Nuestro camino


La mayor parte de su vida, Sasuke tomó decisiones siguiendo su sentimiento de odio y su sed de venganza. Durante muchos años, ignoró su cariño hacia el equipo siete y sus integrantes. Hizo a un lado la amistad con Naruto, pisoteó su amor por Sakura y olvidó todos los gestos de Kakashi hacia él. Cada paso que daba era ordenado por sus oscuros pensamientos. Antes y durante la guerra sólo pensó en su hermano, nuevamente ignoró a los que se convirtieron en su segunda familia… o eso quiso aparentar. No pudo explicarse el sentimiento que lo embargó tras ver a una agotada Sakura a punto de desmayarse. Sí, en ocasiones atrás no había dudado en matarla, pero en ese momento no toleró la idea de que cerrara los ojos para siempre. A pesar de saber que no moriría si la dejaba caer, sus piernas se movieron sin previo permiso y sus manos la sostuvieron antes de que él tuviera consciencia de ello. Fue la primera vez en varios años que su amor por Sakura lo arrastró a seguir adelante. Por una fracción de segundo, justo cuando cruzó mirada con ella, una nueva idea cruzó por su mente: ¿para qué ser hokage, si se conformaba con estar con Sakura? Que los ninjas se mataran entre sí y crearan más guerras, no importaba mientras fuera Sakura la que estuviera cerca de él. Por una fracción de segundo, su amor por Sakura le insistió en que desistiera de sus planes originales. Pero el escuchar la voz de Obito, lo despertó. Él era un vengador, no podía dejarse llevar por un sentimiento tan "barato" por el amor.

Afortunadamente, Naruto consiguió hacerlo entrar en razón a un precio muy alto. Sin embargo, Sasuke consideraba su pérdida del brazo como un costo por todos sus errores, razón de negar la prótesis que Tsunade y Sakura le ofrecieron. Era cierto, le sería difícil acostumbrarse a hacer sellos con una sola mano, pero estaba seguro de que podría arreglárselas. Su intención era comprender la vida, comprender al mundo y tener sus propias definiciones. Quería ser objetivo con todo lo que vería en su viaje, que ningún sentimiento se interpusiera en su mente, quería deshacerse de todos los prejuicios y encontrarse a sí mismo. Pero temía una sola cosa: perder sus sentimientos, volverse tan objetivo que se volviera más frío que antes. Para su infortunio, Sakura lo sabía.

Ahora estaban de pie frente a la puerta de Konoha, Sasuke quería despedirse de su equipo, mas lo inmovilizaba la insistente mirada de Sakura. No importaba cuántas veces negara su compañía, sabía que al final caería rendido ante esos enormes ojos verdes.

— Éste es mi camino de redención y tú no tienes nada que ver con mis pecados. — respondió a su petición cerrando los ojos. Ni siquiera él quería saber la expresión de su rostro.

Escuchó un gemido de molestia por parte de Sakura y no pudo evitar alzar la mirada para mirarla. Parecía un cachorrito regañado con la cara agachada y los brazos colgándole a los lados.

— ¿Que no tengo nada que ver?

Nuevamente, sus músculos actuaron antes de que su cerebro se percatara de ello. De repente, sintió en la punta de los dedos la frente de Sakura. Ella alzó el rostro asombrada y con las mejillas más coloradas. Sasuke sonrió, ya había olvidado cómo se veía cuando se encontraba en ese estado. Era una chica que se sonrojaba bastante; pero por alguna razón, siempre que se sonrojaba por él, se ponía mucho más nerviosa, incrementando el rubor en sus mejillas. En secreto, él adoraba eso.

— Te buscaré cuando regrese… y… gracias.

Ella abrió aún más los ojos. Él lo sabía, estaba recordando la escena de la banca. Pero vaya que era diferente: él prometía regresar por ella, prometía buscarla, prometía no dejarla atrás como antaño. Esta vez, le juraba volver a Konoha. Con eso debía conformarse por ahora, era lo que él podía ofrecerle. Pero no era lo que ella aceptaría. Sakura apretó los puños antes de mirarlo con el entrecejo fruncido.

— ¿Y cómo me aseguras que regresarás? — espetó. — ¿Acaso no ves el estado en el que te encuentras? ¿Qué harás si alguien quiere atacarte? ¡No puedes ir matando a todos con tu amaterasu!

— Sakura… — la llamó Kakashi en un intento por callarla, pero ella dio un paso hacia Sasuke, quien la miraba confundido.

— ¿Y si alguien te hiere? ¿Qué harás? ¿A dónde irás? ¡Sasuke-kun, responde!

— Nada de eso sucederá, Sakura. — contestó Sasuke. — Confía en mí, no volveré a provocar a nadie.

— Sasuke-kun, quiero acompañarte para protegerte, aún no estás del todo bien y…

— Sakura, él ya no tiene doce años, puede cuidarse solo. — le dijo Kakashi tomándola del hombro, mas ella dio otro paso hacia Sasuke para enfatizar su vehemencia. — Sakura…

— Esta vez, seré yo la que decida si quiero o no quedarme. Sasuke-kun, creo que todavía no entiendes lo que siempre quise decirte. Sé que estás confundido y que necesitas tu espacio, pero como médico conozco los riesgos a los que te atienes. Además, he leído tus temores, yo puedo ayudarte a…

— No, Sakura. — la interrumpió Sasuke. — Tú no tienes nada que ver en…

— No me refiero a tus pecados, me refiero a tu sanación, no sólo física sino emocional. Sasuke-kun, no te dejaré caer. Naruto te salvó del odio, yo quiero salvarte de la soledad. ¿Quieres ver el nuevo mundo ninja? Bien, yo te lo enseño. ¿Quieres mirar las cosas con madurez? Bien, yo te ayudaré. ¿Hay cosas que todavía te molestan? Muy bien, juntos lo arreglaremos. Escúchame bien, Sasuke Uchiha, no volverás a estar solo un día más. Ya viviste muchos años rodeado de nada y siendo amigo de la soledad, no permitiré que pases una noche más sin compañía alguna. Y no me venga con cuentos, Kakashi-sensei, estar consigo mismo no es tan satisfactorio como estar con alguien más. — advirtió lanzándole una rápida mirada al nuevo hokage. — Iré contigo. — aseguró volviendo la vista hacia Sasuke. Nunca la había escuchado hablar con tanta seguridad, mucho menos dirigiéndose a él.

— No sé cuando volveré, Sakura. — respondió Sasuke respondiéndole la mirada. — Este viaje puede llevarme meses o años, incluso. Tienes una familia que te espera en casa, no debes…

— Nosotros somos tu familia, Sasuke-kun. — lo interrumpió. — Ya te lo dije una vez y no pienso repetírtelo: si tú te vas, para mí sería como quedarme completamente sola. Eres todo lo que soy.

— No, no es verdad. Tú y yo somos muy distintos.

— No me refiero a eso. No puedes definirme sin que tú estés en cada palabra. Sasuke-kun, no existo yo si no estás tú. Eres todo lo que soy, sin ti no existiría nada de mí. Eres mi inspiración para ser más fuerte y mi aliento para vivir. Si me esforcé tanto por no morir en la guerra, fue por ti; si estoy aquí, de pie frente a ti, exigiéndote que me permitas acompañarte, es sólo porque nos conozco y sé lo mucho que nos afectaría separarnos de nuevo. Dime que no es así, te reto a desmentirme. Es probable que siga siendo una molestia, pero sabes que tengo razón. No es sólo por un capricho mío, no es sólo porque quiera estar a tu lado, sino porque sé que tú necesitas de mí.

— ¿Sa-Sakura-chan? — preguntó Naruto desde unos metros atrás de Sasuke. — ¿Qué ocurre aquí, dattebayo?

— No… — comenzó Sasuke agachando la cara. — No puedo creer que digas eso, Sakura. Deja de hacerte tanto daño, ¿acaso no entiendes que no puedo corresponderte como tú lo quieres? — espetó sin atreverse a mirarla. — Nunca entenderé lo que quieres decirme porque sencillamente no siento lo mismo. Lamento mucho escuchar tu dependencia al amor, pero no soy como tú. Sakura… — clavó sus ojos en los de ella. — No te amo.

Kakashi se cubrió el rostro con ambas manos. Esos jóvenes y sus hormonas lo volvían loco. Un día tenía una sospecha de que por fin Sasuke se percataba de su amor por Sakura y al día siguiente estaba seguro de que no sentía nada por ella. Luego llegaba Sakura a afirmarle que sí la amaba tal y como ella a él, pero Sasuke lo negaba rotundamente.

Naruto miró a Sakura, esperando nuevamente que las lágrimas nublaran sus ojos. Había perdido la cuenta de cuántas veces había sido humillada por Sasuke, mas sabía que si él decía la verdad – no tenía porqué mentir, aunque Naruto dudaba de sus palabras, lo que lo hacía más problemático – entonces ella no le daría otra oportunidad. En ese momento, Sasuke era mucho más sensible que durante toda su vida, no podía desaprovechar la oportunidad que ella le ofrecía.

Sasuke tragó saliva sin dejar de mirarla. Ella no apartó la mirada. No se dejaría intimidar por esas palabras. No volvería a agachar el rostro, rendida. No volvería a llorar en la cama antes de dormir. No volvería a fingir una sonrisa frente a sus amigos. Esta vez, pondría en su lugar a Sasuke y le abriría los ojos. Era increíble que a esas alturas siguiera negando lo que ya era bastante obvio.

— ¿Ah, sí? — preguntó entre dientes. Kakashi y Naruto la miraron con asombro, mientras Sasuke se esforzaba por mantenerse sereno. — ¿No lo haces? Muy bien, no sé a quién tratas de engañar, Sasuke-kun. Si no me amas, entonces, ¿por qué regresarías a buscarme a mí? ¿Por qué yo? ¿Por qué me salvaste en esa extraña dimensión desértica? ¿Por qué te disculpaste conmigo y por qué sólo yo tuve acceso a curarte? ¿Por qué exigías sólo mi cuidado, si sabes que Tsunade-sama pudo hacer un trabajo más rápido que el mío? Si tanta prisa tenías por irte, ¿por qué no aceptaste una curación más rápida como la de Naruto? ¿Qué es lo que te ató tanto tiempo en Konoha, si no fueron tus lazos con nosotros?

— Existe una brecha muy ancha entre quererte y amarte, Sakura. — se defendió Sasuke cada vez más molesto. — Ya lo has dicho, eres parte de mi familia, por eso te buscaría y por eso confío en ti… pero, no te…

Kakashi simuló tener tos para esconder la pequeña risa traviesa tras ver la bofetada que Sakura le dio a Sasuke para callarlo. Ahora lo tenía todo claro, él la amaba. Él quería saber lo que Sakura sería capaz de hacer por él. La duda del amor de Sasuke se había disipado para todos, pero la duda del amor de Sakura permanecía en él. Sasuke comprendería si ella lo odiara después de introducirla en ese molesto genjutsu, era algo que cualquier mujer haría. Incluso, cuando Sakura habló con Ino, ésta le reclamó por seguir su tratamiento, decía que un hombre como él no merecía tratos así. Incluso Ino, quien había parecido estar tan enamorada como Sakura, desechó su cariño por él después de la guerra. Pero Sakura no era así, ella permaneció firme siempre, no dejó de amarlo ni cuando volvió a verlo en la guarida de Orochimaru, ni cuando intentó matarla en dos ocasiones consecutivas, ni cuando la ignoró en la guerra, ni cuando la rechazó antes de pelear contra Naruto. No dejó de amarlo nunca.

— No te atrevas a repetirlo, idiota. — lo regañó Sakura todavía con la mano en el aire. Sasuke había cerrado los ojos tras sentir el impacto en su mejilla, pero no se quejó. — Si no me amaras, hubieras evitado ese golpe. Tienes los mejores reflejos que he visto en mi vida y sé que no te agrada el acercamiento corporal. Sin embargo, estoy a menos de medio metro de ti y no has hecho nada por evitarlo. ¿Crees que no te conozco, Sasuke-kun?

— Sakura-chan, ¿no crees que estás exagerando? — cuestionó Naruto preocupado porque le fuera a arrancar el otro brazo a Sasuke.

— En una ocasión me dijiste que detestabas a las personas que se mentían a sí mismas, ¿lo recuerdas, Naruto? — contestó Sakura sin dejar de mirar a Sasuke.

— ¿Yo dije eso?... Ah, sí, ya me acordé, 'ttebayo. Fue en esa ocasión en que me dijiste que me amabas, sí…

— ¡¿Qué?! — espetó Sasuke mirando a Naruto con enojo durante un segundo para luego regresar la vista a Sakura. — ¿Que hiciste qué?

— Le dije que lo amaba y que ya no significabas nada para mí, que debía estar loca por esperar tanto tiempo por ti. — respondió Sakura colocando ambas manos sobre su cintura. —Quiero decir, ¿por qué tendría que amar a un ninja renegado que era un criminal?

— Sakura, no creo que sea adecuado decir eso en estos momentos. — intervino Kakashi al ver cómo los ojos de Sasuke cambiaban de negro a rojo.

— También le dije que ya había despertado y que ya no era una niña. Por eso, debía olvidar la promesa que me hizo de traerte de vuelta, porque yo ya no lo quería así. Le dije que tú sólo te estabas alejando más y más de mí; al contrario, Naruto siempre estuvo conmigo.

— Sakura-chan, apoyo la noción de Kakashi-sensei. — dijo Naruto advirtiendo cómo Sasuke apretaba el puño de su mano restante.

— Mientras él se convertía en el héroe de Konoha, tú sólo añadías más crímenes a la lista, rompiéndome más el corazón. Sólo conseguías ser un extraño para nosotros, pero…

— ¿Y qué de todo eso es verdad? — musitó Sasuke cerrando los ojos para que volvieran al color negro.

— Nada, Sasuke, nada. — se apresuró Naruto a responder. — Te lo juro por el ramen de esta mañana, que ella no me ama, dattebayo.

— Sasuke, en ese momento, Sakura estaba desesperada, no supo cómo actuar. — intervino Kakashi. — Todos vimos la mentira detrás de esas palabras, ella…

— ¿Y por qué lo dijiste, entonces? — preguntó Sasuke una vez controló sus impulsos. — Tiene sentido todo, no deberías amar a un hombre como yo. Naruto siempre te quiso y cuidó de ti cuando yo lo único que hice fue romper tu corazón.

Sakura sonrió. Sasuke había caído, le había dado en su punto débil. Podía cambiar cuando quisiera, pero siempre tendría ese orgullo dentro de él.

— Nunca sabré qué es lo que tanto me ata a ti, Sasuke-kun. Podría ver a mil héroes frente a mí y siempre terminaría escogiéndote. De entre todos los hombres de éste y todos los mundos, siempre te miraré a ti antes que a nadie. No importan los errores que cometiste, no importa lo que haya escuchado, yo confío en ti, Sasuke-kun. Conozco todas tus facetas y aún así, quiero seguir contigo. No debes perder el tiempo pensando en porqué te amo a ti y no a Naruto o a alguien más. Sólo acéptalo, yo te amo. — alzó nuevamente la mano, pero esta vez la posó sobre la mejilla de Sasuke. — No tienes que decirlo, sé lo que tú sientes por mí.

Él le devolvió la mirada algo confundido. Sintió su cabeza abarrotada de tantos pensamientos, claro que quería saber porqué esa criatura tan especial seguía amándolo. Después de todo lo que le hizo a ella y a muchas personas, Sakura seguía ahí. Tal vez tenía razón, las razones sobraban, ella simplemente lo amaba. Lo amaba tal y como él a ella, lo amaba tal y como él siempre la amó.

Sin poder controlar los temblores que lo embargaban, colocó su mano sobre la de Sakura y sonrió. Ya era hora de que permitiera un paso al amor. Sí, todavía necesitaba salir, viajar y ver el mundo por sí mismo, pero ahora comprendía que no tenía porqué hacerlo solo. Si ella estaba dispuesta a irse con él, no era nadie para detenerla. Finalmente, Sasuke también deseaba que ella no se separara de él. Sakura también era todo lo que era Sasuke.

— No me culpes de las posibles indigestiones causadas por mi comida, Sakura. — le dijo sin borrar la sonrisa de su rostro. Ella volvió a sonrojarse mientras una ancha y brillante sonrisa se asomaba a sus labios. — Y no sueñes que te prestaré mi capa cuando tengas frío.

— Me conformaré con que me abraces, Sasuke-kun. — respondió ella luego de que Kakashi y Naruto suspiraran de alivio.

— Hmph. Prefiero comprarte una capa para ti sola.

— Vamos, no seas tímido, teme. — le dijo Naruto dándole un suave codazo. — Sabes lo mucho que deseas que ella te abrace todas las noches.

— Usuratonkachi. — contestó mirándolo de reojo.

— Muy bien, chicos, entonces… — intervino Kakashi. — Si quieren que los acepte en mi aldea dentro de algunos años, deberán permanecer en contacto con nosotros. Si no recibo carta de ustedes cada tres meses, mandaré un escuadrón ANBU para que los traiga de regreso y los encerraré durante un mes sin derecho a libertad condicional.

— Yo no escribo cartas. — alegó Sasuke.

— Estaremos en contacto, Kakashi-sensei. — prometió Sakura entrelazando sus dedos con los de Sasuke. Éste sólo se ruborizó un poco, aunque no alegó. — Hágame el favor de disculparme con Tsunade-sama y despídame de todos.

— Sí, claro. Hasta entonces. — se despidió con una sonrisa debajo de la máscara.

— Ah, teme, se me olvidaba. — dijo Naruto dirigiéndose a Sasuke. — Aquí está tu banda, creo que ya puedo regresártela, 'ttebayo.

Sasuke esbozó una pequeña sonrisa al reconocer el objeto que Naruto le ofrecía. Tenía mucho tiempo que no la veía y ahora no estaba seguro de cómo reaccionar. Sabía que todavía tenía muchos asuntos pendientes con Naruto; todavía no creía merecer el regreso definitivo a Konoha, pero con Sakura a su lado, estaba seguro de que pronto cambiaría de parecer.

— Por supuesto. — respondió soltando a Sakura para tomar la banda, guardarla en su morral y suspirar. — Yo… te agradezco por todo, Naruto. Soy afortunado de tenerte como amigo, en verdad eres una persona muy extraña y con un poder increíble. Hasta entonces, compañero.

— Naruto, cuida bien de todos. Ellos confían en ti. — le dijo Sakura tomando de nuevo la mano de Sasuke. — Te extrañaré.

— Yo igual, Sakura-chan. Nos vemos, amigos. — finalizó con una sonrisa.

Momentos después, no pudo visualizar más a sus compañeros. Ellos caminaron juntos, por fin juntos. Sasuke todavía no se acostumbraba a tener en su mano el contacto de una mujer y no el de un arma. Tal vez era un cambio muy drástico, mas sabría cómo acoplarse. Después de todo, ellos habían nacido para acompañarse toda una vida.

— Naruto, te encomendaré a una misión de la que sólo tú puedes salir vivo. — le dijo Kakashi colocando una mano sobre su hombro.

— ¡¿En serio?! ¡No puedo esperar! ¡¿Cuál es?!

— Tú le dirás a Tsunade, a Ino y a los padres de Sakura que ella se ha marchado de la aldea con Sasuke Uchiha y que no tiene fecha de regreso. — contestó antes de darse la vuelta y entrar a la aldea, dejando a un perturbado Naruto en la entrada.

— ¡¿Y por qué yo, dattebayo?! — espetó una vez despertó de su temor. — ¡Sakura-chan dijo que tú lo hicieras!

— Soy tu hokage y debes obedecerme. Nos vemos luego, Naruto.

— ¡Pero…! ¡Pero yo no quiero!... Maldito teme, cuando vuelva le haré pagar cada golpe que Ino y Tsunade me den. Bueno, tendré que comer un poco de ramen para encontrar la fortaleza necesaria.

Tal vez Sakura debió prever aquello, tal vez debió dejar una nota que le quitara ese peso a Naruto, pero no siempre se saben las decisiones que el corazón tomará. Honestamente, a Sakura no le interesaban esos detalles, mucho menos cuando ya estaba con Sasuke. Y a él tampoco le importaban los problemas en los que Naruto se metió tras confrontar la furia de esas dos mujeres, mucho menos cuando era Sakura la que estaba a su lado. No les importaba nada más, sólo veían el hecho de que, después de tanto tiempo, al fin estuvieran juntos. No tenían idea de qué era lo que el destino les deparaba, pero tampoco les concernía. Mientras no se separaran, nada malo podría pasar. Sasuke no volvería a ocultar sus sentimientos, no volvería a dañar los de Sakura, no volvería a mentirse. Al fin lo admitía, Sasuke Uchiha amaba a Sakura Haruno.


¡Hola!:

Hice este escrito pensando en cómo sería el camino de redención de Sasuke si Sakura lo hubiera acompañado. Inicialmente, ésa sería la trama, pero mientras escribía me percaté de lo difícil que hubiera sido para Sasuke aceptar la compañía de Sakura, así que probablemente escriba otro capítulo de esta historia para relatar cómo serían sus vidas en este caso. Lo dejo a su consideración, queridos lectores. De responder afirmativamente a mi sugerencia, subiría la continuación el viernes o sábado próximos.

Les mando un fuerte abrazo. Saludos y gracias a todos ustedes por apoyarme tanto.

Andreea Maca.