SIEMPRE
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Ya estaban un tanto viejos para jugar a lo mismo de siempre. Uchiha sonrió. Él estaba casado hace años, desde que ella se casó, desde que la había perdido por completo. Pero hay amores que nunca se acaban, hay penas que nunca se olvidan y luego, luego esta ella, como una espina clavada a su pecho.
Siempre. Aquella mujer, aquel amor de su miserable vida.
Esta vez, como todo, la veía desde el otro lado del salón. Las inútiles reuniones a las que su esposa le obligaba ir, eran más interesantes de lo que hubiese creído. Ya estaba tan acostumbrado a mentir. A mentirse mejor dicho. Por todo aquello en lo que alguna vez creyó, siempre era igual.
Siempre. Siempre estaría allí, esperando por tenerla de regreso, siempre la amaría y después de tanto de todo y nada, era imposible olvidarla. No podía, nunca pudo. Y de todo aquello porque la amó, porque la ama, porque siempre sería de ese modo.
Y ella lo sabía.
Ambos se equivocaron. El no regresó. Ella decidió irse del todo. Ninguno se culpaba, tal vez ese era su destino.
Pero aun en lo inútil de sus días, lo frío de sus noches y en lo oscuro de su vida, siempre la amaría.
-Siempre-Dijo Uchiha al vacío.
Y Yamanaka Sonrió.
