KuboxMari

Ya había pasado tiempo desde que se terminó la guerra contra el abuelo de kubo y sus

Hermanas, donde kubo y su abuelo fueron aceptados por los aldeanos y ayudaron a Reconstruir los aldeanos.

Los aldeanos le ofrecieron construir una casa para kubo y su abuelo para que estén cerca del pueblo, al inicio se negaron diciendo que eran demasiadas molestias pero al final aceptaron su oferta. Y terminaron viviendo en la aldea donde kubo seguía contando sus historias pero ahora tenían un final.

Paso el tiempo y kubo cada día crecía, al inicio estaba asustado cuando vio que sus hombros se hacían más grandes y que empezó a salirle pelo en lugares extraños.

-¡Abuelo!-dijo kubo entrado al pequeño cuarto de su abuelo.

-Kubo ¿Qué pasa? Te vez algo agitado-dijo el abuelo mirando con preocupación a su sobrino como este tenía la cara enrojecida y con una mirada de miedo y preocupación.

-Abuelo…creo que he sido hechizado, necesito tu ayuda-dijo mirando fijamente a su abuelo.

-¿Por qué kubo?-dijo preocupado su abuelo corriendo hacia a él, mirando su ojo pensando quien podría hacerle algo a su adorado nieto, eran queridos en su pueblo pero siempre existiría alguien que no los aceptaran por su culpa y pensar que alguien los lastimara por su culpa lo hacía sentir muy culpable.

-Estaba dormido y cuando desperté algo estaba parado que nunca se había parado y tiene pelo, abuelo tengo miedo ¿Qué me pasa?-dijo con los ojos algo llorosos kubo mirando con esperanza a su abuelo, su abuelo lo miro sorprendido para después empezar a reír.

-Abuelo ¿Por qué te ríe?, esto es serio-

-Perdón kubo pero es muy gracioso ver tu cara tan asustado por eso perdona-dijo el abuelo con unas lágrimas en sus ojos.

-Abuelo deja de reírte y ayúdame-

-Está bien, creo que es hora de hablar y darte la charla-dijo su abuelo llevando a su nieto adentro de su habitación para explicarle sobre la pubertad y todas sus consecuencias.

Después de esa platica Kubo quedo algo asqueado de cómo debería solucionar sus problemas mañaneros pero según su abuelo significaba que era señal que era un niño sano.

Pero una duda que tenía era que si el tenia esos problemas gracias a la llamada pubertad y era hombre… también las mujeres ¿tendrían esos problemas?, la duda no lo dejaba estar tranquilo y deseaba preguntar a alguien pero su lista de personas para preguntar es muy corta.

No podía preguntarle a su abuelo por miedo a que lo volviera a traumar o que se volviera a reír de él, aunque podría preguntarle a una mujer y una buena opción podría ser Kameyo y con esa idea fue a preguntarle.