Disclaimer: Casi todos los personajes son de propiedad de Hoshino Katsura, el único personaje que es de mi imaginación es el principal que tiene un pensar y un actuar, para nada perfectos.

Bueno a mí nunca me gusto usar los Ooc, pero un día tuve un sueño y pues… me encantó el contenido de mi sueño, era genial… Entonces, y sin ganas de desperdiciar esa idea, decidí hacerlo, pero en ese entonces no tenía muy buena narración, aunque no sé si ahora he mejorado, la verdad. Aun así, -y siendo esta mi historia número 40- he querido hacer la historia, con un protagonista ni bueno ni malo, no va a ser perfecto y tampoco va a ser una bonita historia con un final feliz, lamentablemente.

Advertencia: La muerte de un personaje (?).


Prólogo


Los ojos del viejo vieron fijamente la hoja de papel que tenía en mano y al poco rato pareció fruncir el ceño. Él temblaba, de pies a cabeza, esperando, deseando ver que por fin diga que estuviera bien, aunque sea por esta vez. Tragó su saliva, sintiendo como el nerviosismo aumentaba mientras que el viejo no decía palabra y solo veía la hoja de papel con sumo detalle. La verdad es que quiso esconderse en algún lugar y no escuchar lo que Bookman tenía que decir, pero al final sí que quería escucharlo.

– ¿Y…?

La voz que él tenía parecía romperse y relamió sus labios secos como mayormente hacía cuando estaba nervioso. Los ojos cansados del viejo, vieron a su figura y él tembló un poco.

– Está mal –dijo con un pequeño suspiro agotador, mientras que tiraba los papeles a otro lado.

Los ojos de color ámbar vieron decepcionado a los papeles en el suelo, quiso rendirse, ya que ninguno de sus esfuerzos estaba dando fruto y siempre era lo mismo, siempre, siempre… y llegaba a cansarse mucho, y cuestionar el por qué estaba ahí o si tomó la mejor decisión en aquel momento. Se agachó para tomar los papeles botados y vio esa letra que no era lo suficientemente buena para el viejo Bookman.

– Aunque era un imbécil, Lavi era buen sucesor de Bookman.

Ese susurro seguido de un suspiro fue la daga que se le clavo en el pecho y sintió un nudo en la garganta que parecía querer ahogarlo. Más tarde llegó el enojo por la frustración que lo consumía cuando el viejo salió por la puerta. Lavi… ¿quién era ese sujeto? Fue lo único que pensó, era aquello que siempre pensaba cuando alguien pronunciaba ese nombre tan odiado para él. El viejo siempre lo comparaba con alguien llamado Lavi, no sabía quién era él y cuando preguntaba, Bookman no quería responder.

¿Qué tan bueno era ese sujeto llamado Lavi?

– Algunos me llaman Jr., pero sería mejor que me llamen Ival.

El chico de 11 años sonrió y extendió la mano a ambas personas, él pensó que lo hizo bien, se había presentado como lo había ordenado el viejo y en ese momento estaba orgulloso de que le haya salido bien, hasta el tono feliz y contento le quedó perfecto, pero la duda vino cuando vio a la china con lágrimas en los ojos y una sonrisa que parecía más triste que feliz. Se sintió varado en su sitio, no sabía que había hecho mal, ¿Tal vez dijo algo que no debía?, pero ¿Qué era eso?

El pequeño de cabellos negros… no supo qué hacer con las lágrimas que derramaba la chica. No recordaba nada que le podría servir en esta situación y solo vio a la que llamaban Lenalee Lee, llorando quién sabe por qué.

– Lo siento… es que Lav… — era obvio que quería decir un nombre, pero se detuvo el de cabellos nívea —. Alguien hace mucho tiempo se presentó igual que tú y… —se notaba la tristeza en los ojos plateados— bueno, nos hizo recuerdo a él.

– ¿A-así?, no lo sabía em… ¿Quién era él?

– Lavi… un viejo compañero nuestro que… ya no está con nosotros.

– ¿Qué le paso?

La china se limpió las lágrimas y le dio una sonrisa que intentó hacer parecer feliz, aunque era obvio que no lo era.

– Lo siento, pero no quiero hablar de eso, ahora… Ival, ¿Cierto?

Él asintió e intentó hacer fluir una conversación divertida, le costó y la verdad es que no pudo hacerlo bien, porque en su cabeza solo venía ese nombre. Ese nombre que tenía una historia ahí, con todo el mundo, con toda la orden. Ese nombre que todos conocían y que por alguna razón siempre llegaba a tener una comparación con él. No lo entendía, quién era ese sujeto y por qué era tan reconocido por el mundo.

Otra vez… pasó lo mismo.

…..

– Oye… espera –se quejó.

El chico volteó con sus cabellos largos de color azabache, el niño se detuvo mientras que el otro le vio con esos ojos de color del mar, frunciendo el ceño, Ival tembló de pies a cabeza, mientras que se sentía impotente y le parecía la peor idea del mundo querer hablar con Kanda Yu, puesto que éste antes le había ignorado y ahora le veía con esos ojos que daban miedo. No entendía por qué era tan importante hablar con ese sujeto, pero era una orden del viejo y debía seguirla porque… sí.

– Deja de molestarme estúpido conejo -se cortó en las palabras y luego pareció darse cuenta de sus error, para luego solo gruñir molesto- Tsk, déjame en paz imbécil.

Ival se quedó parado mientras comenzó a temblar, pero no por miedo –bueno tal vez un poco-, sino por enojo y sobre todo la confusión que le daba. No era necesario que entendiera la frase, puesto que por alguna razón supuso que el "conejo" era ese tal Lavi. Solo era una teoría, claro, pero si el mundo entero le comparaba con ese nombre ya muy repetido, no iba a ser muy anormal que Kanda Yu haga lo mismo.

Ese maldito nombre que ya sabía de memoria y que lo seguía a todas partes, pero no sabía quién era. Ival juraba que no sabía nada de ese sujeto, pero… ah, no, espera, si sabía algo de él; "Lavi" era mucho mejor que él.


¿Qué les preció mi primera historia con un Occ?

La verdad, es que Lavi murió, después de ser raptado por los Noah, el que vivió es Panda, Entonces Bookman tuvo que encontrar un nuevo aprendiz, ya que el amado Lavi murió (?). Jajaja, me encanta mantenerlos en suspenso. Esta historia tratara de como Ival -el principal- quiere superar a Lavi en todo lo que puede, pero... ¿Lo logrará?

Los leo en sus reviews.

Me leen en mi próximo capitulo.

Nos vemos.