Los personajes no son mios y dudo que ganase algo con esto.


Ella pensaba que hoy él se acordaría, pero ocurrió lo que todas las mañanas, lo cotidiano: Hermione se encontraba en la cocina haciendo el desayuno para sus pequeños hijos, cuando su marido bajo de la habitación vestido y arreglado, le dio un beso a sus dos hijos y otro a ella, cogió una tostada y se fue al trabajo pues como todos los días llegaba tarde.

Ella bufo, ¡no se había acordado! ¡Diez años juntos y no era capaz de recordarlo! ¡Ni un feliz aniversario, ni nada! ¡Se había casado con un tonto!

Dio el desayuno a sus hijos y subió a su habitación a vestirse. Al llegar encontró un sobre encima de la cama, donde se podía leer con letras claras su nombre, llegó hasta el casi corriendo y sonriendo lo abrió y sacó una hoja en la que reconoció la letra de su esposo.

Debo confesarte algo, desde hace mucho tiempo soy adicto a una droga, mi propia droga, tú:

Soy adicto a tus ojos. Color avellana. Esos ojos que hacen que me pierda en ellos y que no sepa donde estoy.

Soy adicto a tu pelo. Rizado, brillante y de color caramelo. Me encanta cuando te quedas dormida en mi hombro y yo puedo pasarme la noche en vela acariciándolo.

Soy adicto a tus labios. Rojos, suaves y dulces. Aquellos labios que no puedo dejar de besar desde aquel primer beso tan lejano ya.

Soy adicto a tus manos. Aquellas manos que siempre sostienen una varita en ellas y pueden hacer milagros.

Soy adicto a tus palabras. Porque puedo estar horas oyéndote hablar, puede que no sepa de lo que hablas pero me encanta.

Soy adicto a tus manías. A que muevas las manos al hablar, a que te toques el pelo cuando estas nerviosa y muevas las nariz cuando intentas ocultar algo.

Soy adicto a tus costumbres. Las comidas de los domingos, los paseos por el parque y los días de lectura.

Soy adicto a tu paciencia. Tu paciencia conmigo, con los niños y en tu trabajo.¡Bendita paciencia la tuya!

Soy adicto a tus besos. Los besos de las mañanas, los de mediodía, los de la tarde, los de la noche. Cada uno diferente pero todos iguales.

Y soy adicto a tus te quiero. Esos "te quiero" que deseo seguir escuchando toda la vida.

¡Feliz aniversario! Te quiero.

Sonrió aún más. !Lo había recordado! Su corazón latía frenético y una lágrima recorrió su mejilla. No recordaba haber leído, y mira que ella había leído, algo tan hermoso.

Era el mejor regalo que le habían echo en la vida y ella sabía que era un regalo salido de lo más profundo del corazón de su marido.

Todos los años vividos junto a Ron y nunca dejaba de sorprenderla. Él siempre hacía algo nuevo e inesperado que hacía que Hermione le amase cada día más.

Para el mundo mágico, Harry, Ron y ella eran los héroes de la segunda guerra y Harry se había convertido en el mago más famoso del mundo al derrotar a Lord Voldemort, pero para Hermione su héroe era sin duda el hombre que dormía a su lado todas las noches.

Volvió a leer la carta y se dio cuenta de algo:

Era cierto que se había casado con un tonto, pero con el tonto más maravilloso del mundo. Su tonto.


Bueno esta es la primera historia que escribo sobre esta pareja.

Espero que os guste.

Me gustaría que me ayudaseis a mejorar con vuestras criticas constructivas.

Hasta luego.