Las 4 estaciones:
Otoño:
Y mientras bajaba de la bicicleta, el otro permanecía en silencio.
Quería retenerlo unos minutos más, pero se contuvo. Sabía que resultaría extraña en el esa actitud.
Así que solo lo miro, parecía estar atesorando en su memoria esos segundos que se tomaba el joven en entrar a su casa.
Una vez que abrió la puerta, se dio media vuelta para darle un último saludo a Shishido.
Una leve brisa de otoño acompaño el momento, junto con el anaranjado atardecer.
Choutaro bajo la mano, y se volvio dispuesto a entrar a su casa, estaba comenzando a refrescar.
Justo en ese momento, pudo escuchar el ruido de una bicicleta cayendo.
De golpe tenia a Shishido tras suyo. Podía sentirlo, por más que no hubiese contacto físico.
Podía sentir lo que le pasaba a Shishido. Toda una catarata de sentimientos invadía el alma y cuerpo de ambos.
Una mano corrió por su cuello, mientras que la otra se coloco sobre su pecho. Choutaro, sorprendido, tomo esas manos, y las unió con las de él.
Sin más ganas de esperar, Shishido se puso entre Choutaro y la puerta. Mientras seguían agarrados de las manos, lo miro fijamente y le dijo.
-Choutaro... Vos sos más alto, y como no tengo ganas de estirarme, voy a esperar a que hagas lo que tengas que hacer.
-No entiendo...
-Creo que fui muy claro, explicito diría. Sabes que no me caracterizo por tener mucha paciencia así que...
-Lo se, solo quería molestarte un poco. Es que así estas mas lindo.
-Geki dasa-daze. Tengo frío Choutaro...
Un beso, eso era lo que ambos tanto ansiaban.
Fue corto, dulce y delicado.
Una vez separados, se miraron, un tanto colorados y con una sonrisa picara en sus rostros.
Peor la mirada de Shishido cambio un poco, quería más. En el momento en cual tomaba fuertemente a Choutaro por el cuello para darle un beso mas apasionado, siente algo proveniente del cielo.
La pequeña brisa, había traído consigo una tormenta.
-Maldito otoño y sus constantes lluvia, justo ahora tenía que venir.
-Será mejor que entremos, parece que será una tormenta muy fuerte.
-Y también será una larga noche. Una muy linda, tormentosa y apasionada noche.
-Vamos a mi cuarto Shishido-san.
-Con mucho gusto.
