Título: 482 Lecciones en Cuidado Infantil
Autor: triola
Categoría: Romance y humor
Rating: T por ahora
Resumen: ¿Qué pasaría si Draco encontrara un bebé en la puerta de su casa, y el único a quien pudiera recurrir fuera Harry Potter?
DISCLAIMER: Esta historia está basada en personajes y situaciones creadas por JK Rowling y de su propiedad y de la de varias editoriales incluidas pero no limitadas a Bloomsburry Books, Scholastic Books, Raincoast Books y Warner Bros Inc. No se gana dinero con ello y no se tiene la intención de violar los derechos de autor y marcas registradas.

Notas del Autor: Ok, esto es sólo una pequeña historia que he estado escribiendo para divertirme… Helle me obligó a colgarla, ¡echadle la culpa a ella si no es buena!
Warning: !Slash! Esta historia implica slash y cantidad de OCC… y un bebé…

XoXoX POV de Draco XoXoX

Era un hermoso sábado por la mañana en la Mansión Malfoy. El cielo estaba azul y despejado y brillaba el sol. En el exterior el aire era agradablemente cálido y las flores resplandecían brillantes al calor del sol. Los pájaros estaban cantando alegremente y en algún lugar no muy alejado podías oír el callado murmullo de un burbujeante arroyo. Todo estaba bien en el mundo. De repente el pacífico escenario fue interrumpido por un rayo de luz verde y uno de los pájaros cayó al suelo.

"¡Ja!¡Conseguí uno!¡Condenados pájaros, temed a vuestro superior!" Draco Malfoy sonrió con satisfacción a nadie en particular, luego se dejó caer y se acurrucó en su almohada. Realmente era demasiado pronto para despertarse. Malditos pájaros. Pero ahora era demasiado tarde. Nunca conseguía volver a dormir cuando ya estaba despierto. Era la maldición de la familia Malfoy. Bueno, quizá no, pero sonaba bien, ¿no? La maldición de la familia Malfoy. Draco se levantó y tarareó la melodía más siniestra que pudo encontrar (no podían pillarle tarareando algo alegre, ¿cierto?) y fue al baño.

Se miró en el espejo de cuerpo entero, de marco dorado, que había adquirido hacía sólo unas semanas, e hizo un pequeño baile "Se te ve bien, Malfoy" Ronroneó el espejo, y Draco levantó una ceja "Siempre se me ve bien, amor" Afirmó y entonces se fue a tomarse una ducha larga y caliente.

Una hora, e innumerables estribillos cantados, más tarde Draco salió de una nube de vapor. Cogió una toalla (verde por supuesto) para cubrirse sus partes más íntimas, luego llamó a su armario andante "¿Qué desea el amo ponerse hoy?" Preguntó el armario después de lograr de alguna manera serpentear por la puerta del baño. Draco mordió pensativo su labio, y miró al espejo "¿Qué piensas tú?" Preguntó, y podías ver que el espejo estaba pensándoselo bien.

"Bueno" Dijo él (sí, el espejo de Draco Malfoy es masculino) reflexivamente "Si fuera tú, optaría por los pantalones negros que compraste la semana pasada. En realidad no dejan mucho a la imaginación pero, como siempre digo, si lo tienes, ¡enséñalo! Y el resto... cogería la camisa blanca que te trajo tu madre. Acentúa el color plateado de tu pelo"

"Hm, no sé" Dijo Draco acariciando su barbilla "Nunca me gustó esa camisa, me da picor, ¿y la camiseta negra?"

"¿Qué camiseta negra?" Contestó el espejo "¿La que te trajo tu madre, la que te compraste la semana pasada, la otra que te compraste la semana pasada, la tercera que te compraste la semana pasada, la que compraste la semana pasada con las mangas verdes, una de las cincuenta camisetas que compraste el año pasado, la otra que te trajo tu madre, la que compraste hace dos semanas, la otra que compraste hace dos semanas, la que conseguiste gratis cuando compraste las otras dos hace dos semanas, la que te trajo tu tía abuela Clara para Navidad el año pasado..."

"¡Merlín, no!¡Todo menos eso! No, quiero decir la negra con la serpiente plateada"

"¡Ah, sí!¡Me había olvidado de ésa! Una elección excelente, estás muy bueno con ella"

"La negra entonces" Draco sonrió con satisfacción y se volvió hacia el armario "¿La conseguiste?"

"Sí, amo" Respondió el armario y sacó la ropa solicitada. Draco se vistió con rapidez y se miró en el espejo, quien silbó fuerte "Estás ardiente, querido" Murmuró, y Draco sonrió con satisfacción. Entonces procedió a la tarea más importante del día: arreglarse el pelo. Después de dos horas de pelearse con varios antipáticos productos para el pelo, Draco estaba por fin de camino para el desayuno, con el aspecto de un magnifíco heredero de una oscura familia pura sangre.

Cuando estaba a punto de entrar al comedor, su madre bajó corriendo por la escalera riéndose tontamente con su marido medio desnudo a sólo unos metros detrás. Los dos se detuvieron cuando le vieron, y se ruborizaron furiosamente "Oh, hola querido Draco" Dijo Narcisa y se abrochó con torpeza los botones de su blusa "Tu padre y yo estábamos, eh... ¡haciendo el equipaje! Sí, sí, estábamos haciendo las maletas para el viaje. Y entonces no podía encontrar mi, eh..." Miró con desesperación a Lucius quien empezó a imitar a alguien poniéndose maquillaje "¡Oh!¡Sí!No podía encontrar mi maquillaje, y entonces tu padre, él, um, ¡se ofreció a ayudarme a buscarlo! Y eso era porque estábamos corriendo, porque, bueno, tenemos tan poco tiempo y tenemos que encontrar ese maquillaje" Respiró hondo, y sonrió a Lucius, obviamente muy contenta consigo misma por aquella explicación. Draco sólo puso sus ojos en blanco, sus padres eran tan ingenuos a veces ¡Tenía diecisiete años, deseó gritar No era como si no supiera qué estaban haciendo ellos dos. Y lo mismo para su explicación, era bien consciente del hecho de que su madre nuna usaba maquillaje muggle sino hechizos de glamour.

Lucius vio la mirada incrédula en la cara de Draco y decidió que era momento de desaparecer "Iré, eh, arriba y empaquetar el resto" Farfulló, luego subió corriendo por la escalera.

Draco se volvió hacia su madre "Entonces, ¿cuándo os iréis los dos?"

"Oh, déjame ver, creo que muy pronto" Su madre miró distraídamente su reloj decorado con esmeraldas de miles de galeones "Pero, ¿estás seguro de que podrás arreglártelas solo un mes? Quiero decir, mamá puede quedarse en casa si su pequeño Draquito lo desea"

Draco hizo una mueca por el nombre, pero lo ocultó y sacudió su cabeza "Estaré bien, madre. Ya no soy un bebé"

"Claro que no lo eres" Respondió su madre y le dio unas palmaditas en su hombro "Pero sólo para estar segura, he hablado con Hetty, y ella y los demás elfos domésticos se ocuparán de todo. Incluso he ordenado que uno de ellos vaya a arroparte por la noche"

Draco apretó sus puños y cerró los ojos. Inspiración, espiración, uno, dos, tres. Se habrán ido dentro de hora y media y tendrás la casa para ti solo. Abrió sus ojos y sonrió a su madre "Gracias" Dijo intentando sonar encantador, pero fallando por completo. Sin embargo su madre estaba demasiado ocupada mirando a nada en particular para notarlo.

Un ruido repentino atrajo su atención hacia un Lucius que decía palabrotas, elevando dos baúles poco colaboradores por las escaleras "Ah, ahí está tu padre" Dijo Narcisa, afirmando lo obvio "Supongo que nos iremos entonces, adiós Draco, amor" Se inclinó y besó su mejilla, luego los dos, ella y Lucius, desaparecieron con sus baúles.

¡Por fin! Pensó Draco y volvió a silbar aquella melodía siniestra. Justo mientras se giraba para entrar en el comedor, sonó el timbre y Draco juró en voz alta ¿Quién se atrevía a interrumpir su paz? Gritó a un inocente elfo doméstico y le dijo que le trajera quienquiera que fuera a él. Después de un par de minutos el elfo doméstico volvió llevando un gran cesto ¿Qué era eso? Se preguntó Draco pensativamente. Quizá un regalo de un fan. Sonrió con satisfacción, pero mientras cogía el cesto fue rodeado de repente por una luz dorada, y sintió un hormigueo pasar por él desde la punta de sus dedos. Casi dejó caer el cesto por la sorpresa, pero logró mantenerla sujeta otra vez mientras la luz se debilitaba ¿Qué demonios era eso? Pensó Draco muy nervioso. Espero por el bien de este cesto que no esté maldito, porque si lo está, ¡voy a patearte todo el camino a Méjico! Colocó el cesto encima de la mesa y cogió el pergamino atado en él. Cuando lo abrió, vio que era una carta, así que empezó a leer.

Querida Narcissa,

Me temo que no me conoces, pero te aseguro, que no tengo intención de causar daño. Una vez oí que después de tu primer hijo, fuiste incapaz de tener otro, aunque deseabas mucho tener uno. Bien, yo estoy totalmente capacitada para tener un bebé, pero no quiero tener uno, así que pensé que podríamos ayudarnos la una a la otra. Te mando mi bebé, y es tuyo para criarlo. Espero que lo eduques bien y lo conviertas en un verdadero Malfoy.

Draco levantó con sorpresa las dos cejas ¿Había un bebé en el cesto? Bueno, él no sabía nada sobre bebés, tendría que devolverlo.

Pero si no quieres al bebé, me temo que tendrás que quedártelo de todas formas. Puse un hechizo en el cesto para que, cuando lo toques, seas inmediatamente ligada al bebé y será tuyo. Así que si has tocado el cesto, sólo tengo una cosa que decir, ¡felicidades, eres una mamá!

¡Mierda! Draco miró al cesto, luego a la carta, luego de vuelta al cesto. Lo había tocado, y ahora era una mamá. Eh, o un papá. O algo así. Mierda, mierda, mierda... Pero quizás, si podía encontrar a la verdadera madre, ella podría revocar el hechizo...

Y no te atrevas siquiera a pensar en encontrarme y hacerme revocar el hechizo. Te aseguro que he tomado mis precauciones y nunca serás capaz de encontrarme. Incluso he cambiado mi nombre, y me voy a Canadá a empezar una nueva vida.

Los ojos de Draco estaban ahora abiertos como platos ¿Por qué yo? Pensó con abatimiento.

Por qué tú, podrías estar preguntándote, y la respuesta es sencilla. Aunque no quiero al bebé, quiero lo mejor para él. Y los Malfoy son lo mejor. Y capaces de darle la mejor educación. Pero ahora creo que ya he escrito bastante, tengo que irme a Canadá. Disfruta de la maternidad querida amiga, ¡tata!

Suyo sinceramente, Desconocida (¡Ja! De hecho no creerás que firmaría la carta, ¿verdad?)

Draco se desplomó en la silla más cercana y miró a la pared. Un bebé ¡Alguien le había mandado un condenado bebé! O, técnicamente, alguien había mandado a su madre un condenado bebé, pero a quién le importaba, ¡él era el que estaba atrapado con él! Pero quizás era una broma. Una broma terrible y siniestra, y el cesto en realidad estaba vacío. Volvió a mirarlo con nuevas esperanzas y, mientras su mente repetía 'sólo una broma' una y otra vez, se levantó y lo abrió. Cuando unos ojos grises se encontraron con unos azules, Draco Malfoy se desmayó.

Notas de la traductora: bueno, éste es mi primer intento, sed buenos conmigo, ¿de acuerdo? Si quieren comentarme alguna cosa o hacerme alguna critíca constructiva, estaré encantada de leerles.

En cuanto a este fic, se llama "482 Lessons in Child Care" y su autora es triola, lo pueden encontrar en inglés en http/ www . fanfiction . net/s/2385400/1/ (si eliminan los espacios obtendrán la url correcta)

Bueno, he tenido que reemplazar este capitulo por otro corregido porque no había forma de poner guiones a los diálogos y tuve que optar por las comillas, como me aconsejó Haruko FLCL (muchas gracias) y postear el segundo capitulo con comillas para poder leer los diálogos. Si alguien sabe cómo hacer que salgan los guiones, por favor explíquenselo a esta inútil que soy yo y se ganarán una amiga para siempre.

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