Hola hola espero que les guste este primer capítulo como el summary lo dice es una historia fuerte y explícita quedan advertidas.

Rated :M

Los personajes de esta historia no me pertenecen si así lo hicieran yo sería la protagonista y no mione :'(

Diez años habían pasado desde mi expulsión de la mansión Malfoy, lo que fue disfrazado por una beca dada a la empleada de confianza del patriarca de la opulenta casa, "tienes que aprovechar esta oportunidad que el señor Malfoy te está
dando hija" fue lo último que escuche de ella antes de ser montada en la limosina que me llevaría a mi cautiverio.

Un internado, una carcel da lo mismo, señoritas de clase fina y monjas predicando la palabra de Dios, un dios que para mí había dejado de existir en el momento que le pedí una y mil veces que parara con este tormentoso encierro, burlas, bromas
pesadas, maltratos por partes de las finas señoritas de mama y papa y profesores ignorando los hechos, donde todas sabían que solo fui aceptada por la buena voluntad de las monjas y la gran caridad de los Malfoy, "si como no".

Ni una visita, ni una llamada, ni siquiera una maldita carta , en el tiempo que estuve encerrada, Díez largos años que espere ansiosa escuchar su voz y cuando alfin esa tan aclamada llamada llega, solo es para terminar toda ilusión de volver
a verla... "Señorita Granger... Su Madre a fallecido, mi más sentida condolencia, el Señor Malfoy pide su retorno esta misma tarde, para así poder despedir a su madre que será enterrada en el panteón familiar" no espero mi respuesta,
al parecer ya todo estaba arreglado, porque cuando volví a mi habitación ya todas mis posesiones, las pocas que poseía se encontraban en un baúl a las afueras del pasillo, y el pestillo de la puerta colocado sin siquiera poder entrar a
revisar una última vez.

Solo tenía 8 años en esa época en la que más la necesite, en la que más llore por no irme de su lado, no sé si con el paso del tiempo me quede sin lagrimas o es que no me era posible llorar por ella, pero ni una sola lágrima había podido expulsar
de mis ojos, solo había un nudo en mi garganta que quería brotar pero que aún no podía.

Y es que como expulsar lágrimas por una madre que nunca estuvo, que prefirió cuidar a un jefe viudo y su vástago, como llorar por una madre que nunca fue mía, y que nunca me busco, pero que ahora tenía que volver... Y solo porque al gran patriarca
le apetecía que así fuera.

"El gran señor Malfoy exige que vuelvas"

Volvería, despediría a una madre que nunca estuvo a mi lado y me iría para esta vez no volver, no sería como mi madre, no estária atada a un hombre que me quitaría el derecho de tener una vida, no sería como ella...


- Soy Ginevra Weasley una de las empleadas de la Mansion, es un placer al fin conocerte Mione, te puedo llamar así ¿cierto? - apenas entre por la puerta de empleados en la que me guío el chofer, una despampanante pelirroja de pelo liso, camisa
blanca entallada a su cuerpo y un escote algo pronunciado para ser exhibido en público acompañada de una pequeña falda que daba la impresión de ser dos tallas menores a la suya, se lanzo encima de mí y me abrazo como si fuéramos amigas
de toda la vida, solo por unos segundos ese gesto fue amable, luego de un minuto se volvió extraño finalmente volviéndose perturbador - Jean hablaba tanto de ti que ya sentía que te conocía de toda la vida - su pertubador abrazo aún no
finalizaba y pude sentir como la tela que cubría mi hombro comenzaba a humedecerse "pero qué rayos" sin ser muy agresiva eleve mis manos a la altura de sus brazos y me separe retrocediendo unos pasos a la puerta por si tenía que salir
corriendo, ella se secó sus lágrimas y me miró curiosa con una tímida sonrisa- Eres justo como ella decía que eras - bufé exasperada -

- Enserio que bien... Pero ella nunca me habló de ti, ni de nadie... - mi voz salió mucho más ruda y petulante de lo que pude desear pero ella ni pareció inmutarse, su sonrisa se extendió por todo su rostro llegando hasta sus grandes ojos
marrones - Podrías avisarle a el Señor Malfoy que ya estoy aquí - aunque su sonrisa no desapareció por completo si se vio disminuida, me miró con ojos curiosos detallándome de arriba a bajo haciéndome sentir expuesta ante su mirada, detallando
primero mis zapatillas deportivas, subiendo por mis pantalones dos tallas más grandes de lo que sería lógico usar, subiendo por mi camisa negra igual de ancha que los pantalones y finalizando en mi cabello algo enmarañado por el largo
viaje.

- El señor Malfoy ya sabe que te encuentras aquí, nada pasa en esta Mansión sin que el o su hijo no se den por enterado mucho antes de que suceda - dijo con una dulce voz muy diferente a lo que sus palabras querían decir - Sígueme, tus pertenencias
ya se encuentran instaladas en tu habitación - mientras la seguía por los pasillos que daban hacia la cocina, pude observar cómo una gran cantidad de empleados se encontraban finalizando los últimos detalles de la cena, los cuales ni se
daban por enterados de nuestra presencia, ella torneaba sus caderas con algo de erotismo al caminar sobre esos tacones de tacón negro, "¿es que no se cansa?" Me pregunté, como hace para caminar así y no caerse, al apartar nuevamente mi
vista de las caderas de la pelirroja con nombre de bebida alcohólica, me di cuenta que ya no nos encontrábamos en la cocina, si no en otro pasillo en donde la pelirroja abrió la puerta permitiendo mi paso primero, para luego ella pasar
después de mí y otra vez posicionarse delante guiándome por un enorme recibidor de tapices y muebles tan viejos como elegantes - Está es plata baja, en este piso encontrarás el recibidor un salón de descanso, comedor y la cocina
como la pudiste observar minutos antes, estas escaleras dan al primer piso - dijo mientras tomaba el pasamanos y subía rápidamente sin demora alguna - en este piso están todos los cuartos de las empleadas que tienen permitido quedarse
en la mansión, los que no simplemente se marchan a sus casas luego de finalizar sus jornadas laborales, por este primer pasillo se encuentras todas las empleadas que solo sirven al Amo Draco, y por este otro se encuentran todas las empleadas
que sirven al Amo Lucius y es en este donde se encuentra tu habitación - exclamó con una sádica sonrisa -

- ¿porque no comparten empleadas? - pregunté curiosa obviando lo de que justo en el pasillo del patriarca era donde me quedaría solo por esta noche - Porque sencillamente a ningún Malfoy le gusta compartir - respondió como si fuera lo más
obvio del mundo y yo fuera solo una ignorante al no saberlo - está es mi habitación y la tuya es está, la última del pasillo, esta escalera que vez aquí van al segundo piso donde se encuentran las habitaciones de los señores de la casa,
no tienes permitido subir, solo lo podrás hacer si el amo Lucius te lo pide, ya que ahora en adelante le servirás solo a él, después de que te bañes y te coloques el uniforme que se encuentra encima de tu cama te explicaré de tus funciones
- una vez que abrió la puerta de mi cuarto, vi la necesidad de aclarar todo el malentendido -

- Creo que habido un error Ginevra, yo solo vine al funeral de Jean y me marcharé mañana mismo - ella negó con la cabeza y respondió - No habido ningún error Hermione tú eres la nueva empleada de la mansión Malfoy, alístate y en media hora
se servirá la cena por esta noche serás invitada especial en el comedor junto a los señores - antes marcharse me dio una última mirada de pies a cabeza y con una última sonrisa cerró la puerta dejándome sola e impaciente.

¿Pero qué se creía esta gente?, yo nunca había aceptado ser empleada de esta casa, estaban locos si pensaban que yo sería una sumisa como mi madre.

Diez años en volver... Solo para encontrarla muerta y que ahora sea yo quien me encargue de servirles como si de la gran dinastía se tratase.

Podía sentir las aletas de mi nariz expandiéndose, frustrada... Era la palabra correcta para el día de hoy, para esta familia de mierda, mientras me calmaba un poco fui observando mis alrededores, para ser un cuarto de empleadas... Estaba
bien demasiado bien diría yo, quien rayos le da a una empleada un cuarto tan Enorme, si así era las de las empleadas no me quería imaginar la de los dichosos señores Malfoy, doseles de fina organiza de seda caían por la cubierta de la
cama, delicados colores pasteles cubrían la habitación y elegantes acabados en la madera una puerta que parecía ser el baño y con mucha curiosidad me encaminé hacia ella, tomando la manilla y abriéndola cuidadosamente, el aroma a
flores, canela y manzana se adentró en mis fosas nasales dándome un cosquilleo por toda mi columna, me adentré en el enorme baño, pisos de mármol y mesones de granito Pulido le daban una elegancia sin igual al lugar, un enorme espejo sobre
el lavabo empotrado en granito, y una tina blanca en el centro, los ventanales que daban a los jardines y cortinas de color crema pastel cubrían la intimidad del lugar, era realmente hermoso, lastima que solo lo disfrutaría por esta
noche y nada más, mañana partiría y no pensaba dar marcha atrás o eso creía ingenuamente.

Sin poder aguantarme más, fui quitando una a una las prendas que cubrían mi cuerpo, dejando todo regado en el frío mármol, todo lo que retiraba de mi piel hasta al fin llegar a la enorme tina y abrir con premura el grifo, metiendo una pierna
tras otra y sintiendo el agua empezar a correr por la planta de mis pies, hasta sentarme en ella y esperar que me cubriera por completo la tibia agua, relajando a su paso todo mi entumecido cuerpo.


Al salir del baño note el uniforme al que se refería la pelirroja, lo tome entre mis manos y lo detalle con cuidado, están locos si creen que me pondré esto, era el mismo que usaba la pelirroja con la única diferencia que mi camisa no tenía
los bordados a la altura del cuello con las iniciales de LM que tenía la de ella, abrí mi baúl y mis ojos se abrieron en asombró al ver que nada de mi ropa se encontraba dentro de él, camine hacia el armario y solo había más camisas y
faldas... "No no no puede ser... Tiene que ser una maldita broma de mal gusto " pensé. Busqué en las otras gavetas y nada... Debajo de la cama, en las gavetas del baño, nada, no se hallaban ninguna de mis prendas dentro de ella, "ni pensar,
ni creía esa... Esa deshuesada que yo usaría ese intento de uniforme porno, primero muerta" bufé y camine rápidamente al baño donde había lanzado toda mi ropa y con premura me la puse de nuevo.

Salí de la habitación como alma que lleva el diablo y subí las escaleras por las que la pelirroja me había dicho que no subiera sin invitación, esta situación tenía que llegar a su fin, al llegar al segundo piso me adentre a un largo pasillo
que finalizaba con una pared en medio, con una mesa y un gran arreglo floral de rosas blancas eran la única decoración del lugar de Paredes verde botella, era la división de otros dos pasillo más, mire a la derecha luego a la izquierda
sin saber a dónde dirigirme, " a donde... donde voy " exclamé en voz alta y optando por el pasillo de la derecha me encaminé a él, el cual finalizaba en un amplio recibidor sin muebles de ningún tipo, ni decoración alguna, solo dos puertas
a los laterales y entre ellas en todo en medio del vestíbulo dos puertas más grades y unidas, un leve sonido vino de alguna de las puertas y cuando el sonido se hizo más agudo pude diferenciar de que puerta era donde provenían, camine
sigilosamente hacia las dos puertas de en medio y sin poder evitarlo pegue la oreja en ella, sosteniéndome con mis palmas, la puerta se entreabrió dejando ver una pequeña abertura "no mires, date la vuelta y vete, no mires, date la vuelta
y vete, no mires, date la vuelta y vete Hermione " escuchaba a mi subconsciente hablarme pero ya mis manos estaban abriendo sólo un poco más la puerta y por la fina fisura clave el ojo, abriendo mis labios en asombro " Pero qué rayos "
pensé.

Encima de un amplio escritorio de madera pulida y oscura se encontraba una mujer de cabellos rojos, desnuda en todo su esplendor con las manos aferradas a la madera y la cabeza de una cabellera rubia entre sus piernas, lamiendo y succionando
todo a su paso, mientras Ginevra gemía como una posesa, el hombre de contextura grande sostenía las piernas con sus manos abriéndola más como si eso fuera humanamente posible, su torso desnudo daban una vista impresionante de sus tonificados
músculos - No pares, no pare Amo Lucius - exigía la chica "pero es solo una niña, podría tener a lo mucho mi edad " el rubio se levanto de la silla tomando su miembro entre una de sus manos con movimientos arriba, abajo, arriba, abajo,
mientras que sus dedos de la mano izquierda se adentraban en la intimidad de la chica - Si... Siiii más amo, más rápido amo - gritaba la pelirroja , los vellos de mi nuca se fueron erizando y un ligero dolor se apoderó de mi bajo vientre,
una de mis manos se fue a mi seno derecho y solo esa acción hizo erguir mis cubiertos pezones "Tengo que dejar de mirar" me dije en un susurro y fui cerrando la puerta rápidamente para darme vuelta y encontrarme de frente con un rubio
hombre que me miraba con una sonrisa ladeada en el rostro afirmando en todo su esplendor "te descubrí", "me descubrió" pensé y antes de poder decir alguna palabra tomo mi mano y me saco de esa área de la mansión, llevándome de vuela al
donde se dividían los dos pasillos y empotrándome con algo de rudeza en una de las paredes.

- Es que nunca te han enseñado a que no se debe espiar a los demás Hermione - como Diablos todos en esa mansión sabían de mi - Dime Hermione ¿quieres que te haga lo mismo que mi padre le hacía a la pequeña de los Weasley? - mis ojos se abrieron
en asombro y un fuerte calor se apoderó de mis mejillas, sus penetrantes ojos plata me miraban con burla y reproche pero dentro de ellos se ocultaba un deseo, algo más que no sabría describir, que hacía mi piel erizarse, sin poder reaccionar
fui testigo principal de cómo una de sus manos se posaba sobre mi mejilla y sin darme cuenta fue acercándose hasta que las distancia fue tan corta que ni una hoja de papel pasaba entre nosotros - Dime Hermione te gustaría probar - mi cabeza
asintió cuando por dentro mi razón le gritaba no, sus labios se adueñaron de los míos, su legua entreabrió mis labios y se fue adentrando como una venenosa serpiente, entrelazándose con la mía y comenzando un baile intenso y agonizante,
sus manos se apoderaron de mi cuello y las mías se afincaron en su fibroso pecho "¿pero que estoy haciendo?" Me preguntaba cerrando los ojos poco a poco mientras sentía esos labios tan suaves y húmedos sobre los míos, succionándolos y
mordiéndolos sin tregua.

¿Pero qué diablos estoy haciendo?


¿Qué tal?, les parece bueno o mejor no escribo más xD tratare de subir lo más seguí que pueda espero les haya gustado este primer capítulo de antemano les pido disculpa por los errores ortográficos, nos vemos pronto :*