Prologo
De la oscuridad, sumergió. Desde lo más profundo de su ser, su maldad nació . ¿La maldad? Es su pasatiempo. Pero, los héroes de esta historia se interpondrán en su camino, mientras el trata de erradicar todo el bien, de lo existente.
Acompáñanos en esta historia, de una épica batalla entre el bien contra el mal.
Chapter 1:
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Advertencia
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Era difícil describir la intensidad de la tormenta de aquella noche. Una noche que empezó como cualquier otra para el pueblo de Grendill, para después convertirse en una de las tormentas más potentes que el pueblo haya tenido. Grendill, era un pequeño pueblo que se encontraba alojado en el norte de los Estados Unidos, muy pocas personas vivían en ese pueblo, porque tenía una peculiaridad muy semejante a otro pueblo que se encontraba al noroeste del mismo país, uno que se encontraba en Oregón, para ser más exactos.
A las afueras del pueblo, en una pequeña casa que se encontraba cerca de un bosque, vivían dos hombres de una edad un poco avanzada. Uno de ellos, que llevaba un abrigo puesto junto con un gorro esponjoso para abrigarlo, miraba con detenimiento las afueras de la casa, la tormenta. Las gotas de la lluvia que bajaban lentamente por el vidrio de la ventana.
Miró a su hermano y prosiguió a decir. –Stanford, no sé si lo has notado pero la tormenta de esta noche lleva como cuatro horas desde que empezó y parece… –Un relámpago le dio un pequeño susto. –que sigue empeorando.
-Esto no me agrada. –Su hermano, Stanford, se acercó a él con lentitud mientras observaba los relámpagos con algo de inquietud. –Una tormenta con esta escala de electrones, nunca se había presentado así en este pueblo y más aun siendo verano. –Se alejó de la ventana para tomar unos apuntes que se encontraban en una pequeña mesa.
-Santo cielo, ni siquiera en Gravity Falls había tormentas como esta.
-Otro punto por el cual creo que algo está pasando. –Miró a su hermano con precisión mientras este solo le devolvía una mirada seria y segura. –Vamos, hay que apresurarnos.
-Esto no va a terminar bien. –Se dijo a sí mismo. –Tú adelántate, haré una pequeña llamada a los niños, se los prometí hace unos días.
-Bien, pero asegúrate de que sea rápido y diles que su tío Ford les manda saludos. –Se acercó a un extremo de la pared de la casa, donde abrió una pequeña tapa que estaba detrás de unos estantes. Dentro de esta tapa, se encontraban varios botones donde StanFord presionó los que tenían los dígitos: 1, 4, 1. Precisamente en ese orden.
Un refrigerador que se encontraba un poco lejos de Stanford, se hizo a un lado automáticamente, dejando a la vista un pasadizo que llevaba a una macabra oscuridad. Stanford prosiguió a bajar por las escaleras del pasadizo llevando consigo una pequeña lámpara que iluminaba bajamente su camino.
…
El ruido del teléfono dentro de la cabaña del misterio, era incapaz de oírse por la fiesta que se celebraba ahí dentro por la llegada de dos chicos hace una semana a Gravity Falls.
…
Al llegar a una puerta de metal que se encontraba al final del pasillo, cerrada automáticamente por el sistema de seguridad, Stanford la abrió pronunciando unas palabras. Dentro, había una gran habitación llena de monitores y apuntes que eran evidencia de las duras investigaciones de Stanford y Stanley hace un año en ese pueblo. Si, este trabajo entre los dos hermanos llevaba ya un año. Mucho tiempo en esa casa investigando varias rarezas que se presentaban en ese pueblo.
Esto había obligado a Stanford y Stanley a distanciarse un poco de Gravity Falls, donde su familia, amigos y conocidos esperaban siempre cada una de sus pocas llamadas y sus muy pocas visitas.
-Esto no me gusta nada. –Dijo Stanford en tono preocupante, al ver algo en un monitor que hizo que se sobara la cabeza con mucha preocupación. –"¿Sorprendido verdad?" –Ante esas palabras, sacó con rapidez de su bolsillo un arma con la cual apunto a la nada, esperando un blanco, amenazante, algo que acababa de decir esas palabras con un tono tétrico.
Al ver que no había nadie más con él en ese momento, bajó con lentitud el arma y se apoyó en una de muchas mesas que había a los alrededores para pensar con claridad las cosas un rato, y guardar la calma. –Está bien, no necesitas precipitarte Stanford… Ok. –Tomó otro apunte. –Es muy extraño.
-Vamos niños contesten, ¡Ahh, de seguro ellos y Soos se fueron de paseo descuidando la cabaña!
Otro relámpago hizo que Stanley diera un salto por el susto. Se volvió a acercar a la ventana para contemplar la tormenta. –Estúpida tormenta, ojala acabe pronto. –Se rascó la cabeza. Luego bajó la mirada y por curiosidad miró una parte oscura del bosque, por detrás de los árboles. Stanley trató de enfocar su mirada porque las gotas que bajaban por la ventana no permitían que este viera bien del todo. Su expresión fue cambiando a una de inquietud cuando divisó dos luces rojizas que se encontraban entre la oscuridad del bosque. Al no estar seguro de lo que veía, o eso quería creer, limpio sus gafas con sumo cuidado al mismo tiempo que pasaba sus manos por la vista.
Al ver de nuevo, esas dos luces rojizas habían desaparecido.
-Je je je, Stanley que viejo te has vuelto, incluso estas empezando a ver cosas. –Se dijo para relajarse. –Eso espero. –Agregó con temor. Viendo que no contestaban la llamada, Stanley decidió acompañar a su hermano en la parte de abajo. –Vaya Stanford, la tormenta debe estar cortando la señal o algo, nadie contesta en la cabaña o simplemente creo que salieron.
Su hermano se encontraba dándole la espalda, hundido en un silencio inquietante que Stanley no demoró en notar.
-¿Stanford?
-Stan… ley. –Al darse la vuelta con lentitud, Stanley apreció con horror la desesperación de su hermano, desesperación que era causada por una extraña y amenazante energía que recorría por todo su ser. Y sus ojos, el color de sus ojos. Un amarillo brillante con unas pupilas que se asemejaban a las de un felino.
En ese momento, Stanford supo lo que estaba pasando.
-¡Stanford! –Lo primero que hizo, fue acercarse a él con sumo cuidado, tratando de que ninguno de los dos saliera herido.
-¡Ah, ale- jate! –De pronto, como si los dos hermanos no tuvieran ya demasiados problemas en ese momento, el cuerpo de Stanford comenzó a elevarse por el aire, como si algo maligno estuviera dentro de él, como si algo estuviera controlándolo.
-¡Stanford espera! –Corrió para tratar de calmarlo, tratar de hacer algo porque el mismo Stan estaba muerto de miedo.
Un golpe, un potente golpe fue lo que impacto contra su rostro lanzándolo con fuerza hacia la pared, propinado por su hermano. El débil Stanley luchó por quedarse cuerdo y no caer en un desmayo. Stanford siguió combatiendo contra esa fuerza maligna, que lo estaba obligando a ser una marioneta en ese momento, pero, era inevitable. El ser que lo estaba jodiendo era más poderoso que él.
-Diablos… ah… –Estaba tirado en el suelo, su espalda había sufrido un gran daño. Antes de tratar de levantarse, porque parecía que no podría hacerlo, presionó un pequeño botón junto a otros dos más pequeños que había en un reloj que portaba en su mano izquierda.
…
-¡Emergencia! ¡Emergencia! ¡Emergencia!
Palabras que se repetían una y otra vez en el centro de una pequeña máquina, acompañada de un sonido agudo que se repetía una y otra vez cada dos segundos.
-¡Morty, apaga ese maldito sonido!
Morty ante la orden de su hermana, no le quedó otra opción que obedecerle. De todas formas estaba cerca de la caja. El niño se acercó a ella con curiosidad y al tomarla, se percató de las palabras que decían en el centro.
-¡Emergencia! ¡Emergencia! ¡Emergencia!
-Eh, ¿Rick?
…
-Maldición… –Poco a poco, su cuerpo comenzaba a tomar un poco de fuerza para poder levantarse y afrontar este peligro. Stanley, al ponerse de pie, contempló con horror como aquella entidad se apoderó del cuerpo de su hermano, emanando una oscuridad y miedo que recorrieron todo el cuerpo del hombre. Al tratar de retroceder para alejarse, viendo que la situación se escapaba de sus manos, fue frenado por la misma energía negativa que se estaba apoderando de su hermano.
-Ha pasado un largo tiempo, mi querido Stanley Pines. –No. La voz de Stanford, había cambiado, tanto como su personalidad y su mirada, se perdieron en el vacío. Fueron remplazadas por la voz y la entidad de ese ser sumamente terrorífico y poderoso que les había causado problemas a todos, hace un año.
Había regresado.
-No, ¡Imposible! Tú desapareciste en mi mente tramposo. ¡Yo te vi morir!-
Fue empujado con fuerza hacia la pared causando un fuerte estruendo y otra sensación de dolor en Stanley.
-Bueno eso es verdad, pero no morí del todo como puedes ver ¡Ja ja ja ja! –Una fastidiosa risa que creyó nunca volver a escuchar en toda su vida. –Creo que tú y el señor fenómeno de seis dedos, tienen temas que hablar conmigo.
...
-Oye Soos, ¿Viste a Dipper o a Mabel por aquí? –Una pregunta hecha por Wendy a Soos, quien conversaba con Melody en una banca cercana.
-Oh, los chicos, estaban en el jardín hace un momento. ¿Paso algo?
-Es que hace rato estaba en el baño y oí que estaban llamando al teléfono, como nadie contestaba, decidí salir para ver de quien se trataba. Al ver el número me di cuenta que era el señor Pines, pero ya había cortado.
-Cielos, los chicos se alegraran de escuchar al señor Pines, iré a buscarlos.
-No te molestes, de todas formas iba al jardín con mis amigos.
…
-Déjenme felicitarlos mis queridos amigos, han hecho un duro trabajo durante todo este año. –Stanford, quien estaba bajo el control de esa entidad maligna, miraba con detemiento el cuarto, mientras Stanley se encontraba preso a unas cuerdas de energía hechas por la entidad.
-Escúchame apestoso triángulo de un solo ojo, ¡si no dejas en paz a mi hermano lo lamentaras!
-Oh, ¿Lamentarlo Stanley? –Se acercó a él de forma amenazante. – ¡Ustedes son los que van a lamentarlo con sus patéticas vidas! –Usando sus poderes, le causó un gran dolor a Stan que lo hizo gritar de manera desesperante. Después de hacer eso, se alejó de Stan para darle la espalda mientras este, se recuperaba.
-No lo entiendo, tú debiste… haber muerto. ¿Cómo, regresaste Bill? –Preguntó en forma entrecortada, tratando de que su respiración se calmase.
-Excelente pregunta Stan, antes de que me dieras el golpe final… –Se dio la vuelta lentamente. –Invoqué un hechizo que me traería de vuelta después de haber pasado exactamente medio año desde el Raromagedon. –Le dedicó una sonrisa macabra a Stanley. –Luego volví a reaparecer en Gravity Falls, pero viendo que mis principales objetivos no se encontraban, decidí seguirlos.
-No puede ser, tú… ¿Nos estuviste espiando por medio año?
-¡Correcto! Y aquí estoy Stanley, para hacerles pagar por lo que me hicieron. –Bajó al suelo. –Ahora es mi turno de hacerte ciertas preguntitas. –Volvió a sonreír.
-Oh pues suerte monstruo, ¡no te diré nada aunque apliques todo el sufrimiento del mundo en mí!
-No será en ti. –Derrepente, el triángulo de un solo ojo, Bill Cipher, abandonó el cuerpo de Ford mientras este trataba de volver en sí tras esa aterradora posesión. –Será en él.
-¿…Qué, pasó?
-¡Stanford corre! –Le gritó Stanley.
-¡Eh! –Ford quien apenas había vuelto en sí, se dio cuenta de la presencia de Bill, lo cual le trajo un escalofrió que no había sentido en mucho tiempo. Al tratar de levantarse para intentar sacar su arma, la misma especie de energía que inmovilizó a Stanley hace un rato era aplicada en Ford. –¡Bill!
-El mismo, Ford. –Chasqueó los dedos mientras cuerdas de energía creadas por Bill, salían del suelo, las cuales envolvieron a Stan Ford. –Ahora que estamos aquí reunidos los tres, tendremos mucho de qué hablar. Bill se dirigió a un monitor en el cual había un mapa de una ubicación en específico, una extraña isla ubicada en el océano ártico. –Estuve siguiéndolos por un largo tiempo ancianos. "Salir en un barco al océano ártico para investigar extrañas anomalías después del Raromagedon" ¿enserio? ¿A quién querían engañar con eso?
-No sé cuál es tu punto Bill. –Dijo Ford. –¿Qué quieres de nosotros? ¿Problemas? ¿Una revancha? –Bill los miró con seriedad. –Recuerda apestoso ser interdimensional, no importa cuántas veces regreses, siempre terminaremos derrotándote. –Las cuerdas que lo envolvían comenzaron a apretarlo con gran fuerza, mientras Ford trataba de aguantar el dolor y resistir la asfixia.
-¡Pues traten de vencerme! Esta vez ustedes son los que perderán. –El color amarillento de Bill fue reemplazado por un rojo luminoso, mientras que su ojo se volvió de un color negro, evidencia de que se había enfadado. –Creo que estoy apresurándome con todo esto. –Dejó que las cuerdas que apretaban con intensidad a Ford se detuvieran.
-¡Stanford resiste! –Gritó Stan.
-Volviendo al tema, ustedes encontraron algo muy valioso y especial en esta isla…
-No… –Dijo Stanley.
-Algo en lo que estamos muy interesados. –Dijo.
Stanford respiraba precipitadamente, mientras veía a Bill con confusión. – ¿Interesados?
Bill quedó en silencio, pero cuando chasqueó los dedos, algo que Stanford y Stanley nunca esperaban, nunca habían sentido, sucedió. Algo en la atmosfera, en el ambiente, en toda la zona del cuarto, hasta en la más minúscula esquina, una sensación de intranquilidad carcomía todo.
La luz de la linterna y otras dos luces que iluminaban el cuarto de repente dejaron de funcionar, para apagarse lentamente. Bill solo estaba en silencio, viendo la puerta por la cual llegaron a la habitación. Los dos hermanos no podían explicar lo que estaban viendo, tal vez era otro truco de Bill, él siempre jugaba con ellos, pero esta vez no era así.
Unas extrañas llamas de color azul brilloso, aparecieron en el aire, iluminado el camino. Al fondo, escuchaban el sonido de unos pasos que se acercaban lentamente hacia ellos. Cuando los pasos siguieron aumentando, supieron que aquello estaba cerca, y de entre las sombras, con una sonrisa dibujada en su rostro, mostrando esos dientes afilados y puntiagudos tan amenazantes, vistiendo una camisa roja, un chaleco color café crema y un saco que le llegaba a las rodillas con corbata negra, unos zapatos color negro y rojo y un peculiar sombrero que llevaba sobre su cabeza, y no cabe resaltar ese tono gris de su piel, que lo hacía verse espeluznante; apareció una temible figura.
-Ford y Stanley, déjenme presentarles a mi tétrico amigo-
-Black Hat. –Respondió la entidad que lucia evidentemente más amenazante que el propio Bill.
…
-Cielos, es raro esperar una llamada del tío Stan en las noches. –Decía Dipper con sospecha.
-Si, tal vez quiere desearnos unas dulces buenas noches. –Dijo Mabel con alegría.
-Ojala no escuche todo el ruido de la fiesta, tal vez se moleste si encuentra la cabaña como un campo de guerra para cuando venga de visitas. –Dijo con preocupación.
-Tranquilo entenderá todo a la perfección. –Al llegar al teléfono, se percataron que Pacifica estaba utilizándolo. Decidieron saludarla con señas, mientras esta le devolvía el saludo y los dos chicos se sentaron a esperar en un asiento que estaba a un lado.
…
Una viscosidad rara o líquido de color negro salió del suelo, tomando la forma de un "tentáculo". Stanford y Stanley vieron esto con sorpresa mientras Black Hat tomaba de la pierna a Ford con el tentáculo, obligándolo a estar de cabezas viéndolo directamente. –Gusto en conocerlos pateticas desgracias. –Un tono de voz macabro mezclado con algo de elegancia, fue lo primero que pensó Ford.
-Conocí a este sujeto poco tiempo después de haberlos vigilado y decidí hacer una especie de equipo con él. ¿Creyeron que ahora volvería sin ayuda? –Dijo Bill con un tono humorístico.
-Trae todo el refuerzo que quieras monstruo, el resultado será el mismo. –Dijo Stan.
-¡Bill estas dejándote engañar por estas insignificancias! –Dijo Black, regañando a Bill.
-¿De qué hablas Black?
-Están jugando contigo. –Miró fijamente a Ford mientras una gota de sudor comenzó a bajar por un lado de su cabeza. –Tienen planeado algo, están haciendo tiempo con todo este teatro. –Se alejó de Ford y fue directamente donde se encontraba Stanley apresado por las cuerdas de Bill. Examinó todo su cuerpo, y luego fijó su atención en un punto de su mano izquierda. No demoró en arrancar el reloj que llevaba. –Pidieron ayuda. –Destrozó el reloj al envolverlo en su puño y aplastarlo con intensidad, reduciéndolo a cenizas. –Hay que apresurarnos. –Regresó donde se encontraba Stanford.
-¿Qué quieren…? –Preguntó Ford.
-Como el triángulo flotante les decía, antes de venir a este apestoso pueblo a investigar las rarezas que acontecían aquí, encontraron algo valioso en la isla.
-No te diré nada. –Le replicó Ford.
-No es necesario… –Black observó toda la habitación a detalle, fijándose en cada minúscula parte de esta y encontró algo de su interés. Un pequeño escritorio con un candado. Black no demoró en formar una llave con sus poderes en el aire, la cual encajó perfectamente con la cerradura del candado, y así fue como abrió el primer cajón del escritorio. –Interesante…
-¿Qué?
-No está aquí. –Black Hat destrozó con rabia un pequeño papel que estaba dentro de una carpeta.
-No sabemos de qué están hablando, ¡¿Qué quieren de nosotros?! –Gritó Ford.
-De nada sirve actuar en estos momentos. –Black Hat vio los videos que transmitían unas cuantas cámaras de seguridad en varios puntos de la casa. –Es chistoso que crean, que yo iba a creer… –Caminó de un lado a otro con lentitud. –que tenían aquí, ese objeto tan valioso.
-Entonces, significa que no está aquí. –Agregó Cipher.
-Pero creo saber dónde está, pero, solo para confirmarlo… –Se volvió a acercar de forma amenazante, pero esta vez a Stanley. –dime donde queda la base donde lo tienen, y dejaré vivir a tu miserable hermano.
-No, no ¡No! –Ford trató de levantarse con desesperación, pero el tentáculo creado por Black Hat volvió a apretarlo con fuerza. –No lo hagas, Stanley… –Cerró los ojos con fuerzas, tratando de aguantar.
-¡Stanford! –Una vez más, quiso, trató de liberarse con desesperación al ver a su hermano en problemas, pero era inútil, ese demonio lo tenía acorralado. No debía decirle donde se encontraba eso que tanto deseaban esos monstruos con desesperación.
-¡No… lo, ha- gas! –Comenzó a quedarse sin energías.
-El tiempo se acaba. –Dijo Black, y ante esto, Stanley no soportaba tener en frente a su hermano sufriendo de ese modo, no sabía que hacer, ¿decirle o no? La vida de Ford dependía de él, y cuando ya estaba resignado, apunto de decirle, un rayo de esperanza, los iluminó.
Una minúscula explosión.
Un potente disparo que vino de la derecha, impactó a un lado del cuerpo de Black Hat, ocasionando que este diera un potente y terrorífico grito. Con rapidez, Stan vio de donde vino el disparo.
-Muy bien, ¿Qué diablos sucede aquí? –Dijo un viejo que llevaba una bata de científico quien había provocado el disparo. –Oh santa mierda, el maldito triángulo de los Iluminatis y un ser horrible que nunca había visto.
-¡Ahora Morty! –Gritó Rick viendo donde se encontraba Morty escondido, para que le diera un disparo sorpresivo a Bill. Morty decidido a disparar, jalo el gatillo del arma avanzada la cual llevaba en sus brazos. Nada. Volvió a jalar el gatillo otra vez y, nada. Esto empezó a asustar a Morty.
-Oye Rick, eh, el arma no, ¡No funciona!
-¡¿Qué?! ¿De qué estás hablando Morty? ¡Tienes que aplastar el maldito botón y después jalar el gatillo! –Bill se estaba acercando con rapidez a Morty para evitar el disparo.
-¡Lo intento, igual no funciona! –Cuando menos lo esperaba, una bola de energía diferente al disparo anterior salió potentemente del arma, que impactó contra el ojo de Bill, destruyéndolo en un instante y creando una onda expansiva de poder que mandó a volar todo a su alrededor.
Stanford y Stanley cayeron cerca de la salida, mientras Bill se retorcía de dolor por la pérdida de su ojo.
-Oh maldición Morty, tienes que aplastar el maldito botón, el verde ¡El botón verde Morty! ¡El verde!
-¡AAHHHH! –Black Hat grito enfurecido mientras su brazo se estiró de forma inhumana para alcanzar a Rick, el cual salto a los lados para evitar el agarre. Fue en ese momento que Rick volvió a dispararle a Black Hat con su arma, esta vez desintegrándole el brazo.
Morty por otro lado, disparó contra Bill una vez más, causándole más daño.
-¡Tienes que levantarte Ford! –Le gritó Stanley quien trataba de reanimar a Ford que se encontraba casi inconsciente.
El teléfono comenzó a sonar en la parte de arriba.
-Los niños… adviérteles. –En ese instante, Ford agarró el hombre de Stanley y se levantó con lentitud. –Apresúrate. –Sacó el arma para ayudar a Rick y a Morty.
Stan no demoró ni un instante en tratar de salir de allí para advertirles, pero su camino fue cerrado por dos tentáculos de oscuridad creados por Black Hat. Uno lo tomó por el pie, el otro por la cintura, y este solo trató de combatirlos a golpes para liberarse, mientras Ford seguía combatiendo junto a Rick a Black Hat.
-Gracias por venir Rick, te debo una. –Le dijo Ford acercándosele.
-Ah… ni me lo agradezcas Ford, estaba aburrido en el sofá viendo un documental de la vida silvestre. –Volvió a dispararle a Black.
-Sí, matando el tiempo libre. –Black trató de atacarlos con un tentáculo, pero una vez más Rick lo desintegró con su arma.
-¡Ford el teléfono! –Stan le gritó. En ese minúsculo instante cuando Ford bajó la guardia, por debajo de él un tentáculo envolvió su pie, jalándolo con fuerza hacia abajo.
-¡Rick el teléfono!
-Diablos, ¡Morty contesta la llamada! –Volvió a dispararle a Black, dándole en su espantosa cara, la cual se regeneró casi al instante dando una especie de rugido.
-Enseguida Rick. –Morty dejó de dispararle a Cipher para ir por el teléfono.
-¡Bill no dejes que escape! –Le gritó Black.
-¡Oh mocoso ven acá! –Aunque estuviera sin su ojo y algo mal herido, Cipher fue con rabia tras Morty quien solo salió corriendo hacia la parte de arriba, viendo como Bill incrementaba su tamaño y su apariencia cambiaba a una más macabra.
-¡Ahh, Diablos! –Gritó Ford al ver como un tentáculo le rasgó una parte del brazo.
-Bien, ya me canse de toda esta mierda. –Rick sacó de sus bolsillos unos pequeños dispositivos, los cuales les entregó con rapidez a Stanley y a Ford. Estos dispositivos formaron alrededor de cada uno un pequeño campo de fuerza que los protegía de los ataques de los tentáculos.
Black Hat solo les dedicó una sonrisa diabólica mientras destruía el suelo del cuarto para provocar que cayeran.
La mano de Bill se había vuelto gigantesca para después golpear con furia el suelo, y la onda de destrucción siguió a Morty provocando que este callera. Asustado, tomó el arma y volvió a dispararle a Bill, esta vez atinándole en el centro de su cuerpo lo que le dio tiempo.
-¡Ahhh! –Gritó asustado al llegar al teléfono.
-Hola, ¿Tío Stan, tío Ford?
Volvió a dispárale a Bill, mientras este gritaba desesperadamente en el suelo, provocando leves temblores en toda la casa.
-¡Hola, escúchenme, no se quienes sean, solo quiero decirles que hay problemas aquí! –Bill extendió su mano y comenzó a lanzar rayos de energía que impactaban contra las paredes provocando escombros al instante. –¡Ahh, maldición!
…
-¿¡Espere, quien habla?! –Preguntó Dipper algo intranquilo. –¡¿Problemas?!
-¿Dipper pasa algo?
…
-¡Sus tíos están!-
Comenzó a disparar con el arma por detrás de una mesa cercana al teléfono.
…
-¡Sus tíos están en problemas, estamos bajo ataque!
-¿¡Qué?! ¿¡De que hablas!? –Preguntó con inquietud.
…
Un rayo de energía impactó contra la caja del teléfono, cortando la señal.
-¡No, no, no!
Bill comenzó a acercársele furioso, mientras Morty trataba de alejarse de él y dispararle al mismo tiempo.
-Ahora no pueden hacer nada ¡parásitos! –Los tres se encontraban atrapados en una enorme grieta en el suelo, imposibilitándoles seguir con el combate.
-Puedo, puedo asegurarte algo. –Rick desactivó el campo de fuerza y apuntó al techo con su arma. –¡Te equivocas perra! –Disparó. Black Hat se quedó inmóvil mientras una gran parte del techo se derrumbó sobre él.
-¿Dónde estás enano? –El triángulo preguntó suavemente mientras recorría la sala de la casa, buscando a Morty. Morty estaba escondido en la cocina, entre un pequeño espacio.
-No… –Comprobó que el arma se quedó sin energía.
-Sal… –Bill extendió sus dos manos y partió el refrigerador en dos como si nada.
-¡Rick! ¡Rick!
-¡Rick me escuchas!
-Ah… te escucho, Morty, te escucho fuerte y claro. –Salían entre los escombros.
-¡Estoy en problemas! ¡Es- Está buscándome!
-¡Maldita sea Morty, deja, deja de llorar Morty, ya vamos para allá!
-Hay que apresurarnos. –Agregó Ford.
-Stanford, me imagino que esta no es una simple casa ¿verdad? –Preguntó con sarcasmo Rick.
-Tengo un plan B, pero hay que salir de la casa.
Bill destruyó de un golpe un estante cercano a él. –Pequeña sabandija. –Divisó un pequeño espacio de dónde venían unos murmullos. –Oh, con que ahí estabas. Ahora… –Aumentó de tamaño mientras de acercaba al escondite de Morty.
-Oh diablos. –Gotas de sudor bajaban sobre su frente.
- ¡Ja ja ja ja!
-Pon un dedo sobre el niño Bill, y lo último que sentirás en este mundo será un gran dolor. –Amenazó Stanford, apuntándole con su arma.
- ¿Enserio anciano? Eh pasado por mucho esta noche, ¿crees que dispararme con tu arma insignificante podrá dañarme?
-Corrección, cañón de energía malnacido. –Dijo Rick sorpresivamente apareciendo por otra puerta y disparándole a Bill, lo que lo desintegró al instante no sin ocasionar un gran estruendo que sacudió la casa denuevo.
-No creo que pare. –Dijo Stanley.
-Larguémonos de aquí. –Dijo Rick.
-Bien. –Stanford sacó del bolsillo de su chaqueta un pequeño dispositivo con algunos botones. Presionó uno de ellos y la casa comenzó a sacudirse producto de un campo de energía que se estaba formando a los alrededores. Para este tiempo Rick había abierto un portal interdimensional con su pistola de portales de manera apresurada, mientras trataban de alejarse.
Morty por mera curiosidad miró hacia atrás y esto provocó que se detuviera al instante con temor. –Eh, ¿oigan?
Los tres restantes miraban con inquietud como la silueta de aquel espeluznante ser, Black Hat, descendía de las sombras con una sonrisa aterradora. –¿Creyeron que podían escapar? –Apretó con fuerzas sus puños mientras ondas de energía salían de su cuerpo por la rabia que recorría por todo su ser.
Por detrás de él, Bill reapareció, esta vez un poco más herido y furioso.
-Demonios. –Dijo Stanley.
-Rick hay que irnos ahora, ¡entra al portal! –Le gritó Satnford.
-Escúchame bien, técnicamente ya escapamos solo que aún no te has dado cuenta y no cabe resaltar que estas completamente jodido. –Le dijo Rick directamente a Black Hat.
-¿Qué? –Preguntó Bill. No paso mucho tiempo para que los dos seres se dieran cuenta que estaban en una trampa.
-Toda la casa se autodestruirá llevándoselos consigo, y no podrán escapar porque hay un campo de energía que bloquea sus poderes y disminuye su fuerza. –Dijo Stanley de forma amenazante.
-Que gran estrategia ... –Alagó Black Hat. –Pero por suerte ... yo no estoy aquí. –Giró la cabeza con la lentitud apuntando a la ventana sin quitar esa tétrica sonrisa. Los demás lo hicieron al mismo tiempo, y se dieron cuenta, que entre los árboles, allá a lo lejos, la misma silueta, les dedicó la misma sonrisa.
-No puede ser. –Ford retrocedió asustado.
-Un clon. –Agregó Rick con odio.
-¡No! –Bill trató de lanzar un rayo de energía, pero esto fue imposible, y las razones ya habían sido explicadas. –Malditos, creen que me vencieron. ¡Black sácame de aquí!
Ante esta petición, Black Hat solo le dedicó una sonrisa maliciosa. –Lo siento Bill, solo eres un estorbo para mí, grandísimo villano inservible.
-¿¡QUÉ!? –Con rabia, el ver que había sido traisionado, intentó sacar las últimas fuerzas que le quedaban. Para este momento, Rick y Stanford comenzaron a cruzar el portal lentamente mientras su atención estaba en lo que veían. –¿Crees que puedes traicionarme? Bien, los destruiré a todos empezando por ustedes. –Quiso atacar a Rick.
Y en ese instante, el tiempo se detuvo, cuando lo inesperado pasó. En ese preciso momento, la mirada de todos quedó atónita. –Oh mierda... –Dijo Rick.
-¿Qué ... hi-ciste ...? –El cuerpo de Bill había sido atravesado por la mano derecha de Black Hat, provocándole inmovilidad y dolor.
- Nunca confíes en nadie. –Apretó con fuerza mientras este absorbia la energía de Bill para sí mismo, mientras se deleitaba con el sufrimiento y los gritos del triángulo.
Despúes de eso, lo soltó sin importancia, al haber absorbido su energía, ya era inútil su mísera presencia y compañía. Rick fue el último en atravesar el portal mientras escuchaba las explosiones que comenzaban a recorrer la casa.
- Nos volveremos a ver... y les advierto que los mataré lentamente mientras me deleito con su sufrimiento y temor. –Le dijo, mientras su figura se evaporaba en el aire.
- ¡NOOOOOO! –Fue lo último que escuchó Rick, y los demás, antes de que el portal se cerrará y encontrándose quizás, ya en otra dimensión. El grito de un ser muy poderoso e inteligente que estaba siendo destruido, por otro aún peor.
-No puede ser. –Fue lo que dijo Stanford, tirándose en el suelo y quedando inmóvil, sin creer lo que acababa de pasar.
-Black Hat... –Fue lo último que dijo Rick ...
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Cartoons: Infinity War
Hola, mucho gusto me llamo Steven002 D, y soy nuevo en el fandom de esta gran serie. Como el nombre lo dice, este es un proyecto que viene muy inspirado de la peli Avengers: Infinity War y Villanos, solo que esta vez teniendo un Black Hat como principal antagonista y a todos los cartoons como protagonistas.
Les doy gracias por leer la historia y perdonen las faltas ortográficas.
Agradecimientos especiales a InacmasterOficial /, que es dueño de la portada del Fic, visiten su página en facebook, sube buen contenido.
