Su cabello teñido de azul, brillantes tatuajes sobresalían de sus brazos y un aire rebelde que venían de aquellos ojos rosa
En que se metieron ahora los Sakamaki?
Después de la muerte de yui, llega una invitada a su mansión, aquella chica era todo lo contrario a una chica sumisa.
-Desde este momento ustedes me pertenecen – Sonrió
Ella es el mismísimo diablo en persona… y no va a dejar que pisoteen su orgullo
