo lastimo a él también.
—Y no debe de ser el único. Star, tu busca a tus demás amigos, yo tratare de encontrar a Robin.
Ryand'r inmediatamente fue a buscar a Robin, mientras Starfire se quedaba con Raven.
Volando sigilosamente ocultándose de cuando en cuando por si acaso, Ryand'r fue hacia el lugar donde Starfire le había dicho que debía de estar Robin. A Ryand'r le bastó dar una rápida mirada al lugar para saber que allí había ocurrido otra gran pelea. ¿Por qué demonios se las perdía todas? O tal vez el bueno para nada y la rubia psicótica habían llevado la pelea a otro lado. Registro el lugar lo mejor que pudo, sin embargo Robin no estaba por ningún sitio. ¿Acaso habría escapado? No, de seguro no. ¿Quizás había regresado a la torre? Si, tal vez… o no, mejor dicho no… Quién sabe.
—Vamos a ver… no pudo haberse ido, así que tiene que estar en algún lado…
Ryand'r miro cuidadosamente el lugar: había un gran desastre, muchas cosas rotas, rocas y rocas por todos lados, incluyendo una tan enorme que con esa se podría aplastar a una persona con toda facilidad, pedazos de las armas de Robin desperdigadas por el suelo y...
— ¡Un momento!, ¿Qué tal si debajo de esa roca…?
Haciendo uso de toda su fuerza Ryand'r levanto la tan pesada piedra, y tal como temía allí estaba el famoso Robin, inconsciente. Aventó la roca a su izquierda y se acerco a Robin.
—Genial, ahora voy a tener que llevarte de aquí hacia la torre con riesgo a que me vean. A menos que…
Se puso la bolsa que se le había dado Star en la cabeza y luego cargo a Robin y lo llevo hacia la Torre. Decidió dejarlo allí para que los demás lo encontraran. Vio a lo lejos que Starfire ya iba llegando junto con sus demás amigos incluyendo a Raven. Bueno, ya no tenía nada que hacer allí, así que se fue cuidando que nadie lo viera.
El resto es historia: Los titanes derrotaron a Slade, pero Terra término sacrificando su propia vida. Otro duro golpe para el equipo, puesto que tenían la moral por los suelos. Starfire estaba muy confundida y triste por todo lo que ocurrió. A pesar de todo lo que paso Terra fue una amiga para ella, y cuando un amigo se muere es difícil sobreponerse a ello. Y ni hablar de Chico Bestia. Es decir, perder al primer amor de tu vida no es nada sencillo. Y más por como ocurrió todo. Paso meses llevándole flores.
Starfire decidió que lo que necesitaba ella para sobrellevar la perdida con mayor facilidad era hablar con Ryand'r. El la había apoyado y consolado en tantas ocasiones anteriores a todo lo ocurrido en la tierra, así que lo más lógico era que ahora ella volviera a ir con el. Fue al nuevo escondite de Ryand'r: en las afueras de la ciudad había una mansión que fue de las primeras en ser construidas, pero desde que sus últimos dueños murieron en 1945 ya nadie la volvió a habitar. Chico Bestia le había contado que espantaban en esa casa los espíritus de sus dueños, pero Raven después de darle un zape que lo dejo viendo pajaritos verdes le dijo a Starfire que eso no era mas que una vulgar leyenda urbana. Pero nadie se atrevía siquiera a entrar en ese lugar, por lo que no había mejor escondite que la Tierra tuviera para ofrecer. Esa noche salió a escondidas de la Torre y se fue hacia allá. Abrió con delicadeza la puerta, porque esta rechinaba mucho, y luego entro. Todo el lugar estaba a oscuras, repleto de polvo y telarañas. Realmente parecía sacado de una película de terror.
—Ryand'r, hermano, ¿estás aquí?
—Si, por acá estoy…
Starfire se asomo y tuvo que hacer un enorme esfuerzo por aguantar la risa: Por alguna extraña razón, Ryand'r estaba cubierto de polvo y telarañas, tanto que parecía un autentico fantasma. Finalmente la risa le gano y se estuvo riendo un muy buen rato mientras su pobre hermano se sacudía como podía.
—Hermano, ¿Qué te paso?-dijo ella cuando por fin pudo hablar sin reír.
—Estaba tratando de limpiar el piso con esa cosa con plumas que llamaste plumero que encontré en el sótano, pero el plumero casi no limpiaba así que me desesperé y ataqué al piso golpeándolo con el plumero… y me devolvió el golpe—y luego señalo al techo donde había un gran hoyo y varias tablas desprendidas.
—Perdona que no haya podido encontrar un lugar mas limpio…
—Nah, este lugar está bien. Pero aun no entiendo como esos humanos logran limpiar el piso usando un plumero como ese…
—Ryand'r, el plumero es para limpiar los techos y muebles. Lo que se usa para limpiar los pisos es ese palo que se llama escoba.-dijo señalando a una vieja escoba llena de polvo que estaba en el piso.
La cara de Ryand'r se puso más roja que el tono de su cabello.
—No te preocupes hermano, yo también me confundía con otras cosas. Recuerdo una vez que fuimos a comer pizza. Todos estábamos dando sugerencias sobre que ingredientes debíamos ponerle, y vi en el menú que había plátano y pedacitos de menta. Les propuse a mis amigos hacer de eso la pizza y se me quedaron viendo extraño, y yo no entendía hasta que Robin me aclaro que no todo lo que hay en el menú es para ponerle a la pizza…
Ambos se rieron hasta que les dolió el estómago. Ryand'r quiso saber más, así que Starfire le hablo y hablo acerca de cómo siempre se equivocaba con algo y Robin la sacaba del apuro, hasta que ya casi amanecía.
— ¡Vaya!, ¡Llevo horas hablando!, ¡Debiste haberme detenido!
—Para nada. Me entretenía mucho. Al menos ese tal Robin no es tan imbécil como pensé…
Starfire se tomo ese insulto como si lo hubieran dirigido a su persona, y de inmediato salió a la defensa de Robin.
—Él no es eso…
— ¿No?
—No, el es un gran líder y mi mejor amigo
—Pues eso no lo salva de hacer las idioteces que me platicaste como hacerse pasar por un ladrón para llamar la atención de ese tal Slade...
—Lo hizo por una buena causa.
—Y ve como le salió.
—Eso lo dices porque tú no lo conoces como yo lo hago.
—No, pero lo he conocido lo suficiente como para ver como te ha puesto en peligro. Cuando esa rubia los ataco el estaba tan ocupado hablando que ni se fijo que esa gran roca lo iba a matar a el y si tu no...
Entonces se dio cuenta.
— ¿Lo amas?
El silencio de Starfire termino por delatarla.
—Mejor me voy…
Dicho esto Starfire salió lo más rápido que pudo hacia la torre. Y con eso Robin le cayó aún peor a Ryand'r.
—Zolworg, Tuback, Plxing Zardbarker…
Bueno, al menos todo el asunto con Terra aunque termino mal, ya había terminado. Ahora quedaba otro asunto por atender: Que hacer con Ryand'r. Deseaba presentárselo a sus amigos para que el fuera un superhéroe, después de todo estaba segura que ellos lo iban a cuidar de los gordanianos. Sin embargo cuando hablo con Ryand'r sus esperanzas se esfumaron.
—Me sentía de lo más inseguro estando allá afuera, pensando en si me encontrarían.
—Mis amigos te ayudarían.
—Eso es lo que están esperando.
Starfire lo miro extrañada esperando una respuesta.
— ¿En verdad crees que ellos no te han hecho nada porque les tienen miedo a tus amigos? No es eso. El momento menos esperado les caen en la torre y te secuestran, créeme. La única razón que les impide hacer eso es porque primero me quieren capturar a mí.
— ¿Por qué a ti?
—No he sido completamente honesto contigo. -bajo la cabeza, y con la mirada en el piso continuo hablando—Nosotros no fuimos los únicos a los que atraparon. También… hubo muchos otros. Prisioneros de guerra que tomaron como botín. Yo encontré el planeta donde los encerraban y causé un botín que los liberó a todos. Están tan furiosos conmigo que primero quieren atraparme y luego matarme. A ti aun no te han hecho nada porque ya no los has vuelto a molestar y están más ocupados siguiéndome los pasos, pero si me ven cerca de ti te tratarían de secuestrar para obligarme a rendirme.
—Ryand'r, hermano… —dijo Starfire abrazándolo completamente enternecida. —No tenía idea…
Starfire a la noche siguiente se encontraba en su cama pensando en todo lo que había pasado en los últimos días, y tratando, de paso, pensar en alguna forma de ayudar a su hermano. Es cierto que el podía ser un superhéroe pero... No, no funcionaria, e iba a tener que pensar en otra cosa. Tal vez podría regalarle un traje para disfrazarse y huir o esperar a que el quisiera ser un superhéroe. Tenía que ser uno que cubriera todo su cuerpo, porque así nadie lo iba a poder reconocer. ¿Pero de donde podría conseguir uno?
Un momento…
¿Qué tal si usaba ese viejo traje de Red X que Robin había guardado?
Al principio Starfire desecho esa idea de inmediato. Pero paso los siguientes minutos pensando en eso una y otra vez.
Era una idea temeraria y muy peligrosa, tanto que si la llevaba a cabo y era descubierta lo iba a pagar caro, porque de seguro sus amigos (sobretodo Robin) nunca se lo iban a perdonar… Pero ¿qué opción tenía? Como superhéroe Ryand'r no tenía futuro, el nunca iba a arriesgarse tanto como Starfire lo hacía. Sin embargo el siendo un criminal, las ventajas para ambos iban a ser extraordinarias: podrían seguir estando cerca, en situaciones desesperadas uno podría ayudar al otro (como en caso de que los titanes ya tuvieran acorralado a Ryand'r ella lo ayudaría a escapar, en el caso de que la acorralada por supervillanos fuera Starfire el seria quien la ayudaría a escapar, solo por mencionar un ejemplo), el también la mantendría informada sobre los planes de otros criminales (cosa que en un caso de vida o muerte podría ser muy útil)…
— ¡No! —se regañó a sí misma. ¿Qué estaba pensando?
Starfire se decidió a dormir y a no pensar más en el asunto. Sin embargo en los días que siguieron no pudo olvidarse de esa idea. Paso una semana atormentada por ese pensamiento hasta que, un muy mal día, Starfire decidió que si era muy cuidadosa ese era un asunto que no se le iba a escapar de las manos. Hablo con Ryand'r y decidió robar esa misma noche el condenado traje. Espero a que todos se fueran a dormir. Sigilosamente salió de su cama y recorrió toda la torre hasta llegar a la sala donde se ocultaba el traje.
—De acuerdo—pensó Starfire—aquí vamos…
La computadora pedía un código de ocho números que solo se podían escribir una sola vez. Vio a Robin escribirlo una vez, e incluso le hizo una pregunta sobre porque el había escogido ese numero, sin embargo como él no le dijo nada no hizo más preguntas al respecto.
—Si solo pudiera recordar… creo… creo que empezaba con uno… luego dos… no cinco… luego…
Poco a poco pudo recordar el numero: 15042005... Parecía una fecha... pero ya estaba anotado y era hora de la verdad. Apretó el botón verde de "Aceptar" y para su gran alivio se abrió la bóveda de seguridad y vio el flamante traje. Gracias a dios que no había cámaras de seguridad por lo que ella simplemente doblo el uniforme y lo puso en una bolsa de plástico para irse a toda velocidad hacia la casa abandonada donde vivía Ryand'r ahora.
No tardo ni una hora en llegar. Cuando lo hizo Ryand'r estaba sentado junto a una vela que encontró en la casa y comiendo una manzana que cayo de un árbol del jardín de la mansión. Ese árbol era el único que no se marchito. Había comido toda la semana manzanas además de un poco de comida que Starfire le trajo, y ya comenzaba a hartarse. Entonces vio a Starfire cruzar la puerta con una bolsa y correr hacia el a toda velocidad.
—Hermanita, dime por favor que traes mas comida.
—No, te traigo algo mejor.
— ¿Qué podría ser mejor que la posibilidad de comer algo que no sean manzanas?
Starfire saco de la bolsa el traje de Red X. Ryand'r no creía lo que sus ojos veían.
—Un momento, espera… ¿Ese traje no es el que el niño bueno de Robin…?
—Sí, este es.
Ryand'r soltó la manzana y de inmediato agarro el traje con sus manos. En su cara se hizo una sonrisa de oreja a oreja.
—En seguida regreso—dijo Ryand'r volando a la habitación más cercana.
Entonces Ryand'r se probo el traje, y descubrió con agrado que el y Robin eran de la misma talla. Salió del cuarto y Starfire también vio lo bien que le quedaba el traje a Ryand'r. El se probo la mascara. Y luego se vio en el rayado y quebrado espejo de un pasillo cercano. Le gusto tanto el traje, que por un momento pensó que Starfire lo había mandado hacer para el.
—Me tengo que ir-Dijo Starfire-Solo quería darte esto. Nos vemos—Starfire le dio otro abrazo quebra-huesos a Ryand'r y se fue.
Ryand'r volvió a mirarse en el espejo. El había pensado las ultimas horas que hacer con el traje una vez Starfire se lo diera. Esto de vestir mallas y mascara y escapar de la policía iba a ser muy divertido...
Starfire llego a la torre y haciendo el menor ruido posible volvió a su cuarto. Gracias a dios que ni siquiera Robin estaba despierto. A Starfire le remordió la conciencia pensar en Robin. Trato de no hacerle caso a la voz de su interior y se metió a la cama. Todo le había salido muy bien. Pero ahora iba a tener que ser más cuidadosa. Ryand'r, o mejor dicho, Red X, podrían meterla en problemas, mínimo con Robin, porque él no es conocido exactamente por su buen carácter o buen humor. Si lo sabía se lo iba a tomar no muy en serio, como siempre, sino seriamente mal.
