Género: Alternative Universe
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen a mí. Le pertenecen a Masashi Kishimoto.
Sinopsis: Los protagonistas de esta historia están marcados con sueños extraños, sin saberlo ambos tienen cosas en común ¿será demasiado tarde?.
Breaking the habit.
-Capítulo 1-
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¿Cómo puedes ver en mis ojos las puertas abiertas?
Llevándote hasta mi núcleo donde me he convertido en una persona tan insensible. Sin alma mi espíritu está durmiendo en algún frío lugar-
Hasta que lo encuentras ahí y lo llevas de vuelta a casa.
Di mi nombre y sálvame de la oscuridad. Despiértame.
Ordena a mi sangre que corra. Sálvame de la nada en la que me he convertido
Ahora que sé lo que soy sin ti no puedes simplemente dejarme.
Respira en mí y hazme real, tráeme a la vida
Congelada por dentro sin tu roce, sin tu amor querida.
Solo tú eres la vida entre la muerte
No puedo creer que no pude ver
Escondido en la oscuridad
Pero tú estabas enfrente de mí
Parece que he estado durmiendo por 1000 años
Tengo que abrir mis ojos a todo
Sin un pensamiento
Sin una voz
Sin alma
No me dejes morir aquí
Debe que haber algo mal
Tráeme a la vida
He estado viviendo una mentira.
No hay nada adentro.
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-Déjame en paz.
-No puedo dejarte ir, entiende que no puedo seguir si no es aquí y contigo ¿es tan difícil de entender?- le preguntó mientras la miraba a los ojos.
-No es eso- su voz sonaba nerviosa, muy poco común en ella- sino que sabes que esto no debe estar pasando ni hoy ni ahora, no en este mundo.
-¿De qué hablas? ¡No entiendo lo que dices!- su voz era agitada, la lluvia era tempestuosa.
-No podemos estar juntos, es lo que pasa y lo sabes….- bajo la mirada mientras trataba de esquivar esos ojos negros que tanto la ponían nerviosa – lo sabes ¿no?
-Prometo no dañarte, prometo no hacerlo- la empezó a agitar mientras comenzaba a gritarle -¡lo prometo!
-Siempre dices promesas pero jamás las cumples ¿Qué clase de hombre te dices ser?- le preguntó ella mientras le brotaban gruesas lágrimas.
"di mi nombre y sálvame de la oscuridad".
Confundido se despertó, y se quitó las sabanas de encima. Se toco la frente, en efecto, estaba sudando. Se miró al espejo y se dio cuenta de que había sido de nuevo un sueño, otro de esos sueños que lo venían atormentando desde hace un mes. Entrecerró los ojos mientras se volvía a incorporar a la cama, pero escuchó los fuertes toquidos ¿de quién? Era obvio qué eran de su hermano mayor.
De mala gana se levantó nuevamente de la cama y se encaminó a la puerta, y si, en efecto ahí estaba su hermano mayor. La diferencia de edades no era mucha, su hermano tenía 22 años mientras que él tenía 16 años. Su hermano rodó la mirada, él sabía lo que significaba eso: "una plática familiar entre su abuelo y ellos". Frunció el ceño, detestaba cuándo eso sucedía. De un portazo le cerró la puerta a su hermano y se fue directamente a la ducha, no tardo mucho, no era un hombre vanidoso, simplemente agarro la primera camisa que encontró y los primeros pantalones, le daba igual su vestimenta, a decir verdad todo le valía.
Comenzó a bajar las escaleras hacia la sala, pero mayor fue su sorpresa cuando vió a su primo mayor, a su hermano y a su abuelo reunidos ahí. Sintió un leve escalofrío, pero nada que no pudiera fingir, todo en él era fingimiento, si es que a eso se le podía llamar, ya que él era un ser totalmente inexpresivo.
-Sasuke- dijo su hermano – perdón por interrumpir tu sueño, pero esto era importante.
-Hmp- rodó la mirada mientras observaba a su alrededor.
-Hemos tomado una decisión- dijo su abuelo, su nombre era Madara.
Sasuke simplemente cerró los ojos, quiénes lo conocían sabían que eso significaba un "entiendo" o un "afirmativo", a decir verdad él era de pocas palabras y generalmente hablaba con un monosílabo o cuando estaba de buen humor decía más de una palabra y generalmente esas palabras eran frías y carentes de emociones.
-¿¡que acaso no te importa?!- dijo uno de los primos mayores, él se caracterizaba por ser muy hablador, sarcástico y el más cálido de todos ellos, su nombre era Shisui.
-Ya, déjalo así- interrumpió el hermano mayor de Sasuke "el genio", llamado Itachi.
-Bueno- dijo Madara- Es momento de que hagas tus maletas.
-¿otra vez?- Sasuke frunció el ceño, ya estaba arto de empacar cada 6 meses, ya tenía suficiente, cada año se mudaban o lo cambiaban de colegio, por ello no tenía amigos ni novia. Nada, simplemente no tenía nada.
-Vamos- dijo Shisui- vele el lado positivo.
Sasuke rodo los ojos, si había una persona que podía detestar de toda su familia era él, Shisui Uchiha.
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Vestía una playera de manga corta color negra, unos pantalones y unos converse negros. Se subió al coche y se quedó dormido.
Bajó del coche y finalmente llegó a su nueva escuela. Caminó algunos metros, era una escuela enorme, sí, sin duda la más grande a la que había asisto hasta ese momento. Bostezó un poco, y se dio cuenta que muchas chicas lo miraban –no era novedad- el ya estaba acostumbrado a que, siempre que llegaba a un nuevo colegio por lo menos, unas 10 chicas le preguntaban su facebook, su teléfono y su nombre, eso ya era de ley. ¿y el que les respondía? – No tengo teléfono, no tengo facebook y mi nombre no es importante- pero entre más decía eso, mas fansgirls atraía hacia él.
Sacó de su mochila su grupo, y lo anotó mentalmente en su cabeza – Salón 23- pero ahora el problema es que no sabía dónde se encontraba, sí bien la solución más coherente sería preguntarle a alguien, pero eso no aplicaba en Sasuke Uchiha.
Los pasillos eran largos, y por extraño que pareciera estaban solos. Miró su reloj y se dio cuenta de que ya estaba llegando tarde a su primera clase, y ya tenía de retraso media hora. Suspiro pesadamente, y se dio cuenta de que esa clase era de 2 horas, es decir de plano iba a perder esa clase.
Durante su recorrido por la escuela se dio cuenta de que por lo menos unas veinte chicas son le quitaban la mirada de encima. Se sintió acosado, con ganas de asesinar a cada una de esas chicas. Pero "milagrosamente" fue salvado de su deseo en cuanto vió un jardín en la parte contraria de donde estaba. Se podía divisar perfectamente, era un jardín grande y con arboles preciosos. Se encogió de hombros ¿Qué podía salir mal?
Desde luego que ignoro a todas las chicas que se acercaron a él. La primera llegó y le dijo
-¡Hey! ¿Cómo te llamas?
Y el simplemente la ignoro olímpicamente y debía admitirlo, la chica no era para nada fea, al contrario.
La segunda chica llegó con un grupito de cinco amigas y todas en coro le dijeron
-¿eres nuevo? ¡¿Quién eres?!-
A lo que el simplemente rodo la mirada y las ignoro.
Y la tercera chica fue un poco más obsesionada, su cabello era de color rojo y usaba lentes llegó y le dijo:
-¡Hola! ¡Mi nombre es Karin? ¡¿Quién eres?!-
A lo que él la ignoró, pero ella lo siguió por lo menos durante los siguientes 15 minutos. El se hartó y terminó por decirle
-¿Qué quieres?
-Tú nombre
-Mi nombre es Sasuke ¿me puedes dejar solo por favor?
Por lo general eso era lo que hacía para sacarse a las chicas de encima.
Finalmente llegó al jardín. No importaba mucho si mataba clases, daba igual, ya había llegado tarde. Se sentó en una banca mientras se ponía los auriculares y se repetía mentalmente -Salón 23, salón 23-
De repente, sintió como una fuerte atracción a algo. No supo de momento que era, pero algo en él le decía que volteará. Finalmente hizo lo que sus instintos le pedían y observó a una chica, su cabello era azulado con un tono negro, pero no podía observar más ya que estaba de espaldas. Frunció el ceño, mientras se regañaba internamente por estar mirando a una chica. Pero algo en él le decía que tenía que ir hacia donde estaba ella. Apretó los puños enojado. Mientras tomaba la mochila. Se dijo mentalmente que no importaría mucho, ya que todas las chicas lo miraban a él y sin duda esa chica sería la excepción.
Pasó enfrente de ella (cosa que no hacia nunca) pero se dio cuenta de que la chica ni siquiera apartó la mirada de su libro. Pudo obsérvala mejor. Tenía un rostro muy bien definido, su piel era blanca y su pelo era azulado con un tono negro, pudo observar sus labios color rosa pálido. Y se quedó contemplándola por algunos segundos, no lo podía negar la chica era muy hermosa pero inmediatamente se sacó de su mente esa idea, Sasuke Uchiha no podía estarse fijando en mujeres y mucho menos en un Instituto. Finalmente la chica se levantó de su lugar y camino rumbo a los salones de clases, y ni siquiera observó a Sasuke.
-Hmp- Por lo regular, Sasuke nunca llamaba la atención, pero decidió hacer un leve sonido simulando tos para llamar la atención de esa chica. Ella simplemente volteó y ni siquiera se inmutó por observarlo más de un segundo.
Ella comenzó a caminar cómo si fuera una estrella. No agachaba la mirada y ni siquiera volteaba para atrás.
Sasuke quedó enfadado, ninguna chica lo había ignorado en su vida, ni siquiera a un pequeño ruido. Ni la más fea, ni la más hermosa de las mujeres que había conocido había hecho lo que esa chica. Apretó los puños y decidió seguirla.
-¡Hey!- gritó cuando vió que la chica misteriosa ya le estaba llevando ventaja en el caminar. La chica se volteo y por primera vez cruzaron miradas.
La mirada de ella era dulce y tenía una emoción que Sasuke no podía diferenciar, sus ojos eran color aperlado y tenía unas pestañas enormes.
Ella lo miró, sus ojos eran negros como la noche y estaban faltos de emociones. Ambos se miraron por un segundo que pareció eterno, o al menos eso pensaron ellos.
Inmediatamente la chica se volteó y siguió su caminar, Sasuke impaciente la tomó del hombro esperando a que ella dijera algo, no dijo nada.
-¿Sabes dónde está el salón 23?- preguntó el con cierta molestia
-Sí- respondió ella con un tono de voz dulce.
Sasuke frunció el ceño y se sintió abatido con esas palabras, le sorprendió saber que una chica pudiera decir algo tan dulce en una sola palabra, sin duda su voz era hermosa y tan sólo la chica había dicho una sola palabra, tan sólo una.
-¿Dónde está?- preguntó Sasuke
-Yo voy en ese salón, sígueme- contestó ella con un leve rubor en las mejillas.
Sasuke sintió que a partir de ese día sería diferente, o por lo menos "divertido" no es que le importará pasar tiempo con mujeres pero ese día había iniciado muy diferente a lo que otros días habían sido.
La siguió a pasos lentos. Sintió que muchas miradas acosadoras lo perseguían eso ya era normal e incluso ya se había acostumbrado.
Miró a su alrededor y se dio cuenta que la escuela era bastante grande, aunque él en un principio no lo había visto así. De repente, sintió una sensación extraña recorrer todo su cuerpo.
-Hemos llegado- su voz era dulce, como un susurro apenas audible.
Sasuke asintió con la cabeza mientras cerraba los ojos ¿qué había sido esa extraña sensación? O mejor dicho ¿cómo fue que llegaron tan rápido al salón de clases?.
Desde el primer momento que entró al salón se dio cuenta que había muchas mujeres, y debía admitir que no eran feas pero entre sus intereses no estaban incluidos el tener novia, para él eso eran cosas vánales y mediocres.
Se sentó en el lugar más alejado del salón de clases, sinceramente no quería socializar con nadie, eso le fastidiaba. Bajó su morral y sacó su Ipod mientras se reproducía una canción que sin duda lo tomo por sorpresa
"Ella se fue y yo tome otro camino. Reconozco la cara. Pero no puedo recordar el nombre. Ahora me pregunto cuál sería su nombre. Al parecer ella desapareció sin dejar rastro. Tal vez se caso con muchos desconocidos. Hice una fogata para quemar todas las fotografías. Ella se fue y yo tome otro camino"
-¿qué hace esta canción en mi reproductor?- se preguntó mentalmente Sasuke al oír la canción y por mero impulso frunció el ceño. Detestaba cuando una canción le transmitía algún sentimiento.
-¡Hey!- una voz chillona interrumpió sus pensamientos. Era una chica de cabello rojo quién lo llamaba
Él no contestó, simplemente suspiro con molestia, si algo lo hacía sacar de sus cabales era que lo interrumpieran cuando estaba solo y que personas desconocidas le hablaran, más si eran mujeres.
-¿cómo te llamas?- le preguntó -¡¿me estas escuchando?!- repitió la chica con tono de molestia
Rodó los ojos, Sasuke Uchiha no pensaba contestarle.
-Ya déjalo amiga, es nuevo seguro lo espantaste – se escuchó decir por atrás. El azabache miró disimuladamente y se dio cuenta que era una chica de cabello rosa la que hablaba. Las mismas tipas que se había encontrado él en el pasillo con anterioridad, bueno, a decir verdad se topo con muchas mujeres.
Y cómo si él fuera un imán de mujeres, otras chicas se unieron a ellas y lo rodearon en un círculo. El seguía sentado y miraba alrededor. Unas 8 mujeres lo estaban acosando. Se escuchaban murmullos, y esta vez eran de hombres
-Hey déjanos a algunas chicas ¿quieres?- se escuchó decir a lo lejos
-¡Ya cállate Lee!- le respondió una chica.
Para sorpresa de Sasuke, la única chica que no estaba ahí era ella. Sí, la chica de ojos plateados, la misma que lo condujo al salón. Volteó para todos lados y no vió a esa chica. Se maldijo mentalmente por no haber preguntado su nombre. Se sentía acosado, su Ipod reproducía una canción a todo volumen mientras ignoraba las preguntas de las chicas acosadoras que estaban a su alrededor. Tomó su morral y se paró. Empujó con cortesía a algunas chicas – entre ellas la de cabello rojo, cuyo nombre es Karin- y se dirigió a la puerta.
-Creo nos pasamos- se escuchó decir a la de cabello rosa, cuyo nombre es Sakura.
Sasuke se quedó en la puerta, justo en ese momento tenía ganas de un cigarrillo. Pero estaba en la escuela, y no quería dar una mala impresión
-como si eso importará- pensó mentalmente contradiciéndose a sí mismo.
Observó a todas las chicas y se dio cuenta que ninguna de ellas era "ella". Frunció el ceño, esa chica era diferente a todas las que estaban ahí. No quería apresurarse a nada pero le intrigaba bastante que "ella" no estuviera. Por algún motivo extraño. Además no tenía la confianza suficiente como para preguntarle a alguien sobre esa misteriosa chica.
De repente, sintió que alguien lo empujo. Eso le crispó los nervios pero hizo como que no se dio cuenta.
Pero algo era seguro, ese chico imponía autoridad. Basto con que llegará al salón y todas las chicas se sentaron en su lugar, y los chicos que con anterioridad hablaban sobre deportes guardaron la compostura.
Sasuke se quedó en la puerta, no tenía motivos para intimidarse ante ese chico. No lo conocía ni nada por el estilo. Así que hizo como que no pasó nada.
El chico era alto, su cabello era castaño y sus ojos aperlados.
-igual a los de ella- pensó Sasuke
-Neji- se escuchó decir a un chico de cabello rubio y ojos azules - ¿qué tal?
El azabache no entendía muy bien, hace unos momentos ese mismo rubio actuaba de forma inmadura y tonta frente a las chicas y ahora mostraba algo parecido al respeto. Sin duda ese chico que había llegado debía ser importante.
-Naruto- respondió- ¿No ha llegado ningún maestro?
-No, no ha llegado ningún maestro- respondió el ojiazul.
-Ya veo ¿sabes dónde está Hinata?- pregunto
-No lo sé Neji, no la he visto por aquí, ahora que lo pienso….
-Gracias- su voz fue cortante y de nuevo salió del salón no sin antes empujar a Sasuke.
-¿cuál es tu problema?- pregunto el Uchiha con un tono de voz sereno
Neji lo fulminó con la mirada, pero Sasuke no se dejo intimidar. Desde ese momento supo que tenía un rival.
Se escucharon algunos murmullos dentro del salón, mientras que Neji salió del salón, cerrando consigo la puerta.
-Oye viejo- dijo un chico de coleta que se acerco a Sasuke – deberías respetar al jefe
-Hmp- contestó Sasuke
-De veras, deberías respetar a Neji, más vale llevar la fiesta en paz con él- agregó el chico de ojos azules
-Así es, se que eres nuevo y que eres un Don Juan, querido. Pero deberías medir tus palabras frente al jefe, lo digo solo por consejo-
-Me tiene sin cuidado- contestó finalmente el Uchiha, al mismo tiempo que se dirigía a su asiento.
…
…
El día escoltar transcurrió con tranquilidad. El "jefe" no se acerco al salón de clases y lo más raro es que Sasuke tampoco se encontró con la misteriosa chica.
El timbre de salida se escuchó, y por enésima vez, las chicas de su salón comenzaron a hablarle en parvada. El simplemente las ignoro. No quería relacionarse con ninguna mujer.
-Oye- se escuchó decir al chico de ojos azules
Sasuke rodó los ojos, lo último que le faltaba es que hasta los chicos lo acosaran
-¿qué?- se limitó a contestar más de un monosílabo
-Bueno, deberías socializar más. Digo, en esta escuela todos son sociables, por si no te has dado cuenta.
-Está bien- dijo con sarcasmo - ¿me podría decir su nombre?- rodó los ojos, le crispaba que le dijeran que debía socializar. Lo detestaba.
-Naruto Uzumaki- respondió con simpleza - ¿eres nuevo, no?
-Ump- contestó el.
-Oye, deberías hablar más- dijo el rubio – no es sano que estés tan callado
-Sí, como digas- dijo Sasuke
El rubio rodo los ojos al mismo tiempo que comenzó a gritar
-¡Vamos no seas tan aguafiestas!
Sasuke en ese momento tuvo el impulso de querer golpearlo, pero recordó que no, mínimo quería durar más de un mes en esa escuela.
El reloj del comedor marcaba las 5 en punto. Aventó su mochila a quién sabe dónde y se sentó en el sillón. Tenía flojera de encender la televisión. Cerró los ojos, quizá sería mejor sí no los abriera – al menos eso pensaba él –
-¿Porqué te fuiste?-
-Nunca me fui, siempre estuve aquí. Fuiste tú el que se olvido de mí ¿acaso lo olvidaste?
-No recuerdo nada ¿quién eres? Recuerdo tu rostro pero no recuerdo tu nombre
Inmediatamente abrió los ojos. En un intento frenético se dio una cachetada. Sintió el sudor en su frente y su corazón latía a demasiados latidos por segundo.
-Fue un sueño- pensó mientras se reincorporaba en el sillón. Se tocó la sien, sentía como la cabeza la iba a estallar de un momento a otro.
Miró el reloj que estaba en el comedor y eran las 8 de la noche. Frunció el ceño, por lo menos ese día no tenía tarea ni nada que se le pareciera. Dio un suspiro de alivio, si es que a eso se le podía llamar. Se maldijo mentalmente un millón de veces por el sueño ocurrido, no era la primera vez que lo tenía y además de todo, el sabía bien que no era de las personas que anduvieran soñando con chicas, no, el no era de esos tipos.
Para su suerte, no había nadie en casa –aún – así que decidió tomar el Audi de su hermano mayor ¿qué más daba si lo tomaba?, no se iría de parranda como otras veces, pero quizá un par de copas y un cigarrillo le dieran ánimos. Sí, su estado de ánimo no estaba del todo bien. Pero era demasiado orgulloso como para admitirlo.
La noche era fría y silenciosa. Era común en esos meses. Tal y como se sentía su corazón ¿pero desde cuándo?, no, no había fecha exacta, simplemente desde que sus padres murieron el se sentía así. Siempre guardo rencor a su abuelo. Tomó las llaves del coche de su hermano –que no estaba en casa- y se subió al bello automóvil. Puso el reproductor de música a todo volumen, para su desgracia recordó que no tenía cigarros ni nada que se le pareciera, además era nuevo en esa ciudad y en realidad no sabía quién le podría vender cigarros. Los necesitaba.
Golpeo el volante del automóvil, hasta que sintió el dolor. La única cosa que sentía desde su niñez era esa, y la única cosa que le recordaba que estaba vivo era esa: el dolor.
Empezó a conducir sin saber un rumbo fijo ni una dirección, era como ir a la deriva. Poco le importaba lo que pasara. En realidad no le importaba en lo absoluto. De repente, como si el cielo conspirara contra él, comenzó a llover. Una lluvia frenética de esas que se puede sentir la pesadez.
-¡Fíjate imbécil!- gritó Sasuke a un automovilista que por poco lo estrella – Maldito – dijo entre dientes.
Siguió su camino, sin saber a dónde. Finalmente llegó cerca de la playa y se dio cuenta de que ahí había una fiesta – o al menos eso parecía -. Estaciono el Audi de su hermano y se bajo del coche, aun llovía.
A lo lejos, lejano a lo que él podría escuchar unos chicos murmuraban entre sí
-¿y ese quién es?- decían mientras señalaban con la vista a Sasuke
-Ni idea ¿lo conoces?- preguntó uno de los chicos
-No, no lo conozco
-Esperen- se escucho una voz grave – Yo lo he visto antes – hizo una breve pausa – Sí, claro es el calladito antisocial que ingreso a la escuela hoy- explico un chico de cabello anaranjado, su nombre es Yahiko.
-En ese caso- interfirió una chica de cabello azul y ojos color miel- también se quién es- explico- dicen se llama Sasuke, al parecer será popular entre las chicas, sin dudarlo- dijo con una sonrisa divertida
-Konan- hablo Yahiko- es mejor que te ahorres tus comentarios fuera de lugar
-Uy- dijo un chico de cabello rojo – alguien se está enojando con su "free"- rió divertido
-¡Cállate cabrón!- dijo con enojo Yahiko- no es de tu incumbencia
-Vamos chicos- hablo de nuevo Konan – estamos en una fiesta, bueno…. Si a esto se le puede llamar-
-¡Hey!- gritó otro chico – No es mi culpa que no hayan traído más de estas delicias- hizo una cara pervertida mientras abrazaba de la cintura a una chica que dejaba mucho a la imaginación
-¿porqué serán tan cerdos?- dijo con burla Konan
-Silencio- dijo Yahiko mientras daba un paso al frente para alcanzar a Sasuke -¿quién te invito?- preguntó mientras levantaba una ceja.
El Uchiha pudo notarlo, ese tipo olía a mota –y quién sabe a qué otras cosas- además se le hacía familiar, hacia unas horas se lo había encontrado en el pasillo de la escuela cuando iba de regreso. Lo reconoció salvo que en persona se podía observar los múltiples tatuajes y perforaciones que este poseía.
-Nadie me invito, es cierto- dijo Sasuke con cierto desagrado – Pero nadie me dijo que no viniera.
Konan esbozó una sonrisa a forma de coquetería, para desagrado de Yahiko y de Sasuke. No es que el Uchiha odiara a las mujeres, no. Sino que por alguna razón consideraba ajeno todo lo que pasaba con ellas, nunca tuvo a una figura femenina a su lado, su madre murió cuando él era joven, además de eso no recordaba haber convivido con alguna chica – por lo menos eso creía él – por eso mismo, le desagrado haber tenido un sueño con una chica que ni siquiera recordaba su cara (en la realidad) ni su nombre.
-¿Gustas un poco?- dijo Konan mientras extendía su mano, eran pastillas o mejor dicho drogas.
Sasuke entre cerró los ojos, ya había probado las drogas antes, en su época de libertinaje, incluso las conocía y bien. No es que no tuviera ganas de experimentar de nuevo esas sensaciones sino que se lo había prometido a su hermano. La última vez que se drogo fue un poco dramática, consumió demás drogas sumado al efecto del alcohol. Por poco le causaba la muerte
-eso hubiera sido perfecto- pensó él cuando salió del hospital aquél dia…
Sin pensarlo más, Sasuke aceptó lo que le estaba dando Konan.
-Bienvenido- dijo ella mientras le esbozaba una sonrisa llena de coquetería – A partir de ahora serás de los nuestros….
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Nota de la autora:
Gracias por darle oportunidad a este fic, tengo cierto interés en este así que le daré continuidad. Los invito a pasarse a mis demás fics.
Créditos de canciones (todas las trate de traducir):
Wake me up inside: Evanescense ft Linkin Park
Whatrsername: Green Day
Blue Jeans: Lana del Rey
No olviden poner un lindo review eso me animaría bastante. Gracias y nos seguimos leyendo.
P.D recomiéndenme fics (me encantaría más si fueran sobre Itachi, no importa el género).
