Disclaimer: Todo le pertenece a Rowling. La historia es de Pilgrim67, quien me permitió traducirla. Merci à toi, Pilgrim! :)
Espero que disfruten la lectura!
Primera mentira
¿Por qué?
Acaba de irse y veo el sillón, los vasos vacíos. Me duele un poco la cabeza. Demasiado Whisky. Una pequeña náusea.
Me quedo un rato mirando fijamente el sillón, tratando de no hacerme la pregunta: ¿Por qué?
¿Por qué hice eso? ¿Qué mosca me picó?
Entonces miro las fotos de Ginny y los niños, sobre la mesita ratonera. Levanto el peluche favorito de Lily y lo huelo. Y entonces sonrío. Su olor esta impregnado en el juguete y de pronto es como si ella estuviera aquí.
Sí, por supuesto, mi vida está aquí. En estos rostros, en estos peluches, esos instantes congelados sobre la película.
Toda mi vida. Ginny. Mis hijos. Mi más bello éxito.
Claro que soy totalmente feliz en esta vida. Adoro a mi mujer. Adoro a mis niños. Lo son todo para mí.
Lo que acaba de pasar fue un error, un grosero error. A olvidar rápidamente.
Para disipar el malestar, veo nuestro último video de vacaciones, donde salimos los cinco. La tecnología Muggle, mágica… De hecho, vivimos como muggles, en el presente, la modernidad.
No en el pasado, no en las viejas lunas de la magia.
Veo las sonrisas de Ginny y Lily en la pantalla, y sonrío a la vez. Son tan bellas, tan radiantes… Revivo esos momentos maravillosos en Irlanda. El mar, las salpicaduras, la landa. Nuestros paseos, las risas, las meriendas.
¿Qué sonido más dulce que la risa de mis hijos?
De pronto tengo ganas de tocarlos, de abrazarlos. Suspiro. Mañana, ellas estarán aquí.
Nuestra familia lo es todo para mí: mi razón de vivir, mi consolación, mi equilibrio.
Mi primera verdadera familia.
Con Ginny, tuve la impresión de reinventar todo: una pareja, una historia, una vida. Mi vida.
Atravesé tantas dificultades, durante mi juventud, que me sumergí en esta nueva vida con ella como en el agua fresca…
Con apetito, con felicidad… Sin hacerme ninguna pregunta… Cada instante pasado con ella y mis hijos es una revancha sobre mi infancia. Una dulce consolación.
Cada pequeño instante de duda o de malestar es rápidamente alejado por la sonrisa de Ginny. Ella me transmite un poco de su fuerza, de su energía. La miro y sé que nada puede pasarnos…
Ella lo es todo para mí… mi mujer, mi amiga, mi amante… ¿mi madre? No lo sé. No recuerdo lo que es una madre.
Nuestro amor es fuerte, indestructible, después de todo lo que hemos vivido.
Nunca he mirado a otra mujer que ella desde que estamos juntos, y sin embargo he tenido miles de ocasiones de hacerlo. La notoriedad es un fuerte afrodisíaco… todas esas mujeres que me devoran con la mirada… las invitaciones, los dobles sentidos.
No sé exactamente a quién ven cuando ellas me miran fijamente, perversas. ¿Qué héroe quimérico, sensual? En todo caso no soy yo.
Yo no tengo ojos más que para Ginny, desde siempre. No busco nada más.
No necesito a nadie más.
Es por eso que frecuento a muy pocos magos, a parte de Ron y Hermione.
Demasiada curiosidad, demasiadas miradas ávidas… Demasiadas preguntas.
Al último gran evento mágico al que asistí fue justamente la boda de Ron y Hermione, en La Madriguera. Tanto trabajo de preparación para la señora Weasley, y todas las miradas estaban dirigidas hacia mí, que simplemente era el testigo.
Estaba avergonzado por Ron y Hermione… Acaparé toda la atención, muy a mi pesar. Entonces decidí irme por la tangente. Terminado el héroe, el Elegido…
Quiero ser otra cosa que el Elegido, esa etiqueta me persigue y me fatiga. Esa admiración, sin cesar… ¿Cómo estar a la altura?
Y cómo soportar la evocación de ese pasado terrible sin pensar también en todos aquellos que no volvieron… Demasiado penoso.
No puedo olvidar a todos aquellos a los que no pude salvar. Vuelven en mis pesadillas, por la noche… Afortunadamente tengo el cuerpo cálido y suave de Ginny pegado a mí, ella me besa y me vuelvo a dormir…
Entonces me convertí en otra persona.
Un hombre nuevo, en una nueva historia. En una vida normal, un departamento normal, un auto normal. Totalmente incógnito.
Claro que trabajo en el Ministerio, pero con toda discreción. Para el resto, aspiro a tener una vida simple, en medio de desconocidos. Para vivir feliz, vivo escondido. Soy feliz, estoy tranquilo.
Hasta el día en el andén 9 y ¾.
¿Por qué lo miré, en aquel momento? ¿Qué sentimiento me embargó, en aquel momento?
¿La lástima? Fue lo que le dije… pero no estoy seguro… fue como una ola dulce y un poco triste…
¿Por qué a partir de ese momento no quise más que volver a verlo, para devolverle su varita? ¿Qué fue lo que se apoderó de mí? ¿Por qué tanta insistencia?
Es verdad que esa varita no la utilizaba desde hacía mucho tiempo… Siempre con ese hormigueo molesto, aunque se había difuminado con el tiempo.
Ese pasado, demasiado pesado para llevarlo a cuestas.
De pronto se convirtió en una urgencia el deshacerme de ella… a cualquier precio.
Ahora sólo espero que el precio a pagar no vaya a ser demasiado alto…
Ya no quiero pensar. Sólo quiero olvidar. Olvidar Hogwarts.
oOo
Al día siguiente Ginny y Lily volvieron a casa, Lily se abalanzó hacia mí y olvidé todo… Respiré el olor de su cabello y estaba feliz.
Retomé mi vida, entre el Ministerio y nuestra casa, con un alivio intenso.
Todo iba bien, de nuevo… Todo estaba claro y definido. Mi vida soñada con Ginny y los niños.
Por la noche, mientras estábamos instalados en el sillón, Ginny me preguntó que si qué había hecho la noche anterior, ya que sonaba raro por el teléfono… Y por la primera vez en mi vida, le mentí.
La miré a los ojos, sus bellos y profundos ojos, que me conocen tan bien, y le mentí.
Calmadamente. Con sangre fría. Sin enrojecer. Sin trastabillar.
Finalmente fue demasiado simple, tan fácil mentir, que me dio miedo.
Siempre había pensado que sería difícil, casi imposible ocultarle algo, tan bien me conoce. Pero no…
Y decir que nos habíamos jurado nunca mentirnos, hace… veinte años.
¿Por qué todo me devuelve a veinte años atrás? Simple azar.
¿Qué habría podido decirle, de todas formas?
¿"Tomé un trago con mi ex enemigo, y me acosté con él"? ¿Cómo confesar algo así? Impensable.
Y si después ella me hubiera preguntado el porqué, ¿Qué habría respondido? ¿"No lo sé, tuve ganas, eso es todo"? Joker.
Sé que a partir de ahora tendré que vivir con esto, con esta mentira. Cada día.
A cada instante de ternura, de armonía, tendré ganas de confesarlo, para liberar mi espíritu. Para que ella me perdone todos mis pecados.
Pero no. Sería demasiado cruel para ella. Debo protegerla.
La devastaría.
Nos devastaría.
Si me callo, sé que es para protegerla. Por amor. No lo entendería.
Yo mismo no lo entiendo.
¿Por qué tuve esas ganas de él, si lo tengo todo?
¿De dónde vino ese deseo brutal, todos esos gestos?
− ¿Vienes a la cama, Harry? ¿Estás soñando? Estás raro, esta noche…
− ¿Mmm? Sí, ya voy. Estoy solamente fatigado.
Se desviste. Se ve bella, con su camisón azul y su largo cabello rojo suelto sobre los hombros. Me sonríe mientras se acerca a la cama. Bostezo ostensiblemente…
Se acuesta y se cala contra mí:
− Tengo un poco de frío. Te eché de menos, Harry… − susurra.
− Yo también − respondo con suavidad.
Ni siquiera sé si estoy mintiendo.
Desliza sus manos sobre mi espalda y sé lo que está esperando. Me da un beso en el cuello y sé que está esperando a que le responda las caricias.
Lentamente trato de separarme…
− ¿Qué pasa? ¿No tienes ganas? − murmura, inquieta.
− Sí, sí… es sólo que estoy cansado.
− ¿Y qué fue lo que te cansó tanto?
No respondo. Tal vez la mala noche que pasé la noche anterior. Las preguntas giran una y otra vez en mi cabeza…
De hecho, no sé nada. Estoy un poco perdido. Creo que tengo miedo. Miedo de que ella se dé cuenta de algo… ¿Y si ahora soy diferente?
Pero Ginny no es de las que abandonan. Así que se frota contra mí. Lascivamente. Y no resisto.
Conozco las palabras, conozco los gestos. Todo irá bien.
Mis manos, mi boca, se deslizan sobre su cuerpo suave, perfumado. Me tardo un poco en sus senos, goloso. Me reencuentro con sus brazos y su boca con felicidad. Su feminidad me conmueve. Todo va bien… La acaricio, largamente, saboreando esta ternura, esta suavidad…
Entonces, con impaciencia, me susurra:
− Ven, ahora.
Y ahí, me sumerjo. Me sumerjo en ella y poco a poco, a pesar mío, ya no controlo mis movimientos y ya no controlo mi espíritu. Derrapo…
Estoy en ella y de pronto, en un flash, estoy en él. Las sensaciones me sumergen. Veo unos ojos grises, perdidos. Una piel pálida bajo la mía. Sensaciones desconocidas. Intensas.
Sus reservas, su repentino abandono. Inquietante.
Mis movimientos se aceleran, y trato de disipar esos pensamientos molestos.
Ginny protesta quedamente frente a mi fogueo. Tengo tantas ganas de… más y más… No, no debo pensar en eso…
Ella se contrae y yo parto a la deriva…
Estoy en él, vuelvo a ver su rostro arrasado por el placer, nuestros cuerpos unidos, y me corro, largamente, casi dolorosamente…
Por Merlín, ¿qué he hecho?
Después me doy la vuelta sobre la almohada y le doy la espalda a Ginny.
Acabo de engañar a mi esposa una segunda vez… Tengo tanta vergüenza, de pronto…
¿Qué monstruo hemos creado, entre los dos? ¿Qué quimera va a perseguirme, desde ahora?
¿Estoy condenado a pensar en eso, cada noche?
Decido que no. Fue un error, no una fatalidad. Un simple error en el camino.
Sé que lo lograré.
Olvidar Hogwarts.
Olvidar a Draco.
Continuará…
Aquí está la continuación… espero que les haya gustado!
Mis queridos lectores, qué les parece si hacemos un trato? :D
Yo actualizo los martes y viernes y ustedes dejan sus comentarios… que dicen? ^o^
Bueno… esto es todo por hoy!
Nos vemos el viernes, si Merlín quiere!
Besos,
Maleser
