Hola :) pues como verán, subí una nueva historia, esta la escribí hace un tiempo atrás por lo que me dije ¿qué tal si la subo? jajajaja espero que les agrade y esperare sus respuesta a esta nueva historia, si me va bien prometo seguir subiendo capítulos :)

¡A leer!


Capitulo 1: Como todo comenzó.

Era un día cálido en el planeta Veguita, un planeta habitado por saiyajines de raza pura, seres que solo pensaban en pelear y destruir lo que vieran a su alrededor, la mayoría de ellos y ellas creían ser más poderosos que cualquier habitante de otro planeta, se creían superiores en poder, cegados por el orgullo. Aun así eran "gobernados" por un lagarto de tamaño inferior de tez morada llamado Frezeer, quien los manipulaba en secreto para que estos grandiosos guerreros se apoderaran de otros planetas, destruyendo todo a su paso para así dejarlo completamente deshabitado.

El absoluto gobernador de aquel planeta era el rey Vegeta, quien poseía una mirada seria con una barba y cabello castaño oscuro, un ser hosco, hombre de honor, comandante militar implacable y despiadado que disfrutaba abiertamente el final de sus enemigos y un símbolo del orgullo saiyajin. Este se levantó de su trono para dirigirse a uno de los más prestigiados guerreros, uno de los saiyajines más valientes que haya existido. Poseía una armadura de un color verde y unos pantalones azul oscuro, combinando su apariencia distintiva por unas muñequeras largas de color rojo y unas iguales en los tobillos.

- Bardock, serás encomendado a una misión al planeta Zoroku - anunció el rey Vegeta.

- Con gusto iré a conquistar aquel lugar, su majestad - él se inclinó levemente y se dio vuelta para dejar el lugar pero la voz del rey lo detuvo.

- ¡Alto ahí Bardock! - el rey hizo un gesto a una de sus guerreras, era la favorita de la reina - ¿Acaso piensas que iras solo?, Sharotto te acompañara, ella es una de las más fuertes entre las mujeres saiyajins - anunció, dándole una señal a la mujer con su mano.

- Discúlpeme su majestad pero puedo conquistar ese planeta solo, no necesito ayuda - sus puños se tensaron, por un momento pensó que lo que el rey le estaba diciendo era un insulto para su orgullo, él no necesitaba ayuda y menos de una mujer.

- No te lo estoy pidiendo, ella ira contigo, te guste o no - el rey Vegeta miró a la mujer para hacerle un leve gesto con el rostro para indicarle que se pusiera en marcha para irse con Bardock.

- Vaya, veo que los hombres no aprenden ¿no?, las mujeres somos igual de fuertes y capaces que ustedes - alardeó la reina Daraly, quien aún seguía en su trono sentada, casi siempre al lado de su rey. La reina era una de las mujeres más bellas del planeta Vegita, de pelo color negro azabache largo y lizo, su rostro era singular y muy femenino, adornado por una chasquilla, ojos color café y tez bronceada. Era una de las más delgadas entre las mujeres y sus poderes eran ocultos, ya que no los había desarrollado para lucir bien ante su esposo el rey Vegeta, pero al igual que todo saiyajin era orgullosa incluso más que el mismo rey. Ella se levantó para caminar hacia Sharotto pero antes acomodó su vestido largo y azul para presentar a su guerrera favorita - Debo admitir que Sharotto es una de mis guerreras más hábiles - continuó con altanería - Sera de gran ayuda para ti, solo vayan y terminen de una vez - ordenó con severidad más un gesto de mano para hacer que ambos se movieran.

- Como usted diga, su majestad - se hincó la muchacha en son de respeto hacia ella, al levantarse pasó al lado de Bardock regalándole una leve sonrisa burlona, este hizo una reverencia hacía los reyes colocando su antebrazo en el pecho y se marchó detrás de la mujer.

Al salir del palacio ambos habían llegado a la planta de vuelo para subirse a sus naves respectivas. Bardock no dejaba de mirar a la mujer, se veía demasiado delicada como para entrar en batalla, dudaba mucho de sus capacidades por cómo lucía, diciéndose a sí mismo que ella solo le estorbaría en su misión.

- ¿Lista para patear traseros? - le dijo a la mujer.

- ¿Listo para ser avergonzado? - sonrió ella, esquivando aquel comentario, esta ordenó su nave con algunos implementos en su interior sin mirarlo.

- ¿Crees que no puedo hacer esto sin tu ayuda? - preguntó él, algo ofendido.

- No he dicho eso - ella colocó su mano en su cabello para hacer una pausa - ¿Estás listo? - lo miró a los ojos mientras se quitó su moño que ataba su larga cabellera castaña oscura, alborotándola. Bardock no pudo resistir no mirarla más de lo debido, cuando tenía su pelo amarrado era difícil notar lo bella que era.

- ¿Tú qué crees? - se dirigió de un salto a su nave y esta partió de inmediato.

- Hombres… - suspiró, esta vio partir la nave y se dirigió a uno de los guardias - Dame el trayecto corto ¿quieres?, tengo algo de prisa.

- A la orden - el hombre apretó las teclas del control de la nave mientras la mujer se subía con tranquilidad - Listo, llegara al planeta Zoroku en tan solo unas horas.

- Bien ¿y qué hay del sujeto que partió antes?, ¿llegara antes o después que yo? - preguntó con curiosidad.

- El guerrero Bardock llegara dos horas más tarde.

- Excelente, ahora vete - la nave se cerró y partió con gran velocidad hacia su destino.

Al llegar a aquel planeta la mujer quedó admirada por la belleza del lugar, aterrizó justo en un manantial repleto de vegetación, se posó en uno de los árboles en busca de sombra y se acomodó el armazón. Ella se quitó la armadura de hombreras quedando solamente con una semi coraza color morada, su traje era negro completo combinado con unas botas del mismo color que su armadura con puntas de color blanco, se colocó unas muñequeras largas que llegaban casi hasta su codo y sacó su espada de la nave colocándosela en su espalda

- Bien, por mucho que no quiera tendré que matar a todo ser que viva en este planeta - se rascó su coronilla algo indecisa, no le gustaba matar por diversión pero era parte de su trabajo. Sharotto pronto comenzó a elevarse, dirigiéndose al pueblo más cercano que encontró y lanzó una gran cantidad de ataques desde la distancia, las esferas de luz que brotaban en sus manos aterrizaban con gran fuerza al suelo emanando una gran destrucción a su alrededor - Vaya, pensé que tardaría mas en destruir esto, apenas llevo dos horas aquí y ya he destruido la mitad del planeta sola - miró hacia el cielo y vio que pasaba la nave de aquel sujeto - Bien, si esto no me divierte me divertiré al ver el rostro que este hombre pondrá al tener poca entretención en este planeta - sonrió.

Bardock salió de la nave con tranquilidad, miró a su alrededor y vio la belleza incomparable de aquel planeta.

- ¿Para qué querrá Frezzer un planeta como este? - Bardock se elevó de inmediato y vio la destrucción a lo lejos - ¿¡Pero qué...!?

- ¿Asombrado? - rió la mujer - No quise que vinieras aquí en vano y te deje aquel lugar para tu deleite - le guiño el ojo y se alejó volando.

- ¿A dónde vas? - le gritó siguiéndola, quedó algo perplejo al verla sin su gran armadura y por primera vez notó su pequeña cintura que le provocaba tocarla con fiereza. "Aunque sea una mujer saiyajin físicamente no lo aparenta, se ve frágil y mas femenina, definitivamente es hermosa", una sonrisa apareció en su rostro y voló delante de ella comenzando a destruir lo que quedaba de vida en él para impresionarla.

- Veo que te regocijas asesinando a otros - le gritó para que este la escuchara.

- Soy un saiyajin, es lo que sé hacer mejor - añadió

- Ya veo - se elevó aún más y lo observó, sentándose en una montaña que había cerca.

Bardock recorrió el lugar volando para ver si estaba completamente despejado y luego busco el ki de la mujer con su rastreador. La observó de una distancia prudente admirando su belleza al ver su cabello alborotado por el viento.

- ¡Oye!, ¿¡qué crees que haces ahí arriba!?

- A ti qué te importa, disfruto de mis vacaciones - ella se levantó y empezó a elevarse con algo de sensualidad - Si quieres puedes acompañarme - la mujer le devolvió una cálida sonrisa y se dirigió volando al manantial para refrescarse.

El saiyajin la siguió intrigado, algo en ella era especial y vivaz, era diferente, todas las mujeres que conocía eran igual de rudas y toscas que los hombres saiyajin, ninguna mantenía algo de feminidad en su cuerpo, pero aquella guerrera podía ser tan femenina y elegante como cualquier mujer de otro planeta, pero también era capaz de transformarse en una feroz y potencial rival sin perder esa calidez que emanaba al volar o caminar.

- ¿A dónde te diriges? - le preguntó Bardock algo intrigado - Aquí ya no hay nada que disfrutar, todo está destruido.

- Eso crees tú - Sharotto descendió lentamente hacia el manantial donde estaba su nave, dándole la espalda a Bardock, quien mantenía su mirada fija en ella.

- ¿Por qué no has destruido esto?

- Pues porque no quise, ¿acaso no te gusta la vista que este lugar posee? - tocó el suelo con sus botas y caminó hacia el lago - Por si no lo sabes tenemos como máximo un día completo para demorarnos en destruir el planeta, y por lo visto lo hicimos solo en un par de horas, así que si no te molesta disfrutare de mi tiempo libre aquí - ella se limpió su rostro para sacar el polvo y refrescó su cuello y cabello.

- Eres bastante extraña en comparación con las demás, ¿por qué no te he visto antes? - se sentó él, apoyándose en un árbol para mirarla mejor. "Ella es tan delgada que creo que si no fuera saiyajin podría lastimarla con solo un abrazo".

- ¿Podrías dejar de mirarme? es algo incomodo - estaba nerviosa, Bardock era el guerrero más conocido en cuanto a destruir planetas y también uno de los más respetados, se sentía admirada al tener toda su atención aunque no quería levantar más su ego, por lo que permaneció indiferente hacia él.

- Aun no escucho respuesta - Bardock colocó sus brazos detrás de su cabeza, sin dejar de mirar cómo esta se refrescaba en el lago.

- Soy parte de la corte real, resguardo a la reina y me criaron para ser parte de su seguridad desde que nací - se restregó las manos en el agua. Sintió nostalgia al recordar aquella realidad, jamás en su vida había ido a otro mundo más que este, lo que era peor ni siquiera conocía su propio planeta. Siempre tuvo que estar dentro del palacio, atendiendo a la reina y entrenando para protegerla.

- ¿Esa es la razón para no ver el mundo?, ¿acaso eres una prisionera? - preguntó anonadado.

- Algo así, no puedo dejar a la reina así nada mas, hoy lo hice porque ella me permitió esta pequeña libertad - añadió. "Pero una vez que vuelva al planeta Vegita quedaré bajo sus comandos nuevamente", al recordarlo ella agachó la cabeza con tristeza en sus ojos.

- ¿Por eso es que no disfrutas aniquilar planetas como a las demás? - Bardock apoyó sus manos en sus rodillas para escucharla con atención.

- A decir verdad… jamás me ha gustado la violencia, pienso que es inútil, ¿de qué sirve ser así?

- Eso te hace respetable y poderoso - alzó la voz para que fuera más varonil.

- ¿Poderoso?, todo lo que piensan ustedes es en el poder - se volteó para mirarlo brindándole una mirada fría al escuchar su pensamiento tan cerrado.

- ¿Y qué piensas tú entonces? - él la observó detenidamente, esta caminó en frente de él como desfilándole y se dirigió a su nave dejando en ella sus botas, se arremangó sus pantalones negros hasta sus muslos y se metió al agua. Bardock observó cada movimiento que esta hacía, la mujer parecía disfrutar del placer que el agua fría le causaba a sus piernas.

- Yo pienso, que un saiyajin tiene que ser un complemento, debe ser todo un guerrero cuando la ocasión lo amerite, un hombre bondadoso, tierno, cálido, y todo un hombre en la cama - dijo sonriendo coquetamente.

- ¿No crees tú que eres algo exigente? - la miró extrañado. Sharotto volvió a mirarlo y rió - ¿Qué te pasa mujer? - era raro para él ver sonreír a una mujer, de hecho jamás había visto una reírse, al menos no con la gracia que ella lo hacía. Su risa era pura y cálida.

- ¿Escuché bien?, ¿no sabes ni siquiera ser un buen hombre en la cama? - rió a carcajadas.

- ¡Si quieres te lo demuestro aquí y ahora! - la desafío.

- ¿Crees que puedes conmigo? - ella lo miró tras su hombro.

- ¿No sabes quién soy acaso?, mas encima dudas de mi virilidad, debo demostrártelo, mujer - él se quitó la armadura con firmeza y Sharotto quedó sorprendida al verlo. Lo vio sacarse su polera sin mangas color verde musgo con algo de picardía en su rostro y apartó su rastreador para no dañarlo con el agua tirándolo al suelo.

- ¡Oye!, ¿¡qué piensas hacer!? - retrocedió ella algo nerviosa al verlo con su torso desnudo.

- Nada que tu no quieras - Bardock lentamente comenzó a acercarse a la muchacha, esta estaba nerviosa y retrocedía un paso cada vez que el avanzaba hacia ella - ¿Qué pasa?, ¿acaso no puedo bañarme junto a ti? - sonrió levemente, lo único que quería era fastidiarla un poco, su intención jamás fue acorralarla.

- ¡Ja! - Sharotto lo miró de pies a cabeza. Se sintió como una tonta al ver que calló en su juego, por lo que ella miró el agua y entrecerró los ojos, se agachó un poco para alcanzar el agua con la mano y con un gran chorro lo mojó. Bardock quedó atónito al ver tal comportamiento en la mujer. La miró por varios segundos tratando de descifrar qué había hecho. Eso solo lo hacían los niños no los adultos. Al no ver respuesta Sharotto le sonrió - ¿Qué ocurre?, ¿no sabes cómo divertirte más que pelear? - le preguntó, colando sus manos en la cadera.

- Para ser una mujer saiyajin eres bastante infantil - la miró sin moverse.

- Si crees que divertirse así es infantil, pues lo soy - ella jugó con el agua haciendo remolinos con su mano mientras Bardock la contemplaba con fascinación. Era atractiva, divertida y diferente a todas las demás, algo en ella era fascinante de ver, quería sumergirse en ella y contagiarse de esa calidez que solo ella podía emanar.

- ¡Oye! - la mujer alzo la vista y recibió una ola de agua justo en el rostro, al parecer Bardock no sabía contener su fuerza por lo que el golpe de la ola la hizo caer fuertemente al lago, sumergiendo todo su cuerpo. Al cabo de unos segundos bajo el agua ella sacó su cabeza para tomar aire y lo primero que escuchó fue la risa de aquel sujeto, era grata para sus oídos y algo contagiosa por lo que rió también - ¡Debiste ver tu rostro, mujer!

- Me llamo Sharotto - ella se levantó hasta que el agua le llegó hasta la cintura y aprovechó de sacudir su cabello para botar parte del agua que tenía - Me da gusto que te hayas divertido - sonrió, echando su cabello hacia atrás para luego mirarlo seriamente como desafiándolo - Veamos hasta donde llegas.

- ¿Ah?, ¿qué planeas hacer ahora?, ¿otro juego infantil...? - lo dijo en son de burla al querer esperar otra cosa extraña de su parte pero solo vio como la mujer desaparecía ante él - ¿Dónde estás? - la buscaba mirando por todos lados, al no encontrarla por los alrededores se elevó para ver mejor.

"Ni siquiera sabe que estoy cerca de él, sin ese rastreador esta perdido".

Sonreía entretenida al ver al sujeto que la buscaba inútilmente. Mientras Bardock continuaba buscándola ella se recostó en la rama del árbol en el que se encontraba y lo miraba de vez en cuando para ver lo que hacía.

- ¿No sabes dónde estoy verdad? - reía en voz baja, mientras las frondosas ramas del árbol escondían su cuerpo - Necesitas aprender a ocupar mas tu mente ¿no crees?

- ¿¡Dónde estás!?, ¡revela tu posición! - le dijo con una voz demandante.

- ¡Concéntrate! - le gritó - Aprende a buscar mi ki en tu mente.

- ¿Qué?, ¿acaso es eso posible? - preguntó intrigado mirando por todas partes.

- Lo es, ¿por qué crees que yo no uso ese rastreador? - lo dijo con una voz casi mística.

- ¡Tienes razón, mi rastreador! - él caminó hacia donde lo había dejado pero la voz de la mujer lo detuvo.

- ¿Buscabas esto? - Sharotto saltó del árbol y se enfrentó a él colocando el rastreador en su dedo. Luego levantó su brazo en alto y agitó el rastreador en son de burla - Veo que no eres tan hábil como yo pensé.

- Eso quisieras, soy lo suficientemente hábil para lo que sea - Bardock se aproximó mas a ella y le quitó el rastreador de su mano con delicadeza, mirando sus labios como si quisiera devorarlos. Ella simplemente quedó observándolo mientras él colocaba una mano en su cintura. Sharotto respiró hondo al sentir su cálida mano en su cuerpo siguiendo el movimiento de su mano con su mirada pero al notar que este apretó su piel ella lo detuvo con su suave pero demandante voz.

- ¡Alto ahí! - le ordenó con picardía - ¿Piensas que soy fácil?, esto no llegara a nada sin antes una pelea, si ganas obtendrás lo que deseas, si gano yo...pues...estarás sometido a lo que yo te ordene - le guiñó un ojo y quitó la mano del saiyajin con algo de rudeza, apartándose de él con un gran salto para colocarse en posición de batalla - ¿Estás listo, Bardock?

- ¿Hablas en serio?, créeme que no seré gentil contigo, mujer - le advirtió - No porque seas mujer...

- ¡Menos charla y mas acción! - se aproximó hacia él con gran velocidad dándole una patada en sus piernas para botarlo, este cayó al suelo algo asombrado al no ver venir el golpe, ella era rápida - ¡Levántate! - le ordenó ella con entusiasmo.

- Sí que estás loca, tu lo pediste - Bardock se levantó rápidamente y comenzó a pelear con la mujer en los aires, esta esquivaba cada golpe con sus brazos. Ella se dio la vuelta y con el codo metido en su estómago empujó a Bardock hacia el lago - ¡Pelea de verdad! - le ordenó.

- ¡Cállate! - tan pronto como entro al lago él se acercó a ella y vio como esta sonreía. Después de todo ella sí disfrutaba de una buena pelea, por lo que decidió pelear en serio esta vez.

Pasaron los minutos y ambos lucharon arduamente, Sharotto lograba dar varios golpes en la cara de Bardock mientras que este solo lograba pegarle en los brazos y muslos con algo de torpeza.

- Nada mal para ser un guerrero - sonrió ella tomando aire tras pelear.

- Y tu no peleas nada mal, los golpes fueron asombrosos - admitió - Dime ahora...¿qué tengo que hacer? - la miró cautivado al ver ambas facetas de la mujer. Sharotto era una mujer hermosa y grácil pero a la vez podía ser tan ruda como él sin perder su toque femenino.

- ¿Tan pronto te das por vencido? - sonrió nuevamente, esta se acercó a él en vuelo, rodeando su torso con una de sus manos como diciéndole que la siguiera y bajó hasta tocar el suelo. Bardock quedó asombrado ante tal respuesta de la mujer, "¿Acaso se está entregando a mi?". El saiyajin la siguió dichoso hasta encontrarse con ella. Sharotto estaba de espaldas y este la tomó de los hombros, bajando lentamente por sus brazos, acariciando cada parte de su piel - Creas o no...jamás he hecho esto - trago saliva algo nerviosa.

- ¿Hacer qué? - sonrió.

- Sabes bien qué... - dijo seriamente.

- No soy como los demás, si lo deseas, para mi será un placer pero si no estás lista yo te res...

- ¡Oh cállate! - se dio vuelta rápidamente y se aferró a su cuello con sus manos acercándolo hacia su boca para besarlo con pasión.

- Espera, ¿qué haces? - se separó lentamente de ella.

- No preguntes y déjate llevar - lo besó ferozmente en sus labios, de un salto se aferró a su cintura con sus piernas mientras que Bardock se dejaba llevar por los encantos de la mujer, la abrazó con fuerza para sentirla aún más a su cuerpo. Comenzando a caminar torpemente hasta la calidez de unos matorrales, posó su cuerpo con delicadeza y la observó por un momento - ¿Qué ocurre? - preguntó Sharotto al ver la mirada extraña del saiyajin.

- Solo contemplo tu belleza - este sonrió con algo de vergüenza al admitir tales sentimientos.

- ¿Desde cuándo un saiyajin tan rudo y poderoso como tu demuestra eso? - ella acarició sus cabellos alborotados con una sonrisa traviesa.

- Desde que vi que eras una mujer saiyajin diferente - respondió con firmeza.

- Basta de cursilerías Bardock y haz lo que debes hacer conmigo - continuó ella, sacando su pequeña armadura que protegía su pecho.

- Hay algo que debes saber, yo tampoco he hecho esto antes, estaba esperando a la mujer indicada para esto, a alguien con quien de verdad valiera la pena - hizo una pausa para acariciar los labios de la mujer - Esperaba a alguien como tu - se acercó a ella y mordió levemente sus labios.

- Jamás pensé eso de ti - sonrió ella dejándose llevar por la pasión que poco a poco los consumía.

...Continuará...


Hola de nuevo, ¿qué les pareció el primer capítulo?

Ya saben, este proyecto solo continuara si les ha gustado, así que cualquier impresión, opinión o queja me la pueden decir a través de un lindo review :)

¡Nos leemos pronto!