Hola! .3./ espero y esto sea de su agrado bueno ya saben los personajes son de Free! y estos le pertenecen a sus creadores porque si fuera mio, no querran saber que haria mi retorcida mente -o-/
Que lo disfruten ^w^
Sonrisa
¿Cómo describían a Tachibana Makoto sus conocidos, amigos y familia?
Simple y sencillo, la respuesta seria la misma por parte de los tres mencionados, alguien agradable, comprensivo y algo miedoso, pero lo más importante con una hermosa y cálida sonrisa que nunca quitaba de su cara sin importar que ocurriese. Sin duda esta le daba un toque maternal. En pocas palabras Makoto era alguien que siempre sonreía.
Pensó seriamente qué pensarían sus amigos, conocidos y familiares, si lo vieran en ese preciso momento, cuando tenía los labios fuertemente apretados a unos segundo de hacerlos sangrar, los ojos picándole producto de esas lágrimas que exigían salir y con el cuerpo dándole pequeños temblores, sin duda eso sería algo extraño e incómodo de ver para cualquiera que lo conociera supuso. Pero cuando escucho esos pasos acercándose a su posición su mente se desconectó y fue como si entrara en modo automático, su cuerpo dejo de dar esos molestos temblores, dejo de sentir el escozor en los ojos y una sonrisa enorme y hermosa se posiciono en sus labios. Giro su rostro hacia el lado para poder observar a la persona que había mencionado su nombre.
–Buenos días, Haru-chan– su voz sonó como siempre, quien diría que hace poco estaba a segundos de llorar como una Magdalena.
–Deja de añadir el "chan"– la voz monótona de siempre adquirió un tono de reproche y aburrimiento, aunque sus ojos expresaban una ligera pregunta que el receptor prefirió hacer como si no la hubiera visto. Era lo mejor en eso momentos.
–Sabes que lo seguiré haciendo.
–En algún momento te aburrirás– expreso el ojiazul.
–Como digas– respondió con otra sonrisa mientras ladeaba el rostro un poco.
Nanase parpadeo algo confundido para después sus ojos adquirieran un tinte analítico, la actitud de Makoto estaba rara, normalmente hubiera dicho algo como "como digas Haru-chan", no solo ese, "como digas".
–Mucha conversación ya vámonos– la voz de un tercero interrumpió el análisis que realizaba el amante del agua a su amigo.
Haruka no respondió solo comenzó a bajar las escaleras que lo llevaban a su casa, seguido por el pelirrojo mientras el de ojos verdes se quedó viendo como descendían si ni siquiera voltear a ver atrás. Sonrió con sarcasmo al sentir como las lágrimas descendían por su rostro, las limpio rápidamente para después bajar y tomar rumbo a su casa, hoy no estaba para asistir al colegio.
Entro a su casa sabía que no había nadie, sus hermanitos estaban en la escuela, su papá estaba trabajando y su mamá andaba de compras, después le explicaría a esta que se sentía enfermo y por eso prefirió no ir. Tiro su teléfono celular por ahí, para dirigirse a tomar un vaso de agua sentía que la garganta le estaba apretando, la tomo y decidió subir a su habitación a dormir un rato.
–Soy inservible para ustedes ahora, ¿cierto?– sabía que nadie confirmaría esas palabras pero él lo había notado, no era un idiota. Se abrazó a una almohada para dejarse arrastrar por Morfeo.
Se despertó aunque no tenía ganas de levantarse, por lo que se quedó acostado en su cama analizando y repasando todo lo que había sucedido ese año. Habían entrado a tercero, y junto con ellos había entrado Rin, su amistad había sido recuperada. Pensó que eso sería genial para todos, que tonto, y así sin más la cosas empezaron a cambiar, el ya no era el que recogía a Haruka como había pasado hace poco, dejo de ser el capitán de su club de natación cuando este entro para serlo el pelirrojo otra vez, todos pensaron que sería lo mejor después de todo Rin tenía más conocimientos que él por el tipo de lugares en los que había estudiado, ni siquiera él se opuso solo asintió con una sonrisa.
Y así sin más fue reemplazado por sus amigos, Nagisa y Rei siempre andaban juntos debido a la relación que habían empezado a principios de ese año, Gou pasaba más que alegre con su hermano y Haru… era el que más le dolía, siempre lo había sabido pero nunca lo había querido aceptar y ahora la realidad lo golpeaba en la cara. Su pecho le dolía con solo pensar en eso, hoy fue la gota que derramo el vaso, cuando llego a la casa de este había visto como Rin abrazaba a Haruka, su pecho le dolió mientras su boca adquiría ese sabor amargo de los celos, y decidió que lo mejor era retirarse cuando sintió la picazón en sus ojos sin embargo Nanase lo llamo cuando estuvo a punto de huir como una gallina. Suspiro derrotado había estado todo ese año soportándolo pero solo al ver esa escena e derrumbo.
Sin duda había tomado una buena elección cuando decidió intentar entrar a una universidad en Tokio, y lo mejor de todo es que había sido admitido a estudiar lo en verdad deseaba medicina, o eso quería creer. Se podría decir que eso era lo mejor que le había pasado ese año, las clases estaban a punto de terminar, estaba una semana de que todo terminara. Lo único que no había podido hacer era informarles a sus amigos que se iba.
–Onii-chan – sus pensamientos se vieron interrumpidos al sentir como algo le saltaba encima.
–No es justo no lo acapares– sintió como otra cosa le caía encima, alzo su rostro para ver a sus dos hermanitos que lo abrazaban –no queremos que te vayas– dijeron al unísono para verlo con ojos llorosos y no lo pudo evitar los abrazo con fuerza mientras otras lagrimas descendían de su rostro. Sus hermanos se separaron abruptamente cuando lo oyeron sollozar.
–Perdón, estas llorado por nuestra culpa pero…– alzaron la vista con los ojitos botando lágrimas– ¡es que vamos a extrañar a onii-chan!– dijeron para después abrazarlo otra vez.
–Querido en verdad que tenemos buenos hijos ¿no crees?– dijo sonriente la madre de los que se encontraban en la cama con lagrimones en los ojos.
–Cierto, pero me preocupa cómo se van a poner dentro de 2 semanas cuando Makoto se vaya– suspiro.
–Bueno por el momento, seria lindo disfrutar– menciono sonriente a la vez que tomaba una foto y se encaminaba donde sus hijos para abrazarlos. Su esposo solo sonrió mientras asintió.
El día había llegado y se iría sin que nadie supiera a excepción de su familia, la semana para terminar el colegio había sido normal, nadie lo había notado diferente o simplemente nadie quiso preguntar, ni si quiera Rin o Haruka preguntaron porque de un momento a otro ya no estaba con ellos cuando caminaban ese día. Y bueno la semana que paso, la paso enteramente con su familia.
–Makoto ya es hora de irnos a la estación– le hablo su madre con una sonrisa pero con dolor en los ojos. El ojiverde sonrió a la vez que asintió.
–Por cierto veremos a tu padre allá ya sabes que tuvo que pedir permiso en el trabajo–añadió su madre mientras salían de su casa junto con sus hermanitos.
El camino a la estación había sido normal. Suspiro ese era el inicio de algo nuevo, era hora de dejar todo atrás más ese dolor.
Se encamino a la casa de Tachibana, este estaba muy raro últimamente, no era el mismo de siempre… Toco la puerta pero nadie respondió además de que no se escuchaba nada, era obvio que no estaban. Dio unos pasos saliendo del jardín de la casa sin embargo una voz lo detuvo. Miro a la señora que lo miraba asintiendo a la pregunta que esta le hizo.
–O bueno supongo que dentro de poco regresan, ya sabes andan dejando a su hijo en la estación de trenes, sin duda ese muchacho es un ejemplo consiguió estudiar medicina en una prestigiosa universidad en Tokio…
Dejo de escuchar en ese momento mientras sentía como un sabor horrible se había posicionado en su boca y algo le dolía en el pecho, y cuando se dio cuenta estaba corriendo en la dirección de la estación de trenes.
Cuando llego diviso a la madre de Makoto junto con sus hermanos y su esposo sentados en una banca junto con un joven. Corrió hasta llegar donde se encontraban y puso su mano bruscamente en el hombro del castaño.
–Mak…–las palabras murieron en sus labios al ver que este no era.
–Haru…–murmuro la madre del de sonrisa cálida al ver al otro.
–¿Dónde?–la pregunta escueta salió de los labios resecos del otro.
–Su tren salió hace una media hora...–dijo con el semblante decaído.
El joven no dijo nada más simplemente salió de la estación de trenes observando como el cielo se ponía nublado, iba a llover.
–¡Haru-chan!– la voz de un energético rubio se hizo presente mientras venía arrastrando a alguien de la mano con una enorme sonrisa. Sin embargo calló abruptamente al ver el estado del otro.
–¿Por qué estas llorando?– y justo en ese momento se dio cuenta que algo caía por su rostro.
Alzo su vista al cielo al sentir como la lluvia caía sobre él, no respondió solo comenzó a caminar en dirección a su casa.
Etto espero que alla sido de su agrado y bueno puse que lo finalice pero la verdad es que no se si hacerle una continuación -3- eso queda a su elección muchas gracias por leer.
*susurra mientras se va* Quiero un Mako-chan de peluche~
Nanami off
