-Eso es mentira- protestó Rachel al verse atacada de esa manera delante de sus compañeros.

-¿Sabes que es mentira? Cuando ganaste la reina del baile- dijo Santana provocando el silencio en la sala.

-¿Qué?- preguntó Rachel sin entender nada.

-Así es, no ganaste, todo el mundo sintió pena por ti y las dos personas que mas te odiaban en el planeta. Quinn y yo, llenamos la urna de votos para que pudieras ganas- Rachel alternó la vista entre Santana y Quinn, pero la rubia había apartado la mirada avergonzada por lo que estaba haciendo la latina.

-Eres muy cruel Santana, solo estas haciendo esto porque yo soy la protagonista de Funny Girl y tú eres mi suplente. Solo quieres que me sienta mal porque soy mejor que tú. Eres una persona horrible- Fue lo último que dijo Rachel antes de darse la vuelta y marcharse de la sala del coro, dejando un ambiente extraño en el aire.

Tras esa escena todos se miraban sin saber que hacer, habían vuelto a años atrás, con Santana haciendo de las suyas y Rachel haciendo sus salidas dramáticas de la sala de ensayo. Quinn se giró para mirar a Kurt que le explicó en voz baja la pelea entre ambas chicas por todo el tema de Funny Girl y como Rachel había abandonado el apartamento.

Entre aquella confusión, Quinn se levantó y abandonó también aquella habitación. Caminó por esos pasillos que tantos recuerdos le traían, caminaba sin rumbo, ¿dónde estaría Rachel? No podía permitirse otra vez la misma historia, no quería que la morena volviera a verla como el enemigo, nunca hizo lo del baile con mala intención y quería explicárselo, sentía esa necesidad. Sin darse cuenta, sus pies la habían guiado a la puerta de un cuarto de baño, miró atentamente a la puerta antes de entender porqué estaba allí, era el baño donde le dijo a Rachel que la habían admitido en Yale, donde ella le había dado los billetes de tren, habían vivido cosas ahí, ¿Sería ese el lugar que había elegido la pequeña para esconderse?

Sin pensarlo más, respiró profundamente, empujó la puerta y entró, no se había equivocado, Rachel estaba de pie apoyada en uno de los lavabos llorando. Al ver a Quinn entrar se había secado las lágrimas rápidamente con la mano pero sus ojos seguían rojos, muestra de cuanto le había dolido el ataque de Santana en el sala del coro.

-¿Estás bien?- preguntó Quinn tímida acercándose poco a poco a ella.

-No te imaginas lo que es estar con Santana en Nueva York- contestó la morena después de un largo silencio- fuimos íntimas por lo que parece un minuto y ahora todos los días son exactamente así- la voz se le quebró al comenzar a llorar- no importa donde vaya o lo que haga, es como volver a estar en el instituto.

-No sabía nada de esto, me acabo de enterar- dijo Quinn tras juntar poco a poco las piezas de su corazón que se habían roto el ver a Rachel en esas condiciones.

-Al menos antes tenía a Finn que me defendía y me ayudaba, ¿qué me queda ahora?- Rachel había comenzado a decir lo que llevaba demasiado tiempo pensando y no podía parar.

-Me tienes a mí- dijo inocentemente la rubia.

-Eres amiga de Santana, le darás la razón como hace todo el mundo, hasta Kurt- soltó sin pensar la morena.

-Santana no ha hecho las cosas bien Rachel, da igual que sea mi amiga, no te mereces esto- se acercó un poco más a Rachel para mirarla a los ojos pero la chica seguía mirando al suelo- tú también eres mi amiga Rach- agregó la rubia, el diminutivo de su nombre hizo que parara de llorar y levantara la cabeza, por primera vez miró a los ojos a la chica.

-Si soy tu amiga, ¿por qué hiciste lo del baile? ¿Querías humillarme una última vez?- dijo dolida por lo que acababa de descubrir.

-No- negó rotundamente la rubia que se vio observada atentamente por la chica- quería que te sintieras especial, que todo el mundo viera lo que veía yo en tí por aquel entonces.

-¿Creías que era especial?- preguntó incrédula Rachel.

-Lo sigo creyendo- regaló una pequeña sonrisa a la morena transmitiéndole calma- ¿has visto hasta donde has llegado? y estoy segura de que te quedan muchas cosas que alcanzar- la morena sonrió y Quinn supo inmediatamente que se estaba visualizando en el futuro con un Tony o varios -Se que echas de menos a Finn- Rachel volvió a apartar la mirada de la chica- pero me tienes a mi, ¿de acuerdo?

-¿De verdad?- preguntó Rachel aún sin estar convencida por todo aquello y la rubia asintió con la cabeza sin dudar- ¿por qué eres tan buena ahora? ¿por qué nunca antes me habías dicho nada de esto?

-El tiempo, la distancia y madurar me han hecho aprender y darme cuenta de muchas cosas Rachel- la morena se miró al espejo para limpiar sus lágrimas, por fin había conseguido calmarse- siento todo lo que te hice en el instituto, no era yo, era la necesidad de mantener las apariencias.

-Eras la reina de este lugar, ¿por qué necesitabas mantener las apariencias?- ahora era Rachel la que interrogaba a Quinn con la mirada.

-¿Has oído aquello del amor al odio hay un paso?- dijo la rubia riendo tímidamente y apartando la mirada, pero ante el silencio de Rachel se vio obligada a continuar- digamos que hasta que no me fui a Yale y te eché de menos no supe por qué me comportaba así- se giró entonces y pudo ver a la morena con los ojos completamente abiertos sin saber que decir- era más fácil odiarte que confesar que sentía algo por ti.

-Pero…- Rachel fue a protestar pero tuvo que ordenar en su mente todo lo que quería decir antes de que las palabras salieran de su boca- pero siempre me robabas los novios, me apoyaste en mi boda con Finn… no… no lo entiendo- Rachel comenzaba a hiperventilar por todo aquello.

-Si te robaba los novios implicaba que no tenía que estar celosa de ellos- se justificó Quinn avergonzada por estar confesando todo aquello en voz alta- y tú eras feliz con Finn, mira como era yo hace unos años, nunca habrías sido feliz conmigo y todo lo que yo quería era verte sonreír.

-Quinn… Todo esto… - no sabía como preguntar aquello por que no estaba segura de querer saber la respuesta- ¿Es verdad? ¿No es otra broma tuya y de Santana?

-Rachel Berry, mírame a los ojos y dime si te miento cuando digo que siempre he sentido algo por tí- la morena hizo lo que le ordenó Quinn y lo supo, la chica no estaba mintiendo, todo aquello era cierto y ella aún no lo asimilaba.

-Guau… Esto es lo que menos me esperaba cuando cogí el avión para Lima- dijo Rachel que seguía con la mirada fija en la rubia.

-Rachel yo… no te he dicho esto con ninguna intención de nada- la rubia hablaba desde el corazón y la morena era consciente- pero después de tanto tiempo necesitaba confesarlo, ser sincera contigo, ¿de acuerdo?- Rachel asintió con la cabeza y dejó que la chica siguiera hablando- se que lo de Finn es muy reciente para ti- la pronunciación de aquel nombre hizo que Rachel rompiera el contacto visual- pero quiero que sepas que siempre voy a estar para lo que necesites, como amiga o como lo que tú quieras- respiró profundamente cuando terminó de decir aquello y como la morena seguía sin reaccionar decidió que era momento para marcharse- será mejor que te deje sola.

-Espera- cuando Quinn estaba a punto de salir por la puerta Rachel la había agarrado del brazo y la giró para que quedaran frente a frente una vez más y sin previo aviso la morena dio un paso más y besó suavemente a la chica rubia, cuando se separaron Rachel estaba completamente sonrojada y Quinn sin palabras- si alguna vez pasaba quería que este baño fuera el primer testigo- dijo tontamente la morena, demostrando que ella también recordaba todo lo ocurrido allí.

-Ha sido increíble Rach, igual que tú- Quinn se sintió estúpida después de decir aquello pero se había ganado una enorme sonrisa de la morena.

-Mira Quinn- comenzó a decir Rachel pero esta vez más seria- tú has sido y eres un persona importante para mí- la rubia sonrió de oreja a oreja al oír aquello- pero estudias en Yale y yo estoy en Nueva York, no estamos lejos pero tenemos vidas ocupadas…

-Podríamos hacerlo funcionar- interrumpió Quinn sin pensarlo y se ganó la mirada de desaprobación de Rachel por interrumpir su discurso.

-Todo esto es nuevo para mí y lo de Finn aún me duele, tienes que entender que no sería nada fácil, que yo de por sí no soy nada fácil- continuó diciendo Rachel ante la atenta mirada de la rubia- pero eres especial, siempre lo has sido para mí, así que podríamos empezar por hablar y vernos más a menudo de lo que lo hacíamos.

-Me parece una genial idea- dijo Quinn aceptando aquella propuesta porque esta vez estaba segura de que, con esa nueva confianza en sí misma y después de que Rachel la hubiera besado, podía ganarse su corazón.

-Pero…- Quinn puso mala cara por escuchar esa palabra pero su rostro iba a cambiar en un minuto- que te parece si aprovechamos ya que estamos aquí y ahora y compensamos el tiempo perdido- sugirió sonriente la chica, ya no quedaban rastro de sus lágrimas.

-Nunca voy a negarme a eso Rachel Berry- ante esa afirmación la morena agarró la mano de Quinn para salir del baño pero antes de hacerlo con un astuto movimiento la rubia se las arregló para volver a besar a Rachel.

-Podría acostumbrarme a eso- dijo sonrojada la morena cuando se separaron y Quinn le regaló su boba sonrisa de enamorada antes de que salieran de aquel baño para volver a la sala del coro.

No sabían cuando tiempo habían estado fuera pero el resto de sus compañeros seguían allí hablando, se hizo un silencio cuando vieron a Quinn entrar y ver que arrastraba de su mano a una sonriente Rachel, nadie pensó nada más de lo que parecía, la rubia había calmado a la morena y la había convencido de que volviera de nuevo a aquella sala, nadie sabía lo que había ocurrido en aquel baño, pero meses después iban a descubrirlo sin ninguna duda. Entre conversaciones Kurt confesó que echaba de menos ese humor característico de la rubia que no dudó en decir delante de todos.

-Creo que a partir de ahora tendrás a menudo este humor por Nueva York- dijo sonriente la rubia que miró a la morena y pudo verla sonriendo como hacía tiempo que la veía, feliz, expectante por el futuro.


Esto iba a ser un One shoot pero me ha gustado el ritmo que estaba teniendo y me gustaria seguirlo! Dejen sus reviews y opiniones si quieren que esta historia continúe :)