Todo lo relacionado al Potterverso pertenece a la magnífica Jota Ká Rouling, yo solo me dedico a jugar un poco con sus personajes.
Gracias a Just Draco por brindarme la inspiración necesaria para escribir este short fic.
¿Quieres jugar?
Él con sus sentimientos apagados, su única diversión era jugar con corazones ajenos.
Y es que nadie sabía lo que hacía el pequeño Neville Longbottom en sus tardes libres.
¿Herbología? ¡Por favor! El invernadero Nº5 estaba reservado por motivos más importantes. Motivos tales como tardes de placer con señoritas desconocidas. Gente que solo buscaba olvidar su realidad, tal como yo.
Aunque una tarde me aburrí de ello.
¿Si era capaz de mantener una corta relación con alguna de ellas cambiaría algo?
Lucy fue la primera. No era mi intención enamorarla, ni siquiera me parecía linda. Era un buen polvo y nada más. Se puso un tanto melosa y era bastante complicado ocultarlo. Se convirtió en un problema y no en un escape. Un día me confesó que estaba enamorada de mí y esa misma tarde nuestra relación acabó.
Gianna pensó que nuestras auras se complementaban. No tenía argumentos contra eso y ella tenía más curvas que una Nimbus 2000. Así que acepté. Le dije que en mis hojas de té podía ver nuestro final si alguien se enteraba de nuestra relación. Se limitó a inspeccionar meticulosamente la taza que había dejado en la mesa y asentir calladamente. La veía en el invernadero Nº5 siempre y cuando no interrumpiera sus clases de adivinación. Leyendo mi mano luego de una tarde movida, me dijo que nuestras vidas estaban destinadas a estar juntas. Que era inevitable que en algún momento todo el mundo se enterara de lo nuestro. Le recordé las hojas de té de aquella tarde. Gianna siguió insistiendo en que el destino solía cambiar. Entonces yo mismo decidí cambiar el destino y terminé todo tipo de contacto con ella.
En Alexis encontré las promesas de una amable Huffelpuff, cálidos abrazos, un cuerpo esbelto y una sonrisa capaz de derretir a cualquiera. A cualquiera menos a mí. Necesitaba un novio para escapar de la panda de admiradores que flotaban a su alrededor. Ofrecía a cambio un cálido refugio entre sus piernas y silencio absoluto sobre mi identidad. Le di citas decentes e historias para sus fans. El problema surgió cuando pensó en nosotros sobre una pareja real. Pobre niña. Tuve que romper sus ilusiones al poco tiempo. Yo no tenía una pareja en esta vida.
Con Meredyth todo fue distinto. Ella quería alguien que la hiciera olvidar todos sus problemas con unas caricias entre sus piernas, pero con exclusividad. Era algo que podía darle. De cualquier modo la Slytherin estaba disponible todas las tardes y brindar placer no era algo que se me dificultara. Accedí con la condición de que nadie debía enterarse. Mis tardes preparando los exámenes en el invernadero se extendieron hasta la noche. Dejaron de ser tardes de placer y se convirtieron en largas charlas. La chica había pasado por muchas cosas. La guerra había golpeado a todos aunque fuera difícil de admitir. Ahora que El Señor Oscuro estaba desaparecido solo podíamos pensar en seguir y curarnos. Terminé nuestra relación. Y ella estuvo de acuerdo.
Ahora somos mejores amigos.
Comenzamos con el shortfic, Gracias por leer :D
Si pueden dejar comentarios se los agradecería mucho :3.
