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Capítulo 1

Una nueva aventura

Aquella misteriosa Isla, no había podido desaparecer todavía de los recuerdos de la joven Xweetok Lilian, quien, junto a su padre, Roxton, un capitán malhumorado llamado Rourke y un pequeño gnorbu polisón llamado Scrap, se aventuró dentro de sus confines en una ocasión, no muy distante.

La isla aparecía en todos lados, en sus pensamientos diarios, en sus sueños; se colaba a cada instante y dentro de cada situación. Se había convertido en una especie de obsesión personal. No podía dejarla en el olvido por más que lo intentaba. Necesitaba regresar y terminar la investigación que había dejado pendiente; pensar también en todas esas plantas que casi le gritaban que las estudiara, la envolvía una tristeza, que sabía, terminaría consumiéndola si no acudía a su llamado. Pensaba también en lo amargo que le resultaba, que todos aún creyesen a su padre y a ella misma, un par de locos, siendo la principal causa, la falta de evidencias que respaldaran su relato.

A pesar de haber regresado con una prueba, era bien sabido que no todos habían creído en sus palabras. Era verdad, podía jurarlo, por su vida si era necesario, pero… ¿Cómo convencerlos a todos?... Necesitaba volver, traer más evidencias y cumplir por fin el sueño de su padre de demostrar que aquella isla en verdad existía, y no eran delirios de un pobre loco.

Él por otra parte, estaba planeando una expedición recientemente con un grupo de neopets que creían en sus palabras y lo apoyaban. A Roxton no hacía falta llamarlo, ya que estaba algo ocupado aún, con cosas de Moltara, así que se había dado a la tarea de buscarle un buen reemplazo, según le había comentado el Tonu en una ocasión durante la cena.

Un día de tantos, en los que parece que nada interesante va a pasar, mientras hacía algunas compras, Lilian se topó frente a frente con Roxton, mientras éste salía junto con Clara de una ceremonia, donde les habían entregado otro reconocimiento por haber descubierto Moltara, en Neopia Central.

Observó al Lutari que venía platicando animadamente con la Wocky, con la ilusión latente de que él la viera y entonces le comentara algo sobre la Isla, y quizás hasta le propusiera un descabellado plan para volver allá, impulsado solamente por la aventura. Pero nada de esto pasó, cuando la Xweetok se quiso acercar al Lutari, una horda de chicas neopets corrieron a su encuentro, todas pidiéndole un autógrafo, una sonrisa, o una palabra al menos. Roxton ni siquiera notó su presencia, lo cual, en parte causó que el arranque de melancolía y tristeza que la invadían en esos momentos, aumentaran aún más.

Decepcionada, frustrada y algo confundida por la situación, Lilian se fue a vagar por las calles de neopia central, con la esperanza de disipar su mente. Estuvo un rato por ahí, mirando las tiendas, curioseando por los aparadores, sin nada más que pensar que aún en aquella isla.

Cuando se sintió cansada decidió sentarse en un banquita que vio por el camino. Observó todo a su alrededor, nada parecía calmar su ansiedad. Se quedó mirando el suelo de tierra y pensando en que le habría dicho Roxton si no hubieran estado ahí la horda desenfrenada de neopets y aquella Wocky.

―Hola ¿Puedo sentarme aquí?― interrumpió abruptamente sus pensamientos, una voz nada familiar.

―¿Ehhh?― reaccionó de pronto la Xweetok algo sobre saltada y observó a la joven Wocky, que la miraba algo curiosa debajo de la luz de un farol, vestía unas ropas shenkunianas. No le costó adivinar su identidad, la acababa de ver. Por otro lado, no estaba segura de cuánto tiempo había pasado aislada de la realidad. Sólo le habían parecido minutos, pronto se dio cuenta de que debió haber sido un largo tiempo, el Sol ya se había ocultado ― Claro, está desocupado― dijo por fin después de una breve pausa.

―Gracias, estoy exhausta― y miró aún con curiosidad a la Xweetok que vestía bastante formal para solo estar de compras, con un conjunto de falda y saco negros, y el cabello hacia atrás recogido en una elegante coleta, pero aun así no dijo nada.

―Te conozco, eres… ¿Clara Chatham no es así?― preguntó Lilian sin mucho ánimo.

―Vaya―dijo con una sonrisa en los labios― sí, yo misma. Veo que ya más de medio Neopia me conoce… es extraño ―y soltó una risita que pareció ser dirigida solo a ella misma.

―Debe ser emocionante ser la descubridora de algo nuevo en lo que casi nadie creía, pero que nos amenazaba a todos― un ligero tono de amargura escapó de su voz.

―Pues… sí, bastante debo admitirlo. Valió la pena todo el peligro y lo demás ―lanzó un suspiro nostálgico sin notar lo sombrío en las palabras de la otra chica, y después de observar lo cabizbaja que se encontraba, agregó― Pero, soy una egocéntrica, dejemos de hablar de mí ¿Cómo te llamas?

―Lilian Fairweather―soltó en seco.

―¡Ah!―exclamó la Wocky como cuando alguien acaba de llegar a una conclusión impresionante, después de haber pensado mucho en algo― Eres la hija de Hugo Fairweather, el loc… digo el científico ―corrigió rápidamente antes de meter la pata― que dijo haber descubierto una isla llena de petpetpets gigantes.

―Así es, soy arqueóloga, mucho gusto en conocerte. Veo que eres muy amiga de Roxton.

―Ah sí… ―suspiró― Ese lutari, a veces me saca de quicio ¿Lo conoces también?―preguntó absorta de toda la aventura en la Isla aquella.

―Un poco, sí. ―Respondió Lilian sin mirarla― Compartimos la expedición de la Isla, muy amable por cierto.

―Uff… ¿Amable? Presumido dirás― exclamó la Wocky a modo de broma soltando una risotada, pero al notar que Lilian no se lo tomaba tan así añadió nerviosa―Pero bueno, supongo que una vez que lo conoces bien ya no es tan malo.

―No deberías juzgarlo de esa manera… A mí me pareció un neopet bastante educado― repuso Lilian algo irritada sin mirarla aún, al parecer confirmando que no había captado la broma.

―Perdona, era broma, además me parece que lo conocimos en situaciones diferentes, eso debe ser― se disculpó Clara― Así que… ¿Te apasiona la botánica?, bueno eso me contaron por ahí ―Cambió de tema rápidamente.

―Sí. Efectivamente ―suspiró. Después de mirar su reloj de mano y percatarse de la hora que era, dijo casi de golpe ―discúlpame pero ya debo irme. Mi padre me esperaba para cenar, no pensé tardarme tanto haciendo las compras. Debe estar preocupado por mí.

― ¿En verdad tienes en que irte? ―Hizo una pausa, se quedó pensando un momento y agregó ― Si es así, tengo un amigo uni que no cobra nada caro por transporte ―propuso amablemente.

―No te preocupes Clara―contestó sonriente Lilian― Es cerca de aquí ¿Puedo llamarte así verdad?

―Claro no hay problema ― se sorprendió de su formalidad ―Bien, entonces supongo que hasta luego. Cuídate mucho y regresa con cuidado.

―Igualmente ―Dijo con poca sinceridad. Aquella Wocky no era de su agrado, por alguna extraña razón, y luego completó como a modo de reto ― y es en serio, te recuerdo que estás aquí sola también.

―Sí, pero, emm… ―dudó pensando un momento si sería adecuado mencionárselo―No estaré sola en un rato más, Roxton dijo que pasaría recogerme después de arreglar algunos asuntos. Y supongo que esos asuntos tienen que ver con aquel bar― señaló con el dedo índice hacia una puerta de donde salía casi la única luz a muchos metros de distancia, y pudo escuchar un poco de música.

―Ya veo― dijo Lilian sin sentirle ningún significado a lo que salía de su boca…. ¿Roxton la iba a esperar? Después de lo de la Isla, él nunca la había buscado a ella. Tenía bastante tiempo que no lo veía, y aún más que no intercambiaba palabra con él. Se había auto convencido de que, puesto que era un neopet aventurero, seguramente tenía cosas más importantes en las cuales pensar, pero, ahora se enteraba de todas las atenciones que se tenía con Clara, y encima, ésta lo consideraba un presumido. Qué extraña era aquella situación.

Clara pareció notar la reacción inminente de la Xweetok y se arrepintió de haberlo mencionado, no sabía cómo interpretar el rostro descompuesto de la joven.

―Si quieres podemos esperarte y te vas con nosotros― agregó la Wocky finalmente, después de pensar cuidadosamente las palabras con las que se expresaría ―Seguro tu padre no se disgusta demasiado.

―No hace falta― dijo Lilian tratando de ocultar la antipatía y la decepción que le estaban recorriendo el cuerpo y se levantó por fin― Cuídate entonces― y le dio la espalda cortante.

― ¿Quieres que le mande tus saludos a Roxton? Seguro se alegra ―preguntó la Wocky pretendiendo que la Xweetok no se fuera sin habérselo preguntado. Ya advertía que aquella situación se estaba volviendo demasiado incomoda, pero le daba algo verla así de afectada, a pesar de acabarla de conocer.

―Pues, estaría bien ―Respondió sombríamente y volteó a verla para que se diera cuenta de que no estaba llorando o algo similar― Aunque creo que de todos modos no le importaría mucho―Añadió encogiéndose de hombros, apenas pudiendo fingir indiferencia, antes de dar la media vuelta de nuevo y desaparecer llorando en silencio por la oscuridad de las calles de neopia central.

Clara se quedó sentada mirando con cierta amargura y desconcierto el espacio vacío en donde antes había estado parada Lilian, por supuesto, no notó que la Xweetok se había ido llorando, ni siquiera le surcó el pensamiento. Ella le pareció simplemente extraña. Sobre todo las declaraciones a las que se aferraban ella y su padre, incluso con falta de pruebas suficientes que hacían cada vez más evidentes la inexistencia de su dichosa isla atestada de petpetpets gigantes. La Wocky se consideraba una escéptica, y para ella, aquel Tonu no era más que un pobre neopet atormentado por fantasías infantiles.

La noche pasaba, y ni rastros del Lutari. Clara se empezó a impacientar… ¿Qué se creía al hacerla esperar tanto?... Cuando lo tuviera enfrente, la iba a escuchar.

Después de horas y horas más de espera, la Wocky, que prefirió seguir esperándolo, sucumbió finalmente al sueño que la noche le acarreaba y le invadía hasta el último rincón del cuerpo; se quedó profundamente dormida sobre la banquita. Tuvo un sueño extraño, en el que un petpetpet de tamaño colosal la perseguía, sin que hubiera nadie para ayudarla; estaba en el borde de un abismo profundísimo, estaba perdida. Al voltear la vista al tronco de un árbol cercano como por un impulso involuntario, veía a Lilian, quien con una sonrisa de satisfacción le pronunciaba lentamente "te lo dije".

― ¿Clara? ¿Estás bien?―dijo una voz que la despertó estrepitosamente de aquella pesadilla, y provocó que se cayera de la banquita y se diera un buen golpe contra el suelo. Al abrir los ojos y ver hacia arriba notó que ya se había hecho de día.

― ¿Ehhh?... ¿Dónde estoy? ―Preguntó sobándose la cabeza con la mano derecha antes de alzar la vista y poder ver de frente al Lutari que había esperado toda la noche― ¿Roxton? ¿¡Dónde estabas? ¡Te estuve esperando toda la noche!― gritó incorporándose casi de golpe.

―Perdóname, tengo un buen rato aquí, pero como te vi dormida no te quise incomodar― dijo el lutari con la enorme sonrisa que ya era su costumbre, tendiéndole la mano―Claro, hasta que vi que movías de modo extraño y….

― ¿A qué se debe el motivo de tu tardanza si se puede saber? ―Gruñó Clara enojadísima sacudiéndose el polvo, sin dejar que terminara lo que tenía que decir.

―Bueno, es que… me han encomendado una nueva misión ―Contestó Roxton con gran emoción, relajado y sin tomar interés al enojo de la Wocky ―Debo partir cuanto antes, lamento haberte dejado aquí esperando.

―Tienes suerte de que no me pasara nada ¿Imagínate tu cargo de conciencia si algo me hubiera ocurrido?― dijo y se echó a reír

―Sí ―Contestó Roxton riendo también ―Hubiera sido lamentable perder semejante joya ―E hizo un ademán con el sombrero― ¿Podrás volver a Shenkuu tú sola? Ya es de día así que no me preocuparía mucho si regresas ahora.

― ¿Regresarme sola? ―Preguntó indignada― No Roxton, en todo caso, primero cuéntame sobre esa misión tuya. Me intriga.

―Pues ―Comenzó a narrar el Lutari imprimiéndole seriedad con un carraspeo de garganta― ayer por la tarde desapareció Hugo Fairweather, no sé si lo conozcas o te suele familiar.

― ¿Hugo Fairweather? Oh dios, claro que lo conozco ―respondió mientras lanzaba un grito ahogado y hacia el ademán de taparse la boca con la mano.

― ¿Qué pasa? ¿Por qué tanta alteración? ―Preguntó curioso.

―Nada ―Contestó Clara como si expresará todo lo contrario que aquella palabra significaba― que recién hace un rato estuve aquí platicando con su hija, Lilian.

― ¿Cómo? ¿Viste a Lilian?... ―Se asombró y abrió los ojos de par en par― Tiene mucho tiempo que no la veo… ―Añadió suspirando, dejando caer la pose rígida que había adquirido enseguida.

―Así es― suspiró también y le puso la mano en el hombro― te envió sus saludos, creo que te echa de menos―Mintió para no hacerla quedar mal― pero no la noté preocupada por su padre ―repuso con algo de desconfianza mientras se pasaba la mano por el mentón.

―Ella no lo sabe ―Respondió para justificarla rápidamente ―bueno, sabía. Supongo que ahora ya lo sabe… ―Musitó lamentándose de que aquella afirmación fuese verdad― Me imagino como habrá reaccionado cuando llegó a casa y no lo encontró. Pobre, debe estar asustada, ella quiere mucho a su padre, me di cuenta el día que los conocí a los dos.

― ¿Y? ¿Cuándo partirás a la dichosa misión? ¿Hoy mismo?― preguntó con algo de fastidio y tratando de restarle importancia al hecho de que se fuera, pero en realidad eso era lo que la irritaba y le preocupaba bastante.

―Sí. Hoy mismo ―dijo con la mirada algo perdida denotando que era obvio que no dejaba de pensar en cómo habría reaccionado Lilian al buscar a su padre por todos lados y no encontrarlo ―Nos marcharemos lo antes posible. Zarparemos en unos 5 minutos de aquí, neopia central. Un viejo amigo nos prestará su barco por una módica cantidad.

― ¿Nos prestará?... Pues ¿Quién mas irá? ―quiso saber curiosa.

―Solamente yo, un gnorbu algo despistado que tenía mucho tiempo que no veía, y un kougra bastante extraño que parece ser el aprendiz del profesor o algo por el estilo… ah y obviamente el capitán del barco ―añadió el detalle que al parecer había olvidado.

― ¡Son muy pocos para esa misión! ―Gritó Clara― ¿Qué tal si es peligroso? ¿Saben dónde buscar?

―Tranquila Clara ―contestó Roxton sonriéndole confiado― Sí, sabemos dónde buscar. El raptor dejó una pista bastante concisa en la habitación del profesor. Tal parece que quería que lo siguiéramos ―se quedó pensando un momento― en todo caso una nota de rescate hubiera bastado.

― ¿A dónde se lo han llevado? ¿Y si es una trampa?―preguntó Clara pensativa, como asimilando toda la información.

―A la Isla de los petpetpets… Y no importa si es una trampa, nos las arreglaremos ya verás― notó que ella iba a decir algo y la interrumpió antes de que pudiera ― Sé que no crees en eso, pero sabemos que el perpetrador se lo ha llevado a esa isla. Sobre la indentidad de éste, aún quedan dudas ―hizo una pausa tomó aire y añadió― pero de lo otro, estamos seguros.

―De acuerdo ―Contestó sin más la Wocky, lo cual provocó una sorpresa inminente a Roxton― ¿Pues qué esperas? ¡Anda vámonos!

― ¿Vámonos?― Preguntó con asombro, como no dando crédito a sus oídos.

―Te voy a acompañar quieras o no ―replicó la Wocky cruzando los brazos― Es mi última palabra, así que vámonos―y dio un jalón a su chaleco para hacer que comenzara a caminar.

―Está bien, como diga la señorita― le guiñó el ojo e hizo una reverencia― Tu lado valiente es muy lindo Clara― añadió en un volumen más bajo y con un tono dulce.

―Cállate Roxton― contestó Clara enojada.

―También tu lado enojado ―soltó una risa burlona y le ofreció otra sonrisa de las que tanto lo caracterizaban, esta vez enmarcada por el ademán que solía hacer con su sombrero.

―No tienes remedio… ― Dijo ella fingiendo más irritación, pero riendo quedo sin que lo notara el lutari.

Continuará...


Bueno ¿Qué puedo decir?

Realmente no creo que alguien lo vaya a leer, ya que esta sección está seca, pero si hubo por ahí alguien, ojalá me dejara un review para saber que les parece, y por supuesto las observaciones correspondientes y si algo está fallando; a pesar de que cuento con una amable beta (Sophie eres cool *-*) que me ayuda y corrige, nunca está demás una segunda opinión.

En fin, gracias y próximamente el siguiente capítulo.