Este es uno de mis animes favoritos y Gatomon mi personaje favorito de Adventure 1 y 2.

Es la primera vez que escribo un fic de digimon así que estoy un poco nerviosa. Acepto sugerencias sobre lo que debería ocurrir.

Digimon no me pertenece, es propiedad de Akiyoshi Hongo.


Un nuevo comienzo

El sacrificio

—Dámelo –Ordeno una voz capaz de helarle la sangre a cualquiera, excepto a ella.

Lo odiaba, era así de sencillo. Ese ser representaba una amenaza hacia todo aquello que ella nació para proteger. No podía dejar que se saliera con la suya, lo iba a detener aunque le costara la vida.

— ¡He dicho que me lo entregues! –Grito de nuevo y se escucho el sonido de un látigo. La pequeña digimon cayo por las escaleras, se podía apreciar una gran cantidad de marcas de golpes y heridas por todo su cuerpo.

— ¿De verdad crees que una basura como tú puede detenerme? –Se burlo el vampiro- Apenas y puedes ponerte de pie, tu patético intento de rebelión te ha salido muy caro. Pero seré bueno por todos tus servicios: si me lo devuelves tal vez te perdone la vida.

—Eso no te pertenece y jamás se lo entregare a un demonio como tú –Contesto la digimon mirándolo desafiante y recibiendo otro golpe de su látigo como castigo.

—Te he dicho que no me mires con esa cara –Dijo su captor- Recuerda me perteneces, si sigues con vida es solo porque así lo he deseado. He sido muy generoso contigo, pero tendré que cambiar si no me demuestras más gratitud. Ahora regrésamelo.

—Nunca –Tenía que resistir, cada segundo contaba. Casi al amanecer Myotismon la lanzaba a una celda frustrado, no había conseguido sacarle ni una sola palabra.

—Tal vez creas que ganaste algo Gatomon, pero no olvides quien soy. No te necesito, solo es cuestión de tiempo para que descubra donde esta lo que me robaste –Agrego cerrando la puerta de la celda dejando a la digimon agonizante sola. O al menos eso creía.

— ¿Lo conseguiste? –Murmuro Gatomon desde el suelo incapaz de moverse.

—Sí, lo escondí donde Myotismon no podrá encontrarlo –Respondió un digimon con apariencia de mago saliendo de entre las sombras.

—Que bueno… gracias Wizardmon –Agradeció la gatita con un ataque de tos. Rápidamente su amigo estuvo a su lado.

—Ten, bebe esto –Dijo el mago ofreciéndole una botella y levantando su cabeza para que pudiera beber.

—Se invirtieron los papeles –Comento Gatomon divertida recordando su primer encuentro.

—Eso parece –Acepto Wizardmon guardando la botella.

—Wiz… –No pudo terminar la frase del dolor.

— ¿Qué ocurre? –Pregunto el mago preocupado.

—Luz…

— ¿Qué?

—Quiero… luz –Explico respirando con dificultad. Levantándola con extremo cuidado, Wizardmon salió de la celda y recorrió los pasillos hasta que salieron del castillo.

—Gatomon –La llamo ya que casi se había quedado dormida entre sus brazos. Lentamente esta abrió sus ojos, observando maravillada el amanecer.

—Gracias –Dijo en un susurro. Casi había olvidado lo hermosa que era la luz siendo esclava de Myotismon. Sintió como poco a poco el dolor desaparecía.

—Nunca debí dejarte seguir adelante con esto –Se lamento aguantando las ganas de llorar. Nada de lo que hiciera podría evitar lo que estaba por suceder.

—No hubieras podido detenerme, estaba decidida a lograrlo –Contesto Gatomon mientras su cuerpo comenzaba a desvanecerse.

—No… –Rogo Wizardmon dejando escapar las lágrimas finalmente- Gatomon, no te mueras, por favor no te vallas.

—Volveré muy pronto –Prometió la gatita- Mientras tanto quiero que cuides de mi sueño.

El sueño de Gatomon, se dijo el mago, la posesión más valiosa de su amiga. Ese enorme anhelo que ni siquiera Myotismon con toda su crueldad pudo eliminar por completo. Su deseo de encontrar a aquella persona a la que estaba destinada y luchar a su lado.

—Lo prometo Gatomon, cuidare de tu sueño –Juro sintiendo el peso de la enorme carga sobre sus hombros.

—Gracias Wizardmon, por estar allí y por ser mi amigo –Agradeció antes de desintegrare, dejando en su lugar un huevo blanco con manchas moradas.

Tomando el huevo entre sus brazos, Wizardmon se alejó de ese oscuro lugar. Cumpliría esa promesa, protegería a Gatomon hasta que renaciera y la reuniría con quien estaba destinada aunque le costara la vida.


Continuara.

Me odio a mi misma por haber matado a Gatomon, pero es necesario para que la historia funcione. Al menos escapo de ese chupasangre por un tiempo.

El digihuevo de Gatomon no fue a la ciudad del inicio, sino que como Patamon regreso con la persona o digimon mas importante para ellos. TK en el caso de Patamon, y su mejor amigo en el caso de Gatomon. (No podía ir con Kari al no conocerla ni estar en el mismo mundo).

Esto sucedió casi en el mismo instante en el que Angemon se sacrificaba para proteger a los demás de Devimon, o sea que para cuando ella renazca los elegidos ya estarán en el continente Server. Tengo planeado que se conozcan en el próximo capitulo, uno de los digimon no le dejara una muy buena impresión (Todavía no me decido entre Tokomon y Gomamon)

Sugerencias y críticas son bienvenidas.

Nos vemos.