Pisoteada ... Así es como me siento mientras estoy tirada a tus pies sin poder moverme. Trato de levantarme, pero escupo sangre mientras me trato de tapar la herida de mi vientre.
Todos los sueños que pululaban en mi cabeza como abejas en una colmena, pero ahora yacen muertas a tus pies, como yo, sin sueños, sin ilusiones...Tu ganaste yo perdí... No tuve tiempo de despedirme. Con mis padres: en el funeral de seguro mi madre pondrá gerberas rosas, y mi padre tristemente dará la vuelta, para no mostrar sus lágrimas, parece que le di otra oportunidad a Naruto para reunirse contigo, una razón extra para luchar, Ino - como me gustaría llamarla una vez mas "cerda" pasear un rato y luego ir alegremente a ver a Tsunade, Kakashi- ojala pudiera ver lo que esconde bajo su mascara, ahora nunca lo sabré. No he tenido mucho tiempo ... Pero ahora no tiene sentido pensar en todo esto que solo me provocan lágrimas de impotencia. Eso es todo ...
Sólo levante los ojos al ver el brillo del metal a mi lado y las gotas de sangre volar por el aire. Kusanagi - Nunca me gustó esta katana de Orochimaru. Nunca pensé que iba a provocar mi muerte. Mejor Chidori, justo en el corazón que por un breve momento sería tuyo, pero ni eso...
Oigo el rumor de tu ropa, te sientas a mi lado, dándome la vuelta para observar mi rostro. La decepción se ve en tus ojos - esperabas que fuera una mejor contrincante, pero no he venido aquí para luchar.

Observo tus ojos hechos de hielo negro, tu sonrisa curva, pero quiero ver a ese niño, que fue hace cinco años, al que traté de detener. Has cambiado. No hay nada humano. Pero voy a corregir todo esto ... Cambiar el orden de estas cosas estúpidas - no se supone que es lo que debo hacer?
- ¿Y de que te sirvió todo esto? ¿A que has venido? ¿Acaso no aprecias tu vida? -preguntas con burla
Y yo no digo nada, viendo cómo tus labios se movían, apenas captando el sentido de las palabras. Eres hermoso, aunque ahora seas lejano y obscuro sigues siendo hermoso. Lo único que no cambió en ti son tus ansias de venganza. Te admiro, mi ángel de la muerte. Me iba poco a poco. Y eso es todo ...
- Vine para... - respondí con voz ronca, tratando de levantarme apoyándome en los codos.
Sonreíste con burla pensando que trataba de seguir luchando. No, para lo único que vine fue para darte mi regalo de despedida, Sasuke. Concentro mi chacra en las puntas de los dedos y acercó rápidamente mi mano a tu cara, sorprendiéndote. Te acaricio suavemente la mejilla.

- Eso es todo ... - Mi mente se hunde en la oscuridad, y mis últimos pensamientos son para ti, mi querido Sasuke. Vive por los dos, empieza de nuevo, reconstruye tu clan como deseabas. Te quiero, mi angel de la muerte.

Una hora más tarde, a la cueva en ruinas se acercaron corriendo varias personas, una entro mirando el lugar con preocupación. Allí, en las profundidades un hombre sostenía en sus brazos a la pelirosada kunoichi, derramando lágrimas.
- ¿Sasuke? -Un grito salió de la boca del rubio, sus ojos comenzaron a lagrimear.
- ¿Quién eres tú? - Le preguntó con sorpresa el pelinegro - ¿Quién es ella? ¿Por qué ... por qué esta muerta?


Espero que os haya gustado (editado)