Crepusculo y todos sus personajes pertenecen a Stephenie Meyer, yo ésto lo hago por simple diversión.
20 Junio 1992
En un bar en todo el centro del pequeño pueblo de Forks, se encontraban un par de amigos que se refugiaban del implacable tiempo del lugar, que a pesar de estar en pleno verano, eso no impedia que la lluvia fuera la protagonista del dia, como todos los meses del año en aquel lugar.
-¿Por cosa brindamos hoy?- preguntó un hombre con el cabello oscuro y ojos de la misma tonalidad, iba vestido con un uniforme de policia. Levantó una botella de cerveza, esperando la respuesta de su acompañante. Otro hombre de su misma edad, rubio y con ojos azules como el mar, y la piel blanca como la cal.
-Por lo mismo de siempre, Charlie- le respondió su amigo, Carlisle- Por nuestras familias, por Esme y por Renée. Por mis hijos y por la tuya.
-Siempre es el mejor motivo para brindar- con eso chocaron las botellas que tenian en las manos, para después tomar de ellas- Pero no te olvides de mencionar al que viene en camino.
-Jamás me podria olvidar de nuestro milagro- le respondió Carlisle con una brillante sonrisa- tú sabes que yo quiero mucho a Emmett y Alice, como si fueran de verdad mis hijos, pero el embarazo de Esme, es algo que ya no nos esperabamos.
El silencio se hizo notar, mientras ambos recordaban todos los intentos del matrimonio Cullen de tener un hijo, todos los tratamientos, las inseminaciones que no llevaban a nada, hasta que ambos decidieron darse por vencidos, y obtaron por la adopción, asi fue como encontraron a los gemelos Emmett y Alice, de apenas dos meses que habian perdido a sus verdaderos padres en un accidente.
La verdadera sorpresa la recibieron meses después, el dia que buscaron los gemelos para llevarlos a casa, Esme se desmayó, descubriendo asi que estaba en espera, un verdadero milagro en terminos médicos.
Asi que ahora la pequeña Isabella Swan tendria otro compañero de juegos, aparte de los gemelos Cullen.
-Y bien ¿niño o niña?- dijo Charlie, interrumpiendo el silencio.
-Lo importante es que sea un bebé sano, será igual de amado sea del sexo que sea...
-Si, esas son las palabras que la gente se espera del maravilloso Dr Cullen- bromeó Charlie- pero yo sé que tú sabes lo que es, dime que sí es lo que deseas en el fondo..
- Si, es un niño- reconoció Carlisle con un suspiro- a ti no te lo puedo negar, y yo sé que Esme tambien desea que sea asi, aunque me sigue repitiendo que no quiere que le diga el sexo. Una vez la escuché decirle a Renée cuando ella estaba esperando a Bella, que queria tener un chico para poder enseñarle a comportarse como un hombre de verdad, y sé que con Emmett lo va a hacer tambien, pero si éste tambien es un chico le dará al mundo "dos hombres de verdad"...
-Lastima por tus hijos, entonces. Porque si es niño, ya serán dos lo que tendré que amenazar con una pistola para que se alejen de mi nena...
Ante éste comentario, ambos empezaron a reir y bromear sobre los celosos que podrian llegar a ser como padres una vez que Alice y Bella se conviertan en señoritas, y que pasarian por ésto juntos, visto que los pequeños Cullen y Swan tenian practicamente la misma edad, con solo algunos meses de diferencia.
Las risas y las bromas, fueron repentinamente interrumpidas por el barman que le anunciaba a Charlie que tenia una llamada de su mujer.
-Nuestras mujeres nos conocen demasiado bien- le dijo a su amigo, mientras se levantaba de la silla, para ir a contestar al telefono que le tendia el chico detrás de la barra- saben siempre donde encontrarnos...
-Dime cariño- le dijo a su mujer, que se encontraba de la otra parte de la linea- ¿QUE?- gritó de repente, llamando no solo la atención de Carlisle, también la de los otros clientes del bar- Pero si aun faltaban dos semanas, y ¿cómo está Esme?- ésto ya estaba preocupando a Carlisle, si estaban hablando de su mujer, y apuntando las dos semanas, solo queria decir una cosa...
Charlie se acercó a su amigo, después de haber colgado el telefono, colocandole una mano sobre su espalda, para sacarlo de sus pensamientos...
-Nos temenos que ir YA- le dijo, colocandose la chaqueta
-Ha llegado el momento, ¿verdad?- le preguntó, temiendo por el bien de Esme y de su hijo.
-Si, y Esme está como una histerica, gritando que tienes que ser tú el que la atienda, que no va a tener a vuestro hijo con otro doctor que no seas tú...
Depués de eso, salieron del bar a toda velocidad, y no pasaron más de 10 minutos antes de que llegaran al hospital de Forks, donde Carlisle se puso enseguida manos a la obra con su mujer. Mientras que el matrimonio Swan esperaba noticias en la sala de espera, junto con la pequeña Bella y los gemelos Cullen.
-No logro entender por cual motivo Bella no se quiere dormir ésta noche- le decia Renée a su marido, mientras que en sus brazos acunaba a su pequeña hija de 9 meses, intentando inútilmente que se durmiera- Vamos, si hasta Emmett y Alice se han quedado dormidos hace una hora, y se supone que nuestra hija es la tranquila...-dijo apuntando a los gemelos que dormian recostados en las sillas.
-Puede que Bella esté esperando a conocer a su nuevo amiguito- dijo Charlie acariciando los cabellos de su hija.
- ¿Por qué están tardando tanto?, ya llevan más de dos horas ahi dentro.
-Renée. Éstas cosas toman tiempo. ¿O es que acaso se te olvidó que tú estuviste tres horas y media?
-Es solo que estoy preocupada por Esme y el bebé.- le dijo con un suspiro tras escuchar las palabras de su marido.
En ese momento, las puertas de la sala se abrieron , haciendo entrar a Carlisle que se acercaba a sus amigos desbordando alegria de sus poros.
-¿Y bien?- preguntaron Charlie y Renée a la vez.
-¡Es perfecto!- exclamó Carlisle-Un niño precioso, 3 kilos 400, y con 20 dedos... y Esme está estupendamente.
-Es maravilloso Carlisle- le dijo Renée, mientras le pasaba a Charlie su hija, para asi poder abrazar a Carlisle- ¿Podemos verla?
-Claro que si, vamos- le dijo después de que él cogiera en brazos al pequeño Emmett, y ella a Alice...
Una vez que entraron en la habitación, recostaron a los gemelos en el sofá y se fijaron en la cansada figura de Esme, que estaba recostada sobre la cama, y observaba feliz a un pequeño bulto que se encontraba entre sus brazos.
-Lo has hecho muy bien, cariño- le dijo Renée, dandole un pequeño beso en la mejilla.
Esme le sonrió a sus amigos, -¿Todavia estás despierta, Bella?- le dijo a la pequeña, cuando la notó en los brazos de su padre.
- Lo que pasa es que todos los miembros de la familia Swan, queriamos conocer al nuevo miembro de la familia Cullen.
-Aqui lo tienen- dijo con orgullo Esme, mostrando el pequeño que tenia apenas unos treinta minutos de vida.
Renée suprimió un jadeo de emoción en cuanto lo vió- Es divino- le dijo a su mejor amiga- pero mira que cosita más bonita.
-Hey Esme, parece que ha heredado tu particular color de cabello- le dijo Charlie, en cuanto notó que tanto madre como hijo compartian esa tonalidad cobre de cabello tan unica.- Y ¿qué nombre le piensan poner?
-Aun no lo hemos decidido- le dijo Carlisle.
-Nos gustaria que fuera un nombre que se adaptara a la clase de persona que esperamos será algún dia- explicó Esme
-A mi parece que será un pequeño rompe corazones como Romeo.- bromeó Charlie
- Podrias llamarlo asi- le sugirió Renée a su amiga, al escuchar el comentario de su marido, pero la mueca de Esme y Carlisle le dió la respuesta sobre lo que pensaban del nombre- Vale, nada de Romeo. Pero deberian ponerle un nombre clasico, después de todo siempre has dicho que quieres criar a un caballero.
-¿Qué tal Edmund?- dijo Carlisle, pensando en el razonamiento que habia hecho Renée.
-No, me gusta más Edwin – respondió Charlie.
Los tres se giraron a esperar la respuesta de Esme, que todavia tenia que decir lo que pensaba de los nombres que le estaban recomendando.
-Edward- dijo de repente- quiero que se llame Edward- se giró a su marido.
-Edward Cullen- reflexionó Carlisle- me gusta, suena a mi hijo.
-Edward Anthony Cullen- le corrigió su mujer, y la sonrisa de Carlisle creció más, Anthony era el nombre de su fallecido padre.- muy bien Bella, ven para que puedas conocer al "nuevo Cullen" como ha dicho tu padre.
Charlie acercó a su hija a la cama para que la niña pudiera ver más de cerca al bebé.
-Isabella Swan, te presento a Edward Cullen- le dijo Esme. 5
En un intento por parecer divertidos, los dos padres de los niños cogieron sus manitas para juntarlas, y asi simular que las estaban estrechando. Pero no se esperaban lo que sucederia a continuación, la pequeña mano de Edward envolvió uno de los deditos de Bella, y ella soltó una pequeña risita ante el apretón.
-Creo que se gustan- dijo con una sonrisa Renée, sonrisa que los otros tres adultos compartian, ante lo que parecia el inicio de una amistad.
Bella PoV
2 Septiembre 2009Beep- Beep-Beep...
¡No era posible!, ¿ya eran las siete de la mañana? Sé que hay muchas ventajas cuando una se levanta temprano en la mañana, que se supone que te rinde más el dia, y te da tiempo de hacer muchas más cosas, pero desafortunadamente, por mucho que lo intentaba, yo no era precisamente una persona matutina. No me molestaba cuando podia dormir hasta las 9 o 10 de la mañana, pero hoy no lo podia hacer más. Hoy era el dia que iniciaba mi último año de secudaria.
Asi que muy a mi pesar me tuve que levantar de la cama, para prepararme. Nada extravagante. Una ducha rápida, me lavaria los dientes y me cepillaria el cabello. Unos cómodos jeans, un jersey y mis converse.
Una vez lista, bajé a la cocina para poder desayunar, sabia que ya no encontraria a Charlie, desde que Renée nos abandonó, su trabajo se habia convertido en su mujer. Tomé un tazón de cereales con leche, mientras veia las noticias del dia. Cuando ví que ya faltaban 20 minutos para las ochos, dejé el tazón en el fregadero ( ya lo lavaria en la tarde) y salí para dirigirme al cole, con lo lento que iba mi camioneta, necesitaba más tiempo que el normal para llegar antes de que sonara la campana.
Pero si hubiera sabido que alguien me pasaria buscando, quizas habria podido dormir 10 minutos más.
Al lado de mi amada camioneta, se encontraba un flamante Volvo plateado de último modelo, nunca antes habia visto ese coche en el pueblo, pero claro que no me sorprendió cuando ví a mi mejor amigo desender de él, para abrirme la puerta del pasajero. Los Cullen era una de las dos familias del pueblo que se podian permitir tener más de un coche como éste.
-Ya sé que es un poco exagerado, pero fue el más simple que pude hacerme regalar. Carlisle y Esme me dijieron que querian que lo considerara como un regalo atrasado por mis 17 años- me dijo Edward con un poco de vergüenza, ¿cómo alguien tan gradioso como él podia llegar a ser asi de timido?.
-Me parece perfecto Edward, es el coche hecho para ti- le aseguré, mientras me sentaba en mi asiento y le sonreia para tranquilizarlo.
Edward Cullen era mi mejor amigo desde que tenia memoria, hijo a su vez del mejor amigo de mi padre. Todo en él parecia único, era una perfecta combinación de las mejores caracteristicas de sus padres, con los rasgos faciales de su padre, y el cabello broncineo y los ojos esmeraldas de su madre. Lástima que se empañaba en olcultar esas hermosas orbes detrás de las gafas que usaba siempre, su hermana Alice (y mi mejor amiga), habia ya desistido en el intento de convencerlo a usar lentillas. Edward podia llegar a ser muy cabezota cuando queria.
-¿Emocionado por el último-primer dia de clases?- le pregunté, en cuanto entramos a la carretera
-Tan emocionado como lo podria estar de una operación del corazón- fue la respuesta que obtuve.
A pesar de ser más de un año respecto a sus hermanos, y nueve meses más pequeño que yo. Edward iba en el mismo curso que nosotros. Considerado un verdadero genio con poco más de 17 años. Cuando Edward tenia 5 años fue declarado super dotado, y muchos de los profesores recomendaron altamente que lo mejor que podrian hacer por él era hacerle adelantar varios cursos, pero Esme preocupada por traumatizarlo de ésta manera, aconsintió que fuera adelantado solo un curso, y eso porque sabia que estaria junto a sus hermanos mayores.
Que pena que muy pocos en éste pueblo eran capaces de ver de verdad su potencial, Edward en el istituto era considerado un bicho raro por su inteligencia superior, y la mayoría no veian en él más que a un "nerd", sin saber en realidad la gran persona que era.
-Ya verás que éste año va a ser diferente- le animé, aunque era algo que ni yo misma creia, si para mi el istituto de Forks era como el purgatorio, seguro que para Edward era el mismisimo infierno.
-Pensaba que Alice era la que se consideraba adivina, ¿es que ahora lo quieres intentar tú también?- fue la única respuesta que obtuve, asi que creo que lo mejor era cambiar el tema.
-Renée te manda saludos- le dije de repente.
-Gracias, cuando hables con ella dile que yo también recambio, y recuerdale que Esme ésta molesta con ella, porque lleva más de dos semana sin llamarla, y nunca está en casa cuando es ella la que llama.
-Ya sabes cómo es mi madre, ahora le ha dado por querer practicar el yoga, asi que se pasa todas las tardes en las lecciones- le dije recordando como éste verano cuando la fui a visitar a Florida, habia insistido en más de una ocasión en que la acompañara a pesar de saber la mala suerte que yo tenia cuando se hablaba de coordinación fisica.
Segundos después llegamos al aparcamiento del istituto, y Edward estacionó su coche entre el Porche de Alice y el BMW de Rosalie Hale. Si habia una familia en Forks que podia competir con los Cullen en posición y belleza, esos eran los Hale.
Rosalie y Jasper Hale eran gemelos, al igual que Emmett y Alice (una de las concidencias más extrañas de la vida, visto y considerando que ahora eran tambien pareja respectivamente). Se habian mudado a éste pueblo olvidado de Dios, tres años atrás, luego de que su padre (un arquitecto reconocido a nivel mundial) decidiera irse en "pensión anticipada" tras haber acumulado una respetable suma que le pertimitiera a su familia vivir comodamente solo de rentas.
De cualquier manera, a pesar de su posición acaudalada, y su increible belleza, los gemelos Hale podian llegar a ser personas muy agradables una vez que los conocias. Si era cierto que compartian las mismas caracteristicas (hermosos ojos azules, y rubios como el oro), caracterialmente no podian ser más diferentes, mientras que Jasper era callado y tranquilo, Rosalie era efusiva y extravagante.
Y después estaban los hermanos de Edward, que a pesar de ser adoptados, eran Cullen a cien por ciento. Emmett y Alice eran unos meses más grandes que yo. Ambos tenian el cabello negro como el azabache y ojos del color de la miel. La única diferencia fisica destacable entre éstos dos, era que mientas Emmett era grande y musculoso, Alice era delgada y bajita. Él era un gran oso, y ella una pequeña duende, era asi que Edward los habia definido de niño.
-Buenos dias, chicos- saludé a todos
-Oh, Bella. ¡Te he extrañano muchisimo!, me hiciste mucha falta éste mes que estuviste con tu madre- me dijo Alice en cuanto me saltó encima para abrazarme, adelantandose a todos los demás, antes de que tuvieran siquiera el tiempo de contestar a mi saludo.
-Alice- le dije cuando me estaba sofocando- yo también te eché mucho de menos, pero ahora estoy echando en falta el oxigeno en mis pulmones.
-Oh lo siento- me dijo soltandome, y lanzando una mirada envenenada hacia su hermano gemelo, que se reia por lo que habia apenas ocurrido.
-Quitate del medio duende- le dijo Emmett a su hermana- que yo también quiero abrazar a la enana- apartó del camino a Alice y me vino a dar uno de sus conocidos abrazos de osos. Si el abrazo de Alice me habia dejado sin aire, estoy segura de que el suyo estaba a punto de quebrarme los huesos.
-Emmett, la estás dejando azul- le dijo Edward en mi defensa.
Emmett me bajó, y continuó riendo con su caracteristico buen humor, mientras se acercaba a su novia, y le pasaba el brazo por la espalda. Y los hermanos Hale me dedicaban una sonrisa en forma de saludo.
-Edward, ¿Por qué no nos esperaste ésta mañana?- le dijo Emmett, mientras nos dirigiamos al edificio principal para asistir a la reunion de bienvenida del primer dia.- podiamos haber venido en un solo coche.
-Queria pasar buscando a Bella- le dijo en un susurro, mientras bajaba la vista a sus pies, ¿habia mencionado ya la increible timidez de Edward?- ustedes no son los único que la han extrañado, ¿saben?
Ésas palabras me hicieron sonrojar, si bien era cierto que el pequeño de los Cullen no era tan escandaloso como sus hermanos mayores, y no demostraba tan abiertamente sus sentimientos, era y seguia siendo mi mejor amigo. Nadie en éste mundo (ni siquiera Alice) me conocia mejor que él, y nadie sabia tantas cosas de mi como él. Aunque bueno, me gustaria poder decir que a mi me pasaba lo mismo repecto a él. Pero no era asi, Edward era muy reservado, y nunca se abria completamente con la gente, a pesar de que repite siempre que no me tengo que sentir mal, porque YO soy su mejor amiga.
-Ay Bella, ¡cómo me han hecho falta tus mejillas en llamas!- se burló Emmett- a mi me parace que se ha emocionado por el comentario que ha hecho Eddie y que...
-No me llames Eddie...- le interrumpió Edward, pero Emmett lo ignoró exitosamente y se siguió concentrando en mi
-Vamos confiesalo. No, no solo tú. Los dos, confiesen que entre ustedes hay algo desde hace tiempo y lo están manteniendo en secreto.
-¡Por Dios Emmett!, ¿Qué éstas diciendo?, si Edward es como mi hermano menor- le dije indignada ¿Pero cómo podia pensar una cosa asi?
-Nunca olvides Bella, que la palabra clave en lo que acabas de decir es como... ¿Cierto Eddie?- pero su hermano no le respondió, ni siquiera replicó que lo habia llamado con ese sobrenombre que tanto odiaba, solo bajo nuevamente la mirada al suelo, y siguió caminando.
Después de eso, los demás nos quedamos en silencio y entramos en el auditorio para iniciar la dichosa reunion.
Una vez dentro, nos sentamos rapidamente en los primeros seis puestos libre que nos permitieran seguir juntos.
-Pero ¿qué hace Tanya tan lejos?, ¿Por qué no se ha venido a sentar con nosotros?-preguntó Rosalie con el ceño fruncido- ¿Y qué está haciendo con Jacob Black?
Seguí la dirección de su mirada y vi a Tanya Denali, una de mis compañera de clases y tambien una de las mejores amigas de Rosalie y Alice, en compañia del chico malo del istituto Jacob Black.
-¿Es que no lo sabes?- le respondió Alice- Esa semana de vacaciones de Nueva York te ha desorientado toda. Tanya ahora está con Jacob, se hicieron novios hace un mes atrás, y desde entonces ya no quiere salir más conmigo. Dice que se ha dado cuenta de los "aburridos" que somos y que con Jacob y sus amigos se divierte más. Con amigas asi...
No pude evitar imitar la expresión de asco que tenia Rosalie, al escuchar éstas palabras. La verdad es que Tanya y yo no eramos tan amigas, pero nos llevabamos bien, era una chica muy simpatica y dulce, y sin duda Jacob Black no era para nada el indicado para ella, de eso estaba segura...
-Vamos chicas, no se me pongan asi- le dijo Emmett a su hermana y a su novia, cuando vio lo abatidas que estaban por la noticia- ella se lo pierde...
-Asi es- aprobó Jasper- nuestro grupo es perfecto asi como está con solo nosotros seis...
Edward no dijo nada a ésto, continuó con su actitud callada, y prestaba atención a lo que el Sr Green tenia que decir, como si nuestro director estuviera hablando de cosas de capital importancia, y no el tipico discurso que daba cada año.
El dia trascurrió como un comun primer dia de clases, para mi buena suerte (por una vez que está de mi parte), en todas mis clases tenia la compañia de uno de mis amigos, de lo cual no me podia lamentar...
-Edward, estás muy raro, demasiado callado, incluso más de lo normal...- le dije, mientras me acompañaba a casa, después del final de las lecciones.
-Estoy bien, no es nada.
-No te creo, vamos cuentamelo. De vez en cuando hace falta abrirse con los demás. ¿Qué es lo que te tiene asi?
-Es una estupides- me susurró- seguro que vas a pensar que soy un idiota.
-¡Jamás podria pensar eso Edward Anthony Cullen!, ¿Cómo por esa cabecita tuya tan inteligente, puede pasar una idea tan absurda?. Vamos soy yo, te conozco practicamente desde toda tu vida, ¿Qué te ocurre?
-¡Está bien!- me dijo, tomó profundamente aire y se preparó para la que seguramente era la peor y más vergonzosa confesión de su vida- Estoy enamorado.
Aquello me dejó sin palabras, "el pequeño Edward" estaba enamorado, y antes que yo. Que siendo incluso mayor que él, y después de haber leido una cantidad absurda de libros sobre el tema, aun no podia decir que conocia el sentimiento en primera persona, en cambio Edward ya lo estaba viviendo...
-¿Y de quien?, si se puede saber.
Pasó un largo minuto antes de que me contestara a la pregunta, y veia debatirse entre si decirme la verdad o menos, hasta que por fin en un susurro me respondió.
-De Tanya.
Continuará...
Aqui le traigo mi nueva idea, vamos a ver cómo se desarrolla la cosa, y qué va a pensar Bella ahora. No sé si gustará lo que tengo en mente, pero igual lo queria intentar, hacedme saber lo que piensan ;)
Nos leemos la proxima vez ;), aunque seguramente mi proxima actualización será "Enseñame a amar"
Ros.
