:::Vamos compartiendo Soledades:::
"Las palabras se las lleva el viento, pero las letras se quedan tan gravadas como los recuerdos"
Prologo
Parte I
-A falta de esperanza-
El sonido del violín rebotaba contra las paredes del amplió salón, en medio de la sala, siendo observada por los cientos de invitados esa noche al recinto, se encontraba la magnifica interpretante de la obra de Bach, empinaba el violín con tanta maestría que parecía ser otro miembro de su cuerpo, a donde iba el violín ella lo seguía, la melodía cobraba vida entre dedos y cuerdas, los ojos cerrados de la joven ampliaban su concentración, perlas de sudor nacían en su cuello provocando que los cabellos que escapaban al elaborado peinado que llevaba se pegaran a el, cabello negro como la noche, el violín de caoba tallado a mano y hecho especialmente para ella, la piel tostada, el cuerpo esbelto y con un porte que se desvelaba a través del violín, el vestido que llevaba se movía la compás de la portadora, escote palabra de honor de charol negro y con falda de pliegues anchos 10 dedos debajo de la rodilla color blanco con detalles negros en forma de rosas en el vuelo, zapatos de tacón cruzado color negro y una gargantilla de plata y onix que brillaba con los reflectores que le apuntaban, la melodía llegaba a su fin y después de un magistral movimiento la chica hecho la espalda hacia atrás dando el ultimo rasgón a las cuerdas
-¡¡Bravo!!- el sonido de aplausos y sillas moviéndose inundo el salón, ella alzo la mira al techo, tomo un respiro y después se inclino hacia el publico con agradecimiento, estaba muy acostumbrada a ese tipo de agradecimientos, no por nada era la prodigio italiana del violín
-señoras y señores un placer el volver a presentarles a Isabella Piamonte- y terminado el nombre otra ronda de aplausos se escucho para la chica, el salón anfitrión del concurso estaba iluminado excepcionalmente por luces bajas que mostraban a los espectadores con todo apogeo, todos vestidos excepcionalmente en trajes y vestidos de noche - nuestra ultima participante…- al ver que anunciarían a otra chica Isabella dirigió una leve inclinación al publico y se retiro del centro del salón, observo hacia las mesas en busca de alguien conocido, pero solo encontró a Maria, su nana, sonriéndole, estaba sentada a lado de su abuelo, el cual tenia la vista fija en la actual participante, la nieta del magnate multimillonario le clavo la mirada al aciano, esperando que este volteara el rostro para observarla, eso nunca sucedió… orgullosa volteo la vista hacia la parte restringida para participantes que se encontraba tras una de las puertas alternas al salón, Isabella se dirigió allí con la cabeza en alto, violín en mano y pasos decididos, al llegar a la puerta uno de los meseros le abrió la puerta, ella le agradeció con una sonrisa que hizo sonrojar al joven pero esta no le vio, al cerrar la puerta el chico se quedo con la mirada tildada un momento y luego echo un suspiro
-un placer…- murmuro, su compañero quiso soltar una carcajada
-patético Luca… simplemente patético- comento mientras la última concursante era presentada- acabas de intentar conquistar a la mujer más difícil de Italia-
-mujer… pero si solo tiene 16 años- contesto contrariado recordando las palabras dichas por el hombre con traje de Yinüino que la presento, revelando datos como que era estudiante para el Colegio Privado para Señoritas de La Virgen de la Luz, que le gustaba el color blanco así como las obras de Hendel, Vivaldi y Mozart
-¡pero hombre!... ¿es que nunca has oído hablar de Isabella Piamonte?- le pregunto contrariado su amigo Giovanni
-pues la verdad que no, es la primera vez que la veo o oigo de ella-
-es la nieta de André Piamonte, el dueño de media Roma- dijo con voz teatral- es la chica mas complicada del mundo aristocrático, a estas alturas debería estar comprometida pero dicen que a rechazado a toso los hombres que se le acercan- Giovanni detuvo su relato y lo miro con picardía-… ya me lo imagino el plebeyo enamorado de la princesa, ambos enfrascados en un amor imposible, separados por las inclemencias de la sociedad, el regalándole flores por debajo de la mesa en las reuniones sociales mientras que con la otra mano le sirve el vino a su prometido…-
-¿no as dicho que ha rechazado a todos los hombres que se le acercan?- pregunto con astucia en una vaga imitación del tono de voz usado antes por su amigo
-yo que se… seria lo mas lógico, se dice que es la mas bella en toda Italia, incluso dicen que debería ser actriz, pero como vez su pasión es el violín, ¿ves a esa mujer?- Giovanni señalo a punta de dedo a una señora ataviada en joyas y con un maquillaje muy exagerado al igual que la vestimenta –es la dueña de la Casa de Modas Rochellier, me e enterado, ya sabes… en estas fiestas te enteras de todo entre el plato fuerte y el postre, de que le ofreció 10,000 € por modelar para su casa, ella solo le sonrió y dijo que no-
-es cierto que es muy bella- comento distraída mente Luca viendo la puerta blanca que los separaba, la había observado desde que llego, sus labios pintados de cereza, el cabello que de sobra suponía lo sedoso que era, pero lo mas inquietante, aquella peca ubicada el la parte superior de su mejilla izquierda justo a lado de su ojos, sus ojos… quizás eran grises, quizás azules… no lo sabia a ciencia cierta, ¡pero dios que ojos!
-…he Luca- el chico salio de su embelesamiento y miro a su compañero
-¿Qué pasa?-
-¿Qué pasa?, la ultima concursante acaba de pasar y tu ni enterado-
-van a anunciar a la ganadora- dijo al notar que todas las participantes habían abandonado el salón y los tres jueces decidían el veredicto
-si después será la cena y luego el baile- comento ensanchando el pecho y sonriendo como bobalicón, Giovanni era robusto y de carácter alegre, muy distinto a Luca
-¿Cuál es el premio?- pregunto con curiosidad mientras Giovanni se llevaba una mano a la barbilla
- creo que cada concursante representa a una obra de caridad, le darán un cheque a la ganadora para la institución que representa-
-¡vaya!- no pudo decir mas puesto que el jefe de meseros se acerco a ellos, venia con el bigote temblándole de la ira, ambos chicos se pusieron rectos y en firmes como si acabaran de salir premiados de una academia militar
-se puede saber que carajos hacen…- reclamo furiosos en voz baja mientras se arreglaba la corbata nerviosamente- van a presentar a la ganadora y ustedes aquí chismeando como maricas, anden llamen a las concursantes, no se queden hay parados- los chicos asintieron calladamente y abrieron las puertas de la habitación, dentro alrededor de 10 chicas se paseaban nerviosamente por la sala, cuando las puertas se abrieron una que otra ahogaron un grito, Luca la busco con la mirada pero al parecer no se encontraba en la sala
-van a anunciar a la ganadora, síganme por favor- oyó decir a Giovanni, pero no le presto atención a pesar de la mirada de advertencia que le clavo cuando este se interno a la sala, tampoco escucho sus llamados, paseo la vista por la gran habitación hasta que encontró el ventanal del balcón abierto… ella debía estar hay
Las estrellas brillaban con esplendor esa noche de verano, el aire calido le daba en las mejillas y el aura de grandeza y elegancia que brindaba la mansión donde se llevaba a cabo el concurso la invadían… nada de eso le importaba… observo con hastió las limosinas estacionadas en los terrenos de la mansión, los chóferes estaban recargados en su respectivo automóvil y otros tantos en el toldo que dispusieron para ellos con comida y bebida, observo el vestido que llevaba, tan blanco… tan fino… tan caro… "seria una lastima ensuciarlo" se dijo con una sonrisa burlona, sin nada de cuidado y sin considerar las horas que Maria había pasado escogiéndole el vestido y arreglándole el peinado se apoyo en el barandal de piedra del balcón y se subió arremangándose el vestido casi hasta las bragas, no le dio importancia, estaba a varios metros de la vista de los chóferes y ni un alma estaba por hay…
-¡¡PERO QUE HACE!!- al oír el inminente grito Isabella estuvo a punto de caer por la perdida de equilibrio, pero unas fuertes manos la ciñeron de la cintura y la atrajeron de regreso al suelo del balcón, por la fuerza del arranque la chica choco con el pecho del que la había interrumpido, las manos del extraño estaban alojadas en su cintura y la respiración agitada de los dos era lo único que se oía entre ellos, pasaron algunos segundos, luego minutos… ni el abrazo se soltaba, ni la chica lo rechazaba, Luca callo en cuenta de la incomoda posición, aunque seguramente lo fuera para ella, por que el se sentía en las nubes
-¡¡estas loca!!- le grito el joven a nueva cuenta intentando ocultar la vergüenza, Isabella despertó de la ensoñación en la que se había sumido en sus brazos, levanto la vista encontrándose a unos centímetros de distancia, pero ella también callo en cuenta de lo inapropiado de la situación
-¡¡loca tu abuela y suéltame degenerado!!- empujo a Luca con la fuerza suficiente para tirarlo al suelo y alejarse de el quedando recargada en el dichoso barandal, se llevo una mano al pecho y descubrió que con el ajetreo su gargantilla había abandonado su cuello, rápidamente se lanzo contra el desorientado Luca que al verla caerle encima no pudo mas que intentar moverse, provocando que la chica le aplastara las costillas con la rodilla
-¡ratero!, ¡devuélveme mi gargantilla!- grito la muchacha segura de que el era el culpable de la desaparición de la antigua reliquia, había pertenecido a su abuela y a su madre antes que a ella, ¡seguramente la había abrazado para podérsela robar!, intento golpear con mas fuerza avergonzada por haber caído en los ardides de ese "ladronzuelo"
-¿¡pero de que hablas!?- en vano intentaba atrapara los puños que lo golpeaban en todas las partes posibles, ¡pero que chica mas loca! hacia unos segundos había estado acunada en sus brazos y ahora pugnaba por matarlo
-¡he perdido mi gargantilla ladronzuelo de pacotilla!- decía mientras intentaba arremeter con mas furia en el pecho de el
-¡hey bonita! ¡Que la hayas perdido no significa que yo la tenga!- los golpes pararon de pronto debido a las calidas manos que apretaban los puños para detener su movimiento, Luca fijo su mirada en ella, la chica se sintió algo tonta estando encima de el, así que se soltó y se levando sacudiéndose el vestido, Luca la imito sacudiéndose el antes implacable traje de mesero
-pudiste habérmelo dicho- exclamo orgullosa, Luca la examino, el vestido estaba empolvado de las orillas y sus mejillas estaban sonrojadas por el ejercicio, su pecho subía y bajaba por la falta de aire, y su mentón de alzaba altivo hacia el, el peinado estaba ahora totalmente desecho y el cabello le llegaba por debajo de los hombros con unas ondulaciones traviesas en las puntas
-perdona mi torpeza, pero estaba demasiado ocupado tratando de que no me desfiguras el rostro- dijo sarcástico mirándola directo a los ojos
-¡no seas cínico! ¿Hiciste todo esto para robármela! ¡Incluso te atreviste a abrazarme degenerado!- grito la chica señalándole con el dedo
-¡¿pero que dices?!, en primer lugar nunca te hubiera abrazado si no hubieras intentado suicidarte- de golpe las mejillas de la chica se incendiaron recordando el incidente que los había llevado a esa situación en primer lugar- ¡en primero, no me iba a suicidar! ¡En segunda que te importa!, ¿¡y en tercera que hacías acá afuera?!, esta sala era solo para participantes, seguramente me haz seguido… esperaste que estuviera sola para…-
-hey detén tu tren bonita, he salido a avisarte que salieras por que iban a anunciar a la ganadora, solo eso, después te encontré subida al barandal con el vestido alzado y…- se callo de golpe, tanto sus mejillas como las de la chica se enrojecieron aun mas recordando hasta donde la chica había subido el vestido, ambos bajaron la mirada y Luca encontró algo brillante a unos metro de el, avanzo hacia el y la chica se puso a la defensiva acercándose mas al barandal, Luca la miro como para darle a entender que no le haría nada… después se inclino a recoger algo del suelo, que no era otra cosa mas que la brillante gargantilla de la chica- ten… la culpable de mis desgracias- dijo con sorna, Isabella se permitió darle una exhaustiva revisión antes de tomarle la joya, vestía un traje muy gastado, tenia buen cuerpo y era alto, su cabello era incluso más negro que el de ella y parecía que la luz de las estrellas en esa noche de luna nueva se reflejaba en el, sus ojos eran de un café muy claro, casi ámbar, su nariz era algo tosca pero le iba a la imagen que el chico daba, este alzo una ceja en cuestionamiento de la mirada tan penetrante que la chica le dedicaba
-¿encontraste algo interesante bonita?- dijo divertido, ella frunció el ceño y le arrebato su gargantilla
-mi nombre es Isabella… no bonita-
-ya se, venga bonita, que van a anuncia a la ganadora- Luca se hizo a un lado con tono reconciliador pero ella no avanzo ni un palmo- ¿Qué pasa?- interrogo curioso
-me he arruinado el vestido y el peinado- le dijo sin dejar de verlo y sin sentimiento alguno en la voz, el chico se extraño hacia unos segundo era una verdadera fiera, ahora parecía hecha de hielo, parada viendo hacia su dirección pero sin verlo a el realmente, sin un apéndice de preocupación o remordimiento en su voz… que chica mas extraña se dijo
-hay un baño en la habitación si deseas retocarte- le respondió el, esta avanzo finalmente hacia la puerta y se encamino al dichoso baño que estaba a un costado de la habitación, Luca paseo la mirada por la misma, había 3 mesas redondas con sillas tapizadas en color crema, un estante para los violines había sido dispuesto a lado de las mesas, solo había un estuche y supuso que seria el de Isabella, recordó de pronto la celebración, con algo de nervio avanzo hacia la puerta y la abrió despacio, afuera los organizadores de evento tomaban el micrófono para iniciar su discurso, al parecer aun no anunciaba a la ganadora y las concursantes esperaban muertas del nervio cerca de la puerta, si Isabella se apuraba nadie notaria su ausencia
-listo- la voz de ella lo llevo adentro de la habitación nuevamente, Luca no fue capaz de decir nada, el cabello caía con total libertad en ondulaciones color carbón, se había retocado el ligero maquillaje que llevaba y había terminado de sacudir el vestido, ahora a la luz de la habitación Luca la pudo contemplar a la perfección y solo llego a una conclusión… era perfecta… ambos se observaron con timidez, en su vida se habían visto pero alrededor de ellos viajaba un aura de tranquilidad, aura que hacia unos minitos era de una 3 Guerra Mundial, sin saber exactamente por que ambos se habían acercado lo suficiente como para que sus rostros solos los separaran unos milímetros
-te ves muy bien…- la chica sonrió con el sonrojo presente-… bonita- y desapareció al escuchar el modesto apodo dicho con un deje de burla, Isabella se alejo un poco de el pare verle a los ojos con algo de reproche
-te he dicho…- dijo susurrándole y acercándose de nuevo-… que mi nombre es Isabella- los labios de ambos se unieron brevemente para después separarse con rapidez al oír el chistar de la puerta, como resorte Isabella se alejo de unos pasos 2 metros de el, mientras Luca carraspeaba e intentaba que su ritmo cardiaco volviera a la normalidad
-Bella…- ambos voltearon a la puerta donde un joven los observaba con la confusión tatuada en el rostro
-¡primo!- exclamo ella corriendo hacia su encuentro y el la abrazo de forma posesiva, Luca noto que el chico tenía el cabello cobrizo y no era para nada parecido a Isabella, pero al verle los ojos confirmo que eran familia… los mismos ojos
-¿que haces aquí?-pregunto la chica aun en sus brazos- pensé que no vendrías- el era un poco mas alto que ella, pero no tan alto como Luca, este miraba incomodo la situación, primero la tenia abrazada, luego encima de el, después casi se matan a palabras, y antes de la llegada del tipo ese se habían besado… que demonios le pasaba a esa chica… y a el
-y perderme tu maravillosa interpretación… nunca- escucho decir al joven el mesero presente, se acomodo la corbata como hacia cuando estaba nervioso, quería que el tipo ese se largara de hay, había cosas que deseaba continuar con su prima
-están apunto de mencionar a la ganadora y tu aquí encerrada, ¿que te paso?- dijo el joven analizando con la mirada a su prima, el vestido dañado, el peinado desecho, el sonrojo que no la había abandonado, volteo la mirada al joven, al principio pensó que era una admirador de su prima, pero viéndolo bien, el traje barato que usaba no podía pertenecerle a nadie mas que aun mesero
-me he soltado el pelo… me dolía la cabeza- dijo mirando a Luca discretamente a lo que el respondió
-le he indicado donde estaba el tocador, Señor- dijo el con naturalidad y refiriéndose al primo de ella con una leve inclinación
-pero que mesero tan eficiente…- dijo con burla Andrea mientras lo veía con un desprecio nada disimulado- vamos querida prima- dijo a manera de orden, la chica miro a Luca de reojo y susurro un gracias que Luca entendió leyéndole los labios
-un placer…- dijo con la puerta ya cerrada, suspiro llevándose una mano al cabello y desordenándose los cabellos, paseo la vista por la habitación y encontró el violín de la joven todavía hay, se acerco a el y se quito la rosa blanca que todos lo meseros llevaban prendida del pecho, con cuidado abrió el estuche y dejo la rosa a dentro, para después salir de la habitación, seguramente Giovanni estaba desesperado por haberle dejado todo el trabajo a el.
:o:///////:o:
Bajo del auto cuidando que el arreglo floral no se le fuera de las manos, un precioso jarrón de cristal muy delgado con unas gardenias blancas en el, piedras igualmente blancas en el fondo del jarrón sujetando los talles de las gardenias, el guardia de seguridad la ayudo con el maletín que llevaba y le abrió la puerta con una gentil sonrisa
-buenos días señorita Daidouji- la chica le sonrió mientras volvía a tomar el maletín y se acomodaba el jarrón con cuidado en la otra mano, usaba un traje sastre con falda color gris con una blusa de seda púrpura abajo del chaleco, el saco lo traía colgado en las misma mano que el maletín y una bolsa de negra con púrpura de Channel, las piernas forradas con medias de seda negras y unos tacones bajos también de diseñador, el cabello lo conservaba como en sus años escolares, largo y ondulado, solo que ahora por cuestión de comodidad rara vez lo usaba suelto, ahora lo llevaba sujetado con un palillo chico de color oscuro, se despidió con un gesto del policía y avanzo a la recepción del Hospital, donde la recepcionista de siempre, le dio la sonrisa de siempre y le entrego el pase a firmar de siempre
-¿Cómo as estado Miki?- pregunto Tomoyo mientras anotaba sus datos en el libro de vivistas y tomaba el pase que le daban, la chica le sonrió y tomo la pluma que la morocha le regresaba
-bien, Chiyako cumplió ayer 1 año- dijo la chica de cabello negro y ojos marrones sonriéndole a Daidouji
-¿en serio?, me alegro mucho... como pasa el tiempo- dijo nostálgica a la recepcionista mientras esta cerraba el libro de visitas
-es cierto- comento distraída observando la pantalla de la computadora- cuando nos conocimos estaba embarazada- Tomoyo sonrió al recordar a la temblorosa recepcionista que habían puesto en lugar a la gruñona con la que había tenido que lidiar 6 meses, Miki llego embarazada a trabajar al hospital y Tomoyo debido a sus visitas diarias se hizo una gran amiga de ella en poco tiempo, las chicas se sonrieron de ultima cuenta y la heredera de las empresas Daidouji siguió su camino hasta el elevador de la primera planta como era su costumbre desde hacia dos años ya, el elevador recorrió el acostumbrado camino abriéndose en el lobby de la 15° planta, al lado de elevador había un escritorio en forma de semi circulo, enfrente sillones color verde donde tres personas, un anciano con traje Armani, una mujer vestida elegantemente unos 20 años mas joven que el señor y un hombre mas o menos de 30 años estaba sentados, cuando Tomoyo entro un enfermero se acerco rápidamente a ella ayudándola con el jarrón
-buen día Señorita Tomoyo- saludo el chico con vitalidad, Tomoyo le sonrió y avanzo por el lobby hasta el pasillo de paredes crema y barandal de caoba que conducía a las habitaciones
-gracias Sasame- dijo la joven mientras este la acompañaba por el pasillo cargando el ligeramente pesado florero, el chico no pudo reprimir un sonrojo, se sonrieron y caminaron un momento en silencio, hasta que Sasame se decidió a continuar la charla
-¿día especial he?- dijo el chico observando el jarrón y luego a Tomoyo, esta se quedo pensando unos momentos con la mirada nostálgica
-así es… hoy es el cumpleaños de Sakura- contesto agachando un poco la cabeza, ambos se detuvieron en la puerta de madera oscura que leía el numero 313 en metal
-estoy seguro que le encantara- le entrego el florero a la chica y abrió la puerta dejando que esta pasara, Tomoyo se despidió de el contenta, seguramente Sakura adoraría el florero, con el optimismo arriba cerro la puerta de la habitación dando la espalda hacia el interior, suspiro un poco como siempre hacia y volteo la vista hacia la cama de sabanas blancas e impecables, sobre ella se encontraba el cuerpo de un muchacha que no aparentaba mas de 17 años, tenia el cabello color arena suelto y desparramado por la almohada, un ligero camisón de seda color verde agua sobre su pálido cuerpo, los brazos estaban sobre las sabanas permitiendo el perfecto funcionamiento de las sondas conectadas a su pecho y las agujas que suministraban suero, una desde el dorso de la mano derecha y la otra desde el antebrazo izquierdo, los parpados cerrados de la chica impedían ver las esmeraldas que tenia por ojos y las rizadas pestañas le hacían juego a la bóveda que hacia tiempo no se abrían
-¡buenos días Sakura-chan!- saludo Daidouji observándola con detalle intentando encontrar algo deferente con la mezcla de excitación y esperanza que tenia desde hacia 2 años- sabes, hoy es 1° de abril, es un día bellísimo, los cerezos están empezando a abrirse, ¿recuerdas el camino que tomaban Yukito-san, Touya-san y tu para la primaria Tomoeda?, ¡es hermoso!- la chica dejo el florero en las mesita de caoba que servia de centro para los sillones color crema que estaban en una esquina de la amplia habitación, avanzo hasta la ventana y corrió las persianas dejando el sol de primavera iluminar la habitación, mientras seguía con su platica- mi madre vendrá mas tarde, ha dicho que te tiene preparada una sorpresa- la joven termino de acomodar la habitación con el ritual de cada mañana y finalmente se dejo caer en la silla de caoba y lino que estaba alado de la cama de Sakura, estaba por demás decir que Sakura gozaba de ciertos privilegio en el ya privilegiado hospital privado que su abuelo le pagaba, Daidouji sostuvo la mano de su amiga unos momentos para después decir casi con delicadeza- Sakura, han pasado ya dos años, ¡hoy cumples 18 años amiga!, ¿recuerdas la promesa que hicimos?, ¿la de viajar a Europa cuando ambas tuviéramos 18 y hubiéramos acabado el instituto?- las lagrimas querían salir de las amatistas de la chica, pero las contuvo a fuerzas, no debía llorar, era tiempo de dejar de llorar- que tonta…-murmuro mas para ella que para la chica dormida frente suyo- lo mas importante es que te recuperes…-
-Tomoyo…- la mencionada salto al oír su nombre, rápidamente y sin considerar que la voz que la llamaba era de hombre levanto el rostro y miro directamente al de Sakura, pero como siempre que aquello pasaba se llevo la amarga desilusión de descubrir que el semblante de su amiga no había cambiado en nada
-Tomoyo…- volvía e insistir el extraño, la chica finalmente dirigió la mirada hacia la puerta encontrándose con un hombre vestido de traje con la bata medica en mano y el pelo totalmente blanco
-Himura-san…- se levanto y le dio la mano al hombre que recién entraba
-buenos días Tomoyo, ¿Cómo has estado?- dijo el doctor Ishiro Himura queriendo sacar de la tristeza a la bisnieta de uno de sus mejores amigos
-¿pasa algo Doctor?-
-no, no… nada de que apurarse, solo venia a hacerle el chequeo matutino a Sakura- levanto la tableta con el registro medico de Kinomoto, avanzo hasta la cama y checo cada uno de los aparatos conectados a l cuerpo de la castaña, Tomoyo escrutaba el rostro del hombre intentando encontrar algún signo de mejoría en su amiga, pero el rostro de Himura- san era como siempre apacible y hasta cierto punto escéptico, cosa que molestaba a Tomoyo
-¿algún cambio?- dijo como ultimo intento, esperanzada en que el Doctor le diera buenas noticias
-lamento informar que todo sigue igual Tomoyo-
-bueno, mañana será otro día- dijo Daidouji acercándose de nuevo al cuerpo de su amiga y tomando su mano mientras la veía con dulzura, Himura-san suspiro, lo que tenia que decirle a la chica le seria muy difícil de aceptar, así como lo fue para su amigo y para Sonomi
-Tomoyo… tengo que decirte algo importante-
-¿pasa algo?- pregunto la chica desconcertada, el Doctor solo hecho el enésimo suspiro de esa mañana y saco unas radiografías del historial clínico de la paciente Sakura Kinomoto
-estas tomografías fueron tomadas hace 3 días, y estas de la izquierda fueron tomadas hace 2 meses- acomodo ambas placas enfrente de Tomoyo y las alzo contra la luz de las ventanas, eran estudios muy avanzados, Tomoyo no sabia mucho de medicina, pero sabia que las áreas rojas era la actividad cerebral de Sakura, algo la inquieto, las áreas rojas habían disminuido en la placa de la derecha
-¿Por qué están diferentes?, ¿eso quiere decir que Sakura va a despertar?- sabia que no era eso, pero realmente no quería afrontar la realidad
-Tomoyo, la actividad cerebral de Sakura esta disminuyendo alarmantemente, hace dos meses aun había posibilidades pero…- Himura-san tomo aire, esto iba a ser terriblemente difícil- Tomoyo, Sakura esta muriéndose- la información pasaba lentamente para ella, ¿es que ya no había esperanza?
-Tomoyo, tu abuelo y tu madre han tomado una decisión- el tono decisivo del hombre provoco que empezara a sentir nauseas ¡¿Qué habían hecho su madre y su bisabuelo?!
-Sakura a respirado por si sola estos 2 años, cosa muy extraña en pacientes en coma pero…-
-¡eso quiero decir que ella se recuperara!, ¡solo denle tiempo!- no quería alzar la voz, tampoco quería gritarle al hombre que había ayudado tanto a Sakura en esos terribles años, con Fujitaka y Touya Kinomoto muertos, la única familia que le quedaba a Sakura eran ella, Sonomi y su abuelo, debido a las condiciones tan extrañas del coma en el que había caído siempre se guardaron las esperanzas de que despertaba, pero pasaron los días, las semanas, los meses y ahora 2 años después, el día del cumpleaños de Sakura, Ishiro Himura le decía que ya no había esperanza, ¡tenia que ser una broma!
-tengo que ver a otros paciente… creo que será mas conveniente que hables con tu madre, solo te digo que es muy probable que en estos días Sakura sufra de un paro respiratorio, la tendremos que conectar a un aparato que respire por ella, será muy doloroso para ella Tomoyo, ni tu abuelo ni Sonomi quieren que pase por eso, trata de comprender sus razones- la chica ni siquiera se tomo la molestia de razonar lo que el medico le decía, ya nada de eso importaba, cuando Himura-san se retiro, Tomoyo se sentó en uno de los sillones del la habitación y se soltó a llorar, ¿es que acaso no habían importado todos esos meses en que se esmero por creer que aun quedaban esperanzas? ¿Qué iba a hace ahora? ¿Ver como mataban a su mejor amiga? ¡¡Sakura era una de las personas que mas quería en el mundo!! Incluso de pequeña creyó que se había enamorado de ella por esa obsesiva adoración que le tenia, pero con la madurez llego el entendimiento y se dio cuanta de que Sakura era aquella hermana que sus padres no le habían dado por la muerte del autor de sus días, ella siempre había sido una niña muy sola, hasta el día en que le pidio su goma a la que sin saberlo era incluso su prima, Sakura había ayudado a muchas gente, ¿acaso el mundo la iba dejar morir así como así?
-…esto no es posible- con la cabeza entre las manos Daidouji se sentía agobiada, miles de preguntas le cruzaban la cabeza causándole una terrible pulsación en las sienes, buscando una solución, algo que pudiera salvarle la vida a Sakura, o por lo menos darle mas tiempo de despertar, tomo aire profundamente y se levanto del sillón, necesitaba un lugar mas despejado, algo que no oliera a hospital, con un ambiente menos abrumador, con la sienes palpitándole y lo ojos picándole por las lagrimas recién derramadas se dirigió a la puerta y antes de tomar el picaporte volteo a ver a Sakura
-vuelvo en seguida- esforzó una sonrisa y salio finalmente del cuarto
Le fue difícil encontrar un lugar que no se sintiera como hospital estando en uno, pero finalmente lo consiguió al subir a la azotea del mismo, ya hay se recargo en la malla de protección y tomo aire esperando que la frescura del momento le aliviara un poco la presión que sentía en el pecho, se dijo que lo mejor era analizar esos años paso por paso, algo debía encontrar, ¡mínimo para ganar tiempo!, cerro los ojos y recreo la escena que no había abandonado su memoria desde hacia dos años.
Flash Back
Dos chicas paseaban bajo las ramas solitarias del camino que solía estar repleto de cerezos, febrero llegaba a su fin y la primavera amenazaba con llegar en todo si apogeo, ambas chicas iban abrigadas con el abrigo reglamentario de la secundaria y debajo el uniforme de marinerito tan común en esas tierras, una de ellas, las mas alegre podría decirse por sus movimientos llenos de vitalidad se puso delante de la otra chica mientras recitaba de una manera bastante cómica y caminaba hacia atrás
- ¡flores, flores, flores por todos lados! ¿Te lo imaginas Tomoyo?, ¡el festival será todo un éxito!- dijo ahora empezando a dar saltitos ante la mirada divertida de su amiga, el cabello corto de la chica se estancaba en sus hombros y tras ella estaba llegando el ocaso a Tomoeda
-me lo imagino Sakura, ¡¡pero lo mejor va a ser el hermoso vestido que te confeccionare!! ¡¡hay te veras liadísima!!- una gota al estilo anime bajo de la nuca de Sakura y la recorrió un escalofrió al adivinar lo que Tomoyo diría a continuación- ¡¡y así podré gravarte bailando con Li!!- la morocha no cabía mas en su felicidad y la pobre castaña ya no tenia mas colores en el rostro para demostrar la vergüenza por su comentario, sin embargo sonrió ensoñada, hacia 1 mes que Syoran le había pedido que fueran novios, al pobre chico le había tomado semanas para reunir el valor, cinco meses para ser exactos, todo desde que Eriol había llegado también de Inglaterra, provocando los celos del joven chino, sin duda un excelente estimulo, Sakura sonrió aun con mas intensidad mientras Tomoyo seguía sumergida en sus ideas para el festival de primavera, Eriol era un gran amigo suyo, y hacia poco lo había descubierto mirando muy entretenido a Tomoyo en clase de historia, se dijo a si misma que ayudaría a Tomoyo y a Eriol como ellos los habían ayudado a Syoran y a ella, así que era hora de empezar el plan Hiragizawa vs. Daidouji
-Tomoyo…-
-¿dime?- respondió la chica muy alegre mientras visualizaba a Sakura en el vestido rosa que tenia planeado, lleno de listones, muchos listones
-¿podrías hacerme un favor?- pidió la chica usando un gesto muy suyo al agrandar sus ojos y poniendo el rostro de lado, la morocha sabiendo que ese gesto lo utilizaba Sakura al convencer a su hermano de suplirla en las tareas de la casa quiso soltar un risa
-por supuesto Sakura-chan-
-¡que bueno!- la chica se detuvo y saco de su mochila una hoja de cuaderno arrugada con varias manchas de tineta y rayones por todos lados, escrito de manera desigual estaban tres versos de unas 6 líneas cada uno
-¿Qué es esto?- pregunto Daidouji tomando la hoja y descubriendo algo parecido a un poema, miro consternada a su amiga, la cuál estaba con las mejillas pintadas de un gracioso color manzana y una mano en la nuca para disimular el nerviosismo
-pues… Syoran me ha dado varios libros para leer y Eriol me a prestado algunas novelas inglesas, además encontré varios libros muy interesantes en la biblioteca del sótano de mi casa… en resumen es una canción- dijo toda nerviosa queriendo explicar su reciente descubrimiento, tenia algo de talento para la prosa, Tomoyo la miraba sorprendida, es cierto que en los últimos meses Sakura demostró cierto interés en los libros, en especial en las novelas históricas, pero de hay a hacerse escritora
-posiblemente pienses que es una tontería…- dijo en voz baja la castaña desanimada por la falta de palabras de su mejor amiga
-¡por supuesto que no!... es solo que no tenia idea de esto Sakura, me permites quedarme con la letra- dijo Tomoyo sonriéndole
-…de eso se trataba el favor, me gustaría que la cantaras en el festival- la pose de Sakura era verdaderamente tierna, tenia los ojos brillosos las manos frente al rostro como si estuviera rezando y se balanceaba de un lado a otro en pose de ruego, Tomoyo ya no cabía en sorpresa, así que de todo eso se trataba, le sonrió dulcemente y tomo sus manos entre las suyas
-por supuesto, ¿tienes la melodía?-
-bueno… en realidad, Eriol me prometió componerla… creo que tendrás que ensayarla con el- la morocha quedo en shock, últimamente un extraño sentimiento la invadía cuando estaba con el ingles, ¿pero Sakura no podría haberse dado cuanta o si?, Daidouji se empezó a imaginar a una Sakura con un plan malévolo para lidiarla con Eriol, pero desecho la idea inmediatamente, eso seria si Sakura fuera ella (que ingenua…)
-¿entonces?- insitito Sakura esperado una respuesta
-por supuesto-
-¡¡que bien!!- la chica salto y ambas reanudaron la marcha, Tomoyo pensando en que lió se había metido y Sakura orgullosa por su resiente don de la observación, el camino lo siguieron en silencio, hasta que llegaron al cruce donde Sakura seguía por derecha y Tomoyo por izquierda
-¿te puedo llamar en un rato Sakura?- pregunto la morocha –me parece que tenemos que ponernos de acuerdo para el vestuario de la obra- otro escalofrió recorrió la espalda de su prima, ¡¿es que acaso Tomoyo planeaba ponerle otro de sus disfraces?, afortunadamente Sakura recordó cierto compromiso que había olvidado
-lo siento mucho Tomoyo-chan, pero acabo de recordad que hoy saldremos a cenar fuera- dijo con una sonrisa y checando el reloj de pulsera que llevaba
-¿y eso?- ya eran muchas sorpresas ese día
-¿no te lo conté?- dijo consternada la castaña - ¡han nombrado Decano de la Facultad de Arqueología a mi padre!-
-¡eso es increíble Sakura!- ambas se sonrieron emocionadas por la noticia
-será mejor que me vaya corriendo, lo he olvidado ¡voy a llegar tarde!- la castaña se despidió y salio corriendo en dirección a su casa mientras el sol comenzaba a ponerse
Fin del Flash Back
Tomoyo sonrió con amargura, esa fue la última vez que hablo con Sakura, efectivamente, la familia Kinomoto había ido a cenar a un restaurante en la ciudad, pero según el mesero que los atendió alrededor de las 9:30 p.m. ellos abanderaron el local, había tantas cosas que no coincidían, el accidente había sido hasta las 2:30 a.m., ¡¿Dónde habían estado esas 5 horas?!
Flash Back
El teléfono no paraba de sonar, una muchacha se remolineaba entre las sabanas intentando ignorar el tan persistente sonido, rendida al fin tomo el celular que estaba en la mesita de noche, el brillo de la pantalla le permitió leer el número
Eriol Hiragizawa
Extrañada miro el reloj de noche, eran las 3 de la mañana, pulso en pequeño botón verde y contesto con voz adormilada
-bueno…- espero un momento mientras de otro lado de la línea un montón de sonidos le impedían identificar siquiera uno, después de unos segundo una voz agitada la sobresalto
-Daidouji… necesito que vengas de inmediato al hospital central- la información tardo en ser razonada ¿al hospital?
-¡Daidouji me estas escuchando! ¡Necesito que vengas al hospital ahora!-
-¿pero que ha pasado?- la chica comenzaba a levantarse y a razonar lo que oía – ¿estas bien? ¡Por Dios Eriol dime que esta pasando!- preocupada camino con la sencilla bata que traía hasta la puerta de su habitación y encendió la luz
-Sakura tuvo un accidente…-
Fin del Flash Back
¡Eso era! Eriol y Syoran tenían que saber la respuesta, ¡ellos tenían que ayudarla!, rápidamente y con temor a perder tiempo saco su celular y marcó un numero que a fuerza reintentos y llamadas no recibidas se había aprendido de memoria, espero pacientemente que alguien le contestara, sin embargo solo recibía el frió sonido de pip… pip… cada determinado intervalo, ese sonido le recordaba a lo único que se escuchaba en la habitación de Sakura, el sonido de los latidos de su amiga pip… pip.. ¡Si Li no contestaba era capas de ira a la misma China por el!
-bueno…- aliviada hasta cierto punto por la voz masculina que le contesto se aclaro la voz dispuesta a convencerlo de un modo o de otro
-¿Li?, habla Daidouji- espero que el sonido de corte no le estallara en sus oídos, pero simplemente oyó como el chico se aclaraba la garganta de modo nervioso
-Daidouji… que gusto- "si claro" quiso responder Tomoyo, pro no era tiempo para reclamaciones, era momento de enfrentarse a la verdad
-te llamo por que necesito tu ayuda…-
-en este momento estoy algo ocupado…-
-…es sobre Sakura- lo interrumpió la japonesa de modo terminante, no iba a ceder… no esta vez, ella iba a salvar a su amiga- van a desconectarla si no hacemos algo Li…-
-te lo dije hace un año… no hay nada que hacer- la voz de Syoran había cambiado repentinamente, ahora era cortante, frió, incluso antipersonal
-¡es que no entiendo como te haz rendido tan rápido!-grito Tomoyo perdiendo por completo la paciencia y comenzando a hundirse en la desesperación- ¡TU LA AMABAS!-
-¡y aun lo hago!- le interrumpió - ¡es solo que ya no queda esperanza!-
-¡¡ALGO HAY QUE HACERSE A FALTA DE ESPERANZA!!- Tomoyo había perdido todos los estribos, cuando Sakura recién cayo en coma, Syoran no la había abandonado en lo mas mínimo, incluso cuando el mismo estaba herido, al parecer, por lo que le habían dicho, estaban todos en el mismo accidente- ¡¡dime la verdad Li!! ¡¿QUE FUE LO QUE PASO ESA NOCHE?! ¡¿TIENE QUE VER CON LA MAGIA NO ES CIERTO?! ¡¡POR ESO KERO Y YUE TAMBIEN DESAPARECIERON!!-
-no puedo decirte nada…- contesto el chino apenado, el no podía decir lo que había pasado, era demasiado confuso, demasiado doloroso, además decirle a Tomoyo la verdad solo la haría sentirse peor, era mejor que ella no supiera la verdad, así le seria mas fácil dejar ir a Sakura, como el lo había hecho –saber la verdad no hará ninguna diferencia Tomoyo… deja ir a Sakura… ella no va a regresar- el tono utilizado por el chino era tan lastimero, que en sus cabales Tomoyo hubiera sentido lastima por el, pero lo único que la japonesa sentía en ese momento era un inmenso odio
-vete al infierno Li Syoran...- y colgó sin dar tiempo a un respuesta
:o:///////:o:
-¿estas seguro de que quieres hacer esto?-
-si…-
-¡tiene que haber otra manera!... ¡piensa mejor las cosas Eriol!… esto no tiene ningún sentido…- la mujer empezó a derramar lagrimas mientras el joven frente a ella no apartaba la vista de la chica recostada frente a el, la habitación de Sakura que olía a las gardenias estaba como la ultima vez que la vio, la chica estaba dormida en la cama de hospital con ese camisón de colores que Tomoyo solía hacerle, los medicamentos seguían hacinado su trabajo en ella, pero quien fuera observador vería como perdía cada vez mas el color que antes la caracterizaba, su sonrisa tampoco estaba presente en su rostro, el cual ni siquiera reflejaba tranquilidad, era como si el cuerpo frente a el no fuera un ser viviente… era solo el cascaron, el lo sabia, es por eso que después de 2 años de intentar encontrar una manera de ayudarle, se había decidido por la mas peligrosa, las mas estupida… pero desgraciadamente era la única manera de volver a ver las esmeraldas que su amiga tenia por ojos
-Eriol… no lo hagas por favor- Nakuru sostenía entre sus brazos a Spinel, la pequeña guardiana solo podía ver como su hermana se desesperaba… pero que terca era Ruby-moon… debía confiar su amo, como lo hacia ella, además Eriol estaba tan decidido, que ni siquiera la misma Sakura lo convencería de lo contrario
-Spi… dile algo-suplico la guardiana de la luna al ver que ella no convencería a su amo de lo contrario
-déjalo en paz Nakuru…- contesto con simpleza la gatita negra con alas azules
-¡como quieres que lo haga! ¡¡Puede morir!!- ya le era inevitable derramar lagrimas, por unos momentos la habitación se quedo en silencio, cortado por momentos por los quizás demasiado lentos pip.. pip.. Que emitía la maquina que estaba cerca de Sakura, Eriol fijo sus ojos en el aparato, estaba consiente del peligro al que se exponía, estaba consiente del peligro al que exponía a sus guardianes, incluso a la misma Sakura, pero ellos se lo habían pedido y era el momento de pagar el favor que Sakura le había hecho
"Es el momento de que vuelvas… querida Sakura" sin otro pensamiento cruzando se mente, se coloco a lado de la cama de la castaña, Nakuru lloraba en silencio en un rincón de la habitación, con un rápido movimiento y sin emitir sonido alguno el báculo del Sol apareció frente al joven, aun en esas circunstancias las guardianas de la Reencarnación de Clow no podían evitar la admiración, Eriol ya no era por mucho ese niño de gafas y sonrisa enigmática que solía molestar a Li Syoran en secundaria, siempre había sido alto, pero ahora su estatura rozaba la que algún día había tenido el fallecido Touya Kinomoto y estaban seguras de que ser posible, el joven de 18 años crecería unos cuantos centímetros mas, debido a su constante viaje por el mundo esos dos años, su apariencia era un poco desaliñada, por supuesto lo mas desaliñada posible para este inquebrantable caballero ingles, ya no llevaba anteojos y ahora sus ojos añiles demostraban mas sabiduría por lo años pasados, el cabello negro media noche estaba quizás mas largo de lo acostumbrado pero no por eso el joven perdía ese aire de elegancia con el que seguro nació, lo único quizás no admirable de su físico eran esas bolsas negras que se posaban debajo de sus ojos, y quizás también la extrema palidez que traía encima, el joven cerro los ojos preparado para comenzar, pero un sonido parecido a un juego de violines comenzó a molestarlo mientras sentía movimiento en el bolsillo izquierdo de la chaqueta, descubrió su celular al final del bolsillo, lo saco dispuesto a apagarlo pro alcanzo a leer en la resplandeciente pantalla las siguientes palabras
Tomoyo Daidouji
Sonrió con esa sonrisa tan suya, llena de arrogancia y sabiduría, volteo un momento a ver a Nakuru la cual se había acercado a el
-es Daidouji…-
-¿vas a responder?- pregunto su guardiana, sin embargo Hiragizawa le dio el teléfono y volvió a su antigua posición
-debe quererme para lo mismo que ellos- respondió con simpleza, el teléfono dejo de sonar, Nakuru se volvió al rincón donde Spinel la esperaba flotando, amabas miraban magnificadas y asustadas a su amo, Eriol cerro los ojos en símbolo de profunda concentración, la habitación se sentía ahogada por momentos, Nakuru volteo la vista a la ventana… estaba anocheciendo, respiro profundamente intentando no preocuparse, llenarse del sentimiento de que Eriol sabia lo que hacia, pero esto era demasiado… cuando volvió a mirar a su amo, una aura dorada lo rodeaba, por segundos le aprecio ver que esa aura lo abandonaba, pero después esta se volvía a ver con mas intensidad, y así se repitió hasta que toda la habitación estaba alumbrada de una poderosa luminiscencia color oro
-¡¿señorita Tomoyo, esta todo bien allí adentro?! ¡Abra por favor!- la voz de la enfermera alerto a Nakuru, quizás era hora de iniciar lo que Eriol le había encomendado, nadie podía entrar a esa habitación, se dijo recordando las palabras de su amo
Una calida sensación le recorrió el cuerpo, abrió los ojos cuando sintió que debía hacerlo, se encontraba en un prado totalmente blanco, la sensación era maravillosa pero a la vez desesperante por la falta de vida de aquel lugar, espero pacientemente a una señal, una señal de que había hecho bien… entones su señal se apareció frente a el en forma de una mujer con alas
-Eriol…- el joven situó su vista en ella, la mujer que lo llamaba tenia los mimos ojos que su amiga, dos grandes y vivías esmeraldas que lo miraban con cariño, nostalgia y un profundo agradecimiento, no estaba seguro de que decirle, ni siquiera estaba seguro si podía emitir palabra alguna en ese mítico y misterioso lugar, por primera vez en su vida, Eriol Hiragizawa no sabia que iba a pasar
-me alegra que hayas aceptado- quiso agradecerle, decirle que lo que iba a hacer era el acto mas noble que la humanidad hubiera visto jamás, pero el espíritu de Nadeshiko Kinomoto no hallaba las palabras correctas para expresar su agradecimiento, ¿acaso existen las palabras para expresar la inmensa gratitud que sentía hacia el chico en esos momentos? ¡Prácticamente iba a sacrificar su vida por su hija!
-antes de hacer esto, queremos estar seguros de que estas consiente de las consecuencias por lo que harás…- ante lo dicho varias esencias empezaron a aparecer alrededor de Eriol y la hermosa mujer, un hombre con dulce sonrisa se situó justo a lado de Nadeshiko, tomándole de la mano, un par de señores, de aspecto muy solemne se situaron a la izquierda de la mencionada, la señora y la madre de Sakura tenían un tremendo parecido pero el señor tenia los ojos tan verdes como Nadeshiko
-todos nosotros deseamos lo mejor para Sakura…- atrás de ella apareció una mujer bellísima, y Eriol se sorprendió al encontrar lo que Sakura seria si tuviera mas de 30 años, alado del hombre de sonrisa amable, que no era otro mas que Fukjitaka Kinomoto, apareció su antigua encarnación, con esa sonrisa tan propia de los dos
-un gusto el volverte a ver…- le dijo Clow a Eriol- mi querida reencarnación- que bonitas ironías se dijo Eriol, ahora sabia como se sentía Li cada vez que usaba ese tono de burla con el
-Eriol- le llamo Nadeshiko recuperando su atención, algunas otras esencias aparecieron tras los ya mencionados, pero el chico no alcanzaba a distinguirlos- necesito que me contestes una pregunta- el ingles solo se sintió capaz de asentir con la cabeza- ¿estas dispuesto a dejar todo con tal de que Sakura despierte?- el tono de voz usado por el espíritu de Nadeshiko no iba para nada con su imagen, era tan serio, tan frió, ¡tan comprometedor!, el ingles a su vez medito la pregunta, ¿realmente se sentía dispuesto a dar todo por Sakura?, miro a si encarnación el cual lo veía con su típica sonrisa, sin embargo tenia un gesto de seriedad que nunca pensó que podría tener… después miro al progenitor de Sakura, Fujitaka lo observaba con una sonrisa mas amable, muy parecida a la de la falsa apariencia de Yue, el sabia lo que había pasado esa noche, el sabia la verdad, tanto como el mismo o Li, Sakura los había salvado, había sacrificado su vida por Li… y por el, ¡Sakura no merecía ese final! además tanto el como Clow tenían una cuenta pendiente con ella
-es hora de pagar mi deuda- dijo con voz decidida a la madre de su amiga
-entonces, cuida bien a mi hija- dicho esto los espíritus que Eriol no distinguía se fueron convirtiendo en puntos luminosos que se acercaron a el, los señores situados a la izquierda de Nadeshiko y la señora parecida a Sakura también sufrieron la misma transformación, poco a poco empezaron a rodear a Eriol, primero unas, luego otras, se empezaron a mover muy rápido, el chico cerro los ojos adivinado lo que vendría, los puntos de luz se introdujeron a su cuerpo, uno por uno, viajando muy rápido hacia el y adentrándose, cada vez se sentía mas pesado, la respiración le fallaba, cuando sintió que todo termino, abrió los ojos, encontrándose solo con los padres de Sakura y su encarnación
-… ¿Qué… ha pasado?-pregunto como pudo por la falta de aire
-la esencia de mis antepasados a entrado en ti, tienes el poder de toda mi familia, eres dueño de nuestra esencia pero no de nuestra alma, finalmente podremos descansar en paz, sabiendo que ahora tu vigilaras nuestro legado- poco a poco la mujer se fue convirtiendo en un punto luminoso de un tamaño mayor al de las demás se acerco a Eriol y se detuvo justo a la altura de su corazón
-nunca olvides que has hecho lo único que podías hacer…- y después de ese susurro se interno al cuerpo del ingles, que cayo rendido de rodillas al suelo
-tu y yo fuimos uno- dijo Fukitaka, tanto el como Clow se le acercaron y le tendieron la mano para que se levantara, el ingles tomo ambas con una sola mano y un resplandor lo cubrió de pronto
-tendrás mas poder del que yo jamás soñé- le confeso Clow viéndolo con los mismo ojos que el tenia, solo que cubiertos por gafas antiguas- lo que has hecho te causara muchos problemas… por cierto, ten cuidado con Kerberus, no creo que le agrade el hecho de que vuelva a ser su dueño, nunca le gustaron mis baños- y dando una ultima mirada enigmática Clow desapareció dejándole a Eriol claro lo que tenia que hacer
Los gritos de las enfermeras habían cesado, al parecer habían ido a buscar a alguien de seguridad, Nakuru noto de pronto que la luminiscencia dorada desapareció
-¡amo Eriol!- el grito de Spinel la regreso a la tierra, volteo hacia donde su amo estaba, aun lo rodeaba un aura dorada, pero había algo diferente en el, su aura era mil veces mas poderosa que antes, era incluso mas grande de la que poseía antes de conocer a Sakura
-Eriol… susurro Nakuru, el chico la miro con dulzura y un dejo de tristeza, no dijo nada, guardo su báculo y se acerco más a Sakura
- espero que no te moleste lo que tengo que hacer…- susurro en su oído, se separo unos milímetros y beso su frente al momento que el aura que envolvía a Eriol envolvía a Sakura de las misma forma y tanto Nakuru como Spinel miraba y sentían impresionadas el nuevo poder de su amo
:o:///////:o:
Un resplandor ilumino la habitación de una mansión en las afueras de distrito Tomoeda, varias cajas estaban apiladas en el lugar, pero una de ellas se había desecho tirando al suelo todo su contenido, a excepción de un libro de pasta rosa que brilla intensamente en dorado, la luz se extendió y tan rápido como llego se fue, dejando dos sombras a la mitad de la habitación
-¿pero que ha pasado?- una gran figura con forma de león parpadeaba confundido intentando averiguar el lugar donde se encontraba, sus grandes garras se paseaban de un lado a otro analizándolo todo, la ventana de la habitación dejaba pasar la luz de una luna en cuarto menguante y la sensación de no pertenecer a ese lugar empezaba a agobiarlos
-¿y Sakura?- preguntaba el gran león, la figura a su lado lo observaba todo en silencio también intentando comprender el por que había aparecido en ese lugar
-¡he Yue respóndeme!- se impacientaba la gran bestia del sello, Kerberus gruño molesto y se acerco al libro que había terminado en el suelo, al acercarse este brillo de nuevo en esos tonos dorados de hacia un rato, Kero observaba el libro de cartas extrañado, ¿Qué era lo que estaba pasando?, Yue también observaba el extraño comportamiento de las cartas, su siempre postura fría y elegante, tan parecido a la luna, sus ojos violetas que no revelaban sentimiento alguno, ¿acaso los tenia? Después de todo, ambos seres eran guardianes… criaturas mágicas incapaces de sentir algo, muchos menos algo llamado sentimientos que se le atribuyen solo a los seres humanos, sin embargo, podrías ser que estos dos seres eran la excepción, quizás por la naciente preocupación que se observaba en ambos
-no recuerdo nada- inicio la bestia al ver la falta de conversación de su hermano- solo recuerdo al loco ese que nos ataco en mitad de la carretera- hubiera seguido con el relato pero la luz del libro ceso dando paso a otra sombra mas pequeña que ellos
-Kerberus… Yue…- una esencia se apareció frente a ellos, era una niña de largísimos cabellos dorados y mirada gris, quizás antiguamente llena de vació, pero ahora rodeada incluso de dulzura, criaturas mágicas con sentimientos… a quien se le ocurriría crear algo así
-Hope… ¿Qué sucede aquí?, ¿Dónde esta Sakura?- preguntaba ansioso Kero esperando una respuesta, Yue lo miro con desaprobación para luego acercarse a la carta
-¿Dónde esta nuestra ama?
-fuimos sellados por 2 años…-dijo la carta sin ser si quiera explicita- Sakura nos espera…-
Finito
Es la primera historia que escribo y subo al Internet… sean amables
Alguna queja pregunta u otra clase de comentario favor de dejar su RR, si no me alegro que se hayan tomado la molestia de leerlo.
Cierto, esta historia esta basada en el Manga, a excepción de que voy a tomar las 53 cartas que resultan del Anime y que Meiling si aparece
Dedicado a todos aquellos que saben el significado de "Hiatos"
Jueves 5 de julio de 2007
12:33 a.m.
