Este es mi primer fic largo, así que espero no decepcionaros mucho. Los personajes pertenecen a J. K. Rowling, pero la trama sí es mía, aunque tiene cosas de la historia verdadera.
''El amor es el tormento de uno, la felicidad de dos, y la lucha y enemistad de tres; es un encanto que atrae mutuamente a dos seres y los une por irresistibles simpatías, haciéndoles felices cuando están juntos, pero desgraciados cuando están separados.''
CAPÍTULO 1: Nuevo año.
Nuevo año, nuevo curso. Estaba en la estación 9 y ¾, esperando a la llegada de Ron y Harry. Este año sería nuestro último curso en Hogwarts y quería disfrutarlo. Aunque, posteriormente, me vería estresada por los EXTASIS, pero no era tiempo de pensar en ello. Deposité mis maletas en el suelo y me senté sobre una de ellas. Mi gato, Crookshanks, se encontraba encerrado en su jaula, y maullaba desesperadamente, queriendo salir de ahí. Al cabo de un par de minutos, Ron y Harry atravesaron la barrera, muy alocadamente. Harry llevaba sus gafas redondas, una camiseta azul, y unos vaqueros: lucía bastante bien. Ron, por el contrario, tenía un aspecto desaliñado, pero era lo que más me gustaba de él. Su cabello pelirrojo estaba desordenado y tenía un agujero en los pantalones, del cual la Señora Weasley no se habría dado cuenta, ya que lo habría cosido. Aún así, lucía adorable y atractivo, y si, estaba enamorada de él desde segundo curso.
-¡Hola Hermione! - saludó Ron acercándose para abrazarme.
Sentí un leve cosquilleo ante su tacto y pude ver como se ruborizaba un poco: tenía las orejas sonrosadas.
-¡Hola Ron, Harry! ¿Qué tal os ha ido? Siento no haber podido ir a La Madriguera este verano, mis padres querían que pasara todo el verano con ellos – dije con un suspiro.
-Lo comprendemos, Hermione – puntualizó Harry.
Recogí mis maletas del suelo y nos dirigimos al tren. Al pasar, vi a nuestro enemigo declarado, Draco Malfoy, llegando con aires de superioridad, acompañado de su madre, Narcisa Malfoy. Su padre, Lucius Malfoy, estaba prisionero en Azkaban por ser un mortífago. Draco le dio un breve abrazo a su madre y subió al tren, junto con sus ''compinches'', Crabbe y Goyle, y la empalagosa de su novia, Pansy Parkinson. Subieron al tren y desaparecieron instantáneamente. Supuse que se habrían dirigido a la parte de Slytherin.
Harry, Ron y yo subimos al tren, dejando nuestras maletas en su compartimento, y nos dirigimos a nuestros asientos. Yo tenía que irme, junto con Ron, a supervisar a los niños de primero y segundo, ya que éramos prefectos. Por lo cual, nos despedimos de Harry y nos fuimos.
-Yo iré a ver a los niños de primero, ve tú con los de segundo – comenté a Ron.
-Está bien – dijo – luego nos vemos.
Sonrió y se fue, dejándome con una sonrisa tonta en mi rostro.
Patrullé durante una media hora, cuando una voz que arrastraba las palabras resonó en el andén.
-¡Sentaros todos y dejar de hacer ruido! - gritó Draco Malfoy.
-¿Qué haces aquí, Malfoy? - pregunté con frialdad – Este vagón me toca a mi.
-Que yo sepa, soy un prefecto. Así que tengo tanto derecho como tú o incl...espera, tengo mucho más derecho que tú. Eres una sangre sucia, ni siquiera deberías ser prefecta – replicó el malvadamente. Crabbe y Goyle, que estaban a sus espaldas, rieron.
-A lo mejor soy prefecta porque soy mucho más inteligente que tú, pequeño hurón. ¿Te recuerdo como chillabas y te retorcías? En realidad, Malfoy, eres un miedica.
-¡No te atrevas a hablarme así! - gritó él sacando su varita del bolsillo – No tienes ningún derecho a...
-¡A mi no me hables de derechos! - grité yo – Vete con tus amiguitos a seguir las órdenes de Quien-tú-sabes y deja en paz a los niños, Draco.
Éste parecía querer decir algo, pero se lo pensó mejor. Se dio la vuelta y se marchó con toda la dignidad que pudo. Resoplé: odiaba a Draco Malfoy.
El tren llegó al cabo de un par de horas finalmente a Hogwarts. Delante de la puerta de nuestro compartimento pasó Draco como si fuera el rey del mundo, dirigió una mirada de odio a Harry y se fue.
Me reuní con Ron y Harry & entramos al castillo. Hogwarts seguía siendo tan grande e imponente como el primer día, solo que sus secretos eran menos secretos ahora, al séptimo año. Aunque, obviamente, no los conocía todos, ni de lejos.
Caminé silenciosamente hasta el dormitorio, intentando no encontrarme con nadie, y dejé mis cosas en mi habitación. Mi compañera este año sería Lavender Brown, a la cual odiaba profundamente por haber estado saliendo con Ron el año pasado. Tal vez, con suerte, McGonagall podría cambiarle de habitación, con Parvati. Sí, esa estaría bien.
Volví al Gran Comedor, donde se llevaría a cabo la Selección, donde ponían a cada alumno de primero en una de las cuatro casas.
Tras el último chico seleccionado, el banquete comenzó. Los elfos domésticos preparaban toda la comida (a lo cual yo estaba totalmente indignada), pero hay que decir que estaba muy buena. Ron, comenzó a comer como si no lo hubiera hecho en toda su vida, y eso que en La Madriguera se comía de escándalo. Con la boca llena, dijo:
-Y, Hegmione, ¿qué tal fueg tu vegano con tus padges?
Sonreí.
-Bastante bien, la verdad. Mis padres pensaban que yo creo que ellos ya no me quieren o algo así, por lo cual hemos pasado un verano muy bonito, aunque sinceramente, un poco aburrido.
-Podrías haberte venido un par de días, ¿sabes? - comentó él.
-Lo sé, pero de todas formas lo he pasado bien. ¿Y vosotros?
-Mi verano con los Dursley fue lo peor del mundo, menos mal que me rescataron pronto – intervino Harry – Pero he estado muy bien en casa de Ron, lástima que no pudieras venir a la boda de Fleur y Bill, estuvo muy bien.
-Es cierto, Hermione. Bill y Fleur te querían allí, al igual que nosotros – añadió Ron.
-Lo sé, lo siento – suspiré.
Terminamos de comer y subimos a nuestras habitaciones. Mañana sería el primer día de clase.
Dejad vuestros review para ver que pensáis sobre el primer cap. Acepto de todo, jaja. Espero que os guste - Cris.
