Título: Delusion

Fandom: BBC Sherlock

Claim: John Watson. Sherlock Holmes.

Disclaimer: No son míos.

Summary: "Por favor" es todo lo que piensas. "Por favor. Vuelve." —John. Post-Reichenbach.

Nota: Creo que no podré dejar de escribir cosas post-Reichenbach hasta que comiece la tercera temporada y yo pueda ser feliz de nuevo. Está medio beteado, so, sí, bueno, habrá errores.


:-:

Haces dos tazas de té antes de darte cuenta que no, que ahora sólo necesitas una. Pero siempre hay algo que te impide tirarla así que simplemente la dejas sobre la pequeña mesa que hay en medio de la sala. Tomas un sorbo de tu té y quema, pero no te importa, prácticamente no lo sientes.

Te sientas en tu sillón favorito, y tienes que soportar la vista de su sillón ahora vacío frente a ti, como un constante recordatorio de que él ya no está.

(Como si realmente lo necesitaras)

A veces le hablas, en voz alta, como si aún estuviera a tu lado, sin darte cuenta; a veces te enojas y le gritas cuando todo está hecho un desastre y obviamente tiene que ser culpa de él porque sino, ¿quién más?

A veces ríes y volteas a tu lado para ver si él está sonriendo también o para señalarle algo y te das cuenta que no. No volverá, nunca.

Puedes sentir como si alguien te estrujara el corazón hasta hacerlo polvo por el simple recordatorio constante de ello. Porque lo extrañas, más de lo que deberías. Lo extrañas y has llegado a ese punto en el que ya no sabes qué hacer. Lo extrañas y sólo esperas que ese sentimiento desaparezca de una vez por todas porque no sabes si puedas soportarlo más, no estás seguro de poder vivir con ese vacío que comienza en tu pecho y se siente en todo tu cuerpo.

Intentas pensar lo menos que puedas en él, algo difícil considerando que todo lo que te rodea tiene escrito su nombre; intentas no sucumbir ante el sentimiento; intentas acostumbrar a tu mente, como hiciste en Afganistán y la gente moría a tu alrededor con más frecuencia de la que debería. Intentas, y hay ocasiones en las que simplemente no puedes. Y es cuando piensas en cómo sería si volviera (eres perfectamente consciente de que esa no es una posibilidad, pero te ignoras).

A veces te preguntas si en realidad lo hará.

«Por favor» es todo lo que piensas. «Por favor. Vuelve.»

«John...» y ahí está. Alto como siempre, cabello recién cortado, sonrisa casi imperceptible, temblorosa y la culpa reflejada en sus ojos. «John, Lo siento tanto. Volví. Aquí estoy. No me iré de nuevo.» Brazos extendidos, exudando el temor que tiene a que le digas que no, que se vaya, que no le quieres volver a ver, que estás mejor sin él.

«Siempre dices eso.»

«No. He vuelto, es en serio. John, mírame

«También dices eso siempre.»

Pero aún así sonríes. Sonríes como hace bastante no hacías. Sonríes hasta que te duelen las mejillas y no puedes ver por las lágrimas y tus ojos duelen y todo duele y te sientes tan feliz que no puedes hacer nada porque el sentimiento es tan extraño, tan ajeno, que te abruma de una manera impresionante y sólo puedes quedarte ahí parado en medio de la sala, sonriendo de una manera que a cualquiera le parecería espeluznante.

Sonríes y de repente ya no está.

Abrazas al aire y no hay nada.

Y te derrumbas, las lágrimas brotándote y el sollozo que se te queda atorado en la garganta, porque te duele el pecho y ese vacío que dejaste de sentir vuelve de nuevo con más fuerza y te tira. Nunca te habías permitido llorar, nunca te habías permitido quebrarte por completo, pero ahora no puedes evitarlo, porque ha pasado, ha pasado de nuevo y tu mente te sigue jugando estas bromas que no tienen ni pizca de gracia y tú ya no puedes más, ya no puedes soportarlo.

«Por favor» es todo lo que piensas. «Por favor. Vuelve