Uno


El portal de Zelena había sido abierto. La luz que desprendía podía verse desde cada rincón de Storybrooke. En Granny's, Rumpel advirtió a todos para que se quedaran allí, pues podía ser peligroso. Acto seguido, Leroy fue a comunicárselo al resto del pueblo. Todos los presentes hicieron caso al consejo y se quedaron a la espera de lo que pasaría, preparados para lo peor. Solo que no contaban con que faltaba alguien.

- Hay que avisar a Emma. La maravilla manca y ella están fuera. Para variar. – dijo Regina rodando los ojos, presentía que se iban a meter en un gran problema por su culpa.

- Espera, la llamaré. – respondió Charming preocupado.

- Con los maravillosos consejos que sueles darle, no creo que ahora mismo quiera hablar contigo. Voy a buscarla.

- Regina, no puedes ir sola. Voy contigo. Podrían estar en peligro. – Robin apareció con su ballesta en la mano, más que preparado.

Regina no pudo evitar mirarlo con cariño. A pesar de que lo más probable es que no pudiera protegerla, no se rendía. Era muy amoroso con ella y eso le encantaba.

-o-

En otro lado no solo habían visto el portal, sino que estaban justo delante observando de dónde provenía esa extraña luz.

- ¿Qué demonios es eso? – gritó Emma confundida. ¿Se acostumbraría alguna vez a ver cosas mágicas?

- El portal de Zelena. Está abierto...pero ¿cómo? – Hook estaba tan confundido como ella.

- Vamos a verlo más de cerca, tenemos que investigar. Quién sabe Zelena puede estar por aquí.

Casi habían llegado al granero cuando se encontraron con Regina y Robin.

- Te lo dije, este par de idiotas iba a estar por aquí.

Ni aunque quisiese, Regina podría evitar ser irónica. Eso iba en su ser, y formaba parte de su encanto. Robin quiso evitar reírse, pero no lo consiguió.

- ¿Qué está pasando? – preguntó Emma.

- ¿Te crees que sabemos más que tú, salvadora? Solo sabemos que esa cosa que hay ahí dentro es peligrosa y podría acabar con todos nosotros.

- Hay que alejarse de aquí rápido. Vamos. – dijo Robin.

- Pero... – Emma intentó replicar, pero cerró la boca tras ves tres miradas fijas sobre ella.

- Emma, ya has oído. Tanto querer irte a Nueva York para no tener que lidiar con la magia y eres la primera que lo busca. – Hook la agarró del brazo con cuidado de no hacerle daño, con la intención de que cediera más rápido.

-o-

Emma estaba a punto de hacerles caso e ir con ellos, pero ya era demasiado tarde para huir. Las puertas se abrieron de golpe y el portal los atrajo hacia él.

- ¡Regina! – gritó alterada- ¿Puedes usar tu magia para cerrar el portal?

- Pero, ¿tú que te crees? –respondió la alcaldesa intentando sujetarse a una viga de madera, sin éxito- ¿Que estoy en mejores condiciones que tú? Es una magia muy poderosa.

Emma la agarró del brazo y consiguieron sujetarse por un momento para no ser tragadas por el portal, pero no pudieron aguantar mucho tiempo y ambas fueron succionadas primero, para después ser seguidas por Hook y Robin.