Es un relato centrado al final de la tercera película. Suelo escribir historias sobre Jane y Logan pero en este caso se me ha ocurrido cambiar de pareja.
La escala del dolor
por Mavalu
Capitulo 1: un año
El tiempo siempre es relativo.
La supuesta vacuna para eliminar mutaciones fue un espejismo. Sus efectos eran temporales y todos los mutantes que se sometieron a la campaña de vacunación observaron como sus poderes volvían poco a poco a aparecer.
La mutación no era una enfermedad por tanto era irreversible.
A pesar de su corta edad, era capaz de comprender que estaba ocurriendo a su alrededor. Veía la alegría, la pena, la envidia, la ilusión, la lucha interior y sobretodo el dolor de sus compañeros. Porque ella siempre albergaba dolor y era capaz de reconocerlo. Anhelaba el contacto físico. Ese era su dolor. Se había convertido en una experta, de hecho, los tenía catalogados. Era capaz de distinguir los distintos dolores que le producía no poder tocar a según que personas. De menor a mayor. De ese modo conseguía saber quien le importaba más y quien le importaba menos. A mayor dolor, mayor importancia. Podía resultar absurdo pero era una manera de mitigarlo y al mismo tiempo, controlarlo.
No tenía muchos amigos, la gente le temía así que se centraba en Bobby. Era una de las pocas personas que no le rehuía y eso la reconfortaba un poco. Él la consideraba su novia, ella no lo tenía tan claro. En su escala del dolor, Bobby se quedaba en un 6, eso no era buena señal. Al principio de la relación estaba en un 8. No recordaba el momento en el que empezó a perder interés en él y eso la preocupaba porque, y volvemos a insistir, no era buena señal.
La otra persona que no la rehuía era Logan. El gran, poderoso y rudo Logan. Todos le temían menos ella. No tenía motivos, había salvado su vida en varias ocasiones. Era su amigo, su protector. Vigilaba por ella, siempre se preocupaba por su bienestar. Se sentía segura a su lado. Era su ángel guardián. Cuando partía de viaje siempre era la última en despedirse y cuando volvía, la primera en recibirle. Estaba acostumbrada a que saliera a menudo, formaba parte de su manera de ser y ella lo comprendía y respetaba.
Marie era consciente de que Bobby tenía celos de Logan pero era incapaz de disimular su alegría cuando le veía aparecer por la puerta principal de la mansión después de un tiempo de ausencia. Salía a su encuentro para comprobar que todo estaba como siempre, que su relación se mantenía intacta a pesar de la distancia. La mirada desafiante de Logan cambiaba al verla aparecer ante sus ojos, se volvía tierna y cálida. No hablaban demasiado, tan solo unas pocas frases. Luego de un breve abrazo, se separaban y no se volvían a dirigir la palabra si no era necesario. Simplemente se comprendían. Tenían una relación no verbal perfecta.
En su escala del dolor, Logan era un 10.
Sin embargo, supo que algo andaba mal nada más verle aparecer por la puerta. Salió corriendo a su encuentro tal y como siempre había hecho pero lo que encontró no fue alegría. Tardó un poco en poder definir la mirada de su amigo. Era desilusión. Era la primera vez que veía amargura en los ojos de Logan. Claro que solo ella era capaz de vislumbrarlo. La abrazó como siempre, le pregunto por su salud, como siempre y le acarició ligeramente la mejilla como siempre pero las circunstancias no eran las de siempre. Algo había ocurrido. Y su escala de dolor aumentó hasta 12.
Sobretodo teniendo en cuenta que no esperaba volver a verle nunca más.
