El enfadado agente de la TSA opto por no seguir golpeando el cristal, tampoco es que importara mucho que lo hiciera, el mundo se había reducido a ellos dos, a los dedos de Jane en su barbilla, a sus labios atrapando los de ella, al dulce sabor de la lengua del hombre y las cosquillas de su incipiente barba en la boca de ella.

Lisbon puso su mano derecha en la mejilla de él para fortalecer la unión de sus bocas, para hacerle sentir que ella estaba enamorada de igual modo, también era para cumplir sus propios deseos y anhelos de tocar la piel de su amor con toda libertad.

Ambos se detuvieron y se separaron la distancia mínima para poder ver los ojos del otro, para ver qué efecto se habían causado el uno al otro en su renovada y silenciosa declaración de amor.

Lisbon sonreía dulcemente, tenia su boca entreabierta tanto para tomar aire como para indicar a Jane que esperaba el segundo asalto, las yemas de sus dedos recorrían arriba y abajo la mejilla del hombre dulcemente, aprendiendo la textura de su piel, disfrutando del roce de su barba de tres días.

Jane sonreía mirando los ojos verdes de Lisbon que le miraban dulcemente soñolientos, extendió sus dedos debajo de la barbilla para posar la palma de su mano abierta en la línea de la mandíbula de ella, que se inclinó hacia el toque de la mano masculina y a sus largos y elegantes dedos, sintiendo su calor y su dulzura que la envolvía el rostro.

De nuevo sus bocas se cerraron una en la del otro pero esta vez las lenguas de ambos estaban en un pequeño Vals, movimientos suaves, acompasados, ella subió la mano por la mejilla de Jane hasta hundir sus dedos en los rizos del hombre que al sentir su toque soltó un leve gemido de aprobación.

-"¡Ouch!" Jane se quejo expresivamente en los labios de Lisbon se retiro a mirarle un poco asustada.

- "El tobillo. Siéntate de una vez." Ella firme pero cariñosa empujo los hombros de él hacia atrás, en dirección a la silla.

-"Bueno, no es solamente mi tobillo, el filo de esa mesa de madera es particularmente incomodo en mi anatomía", dijo él tranquilamente pero levantando sugestivamente un ceja mientras la miraba divertido como ella se sonrojaba hasta la raíz de los cabellos.

Lisbon abandono su silla y se situó detrás de la de Jane, pasando sus brazos por el pecho de hombre para abrazarle firmemente y situar su cara junto a la de él, mejilla contra mejilla, los labios de Lisbon estaban en la oreja izquierda del hombre.

-"Te amo. Te quiero Patrick. Te quiero como nunca he querido a ningún hombre en vida", susurro dulce y amorosamente en el oído de Jane para a continuación poner sus labios en el cuello del hombre y besar suavemente su cuello arrastrando sus labios sedosos sobre la piel caliente del hombre que suspiraba mientras ella deslizaba su boca por su cuello, arriba y abajo dejando un rastro de calor y ligera humedad de su lengua.

Jane levanto su mano izquierda para tomar la cara de ella y acercarla a su boca, necesitaba saborear su dulce y juguetona lengua otra vez, su cuerpo quemaba y el dolor del tobillo era apenas perceptible, sabía que su cerebro estaba empapado en una enorme cantidad de hormonas por la inmensa felicidad que disfrutaba en ese momento y su cuerpo estaba reaccionando de cierta manera como en años atrás lo había hecho.

-" Teresa",… él la llamo suavemente mientras ella estaba de nuevo paseando su boca por su cuello.

- "¿Ummm?" suspiro ella.

-"Debemos salir de aquí. YO necesito desesperadamente salir de aquí", la voz de Jane había adquirido una nueva dimensión, un tono de urgencia que a ella le dio un dulce escalofrío recorriendo su espalda anticipando el motivo de la petición de Jane.

-"Estamos esperando que Abbott termine con el papeleo en la oficina del TSA, ha tenido que buscar tu acreditación para que no te prohibieran volver a subir a un avión en años, pero… de una multa no te va a salvar nadie y esa la vas a pagar tú", ella le dijo entre besos repartidos entre su cuello, su mandíbula y su mejilla.

-"NO me tortures mas, por favor!. Sé que me lo merezco, pero aquí ya he montado bastantes problemas y no quiero más así que,.. ¡Detente por el amor de Dios!".

-"Pero si tú eres ateo, no tomes el nombre de Dios en vano".

Lisbon se aparto de él y fue a sentarse en la mesa, ella le miraba con una divertida y perversa sonrisa en los labios y observaba los efectos que sus muestras de amor habían provocado en el hombre. La piel de Jane estaba ardiendo, ligeros tonos rojos en las orejas, una pequeña gota de sudor caía por su frente y su respiración era profunda, pesada, Lisbon intuía que él estaba usando toda su capacidad de retroalimentación para no dejarse en ridículo en publico y le estaba costando su mejor esfuerzo a juzgar por la gran evidencia de sus pantalones.

XXXXXXXXXXXX

Apenas habían transcurridos 5 minutos Abbott entro a la zona de detención en su mejor papel de Jefe severo y responsable, no iba a desaprovechar la situación para darle una pequeña lección a Jane de humildad que él acepto de buena gana con tal de salir de allí cuanto antes. Abbott le obligo a pedir disculpas a los de la TSA por el inaceptable comportamiento en un miembro del FBI, cosa que Jane realizo con el mayor de los arrepentimientos e hizo que Lisbon levantase sus cejas en toda una señal de "Sigues siendo el mejor mentiroso del mundo Patrick Jane, bueno, casi lo eres".

Cuando los tres estuvieron en la zona del aparcamiento y tras asegurarse de que nadie les veía Dennis Abbott se volvió hacia ellos y de repente una enorme sonrisa se dibujo en su rostro,

-"Entiendo que yo tenía razón años atrás".

-"Señor yo"…empezó a decir Lisbon pero Abbott levanto una mano negando y la miro con aire de cariño y respeto.

-"Agente Lisbon, no es necesario que diga nada. Me molestaba enormemente tener dejar que la oficina de Washington se llevase a uno de mis mejores agentes y ese idiota ha estado a punto de dejar que lo hagan"

Todo lo último lo dijo mirando a Jane que tenía las manos en los bolsillos esperando su turno de echarle la bronca. Abbott se volvió hacia él avanzando un par de pasos, Jane saco las manos de los bolsillos y estaba estudiando el rostro del hombre mientras se acercaba.

-"Estoy esperando, Jane", le dijo Abbott sin dejar de dirigirle una mirada de suave reproche. Jane le estudio un segundo más para asegurarse de lo que quería decir con eso.

-"Agente especial Dennis Abbott",… Jane empezó a decir con gran ceremonia para a continuación usar un tono amable y acercarse a su Jefe con la mano derecha extendida,.., "Muchas Gracias".

Esto pilló desprevenido a Abbott, tardo un segundo en reaccionar y estrechando la mano de Jane le dijo lo suficientemente alto para que Lisbon lo escuchase,

-"Eres un idiota, pero un idiota con una suerte enorme. Sera mejor que te portes bien con una de mis mejores agentes porque si ella tiene alguna queja grave de ti vas a saber quien soy yo", mirando de reojo a Lisbon al decir esto y ella se sonrojo de manera indecible.

Abbott se inclino al oído de Jane y le puso un par de juegos de llaves en la mano.

-"Estas son las llaves de la habitación del Hotel y estas las del coche de alquiler y esto",…le entrego un sobre,.." Son los billetes de vuelta a Austin para pasado mañana. Hay que resolver mucha burocracia así que no puedo darte mas tiempo".

Jane volvió a sonreír a su Jefe, pensando en que circunstancias se habían conocido y como a pesar de ser estricto con él nunca le había caído excesivamente mal, incluso cuando le dijo que le hubiese puesto una bolsa en la cabeza y metido a la fuerza en un avión para traerle de vuelta a la cárcel, no había apreciado maldad en él, nada personal, solo el cumplimento del deber.

Mientras veían como Abbott se alejaba hacia la terminal para reunirse con Cho y Fisher, ellos se quedaron mirándose el uno al otro, sonriendo como dos adolescentes. Lisbon se acercaba peligrosamente para su estado de ánimo, él le dio los juegos de llaves.

-"Creo que estaremos mejor, mas cómodos y mas seguros en el hotel"