Disclaimer: Sword Art Online pertenece a Reki Kawahara. Fanfiction escrito sin fines lucrativos.

Línea temporal: Dentro de SAO.


ENLAZAR

Capítulo Único

A Asuna le gusta tomar a Kirito de las manos. Entrelazar sus dedos y sentir la calidez recreada por el videojuego, esa sensación de hormigueo recorrerle la piel y la descarga de mariposas en el estómago que le provoca. Es curioso lo bien que puede sentir su avatar la sensación de estar enamorada. ¿Kayaba Akihiko había preparado también eso? Él había anunciado que Sword Art Online sería como una segunda realidad. No, más bien su vida real hasta que el Castillo Flotante de Aincrad fuera completado. Por eso se había esmerado en todos los detalles y ella está tan agradecida como asustada por eso.

Fuera como fuese la mentalidad de Akihiko con respecto al amor mientras desarrollaba el vasto universo que se extiende ante ella, la sensación favorita de Asuna dentro de SAO es tomar a Kirito de las manos. Aunque ella sabe que en realidad no lo está tocando, que sus cuerpos están a kilómetros el uno del otro y que en realidad ella no sabe cómo huele, a qué saben sus besos o qué tan suave es su piel en la vida real (en la vida que importa), eso no cambia el hecho de que adora hacerlo.

En cambio, si Kirito debe ser honesto, a él le gusta más la sensación de enlazar su cuerpo con el de Asuna, piel contra piel sin nada más que los separe, no algo tan inocente (aunque lo disfruta) como tomarse las manos. Le gusta la sensación de pertenencia que se da entre los dos en ese momento tan íntimo. Ella entregándose a él y él entregándose sin reservas, sin los complejos que le aquejan del mundo real, a ella.

Sin embargo, si Kirito debe ser realmente, realmente muy honesto sobre ese tema, comer los alimentos que le prepara Asuna también está muy arriba en su lista de "Cosas que me gustan de SAO".

Pero eso no puede decirlo en voz alta, Asuna le mataría. Casi puede oírla gritándole llena de indignación que no volverá a prepararle ni un plato de arroz por el resto de la semana.

Aunque, si lo razona bien, ella tiene toda la culpa por haber perfeccionado hasta la saciedad sus skills culinarios.