1.- La chica que podía verme.
.
Disclaimer: Ni la magnífica historia de Rise of the Guardians ni sus personajes me pertenecen, solo esta pequeña muestra de imaginación es toda mía. Al igual que algunas otras cositas que aparecerán por ahí.
Todo lo demás pertenece a DreamWorks.
.
Jamie terminó de comer tan rápido como pudo casi sin despegar la vista del chico pálido de chamarra azul que lo urgía a señas, cuando hubo acabado con el último vegetal se levantó a dejar el plato al fregador y trató de salir corriendo pero la voz de su madre lo hizo detenerse.
— ¿A dónde crees que vas?
—Afuera, a jugar. Es día nevado.
—No niño, hoy te toca lavar los platos.
—Pero mamá, todos ya deben estar esperándonos.
— ¿Esperándonos?
—Sí, a mí y a Jack Frost.
—Jamie, no te vas a ir hasta que laves los platos.
— ¡¿Qué?! ¿Por qué? —Exclamó Jack mirando a la señora. Una chica alta, de unos diecisiete años, de cabello claro, ondulado, y facciones cálidas, soltó una risita floja.
—Mamá. Por favor.
—Inténtalo. —Dijo Jack tocando las tuberías con el bastón.
Jamie sonrió sin que su madre lo viera y corrió a abrir la llave. Claro que el agua no salió puesto que se había congelado a medio camino. —Seguramente Jack Frost ha estado jugando en las tuberías. No sale el agua.
—Qué extraño. —Comentó la madre confirmándolo. —No está haciendo tanto frío como otros años.
—Apuesto a que Jack Frost no podría descongelar el agua de las tuberías. —Dijo la chica mirando a su hermanito.
— ¿Qué tanto se traen con Jack Frost? —Dijo su madre en voz baja sonriendo al ver a sus hijos discutir de aquella manera infantil y divertida.
—Él puede hacer lo que sea, Julie.
—Sí Julie, yo puedo hacer lo que sea. —Dijo Jack tocando la tubería y encargándose de que un chorrito de agua saliera constante. —Listo, cree en mí ingenua.
—Menos mal. —Comentó la madre. —Ahora ya puedes lavar los trastes.
— ¡¿Qué?! —Exclamó Jack volviendo a congelar el agua. —No, ya no puede.
Jamie soltó una carcajada. —Ya no puedo.
—Déjalo ma. Que se vaya a jugar. —Dijo Julie levantándose y dejando su plato en las tarjas al tiempo en que le desacomodaba el cabello, inmediatamente después se puso a enjabonar los platos. —Yo los lavo hoy, él lo hará mañana.
—Pero cielo, creí que ibas a ir con tus amigas al centro comercial.
—No, cancelé con ellas. No tengo muchas ganas de verlas.
—Pero cielo, casi nunca sales con tus amigos.
—Me gusta estar en el frio más que en los tumultos de gente. Todo está bien y Jamie quiere irse a jugar. Es un niño, pero un niño que lavará los platos mañana y pasado. —Terminó apuntándolo con un dedo lleno de espuma.
Jamie miró a Jack y éste le devolvió un asentimiento con la cabeza. —De acuerdo, mañana lo haré yo.
— ¿Segura cielo?
—Sí mamá. Trae acá tu plato.
—Bien. —Dijo la mujer dejando sus trastes al lado de su hija. —Voy a recoger a tu hermana, nos vemos en la tarde.
—Sí, lo más seguro es que salga un rato. Por si no me encuentras no te asustes.
—De acuerdo cielo. Nos vemos.
Todos dejaron a Julie sola en la cocina, no sin que antes Jack la mirara y preguntara. — ¿Está bien que le deje el agua congelada?
Jamie lo miró y luego a su hermana, concentrada en los platos. —Sí, ella menospreció tus poderes, además, no pidió que se la descongelaras. Déjala en su terquedad.
—Como digas.
Al escuchar la puerta cerrarse por segunda vez, Julie sonrió y tronó los dedos. El agua salió como si nada y ella se puso a enjuagar las cosas.
.
—De verdad, no me pareció lindo dejarle el agua así a tu hermana.
—Déjala, ¿No será que te gusta? —Comentó recapacitando.
—Por supuesto que no.
— ¡A Jack le gusta Julie, a Jack le gusta Julie, a Jack le gusta Julie!
— ¡Cállate, no es cierto!
— ¿Qué pasa? —Gritó un amigo de Jamie.
— ¡A Jack le gusta Julie!
— ¿Tu hermana? —Comentó otro.
—Sí. ¡A Jack le gusta Julie! —Y sin darse cuenta en qué momento ocurrió, Jack se vio rodeado de todos los amigos de Jamie dando vueltas a su alrededor tomados de las manos y canturreando. — ¡A Jack le gusta Julie!
—Paren. —Ordenó divertido entre una y otra repetición. —No es verdad. Ya basta, me sonrojan. ¡Como ustedes quieran! —Y tras decir eso, golpeó el suelo con su cayado y una serie de bolas de nieve los golpearon tanto en la cara como en el cuerpo; soltando carcajadas, salieron corriendo a iniciar una batalla de nieve con el guardián de la diversión atacándolos a todos por igual. — ¡Hey, hay mucho Jack para todos! —Exclamó cuando ninguno le lanzaba nada. Al verse ignorado, lanzó bolas en todas direcciones pero ninguna dio en el blanco planeado.
— ¡Julie! —Gritó una chica de cabello corto y café a manera de alerta. La hermana mayor de Jamie caminaba distraídamente con sus patines colgados al hombro, llevaba los audífonos por lo que Jamie temió que la bola de nieve que había lanzado Jack impactara contra su rostro, sin embargo de último minuto ella dejó caer los patines, tomó la bola de nieve y la regresó exactamente por donde había llegado dándole a Jack de lleno en el rostro y tirándolo de espaldas.
— ¡Jack! —Exclamaron los niños una vez que vieron que Julie recogía sus patines y seguía caminando.
— ¿Estás bien? —Exclamó Jamie al verlo enderezarse.
— ¡Wow! Qué brazo. —Dijo el espíritu de la diversión sacudiendo la cabeza para quitarse la nieve. Cuando los niños trataron de ayudarlo a levantarse él reparó en que Julie llevaba sus patines para el hielo pero que se dirigía al bosque en lugar de al centro, donde estarían todas las pistas de hielo. — ¿No planea ir al lago, verdad?
—Julie. —La chica volteó quitándose uno de los audífonos y mirando a su hermano. — ¿A dónde vas?
—Al lago, a patinar un rato.
— ¿Qué? —Exclamó Jack escandalizado. —No he trabajado sobre el lago hoy, entreténganla.
—Hey, chicos. —Gritó Cup-cake. —Nunca he patinado en el lago.
—Ni yo. —Dijeron a destiempo.
— ¡Julie! ¿Podemos ir contigo?
—Claro, vamos, me iré adelantando para revisar el hielo.
—No, yo me iré adelantando para revisar el hielo. —Dijo el guardián lanzándose en dirección al lago. — ¡Jamie! —Gritó desde el cielo. — ¡Asegúrense de que se tarde en llegar!
—Julie, dejé las llaves en casa y no traigo mis patines.
— ¿Quieres que te preste las mías?
—Y no traes tu bufanda favorita.
Julie se echó una ojeada y se dio cuenta de que aquello era verdad. —Bien, vamos a casa. Niños, nos vemos aquí en diez minutos.
— ¡Sí! —Gritaron todos corriendo por sus patines.
Jack por su cuenta se puso a darle varias pasadas a la superficie del lago hasta formar una capa sólida y segura; el recordar el accidente de su hermana, aquel en el que casi muere, lo hizo prometerse a sí mismo que no permitiría que nadie más tuviera que preocuparse por cosas así en su lago.
Sonrió al ver a los niños llegar y sentarse sobre los troncos para ponerse los patines pero sonrió aún más ampliamente al ver a Julie acercarse a la orilla a dejar una grabadora de baterías ya con los patines puestos. Cup-cake corrió a tratar de entrar en el hielo pero Julie la detuvo cariñosamente. —Espera un poco, deja que yo valla primero para asegurarme de que el hielo no esté frágil.
—No está frágil. —Aseguró Jack ofendido. Sin embargo el recuerdo de su hermana lo hizo recapacitar, y cambiando su actitud por una más dulce agregó sonriéndole a Cup-cake. —Pero si la dama insiste. Déjala. Es mejor no correr tantos riesgos y yo sólo no puedo revisar la calidad de mi trabajo.
La niña se sentó con los demás viendo cómo Julie tanteaba el hielo al principio pero luego, una vez que dio al menos dos vueltas al lago, comenzó a hacer series de pasos, a patinar de espaldas haciendo cruces, vueltas de águila y por último un doble Axel que dejó a Jack con la boca abierta. Cada secuencia que la chica realizaba era impecable al grado que Jack consideró que en realidad ella fuera una patinadora profesional. Sus patines eran artísticos y no deportivos así que sonrió preguntándose cómo era que nunca la había visto si se la pasaba en casa de Jamie.
—Princesa. —Urgió Cup-cake. — ¿Podemos entrar al hielo?
Julie asintió levantando los pulgares y luego se puso los audífonos de nuevo.
— ¿Princesa? —Inquirió Jack confundido.
—Sí, de hielo. —Comentó Jamie entrando al lago.
—Pippa. —Exclamó Jack haciendo que la niña delgada de cabello marrón se detuviera. — ¿Sabes si Julie es patinadora profesional?
—No, no lo es. Jamie dice que cuando ella tenía ocho años dejó las clases y se puso a patinar por su cuenta en éste lago.
Jack sintió que el estómago se le fue a los talones. ¿Cuántas veces no habría estado esa niña patinando sola en el lago sin que él se hubiera asegurado de mantener la superficie estable? Pensó también en todas las veces que en medio de su desesperación hacía nevadas, guerras de nieve y cualquier tipo de cosa para llamar la atención de los niños que jugaban en el parque olvidándose por completo de su hogar en el lago.
La culpa se apoderó de él por completo y sintió vértigo en el estómago pero luego sonrió y comenzó a patinar con los otros niños.
— ¡Carrera en el hielo! —Gritó el guardián adoptando la posición que se ponía en una carrera normal.
—No es justo, tú no traes patines. —Dijeron Caleb y Claude al unísono.
Jack fingió fastidio y se sentó en la superficie lisa, luego pasó una mano por los costados de sus pies haciendo materializarse patines de hielo y se puso en pie de un salto. — ¡Listo, carrera!
Caleb, Claude, Jamie y Monty adoptaron posición de carreras mientras que Pippa y Cup-cake se limitaron a animar a sus amigos.
— ¡El primero en terminar tres vueltas gana! —Gritó Jamie cuando Cup-cake se puso entre ellos y dejó caer su gorro iniciando la carrera.
Jack miró a sus amigos un momento antes de cambiar la atención a Pippa, que sonreía como cómplice de algo.
— ¿Qué?
— ¿Te gusta Julie? —Dijo tendiéndole las manos y comenzando a patinar de espaldas.
—No. —Respondió patinando junto con la niña.
—Claro.
—De todos modos, ¿Eso qué? Ella no me ve.
—Yo no creo que no te vea.
— ¿A no? ¿Por qué no?
—Creo que le gustas, incluso.
— ¿Qué te lleva a pensar eso?
—Cuando te ríes muy fuerte se sonroja, cuando dices su nombre también, parece reacia a salir con sus amigas cuando ve una oportunidad de pasar toda la tarde con nosotros, tú siempre estás con nosotros. Al menos cuando no estamos en clases. Y luego, cuando pasas mucho tiempo hablando, se pone los audífonos como si hubiera algo que no quisiera escuchar. Por cierto ¿Es por eso que pasas tanto tiempo en la casa de Jamie? ¿Por Julie?
—No. —Admitió Jack sonriendo y haciendo a Pippa girar una vez antes de seguir patinando con ella. —Es porque Jamie fue mi… puede decirse mi primer amigo. Fue el primer niño que me vio, que creyó en mí realmente. El único que nunca perdió la fe… y me recuerda mucho a una niña que se llamaba como tú.
— ¿Pippa? ¿Quién? ¿Fue una novia tuya?
— ¿Novia? —Exclamó antes de soltar una carcajada. —No, yo nunca tuve novia antes de ser un guardián, además, no hay muchas chicas de mi edad que crean en mí. No, Pippa era mi hermanita, y Jamie me la recuerda mucho, algo hay en sus ojos que me hacen pensar en ella.
Monty se resbaló cayendo de bruces frente a ellos por lo que Pippa soltó una carcajada, al igual que Jack.
— ¡Hay que hacer que Julie crea en Jack! —Gritó Pippa soltándolo y patinando hacia Cup-cake.
— ¡Sí! —Gritó la niña.
— ¿Pero cómo? —Inquirió Monty levantándose y acomodándose los lentes.
—Que caiga nieve en su cuarto. —Exclamó Caleb entusiasmado.
—No, que se congele su piso. —Contradijo Claude.
—No, que le congele el café. —Sugirió Monty.
Y así, sin que la chica se diera cuenta de aquel hecho, se pusieron a conspirar en su contra sugiriendo varias ideas para hacer que la adolecente viera al guardián.
—Por cierto. —Dijo Jamie percatándose de ese hecho. — ¿Por qué quieres que mi hermana vea a Jack?
—Jack no tiene muchos amigos de su edad.
Todos lo miraron como esperando que él los contradijera pero se limitó a encogerse de hombros y asentir. — ¿Qué? ¿Por qué?
—No hay muchos chicos mayores de doce que crean en mí.
—Entonces hay que hacer que Julie crea.
—No tienen que hacer esto solo por mí. Yo estoy bien, siempre hay ventiscas que crear y caos y nevadas qué ocasionar en otros lados.
—Pero eso significaría que más personas creyeran en ti.
— ¿Además, no sería una victoria sobre Siom?
— ¿Sobre quién?
—Siom. ¿No sabes nada sobre ella?
—No.
— ¡Julie! —Gritó Pippa sonriente patinando hacia ella.
— ¿Sí?
—Monty no ha escuchado hablar de Siom.
— ¿Yo?
— ¿Podrías contarnos un poco más sobre ella? Por favor.
—Bien. —Dijo encendiendo la grabadora. (YouTube/watch?v=FlsBObg-1BQ y a partir de ahí lo que te guste de música).
—Déjame ver por dónde empiezo… —Dijo patinando de espaldas de nuevo. Los niños la miraron atentamente esperando la historia. Si había algo que les gustaba de Julie era su habilidad para contar historias en general. —Todos han oído hablar de Pitch Black ¿No? —Los niños soltaron risitas cómplices y miraron a Julie asintiendo frenéticamente. —Bien, la leyenda dice que hace años, cuando el Coco fue derrotado, la oscuridad, decepcionada de la poca competitividad de su más leal sirviente, llamó a sus tropas a una niña de dieciséis años que sería la encargada de llevar la desolación al mundo. La llamó Siom. —Dijo encarándolos y abriendo las manos exageradamente a los lados de su rostro. —Que significa decepción. —Luego siguió patinando. —Volcó en ella todos los poderes de la desolación y la desesperanza y le dijo que su deber era hacer que los niños dejaran de creer en todo lo bueno para que Pitch pudiera recuperar sus poderes y sumir el mundo en el miedo y las sombras de nuevo. Con lo que ni Siom ni la oscuridad contaban era con que había una chica muy especial, de diecisiete años…
—Como tú. —Interrumpió Caleb.
—Sí, como yo. Pero a diferencia de mí, ésta chica podía hacer algo que yo no puedo; ella podía llevar ilusión a los corazones de todas las personas con solo… tocar… su pecho. —Dijo posando la punta de su dedo medio en las clavículas de Caleb haciéndolo reírse. Volvió a hacer un doble Axel y miró en la distancia. —Ellas se enfrentaron en una batalla en Rusia, donde Rosalie…
— ¿Rosalie? —Preguntó Jack para que luego también Jamie preguntara.
—Es el nombre de la chica humana. Rosalie estuvo a punto de morir, pero en eso… —Jack estaba tan emocionado con la historia que se levantó en las puntas de los pies sobre la curva de su cayado y se inclinó hacia adelante.
— ¡¿Qué?! —Exclamó desesperado ante la pausa. Julie miraba al cielo.
—Parece que va a nevar.
Los niños miraron a Jack con reproche y él se bajó de su cayado para deshacer las nubes de nieve. —No creo ¿Eh? —Dijo Pippa sonriendo. —Continúa por favor.
—Bien. Pero al primer copo nos vamos.
—Sí.
—A ver… —Dijo adoptando pose de pensadora y tratando de recordar dónde iba.
— ¡Estaba a punto de morir! —Exclamó Jack.
— ¡Ah, sí! Estaba a punto de morir. Siom la tenía acorralada, no había salida, la iba a asesinar, pero primero le quitaría toda su esperanza, y en eso una enorme ventisca las envolvió a ambas. ¡Estaba nevando! Rosalie sabía que ella no tenía control sobre el clima pero entonces la luna le habló.
— ¿Qué le dijo? —Exclamó Claude.
—Le dijo… "Te obsequio el poder sobre el frío ya causado para que te defiendas, porque he visto que tu corazón es bueno"
— ¿Qué quiere decir eso? —Inquirió Cup-Cake confundida. — ¿El poder sobre el frío ya causado?
—Significa que Rosalie tendría un poder especial sobre el frío. No como el de Jack Frost, capaz de crear tormentas, congelar las cosas…
—Hacer que los trineos vuelen. —Sugirió Jamie sonriendo.
Julie puso cara de no entender pero luego asintió sonriendo. —Sí, su poder era más como… hum… —Dijo sin tener un buen ejemplo.
Jack sintió un hueco en el estómago y murmuró. —Descongelar el agua de las tuberías… —Sin embargo nadie lo escuchó.
—No lo sé. No se me ocurre ningún ejemplo.
—Sigue con la historia.
—Bien. Ella se rodeó de hielo aprovechando la nevada y cuando Siom trató de atacarla, Rosalie la envolvió con ella en el hielo y la encerró donde nadie la encontrara jamás.
— ¿Qué pasó con Rosalie? —Dijo Monty.
—No se sabe.
Todos los niños soltaron exclamaciones de tristeza y luego miraron a Jack, quien colgaba su peso en el arco de su cayado. Lucía pensativo y tenía la vista perdida en la distancia.
El grito de Monty lo hizo voltear, y aunque al principio creyó que se trataba de alguna caída, vio con horror que el hielo se había comenzado a cuartear. Jack, incrédulo, tomó su bastón con fuerzas y comenzó a resanar los lugares que se fisuraban viendo con horror que no pasaba nada, seguían igual de rotos.
— ¡Niños, patinen hacia mí! —Los seis pequeños obedecieron y Jack vio con horror que Julie no lo había escuchado. —Patinen solo donde yo patino.
—Pero Julie… —Dijo Jamie preocupado. —No podemos dejarla.
Jack vio que la chica miraba fijo hacia el bosque, permanecía estática. —Tú tranquilo pequeño, siempre que no se mueva no hay problema, volveré por ella una vez que ustedes estén a salvo.
— ¿Lo prometes?
—Lo prometo, no le pasará nada.
Los niños patinaron en fila india atrás de Jack hasta la orilla y luego el guardián volvió la vista a Julie. A su alrededor, el hielo se había fisurado formando un hexágono perfecto pero ella no estaba al centro así que el bloque de hielo comenzaba a hundirse bajo sus pies. Aun así, ella no despegaba sus ojos del bosque.
— ¡Julie! —Gritó Jack esperando que Pippa tuviera razón, pero ella no volteó.
Una sombra de un tamaño increíble salió del bosque y se lanzó contra Julie, que cruzó los brazos frente a sus hombros rezando porque la criatura no la golpeara, pero no lo hizo. Al llegar frente a ella cambió violentamente de dirección golpeando el extremo del hexágono contrario a donde estaba lanzándola un par de metros en el aire y sacándole un grito a ella y otro a Jack.
— ¡No, Julie! —Exclamó antes de salir disparado, toda el agua del lago se descongeló y Jack solo pudo grítale al viento que lo ayudara para poder atrapar a Julie en el aire. Sabiendo que solo podría tocarla si ella creía en él, consideró una segunda opción el congelar el agua de nuevo pero al llegar frente a ella y cerrar los brazos en torno a su cintura, se dio cuenta de que ella lo miró a los ojos y se abrazó de su cuello dos segundos antes de desmayarse.
Ok, sé que como capítulo es algo largo pero, la idea, no podía cortarla por la mitad. Dependerá de la respuesta del público si continúo o no la historia, nunca había escrito de ellos así que espero que les guste.
ACLARACIÓN: Esta historia es un JackxLectora, por lo tanto: Julie es la lectora, pero usé ése nombre por ser mi segundo nombre ˆwˆ Me resultó más sencillo concentrarme así.
¡Ojalá les guste!
