Este es mi primer fanfic, espero y les guste, pueden decirme que les gusto y que no y en qué cosas puedo mejorar, dejen reviews por favor!:3

Noodle x 2D

Capítulo 1: La confesión.

Había sido un día nublado en Kong Studios, Noodle había salido con sus amigas llevándose a Russel para poder presentárselo a una de ella que estaba en especial interesada por el baterista, Murdoc estaba en el Lobby viendo TV, y en la misma habitación estaba 2D preocupado porque Noodle y Russel no llegaban, ya eran las 11:50 y los zombis estaban a punto de salir.

— ¿Dónde podrán estar? Ya es muy tarde y no llegan, ya van a salir los zombis. — Dijo este alterado caminando por la angustia de un lado a otro, y colmando la paciencia del satanista poco a poco.

— ¡YA CALLATE ESTUPIDO DESEREBRADO! — Le lanzó hacía la cabeza lo primero que tuvo al alcance de su mano. —Han de estar por llegar. —

—P-Pero ya es muy tarde, ¿y sí les pasó algo? — Dijo sobándose la cabeza debido al golpe.

—Tienes razón— dijo poniéndose un tanto pensativo y algo enojado —Pues sí a mi pequeña princesa le pasó algo el gordo de Russel me las pagara, ¡Y TÚ TAMBIÉN! —

— ¿Y-Yo por qué? —

—Porque quiero maldito imbécil, iré a mi winnebago, y mañana por la mañana sí Noods y el gordo panzón ese no están aquí, vete preparando. —

2D se angustiaba cada vez más, cuando vio el reloj se dio cuenta de que ya eran las 12:00 y para colmo comenzó a llover como sí hubiese sido un diluvio.

— ¡NO PUEDE SER! Ya son las 12:00 y no han llegado, ya están saliendo los zombis, ¿qué les habrá pasado? ¿Dónde estará mi hermosa Noods? Y, ¿sí le paso algo y yo nunca tuve el valor de decirle lo que sentía? ¡DIABLOS! ¿Dónde…?— Sus lloriqueos fueron interrumpido por el sonido de la puerta.

—Dios, eso estuvo cerca. — Dijo la nipona empapada y jadeando, era evidente de que habían corrido para no ser atrapados por los zombis.

2D volteo y vio a la chica de blusa blanca empapada, dejando apreciar un poco su frágil y delicado cuerpo al transparentarse, su sostén era color negro y al percatarse de eso se sonrojo un poco pero trato de no darle mucha importancia.

—Sí, lo sé, pero valió la pena, fue un grandioso día. — Dijo Russ dejándose caer en el sofá.

— ¿Por qué llegaron tan tarde? Estaba angustiado, creí que les había pasado algo. —

—Lo siento Stu, pero Russel estaba muy ocupado con su novia como para percatarse de la hora. — Dijo resaltando "novia" con un tono un tanto alegre como a la vez burlesco.

—Oh, genial, me alegro por ti Russ, es muy buena noticia ya que en lo que te llevo conociendo siempre habías estado solo, pero para la otra lleguen temprano, no quiero que les pase nada. —

—Gracias men, y lo siento, no vuelva a pasar. —

—Bueno, iré a bañarme, estoy empapada y no quiero enfermarme, lo mismo deberías hacer tú Russ. —

—Sí, claro, tienes razón. — Dijo levantándose del sofá y dirigiéndose a su habitación. —Adiós chicos. —

—Adiós. — Dijeron ambos.

—Iré a bañarme, te dejo Stu. — Se despidió dándole un tierno beso en la mejilla.

—Sí, está bien, emmm… Noods, sí no te molesta me gustaría poder hablar contigo en un momento. —

—Claro, no vemos arriba. —

Él solo veía como se iba y pensaba en cómo le confesaría su gran amor hacía ella.

Por su parte en su habitación preparando todo para bañarse la nipona se preguntaba qué era lo que el chico le tenía que decir, ella estaba igual de enamorada que él desde su llegada, pero creía poco probable que el sentimiento fuera mutuo. Fue hacía la ducha y abrio las llaves del agua y comenzó a ducharse.

Stuart estaba nervioso, no podía creer lo que iba a hacer, estaba tratando de tomar el suficiente valor para declararle su amor, pero ideas y pensamientos que inundaban su cabeza hacían que este dudase.

¿Y sí ella no siente lo mismo y me deja de hablar? Yo no quiero que me deje de hablar, no sé cómo todavía tengo el descaro de creer que puede sentir algo por mí, ella es perfecta y no podría vivir sin ella, es por eso también que debo decírselo, no puedo estar toda la vida callando esto, simplemente ya no puedo. — Pensó, decidido subió hacía el cuarto de ella y sin pensarlo dos veces toco la puerta. Al abrirse la puerta se percató de que esta llevaba de pijama una pequeña blusa de tirantes y unos pequeños bóxers, lo cual hizo que se sonrojara.

—Toochi, pasa, ¿de qué es de lo que quieres hablar? — Este solo la abrazó fuerte hacía sí mismo, cosa que la dejó perpleja, al reaccionar le devolvió el abrazo y preguntó. — ¿Todo está bien? —

—No, no lo está. — Dijo despegándola de sí.

— ¿Qué es lo que sucede? —

—Lo que sucede es que soy un cobarde. — Se sentó en el borde de la cama y se llevó las manos hacía la cara, frotándosela como sí se hubiera acabado de despertar y por último apoyando su frente en ellas.

— ¿A qué te refieres? — Preguntó extrañada por las palabras recién dichas, pero él no contestó. —Stuart, ¿qué ha pasado? — Dijo agachándose hacía él y acariciándole el cabello, cosa que lo ponía cada vez más tenso y nervioso. —Stu… por favor, dime algo. — pero este ni siquiera la volteaba a ver. — ¿Acaso estás enojado conmigo? ¿Fue por llegar tarde? Es eso, ¿verdad? —

—No, no es eso. — Dijo por fin.

— ¿Entonces? —

—Noodle, y-yo, yo no sé cómo decirte esto. —

— ¿Qué es lo que me tienes que decir? Me estas asustando, ¿ha ocurrido algo malo? —

—No. — Se armó de valor y tras un gran suspiro dijo. —Lo que sucede es que ya no puedo más, intente callarme esto por miedo, pero estoy desesperado, tú no sabes en lo importante que te has convertido para mí. — Tomo el rostro de la japonesa y lo acercó un poco hacía el de él, el corazón de ambos latía a mil por hora, las palabras sobraban ya que sus miradas decían todo, inclusive la de 2D, aunque esta esté en las condiciones en las que se encuentra. —Simplemente te has convertido en mi todo, en la razón por la cual sonrío, mi inspiración al momento de cantar y de componer, contigo hasta el día más gris se ilumina con tu presencia, tú eres mi sol, tú Noodle, tú eres el amor de mi vida, te amo, eres lo más valioso que tengo, y no quiero perderte con todo esto que te estoy confesando, pero cualquiera que sea tu decisión, yo la respetaré. —

No podía creer lo que estaba escuchando, el hombre de su vida le había dicho todo eso, no lo podía creer, su sueño más grande se estaba haciendo realidad.

Esto, esto, ¿es verdad? ¿No es un sueño? ¿Realidad?— Pensó, todavía no podía asimilar lo que le había dicho.

Eres un tonto Stuart, ella ni siquiera te ha dicho nada y de seguro ya no lo volverá a hacer, acéptalo, eres patético. — Pensó entristecido y prosiguió a decirle. —Lo-lo siento, no quería incomodarte con esto, es solo que…—

No pudo terminar de disculparse cuando sintió los dulces labios de su amada en los suyos, quedó atónito, ahora era él el que no creía lo que estaba pasando y cuando reaccionó le respondió el beso. Fue algo tan tierno, tan puro y tan lleno de amor, la escena era simplemente adorable. Lentamente dejaron caer sus cuerpos en la cama dejando a Noodle arriba de él, 2D tomaba firme pero suavemente las caderas de ella.

—Yo también te amo Stuart Pot, te amo, eres el hombre de mi vida. — Le dijo ella acariciando una de sus mejillas y esbozándole una tierna y hermosa sonrisa.

—No sabes lo feliz que me haces, gracias. —

Volvieron a juntar sus labios en un beso cada vez más apasionado, ambos se acariciaban y se dedicaban lindas y tiernas miradas de vez en cuando, acompañadas de pequeñas sonrisas. Poco a poco la chica del cabello violeta fue deslizando sus delicadas manos dentro de la camisa de Stu y se fue deshaciendo de esta, cosa que hizo que él se estremeciera al percatarse como podía sentir más de cerca a su amada. Noodle se quedó pensativa, sí seguía ambos sabían en que terminaría todo eso, sería la primera vez de la nipona, y no sabía sí en realidad estaba lista, además del hecho de que jamás había tenido una pareja, todo lo que estaba experimentando esa madrugada era completamente nuevo.

— ¿Sucede algo? — Preguntó un poco extrañado sentándose con ella en piernas, besando el rostro de la chica.

—Es solo que, todo esto para mi es nuevo, nunca había estado en una situación así y estoy nerviosa. —

—No te preocupes amor, no haremos nada que no quieras, sí ahorita no estas lista no pasa nada, esperaré hasta que sea el momento indicado. —

—Gracias. — Dijo sonriendo y aliviada. —Te amo. —

—Yo también te amo hermosa. —

Se abrazaron dejándose caer de nuevo en la cama, uno al lado del otro y con Noodle usando el pecho de 2D como almohada y quedándose poco a poco dormidos.

Fin del capítulo 1.