Un mundo extraño

"La pérdida"

-No ¡Detente, monstruo horroroso!

Una chica joven de ojos del color de la noche, parecía estar huyendo de una criatura salida de una terrible pesadilla. Ella, una persona que aparentaba ser alguien normal, guardaba un poderoso secreto con recelo, que a mi muy grande pesar tendré que reservarme para otro relato. Ya dejándome de rodeos, continúo narrando los hechos que por poco, conllevan a la destrucción de dos hermosos planetas gemelos.

-¡Ahora si, ni creas que me vas a atrapar!

Enfrente de ella, un agujero apareció de la nada. Con rostro alegre y bastante esperanzado, la chica saltó en él, entrando en un túnel cuyo espacio era vacío y contenía múltiples caminos a simple vista.

-Si que fue lista, esa cosa sin cerebro no tratará de meterse en un sitio tan diminuto.

Era muy pronto para hablar, porque lo que parecía ser un tentáculo, rodeó su cadera parcialmente sin ningún aviso.

-¡Demonios!

La chica girándose con brusquedad, miró a la bestia con enojo y con una de sus manos, le atacó con lo que parecía ser un rayo de luz.

Aquel monstruo, cayó inconsciente en dirección de uno de los caminos arrastrando a la joven consigo.

-¡Oh no! ¡Que me sueltes, déjame ir!

Ya no había más túnel, solo cielo azul y un bosque profundo a la vista del suelo.

-Y ya te he repetido muchas veces, no me pienso bañar con esa rara crema que me diste.

Bufaba una chica de cabellos castaños.

-¿Pero es que no entiendes…? Apestas a Stunky, ewwww…

Le reclamaba un joven de ojos color rubí.

Mientras caminaban y discutían, un grito de desesperación les llamó la atención.

-Mmm, creo que escuché algo.

Exclamó un poco dudoso el chico.

-Yo igual, parecía una chica.

Respondió la de ojos azules.

Al girarse, lo último que consiguieron ver fue a un Pokémon, un Pokémon en estado de inconsciencia y a una joven agarrada de su espalda con fuerza.

-¡Ah, maldición! ¡Que te despiertes hijo de perra! ¡Cuidado abajo!

Sus ojos temibles de tonalidad carmesí se abrieron de par en par, su única reacción fue lanzar a su tripulante en la lejanía y dar ataque a la primera cosa o mejor dicho "Personas" Que logró divisar.

-Ruby… ¡Cuidado!

Con valentía, aquella jovencita de ojos azules apartó del peligro a su querido y fiel compañero. Lamentablemente, la bestia arrastró con ella por otro agujero desconocido. No quedó rastro de ninguno de los dos. Lo último que se escuchó, el grito desesperado de un corazón quebrado.

-¡Sapphire…!